DISTANCIA y OLVIDO, OLVIDO y DISTANCIA
Al final del prólogo del libro CUADERNOS DE LA MEMORIA yo me confesaba:
... y me duele el dolor de quienes os fuisteis sin explicación; en mi cesto, panzudo, de mimbres, aún se escuchan mis lamentos, lo confieso, por mi falta de solidaridad con quienes os expulsaban sin compasión, sello imborrable con denominación de origen del aquel Colegio, . pero yo era un niño...
Quizás, quién lo sabe, podía haber hecho ... y no lo hice, y también lo siento, como Fernando.
Recuerdo sentir la tristeza más absoluta el día de Navidad cuando, después de comer en casa, había que subir de nuevo a la Virgen para estar en el Santuario en el rosario de las cinco de la tarde, las cinco en punto de la tarde. Dejar a mis padres, a mis hermanas, a mi abuela... y no lo entendía...pero tampoco preguntaba.
Otros no teníais ni eso.
Me apasiona el tema del tiempo en todas sus facetas. Y siempre recuerdo que en los tiempos de Las Caldas, aquel fray Box que era tan buen estudiante (académicamente, por lo menos) sacó una nota un poco peor (unas décimas en cuenta actual) porque la pregunta en el examen oral de la asignatura de Cosmología fue el tiempo, y me atasqué algo. El profesor era el P. fray Alberto G. Fuente que murió a fines del año 2012, y del que ya hablé en el blog.
No fue por sacarme la espina, sino por casualidades de la vida, el que haya dedicado los últimos años a la naturaleza y medida del tiempo. Y a propósito, no es que me guste vivir en el pasado, ni en la nostalgia, pero sí que creo, tergiversando el tango, que "el olvido es la distancia", es decir lo que nos aleja. También he dicho que el olvido es a veces peor que la muerte. Por eso no me olvido de Las Caldas y sus profesores, porque el poso que me quedó está cercano.
Este mes he terminado mi curso sobre el tiempo con la frase: "un segundo para la eternidad". Es lo que se necesita para transcender el tiempo, y pasar al "no tiempo", es decir a la eternidad, que no puede ser aburrida porque el aburrimiento es cosa de los que vivimos en el tiempo. Es cierto que las últimas muertes de algunos dominicos me han enfrentado con ese segundo crucial. Mi actitud es dolerme y esperar.
Otra cosa. He leído "casi" todas las reflexiones y recuerdos de Cirauqui, que me gustaron mucho, pero me quedó un gusto amargo cuando contó cómo pasaban los alumnos, con tantas nostalgias, la fiestas navideñas en el Colegio.
Y me duele ahora el que yo no me percatase entonces de ello. No es que lo haya olvidado, es que no tuve ocasión de enterarme. No sé si fue por culpa mía, que pasaba las Navidades con mi madre, o porque el "régimen" que se mantenía allí, de apartamiento de los profesores, no me lo permitía, y se cumplía una disciplina que me lleva otra vez al tango pero puesto ya del derecho: "dicen que la distancia es el olvido".
Teníamos que apartarnos, estar a distancia de las preocupaciones y vivencias de los chicos, porque ya había gente designada para ello. Para mí aquel alejamiento, esa distancia, ha resultado un gran olvido.
Lo siento.
Fernando M. Box
53 comentarios
Eugenio -
santiago rodriguez -
Luis Heredia -
Yo así reúno los de todos y los hago míos para que Fernando, El Besucón y Pedro (¿ves, Pedro, que a veces prescindo del tratamiento pero sigues siendo mi Padre?) los vuelvan a leer porque se lo merecen. Han estado con nosotros desde el principio de los tiempos y nunca nos han abandonado.
Eugenio -
santiago rodriguez -
José Luis Alcalde Revilla -
Pedro Sánchez Menéndez -
Gracias de nuevo por todo. Pedro
Eugenio -
jose ignacio -
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Recuerdo para aquellos pobres que estuvieron mucho peor que nosotros. Su delito: haber nacido antes.
En los tiempos de postguerra en Corias, los alumnos jugaban en los recreos con una bola de trapos atados que simulaba un balón.
La ingesta de alimentos era tan escasa y tan pobre en calorías que frecuentemente tenían que suspender el partido y sentarse para reponerse del cansancio prematuro por la falta de fuerzas.Todo esto lo escuché por boca de un exalumno con úlcera de estómago crónica, patología ocasionada por la reiterada necesidad saciar el hambre a base de comer frutos silvestres, de complicada y dilatada digestión.
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Recuerdo de aquel pobre niño, siempre solo, y que pasó una vida mucho peor que nosotros. Su delito: estar enfermo de tuberculosis en malos tiempos.
