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ADIÓS A SUBIRACHS, EL ESCULTOR DE SUEÑOS QUE DEJÓ HUELLA EN LA VIRGEN DEL CAMINO

ADIÓS A SUBIRACHS, EL ESCULTOR DE SUEÑOS QUE DEJÓ HUELLA EN LA VIRGEN DEL CAMINO

ADIÓS A UN ARTISTA

  • El escultor Josep María Subirachs en la puerta de San Froilán del santuario de La Virgen del Camino que él diseñó junto a las esculturas de la fachada principal - RAMIRO
    El escultor Josep María Subirachs en la puerta de San Froilán del santuario de La Virgen del Camino que él diseñó junto a las esculturas de la fachada principal - 

 

Se ha ido el escultor de los sueños. Tenía 87 años y unas manos mágicas. Los trece ‘colosos’ que Josep María Subirachs (Barcelona, 1927-2014) labró para la portada del santuario de La Virgen del Camino son un hito en la historia de la escultura del siglo XX. Con esta obra monumental, el escultor catalán —uno de los más destacados del siglo pasado—, descubrió al mundo en 1961 un lugar llamado León.

En 1957 había ganado por concurso la decoración escultórica del santuario, financiado por el mecenas Pablo Díez en agradecimiento a la labor pedagógica que con él hicieron los dominicos. Su proyecto se eligió entre doce escultores de gran prestigio, entre los que estaban Oteiza, Coomonte o Lapayese. Pablo Díez tenía 73 años y prefirió la línea renovadora de Subirachs al clasicismo del arquitecto diocesano Juan Torbado.

El maestro Subirachs, serio, concienzudo y trabajador infatigable, forjó las famosas figuras de los dos apóstoles y la Virgen de la fachada, así como las cuatro gigantescas puertas en bronce —incluida la de San Froilán, cuya nariz tocan miles de peregrinos porque se ha extendido la leyenda de que da buena suerte—, además de un altar exterior y diversos elementos como el sagrario, crucifijos, candelabros o la pila bautismal.

Tras la estela de Gaudí

Subirachs, uno de los principales seguidores de la estética de Gaudí, se incorporó en 1970 a las obras del templo de la Sagrada Familia. En León el escultor catalán ya se había sentido conectado al genial arquitecto. En 2002, cuando visitó León con motivo de la exposición que le dedicó la Fundación Vela Zanetti, titulada El largo camino, Subirachs confesó: «Mi obra de La Virgen del Camino se encuentra entre dos obras de Gaudí, el Palacio Episcopal de Astorga y La Casa Botines de León. Ver mi obra de juventud me emociona». Fue entonces cuando el escultor regaló a la ciudad de León los bocetos que realizó para La Virgen del Camino. El alcalde Mario Amilivia se los entregó al prior del santuario.

Subirachs siempre mostró un cariño especial hacia León, por haberle dado la primera gran oportunidad, pero no tuvo un reconocimiento de la ciudad hasta treinta años después de crear los apóstoles de seis metros, cuando la desaparecida galería Arte Lancia le dedicó una exposición en la capital leonesa, centrada, curiosamente, en obra gráfica y dibujos.

En palabras de Martín Chirino, Subirachs ha pasado de un género a otro sin importarle la opinión de nadie. De un desnudo clásico a los bronces del santuario leonés y de ahí a crear al alimón con Cela un megalibro erótico o su las 100 figuras de la fachada de La Pasión.

La investigadora Ana Ferrín, que ha escrito varios libros dedicados a Gaudí y un volumen de 600 páginas titulado El tacto y la caricia: Subirachs, ha contado que cuando le explicó la costumbre de los peregrinos de tocar su San Froilán de La Virgen del Camino el escultor respondió: «¿No es ese el sueño de todo escultor? El sueño más espectacular de una imagen es que llegue a realizar milagros».

Bregado en las críticas

Entre las anécdotas que cuenta Ferrín en su libro figura la visita de Franco al santuario. Le hizo de cicerone José Fernández Arenas, profesor de Historia del Arte y ex dominico. «Excelencia, ¿desea usted que le explique la fachada», le preguntó. Franco levantó los ojos, vio el conjunto e interrogó, a su vez: «A usted parece que le gusta mucho esto, ¿verdad?». «Sí, Excelencia, me gusta mucho». «Pues a mí no me gusta nada», respondió.

