CALERUEGA en 1968 y mi perfil
Preciosa fotografía de Caleruega, data de 1968, que nos envía Jesusito Herrero (gloriosa pluma meteórica del 61 e impredecible constructor de mandolinas con polea) para solaz recuerdo de quienes, como es mi caso, en aquel bendito y aislado lugar descubrimos que no teníamos vocación pero sí perfil.
Y lo explico. Hasta que llegué a Caleruega no sabía que tenía perfil y, mucho menos, parte de atrás de la cabeza.
En algún lugar profundo de este blog os he contado que, tras el regreso de la Escolanía desde Roma y unos días antes de ir a Lastres para después tomar el hábito en Caleruega (Septiembre de 1967), una situación llevaba a la siguiente, me lavé la cabeza y el resto del cuerpo con un frasco de camomila de mis hermanas. Inmediata e involuntariamente, cosas de la química, me convertí en un auténtico rubio de garrafón. Un jovenzuelo con poco mejunge en la cabeza que se convirtió en un novicio blanco y negro con el pelo color caoba, como me llamaba el paAlcalde, hoy Besucón.
Y hete aquí que una tarde de Noviembre escopetaos salíamos a aquellos paseos que nos autorizaba el Padre Maestro, a la sazón el paPedro de prominente nuez, por aquella carretera recta y solitaria de Caleruega que parecía no llevar a parte alguna sino a aquel horizonte inalcanzable donde debía estar la libertad, pitillo mentolado entre los dedos, embutido en la capa negra, nos sigue una pandilla de mozuelas del pueblo que nos va piropeando, sí, piropeando: y yo recibo lo de ¡Rubio! ¡guapo! ¡rubio! ¡reguapo! (no puedo certificar que me lo dijeran varias veces, pero me hace ilusión).
Al volver al redil de mi celda, y como en el espejo de la pared solo me veía de frente, siempre me había visto de frente, intrigado por comprobar el estado real de mi pelo, cogí un espejín y colocándolo pegado al ojo pude comprobar el reflejo en el espejo que colgaba encima del lavabo, y así, de tamaña guisa, pues ¡descubrí que tenía dos perfiles! y, lo que más me impactó, en girándome, ¡la parte de atrás de mi cabeza!
Lo que os cuento es real, era un novicio pipiolín, podéis llamármelo, pero es la pura verdad.
Así fué como conocí mi primer perfil, aunque después he tenido otros muchos en mi vida, el profesional, el psicológico, el de consumidor, el irregular, el de usuario, el delictivo, etc.
Ahora que lo pienso, hasta puede que me haya pasado la vida de perfil. Hay veces que es mejor estar de perfil, lo aprendí en la mili, cuando te preguntaban si sabías escribir a máquina y era porque necesitaban a alguien que fregara las letrinas.
Amén.
RECUERDOS DE MI HERMANO ANDRÉS (blog 26-4-2011)
Josemary con todos sus compañeros de curso, ya estaba allí y algún recuerdo guardo de ese día. Uno de los que no me olvido, es que nos encontramos con un sujeto que llevaba el pelo extrañamente rojizo.Posiblemente la nueva vida que iba a comenzar, exigía que así fuera. Pero no.
Josemary era un "tirillas". Presumido, elegante, payaso, incordión con mis hermanas porque las martirizaba con el buen aspecto que debía llevar su ropa. "Carmen, plánchame esta camisa. Pili, la raya del pantalón casi no se nota........"
Un buen día, poco antes de su marcha a Caleruega, y después de darse los pediluvios correspondientes, tocaba perfumarse. Pero el aseo de nuestra casa no estaba especialmente bien surtido de productos de belleza y aseo. Había lo imprescindible. Colonia Varon Dandy dando los últimos resuellos, y Floid de mi padre para después del afeitado. En alguna ocasión creo que hasta hubo Aqua Velva.
Pero el día de autos, debía estar todo vacío. Había un frasco que no sé de dónde salió, que ponia CAMOMILA. Parece ser que olía bien, y ni corto ni perezoso, se lo aplicó con generosidad por todo el cuerpo. Digo exactamente por todo el cuerpo. El aroma que iba dejando cuando pasaba a tu lado, era realmente embriagador. Ya había resuelto el problema.
Al día siguiente, empezamos a notar cambios en su coloración capilar con tendencia muy pronunciada al rojo. Era el efecto de la Camomila, que parece ser que alguna de mis hermanas lo utilizaba para aclarar un poco el pelo. Pero el "nota" debió de excederse en la dosis y su correspondiente aplicación, que pasó de una leve aclaración al "roxo" tipo Tonetti.
Y así es como tomó hábito. Cabellera "roxa", sobacos "roxos" y todo "roxo". !Benditos años!
Andrés Cortés Aranaz
EL NOVICIO CON PELO COLOR CAOBA (blog 30-1-2009)
...descubrí que la dichosa camomila aclaraba el cabello castaño oscuro a rubio natural, que su acción era progresiva, es decir que no me iba a quedar super rubio en el primer momento, aunque también dependía de la energía utilizada en su aplicación: la mía había sido de un nivel alto.
Al día siguiente, al despertarse mis hermanos Andrés y Froi que dormían juntos en una cama plegable, gritaron al unísono.
-¡Mamá! Mira Josemari.
Me habían aparecido los primeros reflejos rubitos. Y a los dos o tres días tenía un pelo platino que ya lo quisiera para sí la mejor rubia de garrafón. Cuanto más me lavaba la cabeza más se me aclaraba el tejado.
A la semana un extraño y exótico color caoba cubría mi cabeza.
Y así me reencontré con mis compañeros de yeguada en Lastres. Realmente fuí consciente de mi delicada situación un día en que jugando al futbol en la playa de Lastres unos chavales me dijeron: ¡rubio, échanos esa pelota!.
Y de esa guisa fuí a tomar el hábito en Caleruega el día 12 de Septiembre de ese año. Parecía que se había posado el Espíritu Santo sobre mi cabeza y las miradas de las mozuelas de Caleruega prendadas estaban con mi pelo: según pasaban los días el pelo se iba oscureciendo y yo me iba convirtiendo en un Novicio guapo con un precioso pelo color caoba oscuro.
Josemari Cortés Aranaz
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José Luis Palacios Alonso -
José Luis Alcalde Revilla -