No recuerdo su nombre. Sí recuerdo que en un momento nos cruzamos las miradas. Recuerdo su rostro y recuerdo que era por la tarde y que los demás niños estábamos jugando cerca de su casa. El parecía amedrentado, asomando sólo el rostro sobre el cuerpo inferior de la puerta. Tenía una tez muy pálida y su cara era afilada con ojeras pronunciadas. Yo creo que tenía ganas de saltar para unirse a los demás niños, pero también tenía miedo ya que todo su mundo y su refugio estaba casa adentro. No le conocíamos por ninguna otra faceta, No iba a la escuela. No jugaba con nosotros. Era un niño anónimo. Era un niño enfermo, pero era un niño.
Enrique Frade -
Es fabuloso todo lo que leo,se me saltan algunas lagrimas,cuando veo que despues de tantos años de cursos distintos casi sin conocernos entre muchos de nosotros,pero ese poso que nos dejó,con lo bueno y con lo menos bueno,la educacion dominicana ,despues de tantos años perdura sobretodo en el cariño que nos tenemos todos,entre nosotros.
Aquello que decia Jesus,que os ameis como Yo os he amado,se ve en cada una de los escritos de este blog ,.
Algo hemos aprendido cuando lo llebamos a cabo.
Yo ya lo he dicho muchas veces y lo repito hoy si no hubiese estado en los dominicosmhabria quedado en primaria a los 12 años,y hubiese sido Tejero como Mi padre o cualquier otra cosa,pero no tendria los conocimientos que tube y tengo,aunque fui tejero despues de salir del noviciado,y no me fue mal.
Un abrazo para P.Pedro ,hace poco le pude dar un abrazo en Aviles,ya eugenio(mandame la direccion)Y a todos los demas,seguiz poniendo temas tan sabrosos como el de Box a quien no conocí ,pero tiene el don para revolucionarnos a todos,hasta al intruso,solo falta el mudo.
Saludos y abrazos .Quique frade.
Antonio Argüeso -
Eugenio -
padre Fernando,
padre Pedro:
Como tú, por cinco lustros,
regenté eclesiales centros.
De mis humanos errores,
ya arrepentido de ellos,
me perdonen mis alumnos,
porque los sigo queriendo.
De inhumanas directrices,
de injustas atribuciones,
de silenciados atropellos
responda Roma y no yo
ante la historia y el cielo.
fernando muñoz box -
Pedro tiene mucha razón al decir que llega el momento de reflexionar sobre el propio pasado. Hay que hacerlo, pero no sé si yo lo hago bien porque he decidido aceptarme tal como soy. No estar conforme con uno mismo es lógico y a veces bueno, arrepentirse tampoco está mal, pero acongojarse, desesperarse, no tiene sentido.
Creamos o no creamos en Dios, parece que es cierto que será Él quien nos juzgue. Como decía Santiago Carrillo:"Gracias a Dios". Pero yo añado: "Gracias a Dios, porque no nos juzgarán los poderes de este mundo, ni los que están a nuestro alrededor que no nos conocen completamente, ni siquiera nosotros mismos.
Mientras tanto, es inmenso este misterio de la amistad. Ya os dije una vez que yo mismo no me explico el influjo que ha tenido en mí el Colegio de la Virgen, y algunos pocos de aquellos Padres, ni tampoco me explico el influjo que yo haya podido ejercer sobre "unos críos" a los que traté hace casi 50 años, y que ahora son algo tan entrañable.
José Luis Suárez Sánchez -
"hogazas"...
Recuerdo de Corias, con cariño, los "sabañones", fruto de la humedad y del frío, y la sangre cuajada, y la leche en polvo, y el queso amarillo que nos enviaban los americanos, y las truchas que algunos pescábamos a mano en el Narcea y que iban a otros paldares... y los paseos bajo la lluvia para hacernos más fuertes, y la canción "omnes volumus plus" que cantábamos sobre las rocas cuando teníamos hambre...
Los que somos de cerca de Casorvía
(Casorvida para los "finos" como el Pitu)nuestros padres nos enseñaron desde muy pequeñitos a mirar la Naturaleza y...
aprendimos el camino del agua,
y a navegar con las nubes
y a dejarnos mecer por el viento.
Aprendimos del fuego
a saber renacer de cenizas,
y atransformar el dolor en sosiego
y en plenitud el vacío.
Aprendimos del álamo esbelto
a cimbrar,sin romperse,
en las duras tormentas.
Aprendimos del murciélago
a ver rendijas de luz en la noche,
y de la yedra aprendimos
a ser fieles al abrazo primero.
