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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

De aquí a Pénjamo (Por Pedro G.Trapiello)

De aquí a Pénjamo (Por Pedro G.Trapiello)

DIARIO DE LEÓN

 

Maravilla lo lejos que pueden llegar algunas piedras que tuvieron bastante de pedradas. Se sabe de algunas que alcanzaron miles de kilómetros, nueve mil en concreto dos enormes medallones barrocos de san Pedro y san Pablo que pesaban lo suyo y volaron en 1920 desde León a San Simeón, California, océano por medio, qué barbaridad, dos joyas de bajorelieves labrados en roca, bellísimas pedradas... aunque cosas así no asombran tanto por aquí donde se cree a pies juntillas vuelos no menos asombrosos como el que logró la devoción a la Virgen del Camino que hizo volar desde Argel hasta este santuario (basílica me suena harto ampuloso y no me habitúo) un arca enorme en la que allí obligaban a pasar las noches a un cautivo cristiano, de Villamañán él (corría el año 1522), férreamente atado con una cadena de 17 metros y, además, con un moro custodio durmiendo encima de la pesada tapa, lo que visto así en el aire podría confundirse con un Aladino tripulando un férreo arcón en vez de una alfombra mágica; y pudiendo considerarse también al de Villamañán como el primer astronauta encapsulado de la historia, lo que sostiene Manolo Durruti con sobrado juicio, aunque ¿qué fue del moro que se vio pilotando aquel arcón a propulsión divina, qué pensaría al verse de repente en tierra extraña y enemiga, qué hizo o qué le hicieron, le enchironaron o lo repatriaron por inmigrante ilegal en patera volante?, porque no es muy de creer que los dos se quedaran a servir en el santuario hasta que tuvieron una dichosa muerte, según cuenta el milagro, aunque si le ataron en corto al moro con aquella larga cadena por aprovecharla, y en justa réplica, ahí quizá me entra la fe. Donde perdemos toda fe, sin embargo, es viendo el destino de tanto patrimonio que voló a Pénjamo sin vuelta. Los dos medallones citados pertenecían a San Marcos y hoy flanquean la puerta principal del casón-catedral-castillo que levantó el magnate Randolph Hearst en San Simeón en 1921. Otavito dijo estar muy intrigado y que averiguará quién le vendió esas joyas... y que mañana nos cuenta.

10 comentarios

Luis Carrizo -

He entrado, amigo Ramón, sin problemas en el blog Hablemosdemogarraz desde el enlace que nos diste. Curiosa historia. Y curioso y tozudo el empeño de María Nieves Maíllo (¿será por el ejemplo de toda la tozuda mulería que tuvisteis en Mogarraz?), a quien felicito desde aquí, aunque no tenga yo el honor de ser mogarreño. Son lamentables estas historias de ventas "de aquella manera" y desvalijamientos que ha sufrido nuestro patrimonio a través de los siglos. Y no hablemos ya de los expolios derivados de las guerras. Este libro negro del patrimonio desaparecido, que está por escribir, acabaría siendo más bien una enciclopedia de muchos tomos. Casi mejor que no se escriba.
Hay que encargarle a Tom Cruisse que entre una noche en el MM y nos traiga la tablilla. Yo creo que con unos jamones de Guijuelo se le convence.

Ramón Hernández Martín -

De no poder verse el texto en el enlace anterior, basta con buscar en Internet "Tablilla de Mogarraz en el metropolitano de Nueva York", entrar y pinchar en "Mogarraz en Nueva York - Mogarraz".

Ramón Hernández Martín -

Digamos, solo por curiosidad en el contexto de esta entrada, que en el Museo Metropolitano de Nueva York hay una tablilla de marfil, relativa al martirio de una santa por aplastamiento, seguramente del siglo XI, que, gracias al buen hacer de mi amiga Nieves Maíllo y su pareja, dicho museo se vio precisado a reconocer en la ficha de información que procedía de Mogarraz. Para una mayor información sobre todo ello, véase el enlace siguiente: http://hablamosdemogarraz.blogspot.com/2010/06/hablemosdemogarraz.html
Se trata de un artículo interesante que la misma Nieves publicó en nuestra Revista de "La Peña de Mogarraz".

Francisco Javier Cirauqui -

Pedro, como siempre una delicia de escrito, desde luego nunca se sabe donde pudieron llegar algunas piedras de San Marcos y hasta unas verjas góticas de la catedral de Pamplona, esas si que están en Nueva York.
En cuanto he leído este escrito me he acordado de otro de Cicero, que apareció en este blog, sobre el mismo tema. Y hablando de piedras y pedradas, En Larrasoaña, un pueblo de Navarra, Camino de Santiago y a unos treinta kilómetros de Roncesvalles, hay una gran piedra con forma de menhir, que dicen la lanzó Roldán con su honda, durante la batalla de Roncesvalles, que resbaló en una boñiga fresca de vaca y fue a caer en este hermosos y pequeño pueblo de Larrasoaña. Vaya potencia tenía Roldán con su honda. Es de leyenda.

Isidro Cicero -

Pues nada, de este verano que no pase, que el anterior lo frustró la precaución. Os espero allá para agosto en las caberas de Liébana - Pitu tú por descontado -. Y Josemari, que me pone en el aparrado de libros sin ser libros con tanta o más razón.

José Manuel García Valdés -

Si los cocidos se cuecen y reparten al amparo del piropo yo creo que debería entrar en el reparto. Hace mucho que vengo diciendo que Isidro es alto, guapo, listo e, incluso, escribe bien. Cualidades que comparte con la mayor parte de los escribientes/escribidores del blog. Es cierto que no puedo decir de ellos que sean nativos de un lugar tan excelente como lo es UNO, es una carencia de la que no son responsables. Para la invitación hablad con Chemary, él tiene todos mis datos.
Abrazos

Luis Carrizo -

Como diría tu paisano Argüeso, que está muy callado últimamente, pero que conoce de sobra las delicias de ese plato: "ce n'est pas tombé dans l'oreille d'un sourd". Que se traduciría, con el permiso del susodicho, como: "no se lo has dicho a un sordo"

Isidro Cicero -

Coño, lo he encontrado siguiendo la pista de Josemari y me he reído un rato. Están muy bien estas vidas ejemplares que nos mantienen en la fe y la devoción, aunque abusen un poco de la hipérbole taumstúrgica. Sin llegar ni de lejos, esa es la verdad, a las hipérboles afectivas que Luis Carrizo acaba de dedicarme. Dedicatoria que bien merece que a la primera ocasión le prepare un cocido lebaniego de los más contundentes que haya preparado yo jamás. Éste es un género en el que estoy recogiendo sinceros reconocimientos, así que cuando queráis y podáis...

Josemaricortes -

El escrito de Isidro al que se refiere Luis esta en la portada del blog en el apartado LIBROS

Luis Carrizo -

Me ha traído a la memoria este estupendo escrito de P.Trapiello otro mucho más largo, pero muy jugoso y muy agradable de leer, que Isidro Cicero colgó en el Blog hace ya equis número de años. Se titulaba EL ARCA DEL MORO Y OTRAS MADERAS.
Yo lo tengo en la carpeta de mis escritores favoritos, todos, por cierto, con apellido que comienza por ce: Cervantes, Cela, Cicero, Celibes y Cumbral. Constituye una didáctica y entretenida lectura para este sábado que comienza. A la espera de las gestiones de Octavito para descubrir quién fue el ... que envió los medallones, además a San Simeón. Si por lo menos los hubiera enviado a Nueva York...