RECUERDOS DE JAVIER CIRAUQUI - 2ª fotografía

Hoy os dejo esta segunda fotografia que nos envía Javier Cirauqui. Y también os dejo un video para que veáis hoy la cascada de Nocedo en el Río Curueño, efectivamente cerca de las Caldas de Nocedo, pasada La Vecilla y camino de Valdelugueros.
Deciros que la foto de la cascada está sacada en una de las excursiones que hicimos a La Vecilla, en aquel tren de madera, asomados a la plataforma o sacando la cabeza por la ventanilla, empapándonos de aire, humo y carbonilla. Esta cascada estaba en la carretera o camino que iba a un balneario, junto al rio y se llamaba Las Caldas de No Sé Que. Rodeando la cueva y subiendo por las rocas, se llegaba hasta un riachuelo que bajaba entre las piedras y en un mommento dado se pespeñaba por un agujero, llenándolo todo de vapor, gotas de agua y a veces arcoiris. A lo lejos se veía un pico al que subimos y entre las rocas más altas aparecían las cabras hispánicas o los machos cabríos ibéricos. !Qué días aquellos, me sentía libre haciendo la cabra en plena naturaleza. El cogote con gafas, creo que soy yo y el otro no tengo ni idea. Sí que recuerdo haber estado con Egea, Arrúe, Ariztimuño, Ibarrola y alguno más, triscando por esa montañas.
Javier Cirauqui
14 comentarios
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Valentín, he recorrido el verano pasado esos, tus dominios;comí en un restaurante al lado de la carretara, en Valdepiélago, un poco más allá de Campohermoso; fui hasta el pueblo en el que están las placas recordatorias del P. Getino y del P. Arintero ( ¿Valdepiélago?), había más turistas que en Llano de Valdearroyo. Ya te conté que fui a ver a J. Bandera a Pedrúm, era el dia de sus fiestas patronales, con procesión de Pendones. Por cierto, si estás ahí, Sr. Joaquín, ya va siendo hora que te descubras. Sé que estás.He de reconocer que son pueblos muy guapos, se aproximan, en belleza, al mío, de cuyo nombre os acordáis todos.
Un abrazo
José Mª Hernández Palomo -
jmanuelgv@educastur.princast.es -
Pinchauvas, ¿no te as enterado de que los de Casorvida hablamos y escribimos como queremos? Suprimí la M porque no me gusta eso de Instituo de Mayores (mejor Nacional) y Asuntos Sociales; si a tí te gusta que te llamen mayor, lo haremos.
Valentín, ya te contestaré cuando esté afincado y pueda utilizar mi instrumento. Me encanta que entres y escribas; tienes buena memoria y escribes muy bien, muy bien, jodido. Cuando estuve este verano por aquellos lares vi las placas en la Iglesia de Arintero y Getino (creo que de Arintero nos recomendaron leer algo ¿qué?) y me vinieron recuerdos de tiempos de corista.
Javivi, enrollate que tú sabes hacerlo bien. Sigue.
Antonio, a mí las almejas me gustan las de la "lamer", no las de la mar. No entiendo de lange ni de langaje, entieno y poco de enjuague.
benito, da igual el año de tu nacimiento, la vaca, con perdón, es de donde haya sido adoptada no de cuando nace.No existen faltas de ortografía solo letra y palabras que cada cual las pone donde y como quiere. Por tanto no te preocupes aunque alguno te pueda corregir; a los corregidores les haremos un examen en Salamanca.
Desde que me fui de casa esto funcina de p.m., quizá deba retirarme.
Un abrazo
Vibot -
V a l e n t í n . . .
Benito Pérz Villalba -
Como no soy tan buen escritor como tantos y tantos como pasan por aquí espero se me perdonen las faltas cometidas. Un saludo desde Los Corrales:Benito
Javier del Vigo -
Porque yo creo que no has hablado del lugar de tu nacimiento. Tu texto de arriba no ha sido un canto "nacionalista" a una cascada y a un terruño. Eso lo habrías despachado enviando media docena de fotos a color y en gran formato al blog, para que todos pudiéramos admirar sus encantos y misterios.
Pero tú no has descrito paisajes exteriores, en mi opinión; no: has descrito algunos de tus paisajes interiores, al rebufo de las nostalgias que te producen aquellos escenarios que te acompañaron en tus evoluciones vitales, escenarios de la memoria, fundamentalmente.
Y a ciertas alturas de la vida, cuando alguien se desprende de ropajes y avalorios, dejando al descubierto esencias, nostalgias, ilusiones... y cuando ese alguien lo describe tan bonito como tú, créeme, Valentín, siento que el tiempo no existe y que podría pasarme siglos recreándome con la belleza, igual que aquel abad de la mitología hispana, que anduvo siglos oyendo piar a un jilguero.