Pero Subirachs estaba acostumbrado a las críticas. Sus esculturas rectilíneas en medio del universo curvilíneo de Gaudí provocaron una airada manifestación ante la Sagrada Familia en 1990, apoyada por buena parte de la intelectualidad catalana. Dos años después protagonizo otro sonado ‘escándalo’ tras descalificar a Tàpies como escultor.

No ha visto cumplido su sueño, el Espai Subirachs, un museo dedicado a su obra en un edificio próximo al Museo Picasso, que debía financiar una caja de ahorros.

 

Diario de León.

 


 

 

Adiós al creador único
Fallece Josep María Subirachs conocido en León, en su primera etapa como creador, por ser el autor de la decoración frontal del Santuario de la Virgen del Camino




leonoticias.com       08/04/2014
Imagen de parte de las figuras que dan forma a la fachada del templo de la Virgen del Camino.
Imagen de parte de las figuras que dan forma a la fachada del templo de la Virgen del Camino.
El escultor y pintor Josep María Subirachs, autor del conjunto escultórico de la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia y conocido en León por ser el autor en su juventud de la decoración escultórica del Santuario de la Virgen del Camino, ha fallecido en Barcelona a los 87 años.

 

La muerte de Subirachs se produjo anoche tras una larga enfermedad neurodegenerativa que el artista sufría desde hace años.

Nacido en Barcelona el 11 de marzo de 1927, Josep Maria Subirachs es uno de los escultores y artistas españoles más prolíficos y de más prestigio en el ámbito nacional e internacional.

Vivió donde trabajó, en una modesta vivienda ubicada en la Sagrada Familia, igual que había hecho el arquitecto Antoni Gaudí. La ubicación de su morada y que no le impusieran un estilo determinado fueron las dos condiciones que Subirachs puso para aceptar el encargo, en 1986.

Veinte años después, en 2005, dio por finalizada su obra para la Sagrada Familia, consistente en más de 100 figuras esculpidas en piedra y cuatro puertas de bronce, y en la que se recrean los dos últimos días de Jesús con un expresionismo figurativo y dramático.

Las líneas modernas y más contemporáneas del estilo de Subirachs contrastan con el realismo de las esculturas que proyectó Gaudí en la Fachada del Nacimiento, lo que levantó una gran polémica en los medios artísticos que ha continuado hasta la actualidad.

Su vínculo con León se remonta a 1957 cuando Josep Maria Subirachs ganó por concurso el encargo de la decoración escultórica del Santuario de la Virgen del Camino, que culminó en 1961.

Fue una de sus mayores obras de juventud, e inició el camino de una larga serie de encargos públicos para numerosas ciudades españolas y del resto del mundo. Esta obra marcó la culminación de la etapa expresionista del escultor, que posteriormente se enmarcó en una más pura abstracción.

En la fachada se encuentra un gran friso con trece figuras (la Virgen y los doce Apóstoles), de seis metros de altura y realizadas en bronce. De izquierda a derecha figuran: San Matías —que sustituye como apóstol a Judas Iscariote—, con una piedra en las manos, ya que fue lapidado, y una cicatriz en el cuello, aludiendo a su decapitación; San Felipe, con una cruz —símbolo de su martirio— en el pecho, y unos peces en la mano izquierda, en alusión al milagro de la multiplicación; San Mateo, que como evangelista muestra un libro en sus manos; Santo Tomás, el apóstol incrédulo, está mirando al cielo, mientras que en la mano sostiene una lanza, símbolo de su fe corroborada tras tocar las llagas de Cristo; Santiago el Mayor aparece lleno de conchas, símbolo de la peregrinación, y con su mano derecha señala el Camino de Santiago; San Juan custodia el cáliz de la Última Cena; en el centro, María se muestra después de su Asunción y Coronación; San Pedro ofrece con sus manos la bendición papal, y figura con las llaves del cielo, la gran cruz invertida en que fue crucificado y la oreja que cortó a Malco en el huerto de Getsemaní; San Andrés adopta con sus brazos la forma de una cruz en aspa, ejemplificando su martirio; San Bartolomé presenta en sus manos un cuchillo, ya que fue desollado; Santiago el Menor, que fue obispo de Jerusalén, muestra los atributos de su dignidad: mitra, báculo y anillo; San Judas Tadeo muestra en su mano derecha el hacha de su decapitación y en la izquierda una carta canónica; por último, San Simón aparece apoyado sobre una sierra, instrumento de su martirio. Sobre estas figuras aparecen unas lenguas de fuego, que simbolizan el Pentecostés. 

