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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LA PINTURA DEL ALERO

LA PINTURA DEL ALERO

Recibo desde Bruselas, seguro que con amor, este correo y relato de nuestro querido y "grande" compañero Antonio Argüeso. Te envío un abrazo para tus días amorriñados desde la tarde de un frio domingo cazurrín, viendo cómo se escapan las primeras chispas de nieve. 

Además de invitaros a revisionar las fotografías que señala Antonio, hoy os dejo esta que he sacado del libro RETABLOS en la que aparecen las humildes casuchas de adobe que había a la entrada del colegio. Las campanas deben ser las del viejo Santuario que sonaron allí mientras la imagen de la Virgen permaneció en el colegio construyendo el nuevo Santuario. Si estoy equivocado, por favor, corregidme. 

Hola, José Mari

Como los días por aquí son amorriñados, he recordado algo del internado. Si ves que puede interesar, lo pones donde mejor te parezca. Como verás (mejor leerás) a los que la naturaleza nos dio orejas en vez de oídos nos las apañamos como pudimos y colaboramos en lo que se supo. Bueno algunos, que otros siempre se escaquearon. De estos últimos (es decir, con orejas y nada dispuestos) unos, cual Ruano o Cenador Descosido, por citar los mejores cantores de la ilustre añada, como el Ebro por Zaragoza guardan respetuoso (¿?) silencio, mientras que otros ahora se las dan de hablar a/con jumentos y equivalentes o de ser, en Las Caldas, recordados como segadores de pro aunque en la memoria colectiva poca constancia de ello queda. Lo dicho, Pitu, menos faroles y a ocuparte del nietín, que eso seguro que se te da bien.

Y gracias por esta ventana que con tanto dinamismo mantienes abierta a nuestro pasado común que, según el Trapi en entrada anterior, tantos agridulces recuerdos vehicula. 

Un fuerte abrazo

Antonio Argüeso


 

 

Hay recuerdos que permanecen tenazmente incrustados en la memoria. En mi caso hay uno que considero curioso. Se trata del de la pintura del alero que iba de la portería hacia el primer edificio del internado y que estaba, si mal no recuerdo, frente al refectorio del colegio mayor (puede verse en las fotos 141, 142 y 150 de “El Colegio”).

 

Al principio de nuestra estancia, entre el edificio y la portería había todavía un caserón (puede verse en la foto 167 de “El Colegio”) con el que parece ser hubo problemas de expropiación. Finalmente se derruyó y se construyó un muro de protección/separación. Sobre este muro se añadió un alero de metal que evitaba, aunque sólo en parte, que nos mojáramos al ir hacia la iglesia. Simultáneamente se construyó el túnel, con lo que dejamos de arriesgar la vida y, sobre todo, detener la escasa circulación cuando, en estrictas filas, cruzábamos la carretera para ir al santuario (¡pena de fotos de aquellos épicos trayectos!).

 

Pero claro, para impedir que se corroyera el hierro había que tratarlo. Y los tiempos eran de escasez o mejor, de penuria. Y en el internado, como acertadamente decía Isidro en alguno de sus excelentes y entrañables globos, nos formábamos todo el tiempo. Ahora bien, esta formación tenía categorías. Los había que se formaban musicalmente, aprendían además a tocar instrumentos, otros eran excelentes deportistas, hubo hasta pinchadiscos, pintores y diseñadores de prestigio y ¡no hablemos de los de fina pluma! Y estábamos también los otros y de los otros, si éramos bien dispuestos, ayudábamos en lo que podíamos.

 

Creo que en este blog no se ha rendido aún justicia a los ayudantes de todo. Alguien ha hablado aquí ya del joven, y recuerdo que simpático y dicharachero soldador o de aquél que con un artefacto, para nosotros lunar, buscaba agua en el mesetario subsuelo. Pero también hubo el carpintero, los electricistas, los albañiles, el experto en electrónica… a los que ayudábamos en sus trabajos supongo que para ahorrarse el sueldo del pinche. Claro, cuando se habla de ayudante en todo hay que hacer una mención especial a Evelio Pesquera, maestro de maestros en arreglos y apaños y a Ribón “el chispas”. También estaba Muñiz pero de éste, por ser de yegüada inferior (perdón, posterior, ¿en qué estaría pensando?) pude apreciar menos su saber, dado que yo sí anduve con todos los maestros arriba mencionados (y algunos más, como vendimiadores o champiñoneros).

