FOTOGRAFIAS YOMIBATO (2ª parte)
Y hoy os dejo la segunda parte de la magnífica colección de fotografías de Pedro Rey, de quien supongo ya habéis leído su último comentario escrito en el Blog, en el artículo de la reunión de Villava.
Amigo Pedro, un abrazo que te llegue hasta Perú planeando por encima del océano, como aquellas piedras lisas que tirábamos desde una orilla a la otra del Río Bernesga.
Hola. Ya estoy en mi misión de Shintuya. En poco tiempo he retrocedido 80 años en la historia; pero pienso que tiene sus ventajas, porque hace 80 años no había estrés, ni insomnio, y tantos otros virus que quitan la felicidad a al gente-
Muchas gracias por vuestra generosidad y, sobre todo, por vuestro cariño. Es una fuerza moral muy importante.
Cuando visite a las comunidades, les dirá que hay alguien más que piensa en ellos y les manda su cariño.
Me da mucha alegrá ver la foto de Villaba. ¡Cómo me hubiera gustado estar allí y volver a encontrarme con los amigos con quienes compartimos una parte de nuestra historia.
Un abrazo para todos. Pedro rey
3 comentarios
Carlos-Bañugues -
Cada vez que te veo entre tus niños sonrientes y sus familias,no dejo de pensar en lo que muchos nos hemos perdido.Estoy convencido de que eres muy felíz entre ellos;que tu vida está plena de amor y dedicación con esfuerzos tremendos.
Recuerdo mi presentación en tu casa y,como te comenté,nunca te olvidé aunque fueses mayor que yo.
El deporte y la música hicieron el milagro de recordarte durante tantos años.No supe hasta nuestro encuentro que habías llegado al sacerdocio ni que estabas en Misiones.A partir de entonces te he admirado mucho más.Me causaste una impresión muy honda.Eres humilde.Estás lleno de paz y lo trasmites todo.
Esos pequeños nos hacen pensar en este mundo,claro que sí,y nos dan un ejemplo de felicidad desprendidos de todo lo material.¡Qué sonrisas!Mi mujer repasa los vídeos que nos cuelga el hermano furriel diciendo:¡Pero,qué niños tan guapos!.Sus almas te conducirán a la dicha total.
Te envidio,te quiero,te admiro,te recuerdo con gran cariño.Pedro,¡Que Dios os bendiga a todos por los que das tu vida y renuncias a tantas cosas!Estás en un lugar del Paraíso.
Un abrazo y GRACIAS por todo.
Carlos Jiménez Cuervas-Mons.
lalo -
Ahora soy Lalo, como dice el encabezamiento automático que nos cuelga el Furriel, pero hace 45 años, y durante siete más, fui Mayo. Del curso del 64 (o, si quieres, de la cosecha, mejor que de la yeguada, como dicen otros).
O sea, que nunca nos conocimos. Al menos, tú nunca supiste de mí, uno de aquellos chavalines asustaos con pantalón corto que siempre mirábamos para arriba cuando nos cruzábamos con vosotros, mayores de pelo en pecho y en todos los demás sitios propios de la edad, difícil edad aquella, por cierto.
Aunque yo sí que me acuerdo de aquel Pedro Rey tan seguro bajo los palos, y de cuya garganta salía una limpia voz grave que cantaba aquello de "Cinco duros me da el rey..." No sé dónde sonó, en un acto colectivo del curso 64-65, eso sí, pero nunca lo olvidé.
¿Y a qué viene todo esto?, dirás.
Pues a que he visto tus fotos y tus películas, un gran trabajo de años como escribes aquí arriba, y veo el gran valor que tienen.
Y al verlas en el formato que el Furriel nos las ha puesto observo un problema muy fácil de solucionar, pero que, como me sigo viendo como el despiste recién llegado de Primero que se quiere atreverse a aconsejar a aquel veterano de Sexto a punto de vestirse de blanco, me cuesta decirlo así, tan a la vista de todos.
Lalo, no le des más rodeos al asunto y acaba ya ¡leches!
Bueno, Pedro, pues que te agaches al hacer las fotos a esos encantadores niños que siempre tienen que mirar hacia arriba para ver el pajarito de tu cámara.
No todas las fotos, claro. Pero de cada dos que tires, en una ponte en cuclillas para hacerla y verás cómo se multiplican las miradas de tus chicos.
Seguro que este consejo iría mejor avalado por Andrés Martínez Casares, a quien deseo lo mejor en su duro y peligroso trabajo por donde ahora anda,unos pocos países al norte de tú Perú.
Pues eso, Pedro. Que me disculpes por el consejo no pedido y recibe un abrazo de este que al final se quedó en simple periodista, pero que admira tu dedicación a los pocos SERES HUMANOS que quedan en el mundo y que, sabios ellos, se esconden a tres días y medio de navegación por el Manu. Un río, seguro, capaz de cabrearse muchísimo.
Salud
Lalo
Pedro Rey -
La canoa va llena de cosas para ellos:anzuelos, nylon, machetes, hachas, ropas, útiles escolares y... caramelos.
Cuando me despido de ellos siento la nostalgia. Su acogida cariñosa, el compartir sus cosas, la mirada de los niños. Pienso que ahí hay felicidad y eso me contagia.
Mucho tiempo he pasado con ellos, setado en sus esteras,unas veces conversando y otras durmiendo.
Las fotos reflejan pobreza material, pero hago lo posible porque reflejen su felicidad. Nuestro mundo tiene que aprender de la sencillez de estas gentes.
Un abrazo. Pedro Rey