 


 


EN LA MUERTE DE JOSEP Mª SUBIRACHS

Blog de Ana María Ferrín GAUDÍ Y MÁS...

http://amf2010blog.blogspot.com.es/2014/04/en-la-muerte-de-josep-m-subirachs.html                     

Tras once años de una grave dolencia contra la que luchó como hizo siempre contra todo tipo de adversidades, de frente, nos ha dejado ayer lunes por la noche a los 87 años el gran escultor Josep Mª Subirachs. Dedicadas a los que admiraban al artista y a quienes procuraron al hombre compañía y afecto en éste último tramo de su vida, tan difícil, van mis condolencias.



ADIÓS A UN GRAN BARCELONÉS
                  
Publicado en Gaudí y Más. 8 de Abril de 2014
   
                Después de cruzarnos un tiempo por el interior de la Sagrada Familia donde él estaba dedicado a crear sus figuras para la fachada de La Pasión, mientras yo visitaba a menudo el templo documentándome para mi biografía de Antonio Gaudí, empecé a tratar a Josep Mª Subirachs sobre 1990. Con posterioridad acordamos que yo escribiría su biografía, para lo cual a lo largo de unos veinte años mantuvimos infinidad de encuentros en los que hablamos de todo lo divino y humano, con una sinceridad y valentía estimables por su parte.
                   Quizás por eso, por conocer muy bien su realidad, lo único que me apetece recordar hoy desde que esta mañana temprano supe su final, son temas gratos de sus tiempos felices.

                       Mi propuesta para huir del triste obituario, será escoger los tres encargos que realizó para Corea del Sur en el periodo 1988-2003, por ser ese país uno de los lugares que mejor comprendieron su obra y donde más valorado se sintió, por sus habitantes y por las autoridades. Como me refirió en varias ocasiones,Corea ocupó sin duda un lugar preferente entre sus afectos.
                   
                        Para  el Parque de Esculturas de los Juegos Olímpicos de Seúl creó Subirachs en 1988 Los Pilares del Cielo, y a este monumento le acompañarán siempre de manera inevitable varias referencias a otras obras suyas anteriores. Existe toda una historia detrás del monumento definitivo que Subirachs acabó instalando en Seúl y de la elección del artista, empezando por la intervención del crítico de Arte e historiador francés de origen catalán Gerdard Xuriguera, que propuso su nombre.


                   El escultor acababa de empezar su obra en La Sagrada Familia y tenía en fase de ejecución la primera pieza para ese proyecto, La Flagelación. Pero aún con todo el barullo de un comienzo de las dimensiones del templo, Subirachs aceptó entusiasmado colaborar en aquel proyecto olímpico que tanto significaba para Corea, un pueblo animoso que empezaba a abrirse al mundo moderno después de sufrir una guerra civil demoledora. Con el joven país deseoso de desterrar de su memoria la tragedia vivida se identificó rápidamente de manera emocional, ya que también él y por las mismas causas, había vivido su juventud ansioso por abrirse a otras fronteras. …Cuando veo las caras de esos jóvenes artistas con tantas ganas de conocer lo que se está haciendo fuera –me comentó en una ocasión-, es como vernos a nosotros en la posguerra.   
                   Al son de la canción oficial de los Juegos, Hand in Hand, las calles se llenaron de reproducciones de Hodori, la mascota que representaba al tigre legendario de las tradiciones coreanas, entre una explosión de alegría. Subirachs tuvo un éxito notable y tanto el monumento como el artista lograron una identificación con el pueblo coreano no muy común entre los artistas occidentales, convirtiéndose en uno de los personajes más conocidos de los que acudieron al evento cultural. Sus acompañantes empezaron a comprender la dimensión de su popularidad cuando vieron que al entrar en un banco de Seúl para una gestión, los clientes se acercaban al artista para pedirle autógrafos.      
          
