BILLETE-9 (Concurso de la Pela al Euro)
Dos apellidos cuatrisílabos complicados, pero que recordamos y recitamos de carrerilla. En casa, te bautizó Alberto, ya te conocemos por "el señor de pelo blanco". Alberto acertó en lo del pelo, y sobre todo en lo de señor. Y que sepáis que Alberto nunca se equivoca. ¡Ya quisiera D. Juan de Austria!.
14 comentarios
Andrés Martínez Trapiello -
¿Recuerdas el lío mental que te hiciste cuando te conté la genealogía Trapiello?: Sacaste en conclusión que yo era hijo de mi tío, el cura.
¡Ay si se entera mi madre!, que la pobre ya llevó lo suyo con aquél lío que preparó Julito Correas con Pimpi.
Pregunta a Argüeso, a Valdés, a Teódulo o a la burra de mi tío Fidel, ¡coño!
Javier del Vigo -
¿Ves, Andrés? Esta mujer sí que tiene la vista bien; ni es mi-ope ni tu "lazarilla atormentada". No como tu, que todo lo mezclas, lo deformas, lo trafulcas...
¿Te estarás haciendo viejo? Aquella odiosa garrapata...!
Menos mal que Anselma te lleva al "pais de tu infancia". En sepia y hambre. Años cuarentas. Mercado, huevos, faltriquera, monedas de céntimo y a rial, faldón gris cual esclavina de monaguillo en iglesia...
¿Recuerdas, Trapi, a Doña Teresa, la maestra, y a Don Severino, el tratante?
Si digo que Anselma y tu sois "de la meseta", seguro que acierto. ¿Acertaría, a su vez, si escribo que ambos fuisteis a la misma escuela, en tierras de León, con Doña Teresa? Estoy casi seguro, pero he contratado investigador privado, que lo ratifique!
Al fin o a la postre, mi duda está más con Don Severino. No sé si este tratante de animales pudo vivir indistintamente en "Tierras de León" o en la tozuda Aragón ("Chufla, chufla, -cuenta el chiste que le decía el maño al tren mientras tiraba del rabo del burro, que no quería salir de las vías- que como no te apartes tu...!")
Alguna lejana lucecita me dice que Solanilla anda cerca de Villacil. Pero poco me importa; me gusta más que Anselma me piropea...
-"Majete", me llamaste, Anselma; eres la mujer que más me ha piropeado en este blog. Aug, qué gusto me das! Te invito a un vino!
Lectores, sopitas. ¿Creeis que Anselma estudió con Andrés en algún pueblo perdido del viejo reino de León? ¿O creeis, mejor, que Anselma es maña? Se admiten apuestas!
Dice Chema Sarmiento que quien dé pistas razonables sobre los orígenes de Anselma tiene fin de semana en París, con todos los gastos pagados en plenos Campos Elíseos. Eso sí: la tienda de champagne corre de cuenta del ganador.
Ánimo, sabuesos! París bien vale una "mesa" y entramos en el mes de las misas de navidad. Con turrón y zambombas.
Anselma -
Le pilló a ese Andrés Martínez Trapiello, que habla del Iturriaga Madariaga y dice que no es Juan de Asutria.
Doña Teresa, que nos dio clase en la escuela, nos hablaba de Don Juan de Austria, que debía ser un mozo muy apuesto, aunque por lo que escriben del Iturriaga, éste no le debe andar lejos.
Pero cuando íbamos al mercado con los huevos, unos pichones, un pollo y tres conejos, los sábados, cuando veíamos esos billetes Para ser sincera, en la faltriquera mía nunca tuve alguno. Si acaso eran monedas de dos reales, algunas de real y peseta, y muchas de céntimo.
Pero una vez vi que tenía unos cuantos billetes de quinientas Don Severino, que era tratante de ganado y estaba en el mercado de ganados intentando chocar la mano a uno de Solanilla que vendía, y otro de Navarra que le quería comprar un ternero.
Él, Don Severino, había comprado dos vacas para el matadero y le vi pagar con esos billetes. Se levantó el faldón gris, que parecía una esclavina de los monaguillos, aunque más larga, y se metió la mano entre la camisa y la chaqueta para sacar un montón de billetes que llevaba atados con una cuerda.
Pero me parece que el del retrato no era ese Juan Antonio Iturriaga.
Javier del Vigo -
Anda, Andrés, mi-Ope, coge la lupa y lee lo que pone bajo esa melena blanca, esas gafas "de mirar profundo" y ese gesto propio de sangre azul...