 

A lo que iba del alero. Resulta que al final se contrató un pintor para que le diera una capa de minio, esa pintura antioxidante roja que en aquellas épocas, sobre rara, era carísima. Y claro, el pintor pasó la factura, indicando los metros cuadrados pintados y el minio utilizado. Ignoro todo sobre el entramado del trabajo, sólo recuerdo que un día el Padre Pedro nos llamó a Evelio y a mí y nos pidió que, al caer la tarde, fuéramos con una escalera a donde el alero. Cuál no sería nuestro asombro al ver allí al Padre Pedro y al Padre Uría, por primera y última vez, ¡en pantalones! Y ambos, con dos rollos de cinta aislante, se pasaron un tiempo loco subiendo y bajando, pegando y despegando cinta, midiendo y apuntando los resultados en un esquema que habían dibujado del alero. Al final resultó que había mucha menos superficie de la que el pintor indicaba. Ignoro qué pasó, pero me imagino que se ahorraron unas cuántas pesetas de las de entonces. Ya sé que esas pesetas tenían un valor nominal muy inferior al del actual euro, pero dadas las circunstancias su valor real superaba con creces al de la europeizada moneda.

 

27 comentarios

Luis Heredia -

Santos, si yo fuera El Mudo te diría que me quedé sin palabras.

Emocionante. No lo había leido hasta ahora y acabo de despertar antes de ir a la cama.

Lo dedicas a los tuyos del 58 pero lo hago nuestro, los del 62.

Lo he vivido y, ¿quieres creer que hasa el casetón me ha parecido como algo familiar? Como una más de las instalaciones; como un fuerte de juguete pero real; es más, te parecerá una pijada herediana pero echo de menos el casetón y me hubiera gustado mucho conocerlo.

Genial como siempre estás, Santos; y te echábamos también de menos, más que al casetón.

Andres Martinez Trapiello -

Santos, he tenido que volver a leerlo. Como disfrutas y además es gratis...
Besinos

Andres Martinez Trapiello -

Lalo, ahí fuera en Tirso de Molina hay una plaza, que tiene una estación de esas que va el tren por debajo de la calle, y en esa plaza había una señora que le pregunté por el número de la casa de Vibot. La próxima vez le preguntas -a Vibot, no a la señora- que si sigue allí sentada.

Vibot -

Gracias, amigo Lalo, tu calor me ha llegado casi instantáneamente. No siete, 57 colores he de trenzar desde hoy en la compañía de amigos como tú. Besos y abrazos muchos.

lalo -

Vibot,espero que dentro de esta preinvernal tarde gris ahí fuera, en Tirso de Molina, haya espacio para al menos siete colores de alegría y que los compartas en torno al amor de la lumbre, de la música, del vino y de la compañía. (y no telefónica, precisamente).
Salud

Vibot -

Querido tocayo Santamarta, tú sí tienes del verso la divisa, y de las emociones más profundas. No conocí esos muros, ese adobe bendito en el que el sol de invierno sin duda demoraba su caricia mejor que en el colegio avasallante. Pero mil aromas queridos de pueblo y de familia, de abuelos y de primos, vuelven entre tus versos transparentes. Y tu ritmar los nombres me acompaña en esta tarde gris de cumpleaños al borde del invierno, evocando sus sílabas un tiempo de cerezas. Rostros que aún nos sonríen en la noche. Tiempo y silencio fértil. Añoranza.

Isidro Cicero -

Magnífico poema, Santos S. Santamarta. Evocador. Has sabido sostener el hilo de una suave emotividad que comparto, desde el principio al final, y, además, con alegres expresiones de gracia y desenvoltura. Lo acabo de leer y lo guardaré. Te felicito. Isidro Cicero

lalo -

Aunque, en honor a la verdad, no es del todo cierta mi postdata.
En realidad, en este festivo martes 8 del que ya llevamos 30 minutos, somos 10 los que hemos pasado por aquí.

lalo -

Muchas gracias, Santos, por lo que me revives.
Aunque el muro yacía ya bajo el estanque cuando yo llegué, todo lo demás es igual.

Salud
Lalo

P/D Ya véis que soy el único que, en la medianoche de estos lunes-martes festivos estoy al pie del blog.