                   Mientras el artista coreano Nam June Paik buscaba escandalizar a sus paisanos en cada entrevista televisada, con declaraciones del tipo: -Hacia el año 2010 ya tendremos por lo menos un premio Nobel de literatura que no habrá publicado un solo libro… El arte es puro fraude. Sólo tienes que hacer algo que no haya hecho antes nadie… Yo creo mis obras cometiendo error tras error..., Subirachs centraba con seriedad sus opiniones sobre escultura remitiéndose a la sabiduría de técnicas usadas secularmente.
                Lejos de referencias rupturistas, la presencia modesta de Subirachs destacaba apareciendo en la televisión coreana para explicar su obra con tono quedo y riqueza de lenguaje, con metáforas poéticas que tenían mucho de espiritual y aprovechando para defender en cada entrevista la utilización de materiales tradicionales; la piedra, el mármol: -Son materiales eternos que han conservado durante milenios las obras perfectas, porque nacieron perfectas –exponiendo a la vez su compromiso como artista-: La modernidad de una escultura ha de estar en su espíritu, en la forma. Ser contemporáneo con una escultura en metacrilato o aluminio es muy fácil.




                      Es un hecho que Subirachs consiguió en Corea esa conexión duradera, difícil de explicar, que a veces se instala entre individuos de culturas alejadas uniéndolos para siempre. Por todo ello se comprende lo que debió significar para el artista barcelonés cuando al año siguiente de celebrarse los Juegos Olímpicos, 1989, el Comitécoreano volvió a contactar con él para que levantase un monumento en recuerdo del evento deportivo que tanto había significado para el país.
                      El proyecto que le presentaron  contenía un muro semicircular, El Muro de la Gloria, en el que irían los nombres de los ganadores de todas las disciplinas olímpicas. Rodeando el muro, árboles. Y unos altísimos mástiles portando las banderas de los países asistentes, que para esa ocasión habían superado en mucho a los participantes de las dos ediciones anteriores de los Juegos.
                     Sobresaliendo en medio de todo el conjunto escultórico, ya que en Corea lo tradicional había sido hasta entonces la escultura horizontal, Subirachs levantó un monumento de 12 metrosde altura, plano, de granito blanco con una abertura en el centro donde se muestra sin principio ni fin la Cinta de Moebius mezclando pasado y presente, en homenaje al hermanamiento entre los pueblos que significaron los Juegos Olímpicos de 1988. Como título, Unión de Oriente y Occidente.
                   Las imágenes nos permiten apreciar el conjunto, que resultó de gran efectividad. Alrededor de la escultura de Subirachs, el artista coreano Choi Man Lin compuso una instalación consistente en cinco conos truncados de los que sobresalen bolas doradas en relación a los cinco continentes, todo ello reposando sobre un mosaico circular construido con piedras traídas de sus países por los atletas participantes. El artista asiático viajó a Barcelona para entrevistarse en la Sagrada Familia con Subirachs y firmar el contrato de colaboración acompañado por el cónsul coreano en Barcelona, Kim Joo Teck,hoy embajador de Corea en Venezuela.


                    En 2003, Subirachs realizó su último viaje a Corea del Sur. A las dos obras realizadas para ese país a finales de los años ochenta con motivo de sus Juegos Olímpicos, se le pidió una tercera con destino al Simposio de Escultura y esta vez su creación fueron las cinco letras del nombre del país, KOREA, talladas en granito de la montaña Po-Cheon.
             Antes y después de que la escultura se colocara en su emplazamiento al aire libre, Subirachs revivió su experiencia de quince años atrás participando en diversos encuentros, más un simposio y un seminario, desplegando una actividad que motivó en la prensa comentarios como el siguiente: 12 escultores famosos de España, 6 de Latinoamérica y 8 de nuestro país, se encuentran desde el día 11 haciendo un trabajo en común...El artista español Subirachs, quien esculpió para la catedral de Gaudí, se ha olvidado de su edad y trabaja duro en su creación...
                      Demostrando la minuciosidad con que siempre ha preparado sus trabajos, al referirse durante una entrevista al motivo de que escogiera para su obra la representación gráfica del nombre del país, utilizando las letras en homenaje al gran aporte de Corea a la cultura, aclaró: -Corea fue el primer país que empezó a utilizar el metal para los tipos (de letra), ¿no es así? Esa es la razón por la que he prestado atención a las letras, para simbolizar Corea. Diferentes a los demás animales, únicamente los seres humanos empleamos letras y caracteres y eso hace que las letras sean especiales.