Luego me cuentas!
...Que no es quien?
Andrés Martínez Trapiello -
¡Vaya susto me he llevado!
Lo aclarais y me reconforta el que mis meninges no estén muy afectadas: NO ERES DON JUAN DE ASUTRIA.
jose ignacio serrano mallada -
gime una copla:
tú eres alto,y yo bajita,
tú eres rubio y yo tostá,
tu de Sevilla la llana,
y yo de Puerto Real,
que no tiene ná que ver
ni el color ni la estatura,
con las cosas del querer .
lo nuestro tiene que ser
aunque entre el uno y el otro
levanten una pared
Al atardecer, nada ya nos puede separar
Javier del Vigo -
¿ Que haga de "relator" de nuestro pasado?
Difícil, no; imposible. Hay infinitos biógrafos de este personaje romántico de la historia europea, de nuestra historia más negra, que pusieron su cuarto a espadas. Veo, sin embargo, ciertos paralelismos entre aquel personaje y nosotros, protagonistas de otros tiempos. Hay lecturas comunes de aquella vida y de las nuestras. Tan comunes como nuestra propia experiencia en León, cuando estudiantes. No diría que trágicas muchas veces, pero dramáticas las más. Cierto. Incluso algunas veces, cómicas; divertidas. Pero las menos.
Así que voy a intentar darte gusto, no hablando de la espada que destrozó moriscos en La Alpujarra y dirigió "la cruz" contra "la media luna" en Lepanto, no. Ni del hijo de emperador que murió en Países Bajos, envuelto en intrigas de Antonio Pérez y Felipe II, en la flor de su vida, con 32 añitos. Que tampoco.
Si tuviera que poner el foco sobre algún aspecto de aquel hombrón, yo lo pondría sobre sus relaciones humanas; sobre sus amores. Amores y amoríos Aunque no fuera más que por poner negro sobre blanco la relación de causa a efecto entre educación recibida y vida "practicada" O por poner un poco de picardía que yo la prefiero mil veces más- sobre un pasado en blanco y negro, pero muy frío.
Pero tampoco es el momento.
Tu recuerdo -y el mío contigo- se ha ido hoy a Jeromín, aquel niño de pueblo, -en Leganés- que jugaría con los demás niños de pueblo de Leganés- sin que ni uno ni otros conocieran identidad ni futuro del gran militar al que le propusieron fuera eclesiástico y rehusó.
Un niño al que un día llevan a presencia del temido Emperador de Europa, momento que buscó Eduardo Rosales en 1871 para componer su cuadro Presentación de D. Juan de Austria a Carlos V en Yuste. Ahí has querido, Juan Antonio, poner el ojo. Y la escena es fría, muy fría: un adolescente de pueblo inclinando cerviz ante un poderoso enfermo, que lo mira malhumorado porque la gota le corroe el interior, sabiendo éste que ahí está el fruto de uno de sus muchos amores
Ya no sé si estoy hablando de Jeromín o de ti. O de mí. O de cualquiera de aquellos miles de jovencicos que pasaron por un colegio en León cuando el frío de la posguerra pintaba cuadros en blanco y negro de reminiscencias imperiales, porque Franco también se dejó pintar con armadura y espada. ¿Me lo puedes aclarar tu?
Así que ahí pongo recuerdos contigo yo también. Recuerdos que tuve presos también yo. Recuerdos prisioneros en las mazmorras más oscuras de mi memoria biográfica, hasta que el blog de estos chicos leoneses ha ido barriendo hojarascas de otoño, ratoncillos muertos, telarañas sin arácnidos Ese olor húmedo de rincón sin sol y sin vida ¿Vas captando? El hedor a cadáver!
Hace tiempo que no mantengo una relación fluida con Mariano Estrada. Anda liado el hombre. Y yo soy algo vago (si no me pudiese el miedo escénico, cojonazos hubiera escrito; pero no me atrevo, porque miles de ojos me van a leer y podrán leerme per saecula saeculorum ).
Sin embargo, sí quiero recordar aquí el papel indiscutible que este hombre, -todo burbuja ¡con pecas! y poesía-, tuvo en la búsqueda de ese lugar común, en la búsqueda de ese "tono equilibrado" donde nos sintiésemos cómodos los diferentes protagonistas, con nuestras distintas experiencias a cuestas, sobre aquel pasado de cuando jugábamos como amigos, en un clima duro, difícil, dramático
Va por ti, Mariano! Que el Minarete te guarde!