Cristina -

Gracias Juan A. por tu comprensión.
Respecto a la Catedral de Oviedo que yo sepa es estilo gótico, y la única con una sola torre, no me consta que haya nada de Románico. No soy docta en la matéria, pero ese es mi conocimiento.
De la gente de aquí, los blogeros, me consta que son-sois excelentes personas.
El poema que cita Maríangeles, no sé de quien es, pero esa frase me gusta mucho.
No suelo escribir mucho, prefiero leeros, pero me sentía en la obligación de agradecer tus amables palabras.
Un saludo.

Santos. s. Santamarta -

De muros de adobe y de nostalgias

(Dedicado a mis entrañables
compañeros del 58)

Este blog en que acampa la nostalgia
y ensancha cada día sus graneros
ha exhibido de nuevo la impudicia
de una imagen que tienta y es anzuelo
Yo, de hecho, ya he sido seducido
y la prueba más clara la estáis viendo:
Quería mantenerme silencioso
y aquí estoy pregonando mis recuerdos.

La imagen tal es una simple foto
desnuda de color -en blanco y negro-
que nos pone delante de la vista
un recio muro, prolongado y yerto,
hecho de humilde adobe mesetario
que en el verano el sol convierte en fuego.
Un muro que protege circundante
un corralón de agrícolas aperos.

Lleva ya medio siglo derruido
y alguien, en su lugar, tuvo el acierto
de diseñar un diminuto estanque
donde un sauce llorón, siempre coqueto,
se asoma cada día sigiloso
y se goza teniéndolo de espejo

Dejo el sauce llorón y continúo
con esta narración -que no es un cuento-
relatando qué guarda, misterioso,
este feo bastión de barro seco
ante cuya visión han rebrotado
sentimientos lejanos y secretos

Aún guardo la impresión de mi llegada
y del mismo momento del ingreso
en el Colegio aquel que supe nuevo
tras toparme con este muro viejo:
viejo y gastado como la maleta
de cartón que portaba este cateto
y que, además, curiosa coincidencia,
hasta tenían un color parejo.

¡Ah, mi vieja maleta!. Permitidme
hacerle un homenaje en pocos versos
aunque me extienda más. Vale la pena
saber que aquel humilde y noble objeto
ya prestó sus servicios en la Guerra
transportando zozobras y alimentos
y fue luego mi cofre de añoranzas
relicario de aromas y joyero
de infinitos caudales intangibles
que sólo tiene un niño que es de pueblo:
niño, como Miguel, pastor de cabras
y también, como él, niño yuntero.

Aquel montón de adobe erosionado
parasol de Colinas, el Portero,
era también acogedor abrigo
en los fríos domingos del invierno
cuando iban llegando las visitas
de anhelados abrazos y de besos:
domingos, ya sabéis, que no eran todos,
solamente uno al mes, sólo el primero.

Y en este “muro de lamentaciones”
cuya imagen azuza mi recuerdo
hemos sentido algunos la morriña
que no es más que experiencia de destierro.
Fue testigo de tristes despedidas
que siguieron al gozo del encuentro.
Y de adioses también, definitivos,
de familiares que jamás han vuelto
Fue por eso, de lágrimas furtivas
y de llantos ahogados, parapeto.

A su arrimo bebí los sucedidos
que me iban contando de mi pueblo:
si mi hermano menor hablaba algo,
¡al irme lo he dejado tan pequeño…!
si la nieve cubría ya las cumbres
o si estaba sembrado ya el centeno
si se habían marchado las cigüeñas
y a la par que con ellas… algún viejo.
Si también los rebaños y pastores
habían ya bajado de los puertos
dejando mis montañas rumorosas
a la espera del próximo regreso.

Junto a este corralón desmantelado
incrustado a la entrada del Colegio
con un mismo semblante de morriña
nos arropamos muchos compañeros
Éramos de la estepa o la montaña
algunos de ciudad, los más de pueblo
como bien se mostraba en nuestros nombres
tan sonoros algunos y tan bellos

Permitidme copiar como homenaje
con entrañable afecto algunos de ellos:
gumersindos, gaspares, vitalinos
valerianos, justinos, baldomeros
laurentinos, pompilios, atilanos
abundios, geremías, eliseos
ismaeles, aurelios, restitutos
eugenios y bernardos y prudencios

A ellos y a cuantos compartimos
alguna vez frente a este muro viejo
hermosas ilusiones infantiles
hoy quiero dedicarles mi recuerdo.