El resto del espacio que me debiera corresponder para asemejarme a tí en lo extenso, hoy, se lo dejo a José Manuel, para que este chico-imserso (¿escribí bien, pinchauvas?)e incontinente verbal cuente el júbilo que le ha producido la lectura de los comentarios que ha originado la cascada de Nocedo, los parajes de Campohermoso, las aguas del Curueño...
El Pinchauvas -
VALENTÍN TASCON -
La cascada de Nocedo está llena de presencias. Es uno de los lugares que visito todos los veranos cuando me acerco a Campohermoso, mi pueblo, a recuperar la infancia (a los 10 años marché para Corias) y a repasar innumerables escenas de mi juventud y de la edad adulta. El conjunto de la cascada del riachuelo Valdecésar (así parece llamarse el reguero que desciende de los picos de Valdorria hasta el curso del río Curueño) y de la montaña que viene erosionando durante siglos conforman un paraje único. El ruido constante y uniforme que emite el desplome del agua hace que sólo hable el silencio y el universo más íntimo de cada uno. La vida se desliza vertiginosa, al ritmo que marca el desnivel, y se para de golpe en el pequeño estanque que devora y amansa la furia del torrente. Pasado, presente y miles de sueños se confunden en un abrazo probablemente interminable. Yo soy allí, de golpe y sin buscarlo, el que fui de niño y el que seré mañana cuando toque volver a la tierra originaria, a la roca y al agua primigenias.
Cuando tenía once años crucé por primera vez las hoces de Nocedo (o de Valdeteja, que de las dos formas se llaman) sentado en el portabultos de una bicicleta que conducía mi padrino. Él pedaleaba, y yo miraba asustado a las grandes paredes que amenazaban con aplastarnos o arrojarnos al Curueño. La carretera era de tierra. Íbamos de Campohermoso a Llamazares, ese hermoso pueblo que está más arriba de Valdelugueros. Luego recorrí ese camino muchas veces y por los motivos más variados, alguno de los cuales recuerdo perfectamente, como en aquella ocasión del verano del año 1975 en que llevé al P. Cándido Ániz, recién elegido Provincial de la Provincia de España en el Capítulo de La Virgen del Camino, a visitar la tierra de los grandes dominicos Getino y Arintero.
Casi un par de años más tarde volví por los contornos de Valdepiélago y Nocedo con un grupo de estudiantes dominicos de Valladolid, todos ellos compañeros (en La Virgen del Camino, en Caleruega y en Las Caldas de Besaya) de los que os asomáis por el blog. Fuimos a aquellas tierras agrestes y solitarias en busca de retiro y reflexión para aclarar principios y descubrir las maneras de enfrentarnos a la filosofía, a los cambios que se avecinaban, a un futuro cada vez más lleno de interrogantes. Comíamos y dormíamos en casa de mis padres en Campohermoso y hacíamos nuestras meditaciones y celebraciones en las riveras del Curueño, a pesar del frío otoñal. Convivimos como buenos hermanos. Rezamos con esperanza. Dialogamos con franqueza. Decidimos ser honrados y buenos dominicos. Luego, ¡lo cumplimos con bastante fidelidad! hasta que nos llegó el momento de la despedida. Algunos de aquellos nombres son: José Manuel, Aliste, Juan Carlos Granados, Francisco Tascón, Cristóbal Lobo, Chema y algunos pocos más cuyos nombres no recuerdo ahora. ¡Ojalá alguno lea este blog y decida aparecer! Para mí sería una gran alegría. (Calculo que serán de la yeguada del 66, del 67 ó del 68).
Hace sólo tres años (en 2007) volví por los mismos parajes con un grupo de dominicos in y dominicos ex (así se denominan en algún ámbito -¿verdad, Josemari?- a los que siguen de frailes y a los que lo dejamos hace tiempo): eran los ya conocidos por el nombre de cursarios, nombre que designa a los chicos que ingresamos en Corias en el año 52 y que luego tomamos el hábito en el año 57. Otra vez los dominicos peregrinando en ascensión por las hoces de Vegacervera hasta Cármenes, descansando llenos de asombro en la Campa de Valdeteja, y descendiendo lentamente por las hoces de Nocedo para detenernos un buen rato en el remanso de Las Caldas de Nocedo. Por cierto, hay muchas fotos del acontecimiento en la página que los cursarios tenemos en INTERNET.