En resumen, Juan Antonio: tu lo que debieras haber pedido ahí arriba no era la letra de historiador, sino la mente lúcida de cineastas o cinéfilos que por aquí pasean. Verás: por algún rincón de mi memoria se me ha encendido "lucecita". Yo vi en La Virgen del Camino una película dramática que Luis Lucía estrenó en 1953. Fue en La Virgen, seguro, cuando la ví.
¿Pudo ser Fernando Box quien dirigiese el cine-forum? ¿Recuerdas, Fernando, (te debo una, lo sé!) si te tocó alguna tarde de domingo presentar la película en la que un jovencito Jaime Blanch daba vida al adolescente Juan de Austria? Ana Mariscal Adolfo Marsillach Voces y gestos para el recuerdo. El retrato más fiel de aquel tiempo en que nos tocó ser adolescentes en un país con ideología absoluta! Toda una conjunción y una síntesis perfecta de mundos distintos: los tiempos de la España Imperial, el tiempo más nítido del franquismo, nuestro propio mundo de estudiantes apostólicos
¿Es Javier Martín de Pablos quien guarda diario de sesiones? Si estoy en lo cierto, Javier, tu que puedes, ilumíname! ¿Cuántas veces vimos Jeromín en aquellos años sesenta?
Buscando referencias de Jeromín para replicarte, Juan Antonio, me chiva el internet que en 1953 se estrenaron también La túnica sagrada, Peter Pan, El hundimiento del Titanic, Vacaciones en Roma, Estación Termini o Bienvenido Mr. Marshall.
Pudimos ver bastantes de ellas en el colegio.
Leí tiempo atrás en el blog los esfuerzos que algunos frailes tenían que hacer, -en connivencia de dudosa legalidad pero, por nuestra parte, de agradecimientos impagables-, con el padre de alguno de nuestros compañeros. Así que es el momento adecuado para recordar al Padre Arruga, a quien volví a ver en Caleruega, donde tiene celda y refrigerio en la actualidad. Que se mantiene casi igual que hace un montón de años
Arruga y su citroen subían y bajaban películas de León al colegio. Como "de Madrid al cielo".
Cuánta historia hemos ido aprendiendo en estas páginas sobre aquel tiempo! Cuánto de nuestra propia historia desconocíamos y se nos ha ido abriendo día a día durante ya casi tres años !
En fin, Juan Antonio. Que tus poderosas aguas intelectuales han empujado las mías, más vagas. Y el resultado ha sido esta inundación, ahora que se habla de sequía.
No me arrepiento.
Al fin de cuentas, todos fuimos un día un poco Jeromín. Y tuvimos que inclinar cerviz ante los poderes de aquel tiempo. Eso sí, sin amoríos. O con otro concepto del amor, no sé
Pienso dar un par de vueltas más a esas frases tuyas "Ese recuerdo me tuvo preso. Mallada que ojo tienes.
De aquella prisión, creo que empecé a salir, en realidad, cuando os he ido redescubriendo".
CasualIDADES. Hace un montón de años descubrí a Juan Marsé, narrando aquellos tiempos fríos del primer franquismo.Leí muchas de sus novelas con pasión. Lo acaban de premiar con el Cervantes, de lo que me alegro mucho. Marsé describía bien el frío de una sociedad salida de una guerra civil; su literatura era gozosamente "fría". Como el fin de semana que se avecina.
Pero Marsé ha dicho, zumbón él, que se piensa gastar el premio "en vino y mujeres". Que ya es mayor para que los premios le cambien la vida y las costumbres.
Mujeres que leeis este blog, no malgasteis vuestro pensamiento en analizar con rigor la frase. No la califiqueis. Queridos y queridas, que el fin de semana esté pleno de "vino y rosas", como los días felices!
Jeromín, prisiones del alma, Marsé... ¿Queda por ahí un vaso de buen vino?
Carlos-Bañugues -
Sigues siendo un compañero singular,afable,inteligente y culto.Es una impresión fundada.En las conversaciones
que hemos mantenido sobresale tu agilidad mental,la agudeza de tu discurso(afilado como la espada que nos recuerda Javivi).Fiel a tus ideas,de las que no te mueve ninguna fuerza externa.
Siempre te he recordado así.
Y con tanto halago,te vas a pone más orondo que con tus comilonas en la peña gastronómica que frecuentas.
Queremos verte pronto.Cuando se arme alguna te llamaré.
Qe sepas que siempre fuiste un compañero de los de verdad.