Juan A. Iturriaga -

Buenas tarde Cristina,
Afortunadamente en este Blog, no hace falta arrepentirse de nada.

Son buena gente, te comprenden y perdonan todo.

Si no fuera así, a mí ya me habrían expulsado varias veces. Y puede que con toda la razón.

De todas formas en Oviedo, en la misma catedral, también hay alguna torre románica para admirar.

Por otra parte, ya sabes lo que dice el poema que cita Mariángeles, “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores...”

Parece ser que tampoco esto es de Borges. Eso para rematarlo.


Luis Heredia -

Cristina, antes habíalu. Nadie sabe qué razones espúreas tuvo el furriel para eliminar "vista previa" para corregir.

Yo creo que lo hizo a propósito para ver los gambazos que metemos.

Olvidé deciros en los comentarios anteriores que me impresionó la foto y mucho más el memorión de Antonio, Andrés y S.S.S.

La anécdota del pintor, la intervención del P.Pedro y Uría, colosal.

No me hubiera imaginado nunca la existencia del caserón derruido frente a la entrada. Vimos fotos de andamios dentro y fuera del Colegio, en el Santuario, momentos sublimes a modo de video o de super 8 de la "creación" de mosaicos. Diría que si no lo contáis vosotros, lo hubiera tomado como un montaje de foto terrorífica de vaciado de un pantano debido a la sequía.

Afortunadamante todo sucedió en los 60. Hoy día seguiría el caserón sujeto a discusión sobre si galgos o podencos para decidir si fuera edificio catalogado.

Prefiero el sauce llorón y el estanque.

jose ignacio -

Santos, mi querido Santos, compañero del 58. Es siempre una alegría hablar contigo y una delicia leerte. Tienes que prodigarte más y contar estas anécdotas tan bonitas, sobre todo para que nos enteremos los que ya hemos perdido mucha memoria.

Te acuerdas de aquella traducción de la Ilíada con el P.Tascón...

Canta, oh diosa, este recuerdo de Santos,
que llega desde lejano tiempo de cantos
de niños, de corazones blancos sin llantos,
para que no tenga frío y no necesite mantos.

Un fuerte abrazo,

cristina -

Errata: Prerrománico, Sta María del Naranco y San Miguel de Lillo.
Me gustaría que hubiese en este blog una opción de corregir errores antes de enviar los escritos.

Cristina -

Hola,
Con todo lo que leo no sé que poner, sois un libro abierto, en poesía y en sentimientos.
Ya que lo pides Mary, te contaré algo del Naranco, y más sitios, la pasada semana han venido dos amigas, una de Laredo y otra de Tenerife, pues bien, les hice un recorrido que seguro te hubiese encantado, Santa Mª del Naranco, San Miguel de Lillo, fue una visita a media tarde, con el sol por el oeste, había una atmósfera especial, una vez hechas las visitas te fijas al fondo y ves Oviedo iluminado, solo lo miras y no dices nada, como soy fumadora, ese cigarrillo me supo a gloria bendita mirando el panorama.
Una vez que bajamos ya para el centro visitamos la catedral, ya casi cerraban, unas fotos con La Regenta, que sabrás está allí, museo arqueológico, el fontan con sus soportales, tomamos algo allí, y de nuevo una sensación estupenda, Oviedo anochecido tiene mucho encanto. Visitamos el convento de Las Pelayas............en resumen la Vetusta de Clarín, con unos toques de Románico.
Ya para rematar la visita, que por cierto, ha sido apenas de unas horas, pero muy bien aprovechadas, nos fuimos a comprar turrón a Diego Verdú, para ya tirar a Gascona a celebrar todo con unas raciones de pixin, unas andaricas (necoras),cabrales y de postre, arroz con leche bien requemado, todo esto regado de unas cuantas botellas de sidrina, creo que más de la cuenta, pero me quedé como una marquesa, la resaca del viernes, mereció la pena. Visto objetivamente todo fue arte.
Gracias de nuevo por tus escritos, incluyo a Maribel por su poesía, debo incluir a todos para ser justa, pero es que la profundidad de sentimientos de Mary......con tanta realidad, a veces que sobrepasan.
Un beso

