Ahora VIENE UN CHICO: El Argüeso
Os invito a ver estas fotografías y leer la crónica que me envía Jesusito Herrero del acontecimiento estrella en Madrid del pasado sábado VIENE UN CHICO: El Argüeso, mientras escucháis a los Pekenikes en Ritmo de concierto.
Feliz miércoles.
Inquieto Furriel de animosa estampa, déjame que te cuente limeño (que diría la canción) la tremenda cena que nos metimos entre pecho y espalda los de Madrid con la escusa de que venía el Argüeso, y ya sabes, para una vez que viene le tienes que pillar como sea.
Para empezar nos saltamos todos la jornada de reflexión que había que hacer para poder ir a votar el 20 N (¡vaya día, tú!) como Dios manda. Si alguien reflexionó antes de la cena allá él, tiempo perdido, porque ya en la cena, con tanto barullo y los carrillos llenos, a casi todos se nos fueron cayendo las reflexiones al suelo. Y todavía no he dicho nada del vino…
No obstante se habló poco de política y mucho de camareras holandesas, de esas que le gustan al Trapi pero que le quedan un poco a trasmano. Antonio estuvo estupendo y nos dejó a la mayoría sin respiración porque cada vez que daba un abrazo, como tiene ese pecholata tan tremendo, pues oyes, te aplastaba. Menos mal que doctor Barrigón, el encargadode la farmacopea, llevaba Respirol, que como su mismo nombre indica sirve para casos de estos además de para los fumadores. El Antonio está como un chaval. Incluso estuvo a punto de administrar un masculino a un camarero lento, pero como no tenía a su cuadrilla completa no pudo.
No me preguntes qué se comió, ni puta idea tío, puede que si encuentro el correo que nos mandó Fernadito Alonso con el menú te pueda contar algo. Lo que sé es que no hubo langostinospescanova ni bogavante porque me hubiera acordado perfectamente. Eso te lo garantizo. ¡Ah mira! Aquí me aparece el menú en un papelillo arrugado que tenía en el bolsillo. Verás, de primero el Serrano se metió una parrillada con una caña mientras decía eso tan típico de “no debería…pero total por un día”… (y luego así nos luce el pelo). El Argüeso se despachó un chuletón salvaje mientras miraba de reojo a su alrededor para controlar a los desaprensivos que le insinuaban que si era muy grande, que si no iba a poder con todo, que allí estaban ellos para ayudar como amigos que eran, pero el Argüeso se los quitó de en medio contestándoles que los amigos están para tomar cañas, no chuletones, y que tal vez si fueran por Bruselas…
Lo de Julito Correas fue lo mejor. Habían puesto el partido del Madrid por la tele y cuando queríamos comerle las patatas fritas cantábamos gol. Y claro, con la emoción ni se enteraba. Eso sí, se liquidó él solito un rabo de toro que fue la envidia del personal. Pero tuvo la mala suerte de sentarse al lado de su Señoría, que era el que repartía el vino, así que a partir de un determinado momento le dijo que ya estaba bien de repetir, que se había liquidado ya una botella él solito y que a la próxima le dictaba una sentencia de cagarse (con perdón esto último, pero solo me limito a sus palabras textuales).
A José Luis, que por cierto era su cumple (71) le pillamos haciendo cochinadas con las patatas fritas y una copa de agua. Luego se excusó diciendo que era para ver si las patatas fritas sabían nadar, pero como no le creímos para nada, tuvo que decir la verdad, que era que se estaba entrenando para meter el voto en la urna al día siguiente. Pero ya le dijimos, oyes majo, que las patatas son de todos, y si no que te presten una papeleta en el colegio más cercano y punto. Pero como era su cumple le dejamos el plato entero. Si no te lo crees Furri, ahí te mando la foto.
Una cosa que no nos gustó nada, pero que nada, fue que el Vibot se presentó sin el piano, y claro, los que no pudimos ir al su último concierto, pues nos quedamos otra vez a dos velas. Cantantes había varios pero sin piano no se atrevieron a intervenir. Nos puso de excusa que el piano no le cabía en el metro. ¡Coño, pues cuánto mide?, pues mucho, ya pero eso no es excusa le decía Serrano. Oye, pues le avisas al Jesús que le hizo un trasporte de instrumentos al Furri en un camión y que te lo arregle él, ¡leches, tío, pero el camión terminó en Marruecos en vez de en León. Y así un buen rato. Al final le dejamos sin postre por reventarnos la cena, pero luego le dimos varios abrazos para compensar (¡mira que somos buenos, Furri!). Aunque si te he de ser sincero fue gracias a Pedro que ya estaba hasta las narices de tanta interpelación y le echó una mano en última instancia.
