Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL HUMILLADERO

EL HUMILLADERO

Estampa firmada por Amós Salvador Carreras del Humilladero de la Virgen del Camino en el mes de septiembre 1914. 

«E ya que me vieron de paz, me contaron ellos y ellas el fundamento de la devoción y denominación del Humilladero, diciendo:

"-Mire, señora Justina, lo que llamamos el Humilladero es una ermita pequeña en que la Virgen se apareció a un humilde pastor, y él, humillado, la adoró y hizo humilde oración, y por eso y porque los que allí van se humillan a la santa imagen, se llama el Humilladero"».



nota de Lalo Mayo..- 

Tardé un poco en apreciar que en la oscuridad de la foto se arrodillaban varias figuras en torno a las cruces. Hasta que leí la entrada de Carlinos Tejo no me di cuenta, por lo que llevé la foto a mi Photoshop. 
Aunque a la imagen no se le puede hacer mucho, he buscado las figuras en la niebla del tiempo y casi ya se intuyen. 

2 comentarios

Luis Heredia -

Muy bien,Carlos. Y con la "aclaración" de Lalo, ya lo tengo más claro aún.

CARLOS TEJO -

Mentiría si dijera que la imagen no me emocionó. Me emocionó y mucho. Una ermita que es una ruina pero que, además, es mucho más que eso. Dos cruces que supongo iguales en su fábrica y que sólo la perspectiva las diferencia, y que son mucho más que piedra. Un árbol que es lo único joven entre todos los elementos ya que, “humilladas” bajo el velo negro y el vestido negro, todas aparentan tener tantos años como fe, es decir muchos años. Eran años en los que no había medios ni para encalar la ermita. Me imagino que con las declaraciones de guerra, en toda Europa, los periódicos dirían algo, pero, ¿sabían leer estas humildes cristianas?, ¿podían acaso tener acceso a alguna noticia? Si al menos hubieran sabido que se acababa de publicar “Platero y yo” quizás la maestra se habría hecho con un ejemplar y lo habría leído a sus hijos…pero están de rodillas, en el lugar que conocemos, pero que es difícil de reconocer, lejos, entonces, de la capital, en un septiembre frio y rezan. Decía Ortega y Gasset : “Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama”. Ahora es cuando yo me pregunto: ¿cuál es el panorama de la imagen, que nos regala José Mari, desde el punto de vista de la fe? Un paisaje, por hermoso que sea hay que, además de verlo para admirarlo, interpretarlo. Yo, que creo en ese Norte que tan bien nos definió Quique, veo devoción, también temor, resignación y, seguro, muchas peticiones. Quiero interpretar también que, aunque fuera del objetivo, la Virgen del Camino escucha con sentimiento el murmullo de las protagonistas de negro, arrodilladas, “humilladas”, eternamente.