mariángeles -

Es precioso Maribel,y también auténtico.Somos las experiencias vividas ,reflejo de las personas que hemos conocido,de aquellas a las cuales hemos amado, admirado,e incluso temido,todo esto se refleja en nosotros ,en nuestra personalidad,en nuestra alma ,para bien ó para mal,por eso somos tan variopintos,diferentes pero a veces iguales.Hay que valorar todo lo que tenemos y podemos hacer,ese cielo azul,ó bien gris,esos paisajes tan bellos que hablan de un Ser Superior,ese mar,océano,arena dorada,suaves olas,esa gaviota volando,esas palomas símbolo de la paz....Eso no tiene precio,está ahí ...... despues hay otras cosas ,opciones,hay que vivir,por supuesto,el alma también se reconforta cón una buena película,teatro,comida,conversación, etc,etc.Luis me alegra que trabajes ,yo también ,2 pringadillos más. Maribel te animo a que entres más a menudo,como a Cristina ,nena,cuenta cosinas del Naranco por ejemplo yo estaria encantada, para terminar algo de un Premio Nobel(creo) Juan Ramón Jiménez. Brumas septentrionales nos llenan de tristeza,Se mueren nuestras rosas,se agostan nuestras palmas.Casí no hay ilusiones para nuestras cabezas,y somos los mendigos de nuestras pobres almas..... Un besin Mary

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -

Llevo una temporada apartado de la vida activa recuperándome de los famosos esguinces de mis fotos; me dedico a cuidar de mi nietín, Iván, gloria bendita. Lo que se pierden el Cicero, el Heredia, el Juan Manuel y cualquiera que tenga nietina, al no dar el “sí quiero”. También me dedico a asomarme a esta ventana y ver los toros desde la barrera, es mucho más cómodo que darle al teclado. Me había propuesto unos días de asueto (todos recordamos el famoso día de asueto) pero mi antagonista del alma, Antoñito Argüeso, por alusiones, se encarga de sacarme del silencio. No recuerdo para nada el alero, no sé ni qué significa, tampoco sabía que se pintaban ni qué pintaba aquél allí. Por cómo lo cuenta sospecho que el que pintaba el alero era el propio Agüeso y, con aquella factura desmesurada, se proponía recuperar la pasta para la recompra de las tierras perdidas en el pantano. También sospecho que la desproporción en la factura venía provocada, no sólo por la intencionalidad, sino también por la ignorancia; di la verdad, Antonio, ¿Cuándo aprendiste tú a calcular los metros cuadrados de una superficie? El área de una superficie no se calcula a cuartas sino a zancadas y ¿cómo podías tú medir a zancadas el alero? Gracias a que tu profesor de química sí sabía cómo calcularlo y dio la vuelta al edificio para el cálculo. Te felicito por esa memoria que casi supera a la de nuestro desaparecido Javier Martín (desaparecido del Blog) ¿No estará secuestrado en Torrelavega? Oye, y al Zirauqui ¿se le habrá acabado la tinta de la pluma? El Cenador y el Julián están esperando la jubilación para hacer un curso de entonación, puede que tengan que operarse del martillo, yunque y estribo, tres huesecillos que, en su caso, tienen cerca del as trompas de Falopio, los demás mortales los tenemos en la oreja.
Por cierto, yo puedo alardear de segador, de hablador con caballos, vacas y burros, de hablar del ser y de la nada, de la materia prima y de la prima de la materia, de cantar tanto como el Olóriz, de subir y bajar, de comer, beber y …, bueno, de los puntos suspensivos no tanto. Pertenezco al club de Luís Heredia y que él lo explique. Aclaro, no es el club sportinguista; Antonio, regalamos puntos. ¿Por qué puedo alardear de eso y de más? Porque soy de Casorvida por donde pasaron las huestes de Publio Cariso y dejó simiente de tíos echaos pa´lante. También nos gusta la poesía de Borges, de Ángel González, Javier Zirauqui, etc., aunque no lo digamos; y sabemos hacer un pareado sin haberlo preparado. Yo como Kafka, verborreo, luego existo.
Un abrazo y cuidado para no caerse del alero.

Maribel -

Después de leer a Mari Angeles, creo que viene a colación esta poesía de Jorge Luis Borges:



El árbol de los amigos

Existen personas en nuestras vidas
que nos hacen felices por la simple casualidad
de haberse cruzado en nuestro camino.

Algunas recorren el camino a nuestro lado,
viendo muchas lunas pasar,
más otras apenas vemos entre un paso y otro.