Podría hablaros aquí también del Campamento de La Vecilla en el que muchos pasasteis parte de vuestros juveniles veranos. Está a kilómetro y medio de Campohermoso. No pude coincidir con todos los grupos, porque cuando yo era estudiante en Las Caldas de Besaya o en Salamanca, no había vacaciones para los coristas (¡Qué nombre, eh!) filósofos o teólogos. Eran otros tiempos. Mi hermano José Luis (de la yeguada del 58 creo, o sea, de la de Baldomero, Fernando Serrano, Carmelo, Galnares, Laurentino, Pesquera DEP- ) me tenía al tanto. Él sí que podría completar los recuerdos de Antonio Argüeso, de Javier Cirauqui, de Tuñón y de José Manuel Valdés, porque disfrutó mucho de vuestra etapa en la paramera y de las experiencias falangistas en el Campamento de La Vecilla. Por cierto, Javier, las estrellas siguen titilando, igual de rutilantes y misteriosas, en las noches de los veranos sobre los montes y edificios de La Vecilla. Yo las contemplo aún con emoción y respeto desde mi atalaya de Campohermoso.
Enrique Frade, aunque no nos conocemos, tengo que dedicarte al menos un párrafo para satisfacer tu curiosidad sobre el ermitaño Froilán que vivió durante diez años en la Montaña Central leonesa, dedicado a la meditación y a la ascesis. Los vecinos de Valdorria le han dedicado una ermita preciosa y casi inexpugnable. Desde el pueblo al enclave de la ermita sólo se puede ascender a través de una escalinata excavada en la misma piedra de la montaña. La escalinata tiene 365 escalones. No los he contado, pero sí los he recorrido uno a uno. Fue una tarde de verano. Yo estaba convaleciente de una de mis crisis cardiacas y quise comprobar, junto con mi esposa y una hermana y su marido, si me había recuperado. Cuando llegamos a Valdorria y vi la ascensión que nos esperaba me eché a temblar. Emprendí, no obstante, el camino muy animado, dispuesto, eso sí, a detenerme al primer síntoma de debilidad. Poco a poco, seguramente arrastrado por la mano de San Froilán, llegué hasta la ermita. Allí me senté un buen rato, recé muy concentrado y contemplé uno de los paisajes más bellos e impresionantes. Parecía que estaba curado. Eso decían todos los que se enteraron de la ascensión que había realizado aquella tarde de verano. Los amigos blogueros leoneses pueden completarte el relato cuanto quieras, pues ellos se saben bien la historia del santo, ya que San Froilán, pasando el tiempo, de ermitaño solitario se convirtió por deseo y decisión del Rey en Obispo de León. Cuentan que fue un Obispo importante. La verdad es que se ganó el puesto por su valentía. Verás lo que dice la leyenda. Froilán decidió construir, con sus propias manos y fuerzas, una ermita donde refugiarse y rezar tranquilo. Para ello tenía que acarrear unas cuantas piedras ladera arriba. Lo hizo pacientemente con la ayuda de un manso burro. Pero, una noche, un lobo atrevido y malandrín, quiso darse un atracón y comió el burro del santo. Éste no se irritó, porque los santos no lo hacen, pero no estaba dispuesto a quedarse sin un compañero tan trabajador y tan dócil. Así que convocó al lobo a su ermita, le reprendió virilmente, y le invitó a convertirse en su nuevo pinche y acarreador. El lobo lo miró sin rechistar y decidió obedecer para purgar su pecado. Por eso, el lobo de Valdorria es para los que nacimos en aquellas tierras tan famoso como el lobo de Gubia para los contemporáneos de San Francisco de Asís. Esta leyenda puede verse cincelada en una de las puertas del santuario de la Virgen del Camino. Seguro que Cicero nos lo podría explicar con detalle.
P.D. ¡Habibi! (el nombre así escrito y entre admiraciones sólo quiere indicar el gran respeto que me merecen tus escritos), prometo ser más breve la próxima vez. Comprende que cuando uno habla de su lugar de nacimiento
¡José Manuel! (Valdés), ¿seguro que después de esta parrafada quieres que me siga prodigando en el blog?
JOSÉ MANUEL GARCIA VALDES -
Referido a la Vecilla yo dejo aquí esbazado un recuerdo que vivimos los del 59, fue an Caldas de Nocedo a donde fuimos a pasar un par de días; uno de ellos, sería el primero, buena parte de los asistentes se pusieron malitos, muy malitos de tal mod que acabamos, no sé cómo ni porqué, en un local que había sido panadería y allí nos embadurnamos unos a otros de vomitadas. Si álguien o álguienes saben más detalles que osen, de osar, a contarlo como Dios manda. Queremos mes, día, hora y nombres (todos). Este es un deber apropiado para alguno de los Javieres: Cirauqui, Martín..., ricos en neuronas memoriles. Citaría al Argüeso o al Ruano si se tratara de cuestiones musicales.
