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REGRESO DE AVILÉS

REGRESO DE AVILÉS

Alberto y yo acabamos de entrar en casa de regreso de Avilés. Mañana os contaré.

De momento esto es lo primero que quiere decirnos José Ignacio con lo que le han transmitido los familiares y amigos que nos han acompañado:

 


 

Querido jose mari:

 

Después de la borrachera de emociones de  hoy , por mi parte decirte que todos los invitados me han expresado su agradecimiento por lo felices que han estado durante unas horas, extrañándose de la cercanía que destilaban los antiguos compañeros del Colegio, ya que eso no era normal.

 

José Mari, gracias por todo.

 

jose ignacio.

2 comentarios

Loseiros (César Alvarez) -

¡Enhorabuena Jose Ignacio! Ayer, además de emocionar con la lectura de parte de tu poemario, disfrutamos de un entrañable encuentro de amigos-hermanos-compañeros de la paramera y tu entorno más familiar, con sentidos abrazos, algunas lágrimas y las canciones en vivo a los postres, consiguiendo que nadie reparara en las excelencias gastronómicas de la velada.
Considero que es el mejor baremo para medir la importancia y escala de las diferentes actividades y vivencias de la velada, muy aplaudidas por todos.
Felicidades POETA y que no pare la fiesta.
Un abrazo. César

Santos -

José Ignacio, previsualizando al acto de presentación de tu libro según el guión previamente establecido así como los intervinientes y asistentes, había escrito estos versos, tan ripiosos como cargados de cariño. Lamentablemente, y como me temía, no he podido asistir para poder decírtelos de viva voz. Por eso te los dejo aquí ahora y deseo que todo haya salido tan bien como te mereces y desearas recordar siempre. Un abrazo para cada uno de los presentes. Y también para el resto, por supuesto.

A José Ignacio Serrano Mallada en la presentación de su libro de poemas

José Ignacio, buen amigo
henos, pues, esta mañana
para celebrar contigo
tu libro aquí en “La Chalana”,
-hoy convertida en Parnaso-
dispuestos a degustar
tus versos más delicados
y de paso
probar algunos bocados
de marisco de este mar.

Frente a la rula y la ría
de Avilés, sin mucho ruido
como ves, hemos venido
a estar contigo este día
tus familiares y amigos
que -ajenos a mil problemas-
queríamos ser testigos
de tan singular evento
cual es el alumbramiento
de tu libro de poemas.

José Ignacio has de saber
que admiramos
esta manera de ser
tuya y nos congratulamos
de que el destino te hubiera
llevado asido a su mano
hasta aquella Paramera
-en un ayer ya lejano -
donde fuimos,
como tú dices, racimos
de un majuelo castellano.

Porque es seguro que allí
entre los libros y el juego
se te ha encendido este fuego
del verso que habita en ti.
Y en aquella extensa calma
bajo el cielo, en la llanura,
bebió sin duda tu alma
sorbos de mil universos
de sentimiento y ternura
que aromatizan tus versos.

Hoy aquí ya puedes ver
que aunque pasó un tiempo largo
desde aquel lejano ayer
de la infancia, sin embargo
no se apagó este querer
de colegial amistad
que nació en un internado
a nuestra temprana edad
y que fue tan de verdad
que ni el tiempo lo ha borrado.

Y porque guardes memoria
en los años venideros
del grupo de compañeros
que hoy te empujan a la gloria
o al trono de la poesía,
quiero nombrarte el primero
y sin pausa dilatoria
al audaz José María,
este timonel bloguero
que es tejedor y archivero
de nuestra común historia.
Y es su don
disponer de un diapasón
en su alma-mandolina
donde afina
también nuestro corazón.

Junto a él
tienes a Enrique Muñiz
y otro que tal, Juan Manuel.
capaces de hacer feliz
y encandilar a cualquiera,
pues son magos
en el arte del decir,
y lo son de tal manera
que huelga ya repetir
más merecidos halagos.

También compartiendo mesa,
como es patente a la vista,
ve a Lalo Mayo, otro artista
del libro y la letra impresa.
Y es que Mayo,
zahorí de la cultura,
guipa un poema, un ensayo
un relato, una aventura…
une a la pasión finura,
a la habilidad esmero
y en menos que canta un gallo
te hace un libro y un joyero.

Siguiendo la relación
de amigos ve que aquí están
Bañugues, César, Froilán,
Hermanos Frade, Tascón
Pedro López, Julio, Tejo
junto con Javier del Vigo.
Y ese especial “más que amigo”
que ya para el final dejo:
nuestro Pedro, de quien digo
que la edad no le hace viejo
pues se atreve,
por virtud de socorrer,
a viajar donde le lleve
un amigo o un quehacer
truene, hiele, llueva o nieve.

Finalmente ve también
más amigos… y tu gente;
y otros muchos, más de cien,
con el alma aquí presente
que están pero no se ven.

Siente todos nuestros lazos
del querer para contigo.
Siente nuestro parabién.
Siente que nuestros abrazos
son como los de Rodrigo
por siempre jamás. Amén.