Del moro y el cristiano no tengo foto pero, a juzgar por la antigüedad de esta fotografía (no me preguntes el año), no debían de andar muy lejos o hacía poco que habían muerto.
Un abrazo. Manolo Centeno.
Cuenta la tradición que, allá por el siglo XVI, había un capitán, oriundo de Villamañán, muy devoto de la Virgen del Camino, que había sido apresado por los moros. El moro que le tenía cautivo le encerraba todas las noches en un arca, la cual ataba con cadenas y sobre la que se echaba él mismo a dormir, por temor a que se escapase. Y, cada noche, se dirigía a él y le decía:
- Moro: “Reniega, cristiano”
- Cristiano: “Permita Dios que ésta noche llueva y mañana haga sol para que se sequen los panes de mi tierra”
- M: “Ya reniega el cristianico, ya reniega”
Y una de ésas noches, estando echado sobre el arca notó que se movía y oyó el sonido de unas campanas.
- M: “Oyes, cristianico, ¿en tu tierra hay cencerras?”
- C: Campanitas y buenas
- M: Pues sal de ahí, que ya estamos en ella
La gente del pueblo, al oír las campanas y no saber lo que sucedía, se asustaron mucho, pensando si habría fuego y se fueron a avisar al cura, el cual quedó igualmente sorprendido, ya que la iglesia estaba cerrada con llave, la cual él tenía en su poder, y no podía entrar nadie. De modo que todos se dirigieron a la iglesia, precedidos por el sacerdote. Y cuál no sería su sorpresa al encontrar en su interior al moro y al cristiano sentados en el arca, que la Virgen había traído por milagro.
El moro se convirtió al cristianismo y el arca y la cadena se conservaron en el interior del Santuario antiguo, en el cual estuvieron expuestas a la devoción de los fieles, teniendo el arca que ser forrada de cinc, debido a que los devotos arrancaban astillas de ella para conservarlas como reliquias, pues se decía que curaban el dolor de muelas.
8 comentarios
Maribel -
Maribel
Isidro Cicero -
Gracioso.- ¿Me pones un tímidu?
El del bar.- ¿Un tímidu? ¿Y eso qué es?
Gracioso.- Pues eso, un tímidu: Un cortáu.
Lo cual que no es que yo me corte pensando en que aburriría al personal si me enfrento al tema del moro, del de Villamañán y del arca, no.
Mi pregunta surgió al leer al Furriel que este asunto le daría a su seguro servidor material como para aburrir, y no le falta razón. Luego, a Julio añadiendo "cuenta,cuenta...
Pues nada, que me he estado enterando y de la semana que viene, todo lo más la siguiente, no pasa. Descuidar.
Luis Heredia Alvarez -
Nada más que lo podremos saber si nos vuelve a aburrir.Yo, al menos, estoy deseándolo.Soy un poco masoca.
Si eres el Isidro de toda la vida del blog y de cuarenta años antes, solamente te creeremos que eres el verdadero si ves algo de cardenillo en el Arca.
joaquin lopez-malla ros -
Julio Correas -
Un beso.
Isidro: cuenta... cuenta!
Un abrazo.
Isidro -
Maribel -
OS QUIERO.
Maribel
Julio Correas -
A principios del siglo XVI la Virgen se aparece al pastor Simón Alvar que pastoreaba en los páramos a pocos kilómetros de León. Enseguida se construiría una ermita y luego un santuario y rápidamente la ya conocida como Virgen del Camino comenzaría a hacer prodigios y convirtiéndose su santuario en centro de devoción y peregrinaciones.Uno de esos prodigios es el conocido como El Arca del Cautivo.
Alonso Rivera, natural de Villamañan, le toco por campo de lucha las costas del sureste de España, y por plaza de cautividad Argel. Todos habían oído hablar del corsario Barbarroja, mas no todos conocían al moro Alcazaba, que fue el amo que le tocó a Alonso Rivera, como esclavo cautivo. Mucho sabia el cautivo cristiano de pozos y norias que en el páramo y la ribera del Esla abundan estos artefactos, pero el trabajo del borrico para hacer girar la noria nunca lo había hecho. Ese era el trabajo de su esclavitud y otros aún mas duros.
¿Pero por qué preocupaba tanto al amo aquel cautivo de las tierras de León?. Todo comenzó un día en que Alcazaba oyó hablar solo a Alonso Rivera. Le preguntó que qué decía. Y el cristiano le hizo entender que rezaba a la Virgen de su tierra en el norte de España para que un día le liberase.
Fue por esto por lo que el moro desde aquel día desconfiaba de todo. Le apretaba mas las cadenas y grilletes y le llego a encerrar en un arca de madera por la noche.
Un día el moro decidió trasladar a los cautivos hacia Trípoli para venderles en aquella ciudad pero el mar y los vientos podían mas que los remeros y estos les acercaban cada vez mas a las costas españolas. Los cautivos se dieron cuenta y rezaban mas todavía... Alonso Rivera lo hacia a su Virgen del Camino.
Relevaron a los remeros y a pesar del látigo nadie podía con las olas que arrastraban la embarcación.
Así fue como arribaron a costas cristianas y como una vez liberados lo primero que hizo Alonso Rivera fue dirigirse a la ermita para postrarse y dar gracias a la Virgen del Camino.
Del moro Alcazaba poco mas se sabe, solo que prometió hacerse cristiano, impresionado por lo sucedido y en cuanto a nuestro cautivo, se supo todo ya que tiempo tuvo de contarlo a lo largo del camino hasta León donde se encontraría con Simón Alvar que estaba sirviendo a la Virgen en la ermita. A los pies de la Virgen promete a su vez que se quedará como ermitaño contando a los peregrinos y devotos el prodigio de su liberación, mostrando el arca que le sirvió de cárcel, y de la que la Virgen le había liberado.
O era esto, o lo que dice el Furri... o el moro era un inmigrante que venía a León a hacerse una periodoncia porque le dolían las muelas...y aprovechó la coyuntura para vender astillas baratas en la puerta de San Froilán el dia de la romería!