Al amigo Frade le diría que vaya a repasar los alrededores del Cabo Peñas, comprobará que, si bien hay subidas y bajadas, no es para tanto y las dificultades se superan mirando el entorno, casi tan guapo como las cascadas y los acantilados de Casorvida.
Cirauqui, sigue dándole pasto a nuestra desmemoria; menos mal que entraste de refresco y suples las faltas de otros. ¿Ande andará el Clim? Si alguien lo ve u oye u entiende que le transmita nuestra zozobra pos su asencia. Hasta que dejó de entrar en el Blog era buen chaval, de entonces para acá ¿qui lo sa?.
Ya casi tengo cargada la pila de nieto, volveré para Gijón porque estoy casi de-sidra-tao. Me hago la maleta y para Barcelona con mi amigo INSERSO, es un buen amigo, allí me invita a dormir, comer, beber y ... Me lleva y me trae en avión, ¿qué más se le puede pedir? Probad, lo que podáis; los que no, que se j...
Un abrazo
TUÑÓN -
Nos acompañaron el P.Pedro y el P.Eduardo,pero los que cortaban el bacalao eran mandos de Falange.
Espero que alguno recuerde esto me lo confirme,o pensaré que lo he soñado.
TUÑÓN
Enrique Frade -
Mas ,hacia el monte hay un pueblo de casas hechas de una piedra caliza de color rojizo ,un dia os diré como se llama ,a donde ivamos en plan de marcha rápida y tardabamos en ir y venir como dos hores,era un pueblo de pastores ,muchos de ellos trasumantes que solo iban por el verano.
En cuanto a lo que os comentaba del año que estuvimos en Bañugues ,recordaba Yo en otra intervención antigua que recordaba precisamente ,a unos niños algunos años menores que Yo ,hermanos que tambien estaban en los cursos menores que nos hicieron la estancia muy agradable,seguro que uno era Carlos,a quien mando un saludo,.
En la odisea de ir de Bañugues al Cabo de Peñas bordeando el mar ,no se le ocurre ni al que asó la manteca,son continuas bajadas y subidas que rebientan a cualquiera que esté bien preparado ,no os cuento a nosotros que además teniamos que volver a Bañugue a comer,.
No sé a que hora llegamos pero la ensalada de patatas cocidas con tomate y sardinas nos sirvió de comida merienda y cena ,no se lebantó nadie hasta el desayuno del dia siguienta.
Alguno se acuerda de esta anecdota?.
Tambien estabamos con nuestro querido Angel quien no sé como cabía en aquella pequeña tienda individual y canadiense,Era un Benditu,como decimos en asturias.
Cirauqui Gracias por hacerme recordar aquellos viajes tan hermosos y aquella convivencia tan especial.
Un abrazo para todos.
Quique Frade
javier Cirauqui -
Enrique Frade -
Nada mas ver las fotos volví a mi juventud.
Recuerdo ,y alguna vez lo tengo comentado en casa,la cascada y cada uno de los riscos de la montaña,las trincheras de la guerra que junto con algunas cuevas de refugio antiaereo lenan esos riscos.
Durante dos años seguidos desde que me nombraron aguador,para abrir a las 6 de la mañana y cerrar a las 11 de la noche la llabe del deposito,en esta labor reemplacé a Apericio,; por el verano íbamos de acampada junto con ótros compañeros y siempre con el Padre Torrellas con las tiendas que habian comprado de color naranja y acampabamos frente a la cueva de la cascada en una pequeña pradera junto al rio.
Ul agua estaba helada en pleno verano pero nos bañabamos y eramos muy felices.Esploramos algunas cuevas que hay cerca del Balneario,junto al muro de contención para el agua de un molino.
un saludo
Otro año fuimos a bañugues y desde bañugues andando hasta el cabo peñas.
Antonio Argüeso -
Volviendo al pasado reciente. Al Joaquín cantaor y bienvuelto que me refería, era a Bandera, de ti, Joaquín López-Malla no te recuerdo como tal, aunque si tú lo dices, no creo que se te discuta tal privilegio.
Máximo, hablando de la Carmen, el Pitu (que a lo que veo sigue como cuando lo frecuentábamos diariamente) te diría que la langue mejor que le langaje y en tu frase igual también, aunque aquí con sentido diferente al que el Pitu le daría.
Y ya que estamos y como al ser de Llano felicitamos cuando nos da la gana y como durante unos días voy a pisar la nieve y triscar por agrestes montañas, lejos de ordenadores y demás artilugios aprovecho para desear un muy feliz cumple a Cirauqui, Mariano y Andrés (Andresito del alma, ¿cuándo vienes a ver a la camarera de tus entrañas?, que son pacientes, pero no sé si tanto). Como me imagino que los tres rondáis los sesenta, que los otros sesenta os sean incluso más felices que los pasados.