A todas las llamamos amigos
y hay muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza
uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote es nuestro
amigo papá y nuestra amiga mamá,
que nos muestran lo que es la vida.

Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio
para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer a toda la familia
de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos
que irían a cruzarse en nuestro camino.

A muchos de ellos los denominamos
amigos del alma, de corazón.

Son sinceros, son verdaderos.

Saben cuando no estamos bien,
saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla
en nuestro corazón
y entonces es llamado un amigo enamorado.

Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios,
saltos a nuestros pies, cosquillitas a nuestro estómago.

Más también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.

Ellos acostumbran a colocar
muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca,
no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas
y que cuando el viento sopla siempre
aparecen entre una hoja y otra.

El tiempo pasa, el verano se va,
el otoño se aproxima
y perdemos algunas de nuestras
hojas, algunas nacen en otro verano
y otras permanecen por muchas estaciones.

Pero lo que nos deja más felices
es que las que cayeron continúan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría.

Son recuerdos de momentos maravillosos
de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud,
suerte y prosperidad.

Simplemente porque cada persona
que pasa en nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí
y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho,
pero no habrá de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida
y la prueba evidente de que dos almas
no se encuentran por casualidad.

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A mi me parece una poesía muy real. Cada uno de nosotros tenemos estas mismas sensaciones.
Yo concretamente, valoro muchísimo la amistad.
Analizad lo que dice Borges y veréis cómo cada una de nuestras amistades (aún diferentes) tienen algo en común ......

Os quiero,
Maribel


Luis Heredia -

Mary, ya salgo a trabajar fortalecido después de leerte.

Un besín.

mariángeles -

Gracias Luis,me uno a tí en esta causa ,que entren y escriban las lectoras,todos podemos siempre aportar algo de nosotros,que nos enriquece a nosotros mismos y a los otros.Decia Kafka,la verborrea es el baluarte más fuerte del mal.yo personalmente creo que lo que pueden llegar a transmitir algunas palabras es sencillamente maravilloso,si una persona se siente sola,y lee un buen libro,esa soledad es relativa,los libros són un Universo ilimitado,es vivir,conocer,sentir,adquirir conocimientos ,cultura,es la mejor compañia que se puede tener......por otra parte somos humanos,necesitamos nuestro calor ,pero se conoce a mucha gente es cierto,pero amigos,amigos,sobrarian dedos de una mano,para definirlos así ?ó me equivoco?,yo creo que la vida avanza por etapas,todos conocemos a muchas personas,muchas situaciones,divertidas,singulares,se ríe,se comparte,se pasa bien,y hay cantidad de amigos,gente conocida,en definitiva para lo bueno el cachondeo,el "bebercio" el pasarlo bien,nunca está uno solo,pero si es lo contrario lo que dije anteriormente,sobran dedos para contar a las personas que siguen ahí......Aestas són las que debemos mimar cuidar y conservar...recuerdo una etapa de mi vida,en la que estaba no deprimida,pues por respeto a la gente que tiene depresión ,no me gusta utilizar,digamos que me sentía triste,sin ganas de nada,una amiga me llama para pasear,yo acepto convencida que me conviene salir del abatimiento, salimos yo empiezo a hablarle,de lo que siento ,para que me comprenda,estoy tan ensimismada hablando desde el interior de mi corazón ,que cuando me doy cuenta me quedo perpleja,yá que estoy hablando sola ......Mi amiga está un poquito más atrás mirando un escaparate...(sin comentarios)la fuerza de la mente y de la voluntad(unidas)nunca serán vencidas,y es tremendamente cierto que lo que no te mata te hace más fuerte,aunque no debemos olvidar que hasta él hierro dobla...por eso tenemos que cuidarnos y a estas alturas de la vida,nos podemos permitir elegir...cuidar nuestro espacio vital esto para mí es esencial,tener autonomia personal,los complementos la mayoria de las veces forman parte de nuestra imaginación...Bueno quizá estoy elucubrando ,soy mujer...complicada a veces,pero en estas reflexiones trato de ser sincera y objetiva.Gracias Luis por este seguimiento ,para mi resulta reconfortante ... Un besín Mary

Luis Heredia -

Mary, yo soy un adicto admirador tuyo desde tus comienzos; lo confieso y lo digo sin guardar el anonimato. Vamos, que te lo digo a la cara como lo siento.