Y aprendimos a scribir en la niebla
la canción de la tarde
después de la siega
entre incienso de hierba
y aliento de flores.
Por eso fuimos así de fuertes.
A Pedro no le digo nada porque nos conocemos demasiado.
Manolo Díaz -
Ojalá alguno de mis alumnos me recuerde con el mismo respeto y gratitud con que yo te recuerdo a ti.
Un abrazo.
dacio -
-creo que para la mayoría al menos-, un padre amable, comprensivo, riguroso cuando era preciso, pero respetuoso siempre. Tu sonrisa bondadosa era un bálsamo en aquella paramera de soledad. Y luego nos permitiste conocer a ese discipulo todo alegría y humanidad que aún permanece a tu lado. Gracias Box, gracias Alcalde, gracias Pedro.
Jesús Herrero Marcos -
Ramón Hernández Martín -
Pedro, cuando te canonicen -en este blog ya lo han hecho los poetas, y ¡qué poetas!-, haré un poquito el papelón de abogado del diablo por el capón que una vez me diste y que me dejó la cabeza dolorida durante tres días. Debí de hacerte algo muy gordo. En fin, si en el cielo hay democracia, cuenta con mi voto.
Eugenio -
varón de paciencia y tino,
cómo pensar que tú fueras
-tan humano y tan divino,
con dulzura te lo digo -,
factor de esos desatinos.
Isidro Cicero -
José Mª Sierra Tascón -
Gracias, Pedro.
Un fuerte abrazo.
jose ignacio -
Pedro de mi destino,
Pedro de mi camino,
Ay, mi Pedro genuino,
ahora de Dios vecino,
ahora viejín divino
Javier Cirauqui -
¡Qué grande y que autentico eres! ¡Como me gusta oirte decir que estas disfrutando de nuestra amistad, lo cual valoras sobre manera! En cuanto a expresarte te expresas de la mejor manera. Gracias por tu amistad y por ese maravilloso, sencillo y humano, sincerarte con tu historia, ojalá que todos nos sinceráramos de esa manera, con humildad y amor incontenido. Acogo tu abrazo con verdadero deleite y te mando mi más sincero, fuerte y autentico abrazo de amor fraterno, en estos días posteriores a la Semana Santa. Con mucho cariño. Javier.
santiago rodriguez -
Pedro Sánchez Menéndez -
Mi reflexión me lleva a recordar que yo mismo podría afirmar cosas que habéis dicho, porque también yo fui alumno en lo que se llamaba entonces la Escuela Apostólica, a partir de los 14 años que iba a cumplir. Claro que aquellos fueron años difíciles. Todavía estábamos en guerra civil. No había muchas posibilidades para escoger... Por otra parte, aunque entonces yo no podía entenderlo, la guerra civil supuso un "apagón" en la sociedad española. Estuve en Corias de niño hasta que llegó la hora del noviciado. Cuando al terminar la carrera me mandaron de nuevo a Corias destinado, yo no sabía hacer otra cosa que reproducir lo que yo había vivido. Solo después de muchos años y, sobre todo, después del Concilio Vaticano II, empecé a abrir los ojos a nuevas realidades. Claro que esto no se produce repentinamente, sino que en el contacto con la realidad y con los pensadores que reflexionan sobre la actualidad, vas cambiando poco a poco con más lentitud de la que desearías.
Cuando llegas casi al final, te das cuenta de que la vida es complicada y difícil. Llegan momentos en que tienes que tomar decisiones importantes en tu vida. Entonces llega también el momento de reflexionar sobre tu pasado. No podría aceptar muchas de las cosas en las que me vi involucrado. Pero es parte de mi historia. Y en la actualidad estoy disfrutando extraordinariamente de vuestra amistad, lo cual valoro sobremanera, aunque no sepa expresarlo como desearía.
Abrazos y saludos ara todos. Pedro
José Luis Alcalde Revilla -
San José -
Ramón Hernández Martín -
Eugenio -
DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD.
Medio siglo después cuánto me cuesta entender
el porqué de tanto empeño en cortarnos las alas.
Con qué pasión, con qué fervorosa esperanza deshojábamos la margarita del sí, del no.
Cómo acariciábamos en los patios, la mirada fija en la lejanía, los últimos rayos de sol.
Como viejos prematuros, renunciando de antemano al amor, perdimos nuestro hogar:
olores, sabores, imágenes queridas, doradas memorias que el tiempo, inexorable, grabó.
Tristes fueron aquellas Navidades,
lejos de la aldea, pobre pero amada,
lejos del hogar y del beso materno,
días largos atiborrados de estudios,
pesadas y tristes noches de soledad.
