REENCUENTRO CON FRAY FRANCISCO
Mis queridos amigos. ¿Recordáis lo que nos escribía en un comentario del blog, de hace ya uns fechas, nuestro buen amigo José García Gómez "Pepín"?:
"....Nuestro muy querido, valorado y recordado Fray Francisco,dejó la Orden dominicana y se hizo sacerdote. Hoy es el párroco de Présaras- Vilasantar, una parroquia de La Coruña, equidistante y cercana a las provincias de Lugo y Pontevedra...".Pues bien; mi amigo-hermano Enrique Muñiz Iglesias le ha visitado esta misma mañana y, junto a las fotos que véis, me escribe el siguiente correo:
Jose Mª:
Esta misma mañana he vivido una hora especial que envidiarás.
Gracias a la información que nos dejó Pepín, he llegado hasta Fray Francisco,
Paco quiere él que le llame, quien curó veinte veces mis anginas, y las tuyas, y hoy cura...
de Présaras.
Breve encuentro que se repetirá en breve, cuando le lleve las fotografías y alguno
de los recuerdos impresos que se agolparán en el blog en cuanto publiques ésto.
Él no dispone de internet ni de la posibiliudad de asistir en Octubre. Pero nos ha
prometido unas letras de saludo y cariño.
Vive en un rincón sencillísimo de silencio. Me parece dueño de una sensación envidiable
y auténtica de serenidad, de paz. Nos recuerda a todos con auténtico cariño.
Un abrazo.
Enrique
Espero que cuando vuelva Enrique a llevar las fotos a nuestro "Fray Francisco", también pueda llevarle un montón de comentarios que, seguro, vamos a escribir todos en el blog. Esta persona lo merece. Un abrazo para todos.
10 comentarios
Manuel Benigno Flórez Menéndez -
Eres una de las mejores personas que he conocido. A mi me curaste muchas veces. Recuerdo sobre todo unas ampollas en los pies, procedentes de una de las marchas "salvajes" del P. Zabala. Un fuerte abrazo.
Santos Martínez Vibot -
Creo que me recordarás, no sólo por mi raro apellido, si no porque dirigí un año la Escolanía, cuando Baldo tuvo que hacer la mili.
En este "portiño" nadie ha recordado aquellas jarras de cristal con limonada dulce que nos llevabas a la camarilla cuando estábamos malos. Nos hacías sentir mejor con sólo verte, con el olor a limpio de tu hábito y tu voz de papá, mamá y tito, que eran la medicina más deseada en aquellas soleadas y frías camarillas, todo el día en silencio hasta que oíamos aquel: "Ovejiñoooo"
que nos hacía latir el corazón.
A mí me arrancaste una verruga de la palma de la mano que me impedía tocar bien el piano. ¡Con qué seguridad, rapidez y precisión usaste el instrumental, mientras me hablabas cariñosamente para "anestesiarme" con ese don innato que tenías. Nunca se reprodujo la verruga. Nunca te olvidaré.
También a través de los colores de los sonidos del piano me dí cuenta de que tenía tapones en los oídos. Con igual maestría volviste a devolverme la salud, la belleza perfecta de la música.
Era bien agradable hablar contigo.
Me alegro de que estés tan feliz, de que estés viviendo tu sueño. Siempre te lo mereciste.
Y envidio a tus feligreses, que gozarán a hora de tu generosísima bondad.
Para decirte hasta siempre, te canto aquella estrofa de la Escolanía que decía, como hablando de ti:
"Aquel amoroso pastor que cifró
en cayado humilde su cetro mejor,
¡qué mucho que al verle le diga mi voz: "Oh, qué buen pastor!
Te quiero. Vibot
Julio Correas -
Firmo debajo todo lo que te ha dicho Froilán y todos los anteriores. Gracias Enrique por darnos la oportunidad de enviarle a nuestro querido Fray nuestro AGRADECIMIENTO y nuestro AFECTO.
Sería estupendo que pudieras venir en Octubre y poder charlar contigo, darte un fuerte abrazo y demostrarte nuestro agradecimiento y cariño por tus cuidados y atenciones a aquellos que entones éramos niños.
Te esperamos.
Julio Correas
froilán cortés aranaz -
Rufino González -
Si el "AMOR" y la entrega a los demás necesitaran imagen, la de "Paco" sería, sin duda, una.
Por azares del destino y mis "anginas rebeldes" por medio, fuí testigo directo y en múltiples ocasiones recibí sus cuidados y atenciones.
Cuando tienes once años y cuarenta de fiebre y estás fuera de tu casa... hay voces que no olvidas nunca "ovejiños..."
GRACIAS Fray/San Francisco
Espero verle este verano.
Enrique Muñiz-Alique Iglesias -
Pepín ya conoce el lugar y lo describe perfectamente; pero no os podéis imaginar el momento de ternura y memoria que disfruté en ese rincón de lluvia y piedra en el que Fray se descubre tan sencillamente feliz.