A ver si se van animando otras lectoras, que las hay, y muchas, y muy buenas con las plumas. Las vergüenzas quedan a un lado después de la tercera intervención. Yo ya soy un sinvergüenza desde hace tres años. Antes era un simple y vulgar gamberro.

Y sobre Borges, hay para hablar un rato pero sobre todo, mucho tiempo para leerlo. Me encanta.

Santos, loado sea Dios. Vaya aparición tan inesperada después de tanto tiempo.

Te echábamos de menos. Qué gusto da leer tus relatos.

Una admiraroa -

Mariángeles,
No seas modesta, narras perfectamente, describes a la perfecciòn tus vivencias.
El poema de Borges es de los que llegan al alma y te hace recapacitar, nos arrepentimos de cosas que hemos hecho, y en realidad son minúcias, deberiamos errar aún más.
Un placer leerte y leeros, a todos.

Santos. S. Santamarta -

No recuerdo exactamente qué curso fue. Lo que sí bien recuerdo es aquel día que el P. Uría llegó a clase de Física y -en el corto espacio de tiempo de ésta- nos dio al menos tres buenas lecciones tan eficazmente aprendidas por mi parte que al cabo de 50 años aún las puedo recordar para relatarlas.

Con su buen humor, su fina ironía y su característica retranca nos contó cómo el constructor del alero (pero no disputaré con Argüeso si fue el pintor) pasó una factura a la Comunidad con un desmesurado importe que invitaba a la sospecha de “sablazo”. ¿Quién mejor que el obediente, sabio, paciente y perspicaz Uría para hacer los cálculos oportunos, salir de dudas y desvanecer aquella desconfianza?

Y en efecto, poniéndose manos a la obra y pies en el suelo (del tejado), midió distancias, calculó la complicada superficie plegada de las placas e igualmente la superficie y el peso de los soportes. El resultado parece que fue escandalosamente inferior a los datos indicados en la factura y así hubo de reconocerlo el constructor que tuvo también que renunciar, resignado, al acariciado “mini- pelotazo”

De lo relatado y comentado por el venerable Uría en aquella clase recuerdo estas tres enseñanzas a las que aludía anteriormente; a/ se ha de ser honrado, b/ los “pillos” se exponen a la vergüenza de ser “pillados” c/ es muy conveniente saber matemáticas. ¡Admirable maestro Uría!


Antonio Argüeso -

fotografía que me trae el recuerdo de mi llegada en aquél frío comienzo de noviembre de 1959. La impresión al llegar fue muy especial por la nueva construcción, algo totalmente nuevo para mí, pero en un entorno rural similar al que yo abandonaba.

No tengo recuerdo de las campanas, llevadas ya probablemente a la torre. Creo haber oído en mi zona que, cuando anegaron casas, iglesias y cementerios con el agua del pantano, era preceptivo que las campanas permaneciesen siempre erguidas y en orden de funcionamiento.

Un fuerte abrazo

Antonio

Andres Martinez Trapiello -

Mariángeles, Argüeso: También recuerdo ese caserón con las dos campanas y me revuelve "el disco duro", que gira con grandes revoluciones por situaciones y ambientes de entonces.
Pero el recuerdo que hace Mariángeles de Borges me ha entretenido y satisfecho enormemente; sobre todo en estos momentos que se dice "son otros tiempos", y parece argumento ex cátedra.

mariángeles -

Me ha encantado la historia y las descripciones,es sumamente tierna e ilustrativa,memorión teneis,amén que todos sin excepción narrais de una manera,extraordinaria.A fé mia que esos frailes ,os han dado una muy buena base.Yo cón toda mi humildad,quiero recordar un bello poema de Jorge Luis Borges (a mi me encanta). Si pudiera vivir nuevamente mi vida. En la próxima trataría de cometer más errores.No intentaria ser tan perfecto,me relajaría más.Seria más tonto de lo que he sido,de hecho tomaria muy pocas cón seriedad.Seria menos higiénico.Correria más riesgos.Haría más viajes.Contemplaria más atardeceres,subiría más montañas,nadaria más rios.Iria a más lugares donde no he ido.Comeria más helados y menos babas,tendría más problemas reales y menos imaginarios. Si pudiera volver a vivir......Pero ya ven,tengo 85 años y sé que me estoy muriendo. (cada cuál que saque sus propias conclusiones) Un besín Mary