Por cierto, Fernadito Alonso se ha teñido el pelo de rojo. Ahora mismo no sé muy bien si es porque se tomó más copas de la cuenta o me las tomé yo, pero te juro que yo le veía el pelo rojo. Te mando la foto para que veas que es verdad. Ello no quita para que yo le aprecie mucho, iba a decir bastante pero luego el Javivi me pone pegas (que si esto, que si lo otro…).
A todo esto, como era lo del cumple tuvimos que improvisar el tema de la tarta. La parte comestible bien, no hubo problema, pero amigo, cuando fuimos a poner las velas, ya sabes, un siete y un uno, solo había un cinco colorao. Ahí se lió todo. Unos querían poner dos mecheros a un lado y uno al otro; otros querían ir a un chino que había cerca y comprar las velitas allí; otros que mejor en números romanos, que queda más serio, incluso hubo alguien que dijo que en números primos. En fin, un desmadre. Lo arregló de un plumazo el camarero: Trajo la tarta con un cinco y si alguien no estaba de acuerdo pues que se imaginara que era un setenta y uno. Aunque te advierto, Chema, que esto pasa por no haber obligado al Alcalde a cumplir los cinco de la velita y santas pascuas. ¿o no?
Alguien dijo al final que habíamos pecado y teníamos que hacer cincuenta (nada menos) reflexiones como poco y sin parar. La cosa es que como ya no tenemos edad, se propuso dar una vuelta completa a la finca (ya era la hora casi), pero como ya no teníamos la finca a mano, la cosa quedó en una vuelta a la manzana pero despacito, sin prisas. Algún gracioso dijo algo de pelar la manzana pero era obvio que había bebido demasiado y nadie le rió la gracia.
O sea, que la cena bien, como verás en las fotos, incluso ya en la calle alguien llamó a los bomberos para que nos hicieran una demostración salvando a un inquilino que se había quedado encerrado en el ascensor. Vinieron y lo hicieron con luces y todo. Aunque la grúa se les quedó un poco atascada a la altura del segundo.
Querido y astuto Furri, lo siguiente que recuerdo fue que alguien me zarandeaba en la cama mientras me decía “vamos, majete, que hay que ir a votar”…
-¡Y aquí cuándo se desayuna! Digo yo. ¡Maldita sea!...
8 comentarios
Máximo Olóriz -
!Qué pena no haber estado en esas fechas en Madrid!
Olano -
Otro tema. Para dentro de poco os preparo una foto sorpresa. La de un fugaz reencuentro. Esta semana me voy a Sevilla con mi jefa. A la vuelta os lo colgaré por aquí. Hasta entonces. Un abrazo a todos y a todas los-las de las fotos
Antonio Argüeso -
Y bueno, sí fui más perspicaz e incluso informado que Federico, por lo que me apunté. Tuve que negociar duramente con Julio eSe y hasta con Fernando Alonso para que me aceptaran (el miedo atávico y justificado a los del 59), pero al final me aceptaron. Eso es todo. Y que fui y que lo pasé bomba. Casi ná, del 59: Julián, Álvarez Melcón (que, lo que son las cosas, conoce muy bien el pueblo en el que ahora vivo), Javier Serrano y Solórzano; bueno y Juanjo, que, como Valentín, es casi de nuestro año por aquello de ser sus principales discípulos. Paco al final no pudo venir (pero como volveré, lo aplazamos, Paco) y el Pitu, que no se atrevió: a Julián y a mí se atreve a vernos por separao, pero no juntos. Debe de ser por el mal vino, dice Julián, que tienen en Gijón. ¡Vete a saber!
Y la inmensa alegría de abrazar (que no apachurrar, Jesús, que uno se ha ido suavizando) a Julio el canadiense, a Santos Vibot, a Santos Barrigón a Maxi Peña, a Javier de Pablos, a , a... y a sus respectivas esposas (la verdad que los que pasamos por la paramera, constato que hemos tenido siempre buen gusto en la elección -aunque igual eligieron, con buen gusto, ellas; no sé-). A Fernando Alonso y a su señoría Julio y a Pedro y José Luis, los había visto antes, que si no se reparten los abrazos uno se quedada sin fuerzas.
Pero que conste que no fui a cenar, que no. Fui para dar un abrazo a paPedro, que no había vuelto a ver desde septiembre del 65 en Palencia. Y vamos ¡que es el mismo! Solo que mucho más joven. ¡Qué bocanada de aire fresco, de entusiasmo, de energía el rato que ese día pasé contigo, Pedro!
lalo -
Juan A. Iturriaga -
Desde hace algún tiempo, no consigo ver las fichas de alumnos y frailes.
El sistema me dice que hay un Script que no se qué le pasa, y se bloquea el sistema.
Una pregunta: ¿Es mi ordenador o es general?
Gracias de antemano por la ayuda.
Jesús Herrero Marcos -
José Luis Alcalde Revilla -
federico esteban monasterio -