Seguid diciéndole verdades que me ayuden traerle.
Mariano Estrada -
De todas las personas que tuvieron algo que ver con nosotros en el Colegio, tú eres aquella en la que se unifican absolutamente nuestras opiniones. Eras amable, servicial, humilde, bondadoso, noble, sencillo, paciente, tenaz, serio, alegre, responsable, leal, entregado, generoso, amigo, custodio, madre y enfermero. Eras la bondad enfundada en un hábito de obediencia, el amor constante, entregado y silencioso, el espíritu audaz de un cuerpo ágilmente sereno. Transmitías una confianza reparadora, incluso cuando, forzado por la obligación, tenías que clavar en nuestras carnes aquella desagradable jeringuilla.
Con motivo de las fiebres tifoideas, yo estuve todo un mes en tus manos. Y te cogí cariño. Luego vinieron aquellas anginas de rinoceronte y tú recomendaste que me operaran. Lo hizo don Marcelino Luelmo, que tenía la consulta en la Avenida de las Tres cruces, en la bien cercada Zamora.
Y, a pesar de todo lo que hiciste por mí, querido Francisco, no recuerdo haberte dado expresamente las gracias. El azar ha querido que pueda dártelas ahora, aunque sea por esta extraña forma de correspondencia que se llama Internet y a la que tú no tienes acceso. Claro que tampoco lo necesitas, teniendo a Enrique como cartero del Rey
Quiero decirte algo, finalmente: me gustaría darte las gracias en primera persona. Así que toma la puerta del otoño y acércate a La Virgen, que bien sabrás el camino.
Un fuerte abrazo
Mariano Estrada
Oscar Fernandez Hidalgo -
José García Gómez -
Esa paz y serenidad que nos transmitía cuando nos curaba, muchas veces con la palabra, distinguiendo los ovejos de los ovejiños pienso que por el tamaño y dejándonos proverbiales enseñanzas con sus dichos: "Hasta los robles caen, ovejiño, no lo olvides nunca", es la misma que hoy irradia a todo su entorno en sus parroquias.
¿Verdad que vive en una postal de Los Gozos y las Sombras de Torrente Ballester?
Creo que no podemos, ni debemos, dar por perdida su asistencia en Octubre; su responsabilidad con sus feligreses y su humildad innata, hacen que le representen dificultades en circunstancias como el cincuentenario, pero seguro que La Virgen del Camino es a uno de los que más ganas tiene de ver y en nosotros está, con nuestras llamadas y/o visitas, aportar los granos de arena faltantes.
Nuestro recordado Javier del Vigo lo ha manifestado muy bien en sus comentarios, la mayoría de nosotros, por unas u otras razones y como es normal en una convivencia cotidiana como era aquella, pudímos haber tenido nuestras diferencias con algún formador, pero si alguien presenta un expediente, no solamente inmaculado sino lleno de matrículas de honor, ese es FRAY/SAN FRANCISCO.
Enrique, veo que te mueves en un amplio radio de acción, de modo que no te olvides de llamarnos cuando toques Asturias y buscaremos la forma de tomar una sidra.
Hace un par de horas que dejé en Oviedo a Marcelino Iglesias y Pedro Llorente, haciendo lo propio ydando lecciones de tute; un saludo a todos en su nombre igualmente y buena noche.
Javier del Vigo -
-Alicate! Vulgus, "melodía viajera"; vulgus, "pulga cojonera que trabaja la fontanería del Magno Encuentro de Ex-alumnos de La Virgen del Camino".
Por partes... Enrique Muñiz, eres un tío! Aprovechando que el Torío pasa por Rocesvalles, vas tu y picas aquí o allá, haciendo más fácil la comunicación entre variopintas gentes, que nos hemos ido desperdigando por la gran piel de toro peninsular, aunque tuvimos como nexo ese edificio singular que está frente a la Calle de la Uva.
Enhorabuena por estas imágenes tuyas, por tanto, Enrique, de uno de los mejores iconos de aquellos niños que fuimos llenos de ojos, de "cuento" y de enfermedades, incluso...
Don Paco: -gracias a Pepín, que nos ilustró suficientemente de vuestros encuentros-, en otro sitio de este blog yo ya dí el adios a Fray Francisco; con nostalgia, sí. Pero contento porque el subalterno había llegado a primer espada en la aventura de servir a aquel en quien crees. Por segunda vez, mi enhorabuena por aquella decisión; y mi encanto por verte tal cual estás en la actualidad.
Es verdad que parece por tí no pasan los años. Será que tienes el conocimiento de la auténtica medicina o es que has hechopacto con el enemigo ese de traje rojo y rabo para mantenerte en esta preciosa forma?
Pena que tus obligaciones te impidan estar en León por octubre y vernos. Te recordaremos, no lo dudes!
Un fuerte abrazo, querido!