El año 40 y los 500 doblones te quedan pintiparados.Eres un buen guerrero de la vida.
Como cualquier soldado me tienes a tu disposición con lealtad.
Un abrazo,amigo y compañero.
Julio Correas -
sino por la cara (ha cambiado poco tu fisonomía), aprovecho la ocasión que no tuve en Caleruega para mandarte un fuerte y cariñoso abrazo de por lo menos ... 500 pesetas, de las de entonces, que valían más.
Julio Correas
Juan A. Iturriaga -
Echo una ojeada y me veo en un billete del año 40. A continuación glosas de amables, de buenas personas, que además son inteligentes, saben escribir, y pretenden que te encuentres bien. ¿Qué más se puede esperar?
Y ya que estoy en ello, y el furriel me ha dado pié escogiendo el billete de 500 de Juan de Austria y no el del Conde Orgaz, también de 500 y del mismo año, os contaré que hay una imagen de Juan de Austria que se me ha quedado metida en el tuétano. Es el cuadro de Rosales de Presentación de D. Juan de Austria a Carlos V en Yuste (El profesor del Vigo aclara los detalles).
http://www.eduardorosales.com/marcos/documentos16.htm
Digan lo que digan, la escena es angustiosa. Un crio siendo presentado a su padre de la forma más antinatural imaginable. El padre no era tan viejo, tenía un par de años más que yo, y el pobre chaval acongojado, desde lejos haciéndole una reverencia protocolaria.
Estos son los padres que me han sobrado a mí, los que desde lejos me decían que me querían. Los que escuchaban mis angustias solo si me ponía de rodillas y les juraba la suficiente contrición. Los buenos pastores, que se extrañaban de mi negativa y resistencia para ser oveja.
Ese recuerdo me tuvo preso. Mallada que ojo tienes.
De aquella prisión, creo que empecé a salir, en realidad, cuando os he ido redescubriendo. Desde el primer día que estuve en casa de Vibot, la visita de Rufino, el Blog., las comidas en Caleruega con Javier del Vigo, con Mallada, con el Sr. Ministro, la relación con Sarmiento, con todos lo demás, Bañugues, yo que sé..., me parece que podría resumirlo en el abrazo que me dio Alberto. Sin condiciones ni intereses. Son tan escasos, que no se olvidan.
Vosotros sí que valéis más que las pesetas.
Un abrazo
andres cortes aranaz -
Eulalio C. Ruiz
Máximo Olóriz Gorráiz
Ulzurrum Biurrum
Seque Martin Holgado
Lopez Ros
Medarde Urzainqui
Acitores Balbás
Del Vigo Palencia
y cómo no Iturriaga Madariaga, dueño y señor por derecho propio de este billete de "a quinientas"
Un abrazo a Juan Antonio Iturriaga Madariaga
Luis Heredia -
Vamos, que no me imagino haberte puesto nombre y apellidos diferentes.
Hasta tu voz va con la cadencia musical de tu nombre. Haz la prueba juntando Juanantonio y sigue con tus apellidos. Verás qué tres cuatrisílabas llanas más sonoras te salen.
Por cierto, he seguido tu consejo y estoy resurgiendo como la propia peseta pues a la vuelta del Paraiso me ofrecieron un billete de vuelta sin retorno que por razones obvias rechacé. Pefiero, de momento seguir en éste que no tiene nada que envidiar a los otros.
jose ignacio serrano mallada, -
ojos negros,
verbo franco
sin requiebros,
gesto tierno
romancero,
del amigo,
del recuerdo
prisionero.
Tu contertulio de Caleruega que no te olvida
Javier del Vigo -
Creo yo que mantiene ese pelo maravilloso y enhiesto porque por debajo, bajo pellejo y cráneo, le corren espléndidas las aguas de los pensamientos. Pensamientos que desbordan los márgenes y salen tumultuosos por su boca...
Buen "fichaje" de Justino y Josemari para hoy.
En fin, amigo de la fina estampa, que me agrada -mientras sorbo mis colacaos matutinos- verte por estos pagos, aunque sea convertido en aquel lejano Juan de Austria, romo de pensamientos pero fácil con la espada. No es tu caso.
Lo tuyo es la palabra. Y bien que la disfruté -la disfrutamos muchos- allá, cuando Caleruega.
Un fuerte abrazo! Y que no te decaiga ni ese tu pensamiento agudo como aquella espada del viejo imperio ni ese pelo hermoso que te da un aire casi "divino".