Ya no había ruidos de camellos en los pisos de cemento,
ni había zapatos rotos para dejar en la casa sin balcones,
añorábamos la espumosa, dulce, leche de la vaca pinta,
el caldo de berzas y tocino, xisos adobados y buen vino,
largas sobremesas, eternas veladas al sabor de la lumbre
asando castañas, oyendo cuentos de ánimas y escapaos.
Qué afán en alejarnos de la familia,
de los inocentes amores, del hogar,
extrañando las caricias de la Linda
-inteligente, dócil perra conejera-,
de mi esquiva y ratonera gata negra,
el andar lento de los bueyes mansos,
mi paloma blanca trotando en la Era,
el valido diario de los dulces corderos,
la radio tocando pasodobles y boleros,
mi madre cocinando, tejiendo, lavando,
mi padre tiznado llegando de la mina,
cena de Nochebuena, la Misa del gallo,
bromas blancas de los Santos Inocentes,
naranjas, el cabás y los zuecos de Reyes.
Por recuperar aquellos días y tomar el coche de Fernández
bien diera yo, mal que me lo creas, la mitad de mi felicidad.
santiago rodriguez -
Carlos Vergara -
Un abrazo para todos.
José Luis Alcalde Revilla -
Inocencio -
He sabido de la muerte de Manolo Castañón,por un correo de Carlos Vergara.Dices que era compañero de Vespa y Miguelín,también fue compañero de Jesús Torbado-premio Planeta- y Pepe Domingo Castaño,en Corias.Vergara me manda un enlace para entrar en tú artículo en La Nueva España.
http://www.Ine.es/caudal/2013/03/24/mieres-pierde-un-valor/1387220.html.
Un abrazo.
Inocencio.
JOSÁ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Time is money dicen los yankis, por eso se ficha para trabajar pero no para disfrutar.
El tiempo es al espacio, lo que la cama al matrimonio. Al igual que se pued concebir un matrimonio sin cama se puede concebir un espacio sin tiempo, o no. El tiempo no es uniforme, en tu pueblo y en el mío el tiempo dura más y es mejor, los dias son más largos y más cálidos, o no.
Ya que viniste, quédate, pero ten presente que no siempre los lectores te van dedicar alabanzas, si no nos invitas a tantas cosas como dices te caerán muchas collejas ... verbales, por supuesto.
Abrazos
Luis Heredia -
¡Qué gozada leerte¡
Ramón Hernández Martín -
Mirando hacia el pasado, que siempre será cimiento y estructura de nuestro propio pensar y sentir, os diré que el día 18 de marzo murió, tras un cáncer voraz, Manolo Castañón Velasco, asturiano devenido afamado escultor parisino, que estudió en Salamanca del 63 al 68, dos cursos por detrás de JL y de mí y varios por delante de la mayoría de vosotros. En su sepelio el día 20, en la capilla de Los Arenales de Oviedo, aludí a ese pasado en los términos siguientes:"... De niños, ambos pasamos largos años estudiando con los dominicos mientras crecíamos en edad y sabiduría. Ellos, los dominicos, nos avituallaron convenientemente para afrontar con sentido común y coraje la vida. No es fácil vivir como es debido y encarar los problemas diarios con criterios morales...". Ello quiere decir que siempre miro el pasado con ternura y agradecimiento, a pesar de un centenar de pesares.
En cuanto a la "eternidad", no merece la pena quebrarse la cabeza, siendo como es una vulgar "lata de sardinas" en la que la sardina del pasado y la del futuro comprimen la del presente (jajaja), o aquello de "tres en uno" (vulgar lubrificante de connotación trinitaria), o, lo más divertido, el "todos para uno y uno para todos" de los mosqueteros del rey.
Vivamos intensamente nuestro tiempo, pues, aunque se vaya acortando o comprimiendo por la edad, se nos alarga por la quietud que nos prodiga, mientras la primavera nos advierte, en su significación simbólica, que el presente no tardará en eclosionar en eternidad.
Afectos.
José Luis Suárez Sánchez -
Respecto a lo del tiempo y esas cosas, en cierta ocasión asistí en la Complu a una conferencia de Juan Oró, científico de la NASA. Le preguntaron ante un nutrido número de profesores: ¿Qué es para Vd. el espacio y el tiempo? Sonriendo y tornando una mirada socarrona hacia el moderador, contestó: "¿Ve Vd.? Me ha presentado como una persona que lo sabe todo. Yo no sé qué es el espacio y el tiempo". Y yo -¡pobre de mí!- perteneciente a un pueblín de montaña, cercano a Casorvia y que algunos conocen, pues fueron con la Escolanía a cantar en mi primera misa, con P. Torrellas, P. Pedro y P. Uría, yo, digo, tampoco sé qué es eso del espacio y el tiempo. No sé si es "el continente de los objetos sensibles", o "el transcurso del tiempo", o "el espacio cósmico", o "la separación de las rayas de un pentagrama", o "el espacio vital", o "la condición del movimiento", o "el habitáculo de las cosas", o "un momento en el desenvolvimiento de una idea..." Tampoco sé si el espacio es finito o infinito, si es circular o rectilíneo, si es previo e independiente del universo, si es penetrable o impenetrable, o si es absoluto y eterno... Como véis, estoy hecho un lío. Sólo sé -parafraseando a Pascal- que me espanto ante la infinitud de los espacios que ignoro y que me ignoran.