                    A la pregunta de cómo había encontrado el país después del tiempo transcurrido desde sus primeras visitas, Subirachs respondió con unas palabras que se reprodujeron en todos los medios coreanos: -He descubierto logros extraordinarios, el esfuerzo que ha hecho el pueblo de Corea para avanzar. Les deseo ánimos para continuar en ese progreso.




                       Aparte de la anécdota tipográfica, para esta pieza el artista se inspiró en la bandera de Corea del Sur, que conlleva la armonía del ying y el yang junto a la tradición de sus símbolos y la importancia que conceden al mundo espiritual. Subirachs explicó que: - En mi nueva obra KOREA, el círculo de la “O” lleva consigo el significado de lo perfecto y la “A”, la seguridad, como en las pirámides.
                     Precisamente a la vuelta de ese país en 2003 trayéndose el que hubiera sido el mayor encargo de su carrera, la fachada con doble superficie que la de la Sagrada Familia para una biblioteca, fue cuando le diagnosticaron la enfermedad neurodegenerativa que en poco tiempo minaría su fortaleza obligándole a dejar la escultura. La mala noticia lo pilló en un momento de euforia comprensible, pues de haberse llevado a término este cuarto proyecto para Corea, habrían sido tres las fachadas monumentales de su autoría. Algo único en la historia de la escultura.

                 
                         La educación, cultura y respeto por la familia que observó en la juventud coreana y el aspecto dinámico y desarrollado que presentaban las ciudades en éste su primer regreso al país desde 1989, fueron las dos cualidades principales que valoraba el escultor en la sociedad coreana, tras visitarlo en el que fue su último viaje al país asiático. Y por nuestras últimas conversaciones puedo testimoniar que siguió guardando ese sentimiento en el último tramo de su vida.
                          Hasta las alturas, hacia donde lo llevaron sus últimas obras para la Sagrada Familia, vayan con el mayor respeto estás líneas dedicadas a Josep Mª Subirachs. 

                           A quien fue un honor conocer, tratar, y ser un poco partícipe de su confianza. Por siempre en nuestro recuerdo.


Ana Mª Ferrin

 

5 comentarios

jose ignacio -

por qué al que piensa le castigas
a perder la identidad sin piedad.
condenas su vejez a fatigas
preguntando quién lo hizo de verdad.

José Luis Alcalde Revilla -

...Me hace temblar de emoción la muerte del gran artista Josep María Subirachs, sobre todo al ver y vivir la presentación del Blog con Ana María...Me lleva a un pasado vivido en teramente en La Virgen del Camino y me trae hasta hoy...todo queda en mi corazón, amor y alma...os quiere a todos, joseito chiquitito, el besuconcete...

andrés cortés aranaz -

D. Pablo Díez - Benefactor.
P. Blázquez - Promotor
Fray Curro - Arquitecto
D. Joaquín Hernández Músico
P.Torrellas y P. Uría. Músicos.
Andrés Cortés Gracia - Joyero-restaurador
D. José María Subirachs - Escultor
...... y tantos otros que marcharon ya al Norte......
!Qué estarán preparando todos juntos!
Todos ellos, artistas, enamorados de su profesión, buena gente, y que aquí abajo nos dejaron lo que hoy seguimos disfrutando, y que todos llevamos marcado en nuestro corazón.
Adiós al último maestro de ese tesoro tan nuestro que es la Basílica de La Virgen del Camino.

Luis Carrizo -

Nada más enviar mi comentario me he dado cuenta que al inicio del post de Ana María viene la dirección de su blog. He entrado en él y he comprobado que allí viene el texto espléndidamente ilustrado.
Merece la pena entrar en el.

Luis Carrizo -

Gracias, Ana María, por tu extenso y documentado comentario. Es muy aleccionador leer cosas así, y también muy reconfortante considerar la vida y obra de personas como Subirachs. Lamento su muerte, pero estoy seguro que ya hay otros artistas recogiendo la antorcha; artistas como él, que no van vestidos de artistas ni diciendo gilipolleces (no me hagas decir nombres), sino trabajando con rigor y en silencio.
¿No podrías ilustrar tu interesante escrito con algunas fotos relativas a las obras que en él citas?
Te le agradecería