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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LA VIRGEN DEL CAMINO, tan cierto como un milagro en el camino De Santiago

LA VIRGEN DEL CAMINO, tan cierto como un milagro en el camino De Santiago

O dejo el enlace a la revista PEREGRINO de Abril 2010. En las páginas 17 a 24 escriben sobre el Santuario de la Virgen del Camino, su historia más reciente, los artistas del. nuevo Santuario, etc.

https://www.caminosantiago.org/cpperegrino/revista/pdf/Peregrino128.pdf

Coello, Rafols, Subirachs. Ellos tres, en los años cincuenta de la construcción de La Virgen del Camino, eran tres talentos en plena juventud que aterrizan como marcianos en la paramera leonesa. Y en las austeridades de los primeros instantes, el azar del encuentro les obligó a crear una comunidad artística, intensa, vertiginosa, aparentemente caótica. Eran un pintor poeta, un escultor agnóstico confeso y un arquitecto místico prematuro con los hábitos de dominico recién tomados. Y para completar la historia, por una parte el evangelio y por otros el underground de una orden mendicante fundada en el siglo XIII. Qué de esebig bang eclosionara en tiempo record una obra de arte plural caracterizada por la inspiración, la coherencia y la belleza de formas, hay mucha gente que sigue atribuyéndolo a uno de los innumerables milagros producidos en los alrededores de este templo a lo largo de medio milenio. En definitiva, un andaluz y dos catalanes que siguieron las huellas de otro grande de esa región, Gaudí.

2 comentarios

CARLOS TEJO -

Una lección más sobre la obra, y tres de los principales autores, del Santuario de la Virgen del Camino, incluido un capítulo específico dedicado a las vidrieras de Ráfols Casamada. Los que casi desde un principio, y otros sin casi, pudimos abrir nuestros ojos de niño a tanta belleza singular, nada que en el ARTE pudiera parecer heterodoxo nos chocaría en el futuro, ya que "aquello" fue nuestro presente. Y si, de aquella, sólo nos quedamos maravillados por la estética, va Isidro, nuestro Isidro, en su "En clave de misterios" y nos llena de contenido cada línea trazada por Coello, cada pincelada de luz convertida en color, por el cristal y el fuego, y cada trozo de barro colocado donde sólo Subirachs quiso, para convertir en bronce tanto genio.
Y en medio de todo ello, con luz propia, La Virgen del Camino con su hijo Jesús.
"Desde niño mis labios entonan tu canción..."

Ramón Hernández Martín -

Nadie puede poner hoy en duda que el actual Santuario de la Virgen del Camino es un hermoso milagro de esa trinidad variopinta de artistas, tan magistralmente analizada y ensalzada tanto por Isidro en su libro como por Gonzalo Blanco en este denso y detallista artículo. Loor en forma de acción de gracias a todos ellos por procurarnos, creándolo o explicándolo, el gozo de la contemplación cuando lo miramos y el del recogimiento piadoso cuando nos adentramos en la razón de su ser. Hoy solo quiero ocupar este espacio para ampliar la autoría de ese milagro incluyendo en él, como también hacen ambos cronistas, la generosa aportación del mecenas leonés mexicano, partiendo de que fueron tanto su dinero como su devoción los que hicieron posible la plasmación de tan bello milagro. Al decir de Eladio –perdonad mi obsesión transitoria-, el hombre productor consumidor que conforma nuestra actual forma de vida ha alcanzado una gran envergadura, tanta que, no habiendo podido desmontar o someter la orgullosa religión, tan dominante en el pasado, ni la soberbia “razón humana” ni el más “furibundo ateísmo renacentista”, el dinero ha logrado llevarla de calle en nuestros días de tal manera que la ha remplazado por completo en su función de dios omnipotente, pues todos suspiramos por él y deseamos beber de su fuente. Pero, siendo el dinero un instrumento como ningún otro para fundar en él una calidad de vida humana más que aceptable, el acaparamiento y la codicia (sus contravalores) convierten nuestro mundo en un estercolero de ricos a punto de reventar y de pobres abocados a convertirse en esqueletos descarnados. Valga aquí aquello de “soy tan pobre que solo tengo dinero”. Qué gran milagro es el dinero como instrumento productivo de vida y qué gran insensatez que su codicia convierta a tantos en pobres de solemnidad y vicie las demás dimensiones de la vida humana. Bonita inversión esta del Santuario milagroso que alumbra el “camino” al tiempo que invita a entrar en la hondura humana.