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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EXPOSICIÓN DE LOS P. IRIBERTEGUI Y DOMINGO ITRUGÁIZ

EXPOSICIÓN DE LOS P. IRIBERTEGUI Y DOMINGO ITRUGÁIZ

Os dejo el programa sobre la exposicion de la obra del Padre Iribertegui y del Padre Domingo Itgurgáiz en Pamplona así como las actividades paralelas que se realizarán, actividades artísticas, conciertos, mesas redondas, recital de poesía y taller de mosaicos.

La exposición se abre en el Palacio del Condestable en Pamplona, desde el 14 de Diciembre hasta el 18 de Enero.

Os dejo al final del álbum DOMINGO ITURGAIZ, dentro de Ver Fotos/Documentos, el cartel y el díptico (interior y exterior) donde aparece toda la información de esta exposición.

Pinchad en este enlace:

https://get.google.com/albumarchive/112045593798858222692/album/AF1QipOd_r2ACFiCnh91uE-_5s0rOjJzHoE35owSvHSo


4 comentarios

Javier Cirauqui -

El día 15 estuve viendo la exposición "Bellezas Habitables" de los Padres Miguel Iribertegui y Domingo Iturgaiz.
El día 14 fue la inauguración y estuvieron algunos padres dominicos y otras personas.
Hoy he quedado con Domingo Iturgaiz, primo, que me comentará como fue la inauguración, para hacer una crónica de la exposición.
De todas formas, me pareció muy bien montada y tanto las obras de Iturgaiz como las de Iribertegui lucen como lo que son, auténticas obras de arte.

Viendo las obras y como aperitivo de mi futura crónica se me ocurrieron estos simples poemas de una obra de cada autor.

PARTOR I (Iribertegui)

El pastor de este portal,
duerme junto a sus ovejas,
formando un pan candeal,
entre lanas y madejas.

TRIPTIGO DE DAMA CON SOMBRILLA (Iturgaiz)

Es una dama elegante con sombrilla y abanico.
Es una dama galante,
vestida de miriñaque
con apretado corpiño.
Es una dama elegante,
labios de pitiminí
y ojos de cuarto menguante.

La exposición está en el Palacio del Condestable de Pamplona. Me encontré con el P. Galdeano y un dominico de las Islas Galápagos y Blanco y su mujer de Burgos, que parece ser guardan parte de la obra de Iribertegui. Me prometieron el video de la muestra y un libro de poemas de Iribertegui. Un saludo para todos. Javier.

Ramón Hernández Martín -

Ay, ay, ay!, amigo Luisín (ahora sí que procede el diminutivo). Siendo sin duda mucho más analfabeto que tú en arte, bueno, quiero decir que siendo yo analfabeto puesto que tú demuestras ser muy letrado, ya en 1978-9 apreciaba mucho la obra escultórica de Miguel Iribertegui, hasta pedirle, como amigo, que me hiciera esos conjuntos navideños para la Guardería infantil. Es más, tuve con él serias discusiones en la Virgen del Camino, reprimendas de amigo, cuando llegué a decirle incluso que la escultura era la palabra que Dios había puesto en su boca (su auténtica vocación) para anunciar su reino, y que se olvidara de todo lo demás (estaba, ya entonces, pasando momentos muy duros). Lamentablemente, Miguel no me hizo caso. Tengo la impresión de que la vida fue muy injusta con él. Me dolió mucho su muerte, sobre todo por no haber tenido la oportunidad de volver a charlar con él ni de echarle una mano en su calvario.

En cuanto a venir a Mieres, ver esos conjuntos, tomar unos culines de sidra o acudir a una de las comidas-tertulia de la Casa del Dago, basta con que nos coordinemos. Fíjate si soy original que a mí me tienes a tu disposición en el email: ramonhernandezmartin@gmail.com

Lo de Eugenio es otro cantar, pues ambos llevamos bregado mucho juntos y lo que te rondaré morena. He aprendido mucho de él, bueno, quiero decir lo poquito que he sido capaz de aprender. Me falta asimilar lo de que, a la hora de escribir, debo precisar bien lo que quiero expresar esbozando incluso un esquema y luego hacerlo con la mayor economía posible de palabras, sin la prolijidad ni la rematada retórica de la que abuso habitualmente. Y hay otra cosa en la que me es imposible hacerle caso: la de no tirar yo mismo por tierra ni mi persona ni lo que hago, vicio que me reporta el consuelo de ponerme de perfil, sin que nada tenga que ver, desde luego, con el famoso adagio de "excusatio non petita...". Y, a la inversa, yo debo de ser para él una mosca cojonera infatigable, pues me paso la vida proponiéndole y hasta casi exigiéndole que escriba más cosas (con lo que este hombre lleva ya escrito). En fin, lidia de amigos que se partirían la cara el uno por el otro. Hoy, la presencia de Eugenio en el horizonte de mi vida tiene más valor (ya anda Baldo de por medio) que una cuenta corriente bien nutrida de dólares (digo lo de dólares por ser moneda creciente frente a nuestro tambaleante euro).

En fin, pienso que el arte de ley es la cara misma de Dios esculpida o pintada por el hombre. Así que para los que dudan y los descreídos, un apodíctico y lucido argumento es: "si hay arte, hay Dios".

Luis Heredia -

¡Vaya suerte que tienes conservando unos originales de este artistazo al que yo descubrí tardíamente¡

Viendo ahora la exposición que se avecina de estas dos figuras del arte contemporáneo es inexplicable que su obra solamente sea objeto de exposición en foros tan reducidos y para público más reducido aún.

Yo, de arte, entiendo tanto como de Filosofía. O sea, Ramón, saca tu conclusión sobre mi conocimiento.

Me entristece pensar que el arte solamente se llegará a valorar con el paso de los años, muchos años, a menos que interese promocionarlo por motivos puramente económicos/especulativos y puntuales o políticos por motivos ideológicos. Una pena.

Las esculturas de Iribertegui y los vitrales y mosaicos de Iturgáiz son merecedores de reemplazar el espacio que mucha "gandaya" ocupa en renombrados museos, bien sea con carácter temporal, cíclico o permanente.
No pierdas la esperanza, Ramón, de ver tus figuras de barro que tan celosamente guardas, en lugares prominentes de un Museo. Mientras tanto, yo me conformaría con disfrutar de ellas en tu compañía y tomando un cafetín o echando unos culinos de sidra. Ah¡ Y créete lo que de ti dice Eugenio Cascón. No miente y además esas cosas no se las dice a todos.

Aprovechando la corriente del Pisuerga, otra vez más:

¡FELIZ NAVIDAD¡



Ramón Hernández Martín -

Por el interés general que pueda tener, os diré poseo tres conjuntos escultóricos en barro del muy querido, llorado y recordado fray Miguel Iribertegui. Cuando en 1978 mi mujer y yo abrimos la guardería infantil Disneilandia en Mieres, él nos hizo cuatro conjuntos escultóricos de tema navideño. Lamentablemente uno se resecó demasiado, se resquebrajó y se descompuso. Aún conservo los otros tres. De ello dí cuenta en su día a Gonzalo Blanco por si era de su interés para la promoción de la obra de Iribertegui que estaba llevando a efecto, pero nunca he recibido respuesta alguna. ¡Lástima no haberme decidido a pasarlos a bronce, más por ignorancia de la técnica que por otra cosa! Y, ya saben, tras no creer ni una palabra de lo que de mí dice mi nunca suficientemente valorado gran amigo Eugenio Cascón, pues solo soy discípulo indisciplinado y torpón suyo, y aprovechando de nuevo lo del Pisuerga, una vez más: ¡feliz Navidad!