Gracias al espacio y al tiempo, en cada amanecer me despierta el concierto de todas las cosas: el mirlo, la cigarra, el manzano, el agua, el viento, los amigos que me gritan: ¡ánimo, todavía estás con nosotros...!
JOSÁ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Fernando, así como que no quiere la cosa, nos plantea cuestiones cosmológicas, metafísicas, epistemológicas y, en el trasfondo, psicológicas. Como el espacio es limitado y el tiempo un fugitivo contesto haciendo mía la filosofía Pedriniana, la de Pedrín: NADA de NADA. Naturalmente no es cuestión de espacio y tiempo sino de capacidad y de ganas. ¿Fue mejor el tiempo pasado? En absoluto. ¿Hay que lamentar cómo rellenamos el tiempo pasado? ¿Pa qué? Si tuviésemos la posibilidad ¿corregiríamos algo? Seguro que sí, pero ya no se nos brinda dicha posibilidad. ¿Es bueno recordar? Claro, y eso es lo que estamos haciendo. Escarbando (escargatando) en la brasa dormida encontramos nombres, amigos, situaciones, sensaciones, remordimientos y muchas cosas más que nos permiten ser conscientes de que fuimos, somos y, ojalá, sigamos siendo por mucho tiempo y eso es la vida: lágrimas, dulzura y esperanza nuestra. Yo creo que el olvido es el que marca las distancias, borra las huellas, borra los lazos y con ello, borra las vivencias, borra nuestra historia. No se trata de recordar para arrepentirse sino para revivirse. Corramos los visillo del olvido y que entre la luz.
Fernando, eso de un segundo para la eternidad ¿Se puede tomar como un oxímoron? Yo conocí un cura que, intentando resaltar la magnitud de la eternidad, hablaba, desde el púlpito, de la eternidad eterna y me dio que pensar porque si la eternidad ya es de por sí larga ¿qué no será la eternidad eterna? Por favor, danos luz. Deberías proponerle al Chemari, al Cortés, que organice un simposium para aclarar de una vez por todas las cuestiones del Espacio y del Tiempo; te dirá que no hay ni espacio ni tiempo.
José Luís, te reto a que algún día, poniendo yo las brasas y tú los chorizos y las chuletas, hablemos de abrazos, sonrisas, pasiones, amigos y, de paso, de la eternidad eterna; como ves me asigno la peor parte, la brasa, con el riesgo deabrasarme mientras escargato; tendré la ventaja de que mientras ando a la brasa puedo dar la brasa, que me encanta.
Abrazos apretaos.
P.D. A pesar de lo que diga Fernando, no tengáis miedo al tiempo, no existe, invento de los suizos para vender "lelojes": en la eternidad no puede haber tiempo, contraditio in terminis, o no.
Luis Heredia -
La verdad es que "mirar", miras bien pero escribir lo haces mejor.Así que, por favor, intrusa más de vez en cuando como lo haces con los cursarios.
Un abrazo muy fuerte.
José Luis Suárez Sánchez (el intruso) -
"Cursarios" es el nombre del recuerdo,
de la brasa dormida en el silencio,
de abrazos escondidos en la niebla
y pasiones ahogadas en el miedo.
Corred los visillos del olvido:
que la luz galope hacia el encuentro,
que reviente en cada esquina la sonrisa,
que el silencio se haga grito
y la mirada se haga fuego.
Despierte el sentimiento reprimido,
que brote agua fresca en el desierto
y florezca el rosal de la amistad
e inunde de fragancia nuestro encuentro.
Luis Heredia -
Cuando te leo, pierdo la noción del tiempo. Siempre.
Te tuvimos como profesor y maestro, trabajos que tú ya trataste de diferenciar en alguna de tus reflexiones. Además, has sido Padre y padre, lo que me hace pensar que ni has perdido el tiempo y que además,a lo largo de los años, te has convertido en un ex-apostólico más. Es como si hubieras pasado con el tiempo de Padre a hijo.
En todo este tiempo tan intenso en tu vida, ¿te hubieras imaginado compartir con nosotros este blog o cualquier otro mecanismo de comunicación?
¿Te das cuenta que eres, junto con Pedro que sigue siendo Padre nuestro y Alcalde que sigue siendo Hermano nuestro, el único que sigue conviviendo con nosotros? Tú mismo has dicho en alguna ocasión que echabas de menos la intervención de otros Dominicos. Bueno, la verdad es que no recuerdo si dijiste "otros", lo que haría pensar que sigues en la Orden, o dijiste, en general, de miembros de la Orden.
A veces me pregunto, ¿Qué te comentan tus hijas? ¿O nos escribes a hurtadillas y no se enteran de tus cuitas pasadas?
¿Ha pasado realmente el tiempo para ti o te has atascado últimamente en los 60 a raíz del blog? ¿Qué hora marca tu reloj?
Fernando, tú nunca te has alejado ni has olvidado. Te lo ha dicho Juan Antonio claramente. De lo contrario no seguirías ahora con nosotros.
Y no sé si te gustará leerlo u oírlo pero te lo tengo que decir por enésima vez: te queremos.
santiago rodriguez -
Por otra parte, ¿coincidiste con Felipe Mª Estrada Paetau, guatemalteco, que llego a ser obispo de Guatemala?...las últimas noticias que tengo de él, es que debido a una trombosis estaba completamente paralizado...
Javier Cirauqui -
No hay más que ver esas caras infantiles de la fotografía, señalando esos carteles de Navidad en la Escuela Menor: Feliz Navidad, Virgen del Camino gracias por la Navidad, Navidad Paz, Gloria in Excelsis Deo, todos ellos señalando los carteles con el dedo, con candidez, ternura y a pesar de la pose impuesta con autenticidad. Y por supuesto me gusta reflejar el tiempo que vivimos, tiempo político, concreto, determinado, tiempo afectivo, tiempo amoroso, tiempo religioso, muchas veces a destiempo con nuestros sentimientos infantiles, algunas veces dolorosos y otras veces gratificantes y vivos.
Según dices, Fernado Box, (con b), eres un apasionado del tema, y te admiro porque estudiar el tiempo y reflexionar sobre él, me produce como un misterio, como algo maravilloso, atractivo y embaucador. Recuerdo que cuando me salí del Colegio me dió por leer cosas de Demócrito, Parmémides y otros filósofos de todos los tiempos que hablaban sobre el tiempo, su no y su sí, y aunque no los entendiera, me parecía pura poesía y belleza, aunque para algunos solo fueran sofismas encanallados.
Luego vinieron Marcel Proust con "A la búsqueda del tiempo perdido" y Tomás Man con "La Montaña Mágica" y otros muchos más...
Ahora en estos momentos me encuentro con en este blog para ir a la búsqueda del tiempo perdido y lugar para el encuentro, para darle caña al gran olvido y recobrar el recuerdo en positivo.
Era normal que pasáramos morriñas, nostalgias, cariñicos y saudades, pues era el tiempo y la edad de los afectos, de la necesidad de los besos, de las caricias, del tacto y de las sonrisas, pues quieras o no estábamos separados de nuestro entorno familiar y natural y rodeados, al fín y al cabo de rostros extraños, que al cabo del tiempo se convierten en cercanos y entrañables, a pesar del tiempo transcurrido, el olvido y la lejanía.
Te honra el que digas: "me duele ahora el que yo no me percatase entonces de ello. No es que lo haya olvidado, es que no tuve ocasión de enterarme".. Aparte de que el régimen del Colegio no te lo permitía, así era el tiempo aquel, y hubiera sido heróico e imposible enfrentarte a él. Según dices: "teníamos que estar a la distancia de las preocupaciones y vivencias de los chicos, porque ya había gente designada para ello. Para mí aquel alejamiento, ha resultado un gran olvido".
Creo que hoy en día, también hay una filosofía, de que hay que saber estar a distancia de las personas o de los usuarios con los que trabajas, de no implicarte emocionalmente con ellos, de no mezclarte, de saber separar, de no llevarte los problemas a casa, de que se yo...etc, etc.
Ahora en estos momentos de la jubilación, me doy cuenta que no he sabido distanciarme de mis usuarios y no he trabajado desde la distancia, sino desde el afecto, el cariño, el amor y el servicio, vamos que he sido un desastre en mi trabjo, según los cánones. Quizás sea un craso error, pero tiene la reconpensa, de que a pesar de todo, te recuerdan y los recuerdas con cariño y amor.
De ahí esos recuerdos de la bondad de tus clases, de tus charlas, de tus cine-forum, etc.
Es hora de olvidar el olvido y recordar lo que nos une y nos hace crecer en el afecto.
Cada uno vivimos lo que vivimos, a veces bien a veces mal,sentimos lo que sentimos, pudo haber sido mejor o pudo haber sido peor, pero de lo que no me cabe duda es de que tuvimos muchas cosas en común, y que por eso estamos unidos en este blog, con nuestros recuerdos, a la búsqueda del tiempo perido. Vaya rollo chirimollo.
Un fuerte abrazo para tí, Fernando, y para todos los que escriben y no escriben, para los que leen y no leen. Para todos aquellos que vivimos esta experiencia inolvidable y además entrañable.
Con mucho cariño. Javier.
Juan A. Iturriaga -
De todas formas creo que el tema estaba enfocado en el hecho de que unos críos de diez, once o doce años, se pasaban diez meses seguidos en el colegio y, en algunos casos, con unas relaciones con sus padres un poco sui géneris.
Yo reconozco que no soy muy objetivo, o quizás tuve mala suerte. Tu conociste a un fraile "que dio un bofetón bien merecido". Esas cosas nunca las supe a preciar.
Un saludo a todos.
fernando muñoz box -
Y contesto a Santiago Rodríguez para que no falle en su empeño de historiar ese pasado de la distancia y del no olvido: Estuve en Las Caldas desde 1952-53 al 1954-55. Mi Maestro fue Bonifacio Llamera. Para mí inolvidable y a quien le debo muchísimo de lo que soy.
Fuí a Salamanca y creo que mi Maestro fue el bueno del P. Jesús García. No le hice caso en lo de ponerme a aprender piano, a lo que me animaba, y la razón que me di a mí mismo fue que yo ya era muy mayor (no sé si es que era un imbécil o qué, pero desde luego si imbecilidad significa debilidad mental, yo tuve ese ramalazo por esas épocas). Después vino el P. Bonifacio Llamera que fue mi Maestro cuando yo iba para teólogo. No recuerdo el tiempo exacto que me tocó en suerte, pero sí el abrazo que me dio para despedirse porque se moría, y lo sabíamos los dos.
No tuve al P. Viana, o no lo recuerdo. Después sí recuerdo como Maestro al P. Armando Bandera, pero yo creo que lo fue de Padres jóvenes, como nos llamaban. Era lo que se dice un pedazo de pan.
Tengo la suerte de acordarme muy bien de los que fueron buenos y he olvidado con facilidad a los que me parece que no lo fueron. ¡Allá ellos!
jose ignacio -
lvido, distancia
carita riendo en mi niño
de cabellos como el oro,
ángel que brota del poro
para sacarme cariño.
carita riendo en mi niño,
sueño alegre con tesoro
del que siempre me enamoro
ya viejo con desaliño.
Inocencio Fernández Menéndez -
A pesar de todas las calamidades que relatas,que son ciertas,fuimos unos privilegiados de la época,al menos en mi caso.Me dí cuenta cuando en 1.965,cuando ingresé en la mili en El Ferral del Bernesga.La mayoria de mis 1.000 compañeros eran unos completos analfabetos,su única preocupación eran las borracheras de las tardes.Yo soy de 1955,con 11 años ingresé en Corias,mi padre me llevó a caballo,era el transporte más rápido,en el Alsa tardaría 8 horas.En 1955 en Corias no había duchas,los sábados nos lavabamos los pies en El Narcea,verano e invierno.En 1956 ya había duchas.
En La Virgen,aunque en obras...ya fue mejor.Aquel colegio en comodidades de lo mejor de España...En cuanto a los profesores no tengo disgusto de ninguno en especial,ni del P.Ovidio que dio un bofetón bien merecido.Tengo dos hijas,dos nietos y gracias a mis 10 años en los Dominicos,han tenido una vida mejor...de no haber eso en mi vida.No olvido que somos hijos de la guerra,yo recuerdo el racionamiento,le traía el cuarterón de tabaco a mi abuelo.
Cuando fuí a Corias llevaba maleta,chicos de Valladolid,su poca ropa venía en caja de cartón.
Ahora que tanto hablamos de crisis...crisis las de aquellos tiempos....que no vuelvan...
Un abrazo para todos.
santiago rodriguez -
Entrados en Materia ya diremos que al P.LLamera no le precedió nadie en Las Caldas, pues fue con el que se inauguró el estudiantado, a él le siguieron por orden el P. Dasio Gonzalez, el P. Miguel Mateos (ahora solo Miguel Mateos), el P. Felipe Castro y el P. Candido Aniz, este último ya practicamente en Valladolid. En Salamanca le precedió el P. Jesús Garcia y a este el P. Larrinaga, le siguieron el citado P. Viana y el P. Aniano, despues ya no sé si hubo alguien anterior a Manuel Santos que lo fué doce años antes de acceder a cargos de provincia..
José Mª Sierra Tascón -
Lo que me lleva a pensar que, en el colegio donde pasamos jornadas que se nos hicieron eternas, no hubo nadie o no pudo, aligerar el peso de la soledad, del sentirte abandonado en esa enorme recreación en aquellos días fríos de Navidad y Semana Santa.
Pero, antes de que nos lleven a ese otro estadio que significa pasar "ese segundo a la eternidad", ese pasar al "no y tiempo" expresado por Box, igual tenemos tiempo de reparar algunas carencias. Ahora ya no tenemos un "régimen" que nos lo impida. Y, si aún lo tenemos, ya no podemos escudarnos en él: Es nuestra responsabilidad.
Saludos.
santiago rodriguez -
juan A. Iturriaga -
Fueron otros tiempos y ahora no vamos a juzgar a toda una generación. Hicieron lo que pudieron, supieron, les enseñaron y les ordenaron.
Aquí sí que se puede decir que el autentico cabrón era el sistema.
Hombre, había gente más adepta y también menos, pero de parecido pelaje de la que tenemos ahora. Los caracteres, desde que los describió Teofrasto hasta hoy, han cambiado poco.
En general, no sé si será la madurez pero, los que me puñetearon, ya me resultan absolutamente indiferentes.
En todo caso yo creo que, para los que vivían cerca del colegio, el tema les podría ser más llevadero pero, los que tenían los padres lejos o con dificultades para coincidir con la visita programada los terceros domingos de cada mes, se enfrentaban a una clausura que iba, desde principios de septiembre hasta el último día de Junio, con una invitación/recomendación como estrambote, de visitar el colegio el cuatro de agosto que, en aquellos tiempos, era la festividad de Santo Domingo de Guzmán.
Ni Navidad, ni Semana Santa ni etc , para unos chiquillos de 10, 11, 12 .n años.
Los que tenéis nietos de esa edad, podéis hacer las comparaciones pertinentes.
Yo no los tengo, pero tengo un hijo que pasó por esas edades hace ya algún tiempo y no fui capaz de imaginármelo fuera de casa diez meses seguidos, sin internet, ni teléfono móvil, ni Skype, con la misma ropa prácticamente todo el año, en filas, en silencio, pasando más frio que Cascorro, aguantando al ínclito fraile que le gustaba manosearte cuando te confesabas, o la mala leche del otro fraile que, después de haberse tomado un vete tú a saber que, le había tocado venir a vigilar a los cuatro pelados que no habíamos salido a comer en el día de visita, o las broncas nocturnas en la capilla por haber hablado en filas u otro pecado similar, o quizás mayor, qué más da.
Sabiendo por otra parte que, la carta que escribías a casa, pasaba por la previa lectura, y censura en caso necesario, del Rvdo. P. Director, amén de la que recibías, es decir, una mierda de correspondencia con tus padres.
Aquí sí que yo pondría un etcétera grande.
Pero ahora estamos en otros tiempos y tenemos toda la vida por delante. Aunque sea la vida de nuestros descendientes y, afortunadamente, es una tarea que compensa, como compensa, por lo menos a mí, el conocer del genio de innúmeras gentes que, pasados por el rasero de la panamera, cuentan sus cuitas y alegrías en este lugar de encuentro en que ahora nos encontramos.
Un abrazo a todos.
Joaquín Urbano -
Pero si voy a permitirme dos acotaciones. La primera agradecer a Fernando M. Box, su gallardía, humildad y coherencia en el tiempo, para escribir y reconocer su comportamiento pretérito, resarcirse y saltar aquellos límites que le eran vetados entonces y que hoy, todos maduros, nos cuenta para reconciliarse y hacer los ajustes precisos que el tiempo, la distancia, nunca el olvido, prevalecen en su conciencia y memoria.
Padre Box, de corazón y con todo mi cariño, muchas gracias.
La segunda acotación va en dirección opuesta. Me duelen los comportamientos antiguos y los silencios presentes de quienes entonces si tenían cercanía, presencia continua, no estaban vetados y, salvo error, no he visto hayan explicitado de la más mínima manera sus comportamientos erróneos, reconocido sus dolosas actuaciones y, en cierta, gran, medida, tienen un reconocimiento que excede notoriamente su proceder pasado. Ciertamente, eso es cuestión de su memoria y de su conciencia.
Por mi parte, señalado lo que quería señalar, acertado o no en mis apreciaciones, no hay debate. El olvido es la distancia.
Un abrazo. Joaquín Urbano.
mariano santiso -