LA INTRAHISTORIA Y OTRAS HIERBAS
Recorté esta fotografía de un cartel que anunciaba una exposición de fotografías antiguas de la Virgen del Camino de los años 40 a los 80. Aparecen unos muchachos y muchachas en el exterior del Santuario y a mí se me antoja que eran "libres" y me dieron envidia.
Pensé enviársela a Luis Carrizo, quizás reconociese a alguno de ellos, pidiéndole un comentario para el blog. Y lo hice. En mi correo le decía:
Querido amigo Luis,
En aquellos años 60 en los que nosotros estábamos en nuestro “mundo” del colegio, en el mundo real de tu pueblo de la Virgen del Camino había chicos y chicas que se enamoraban, discutían, bailaban, tenían proyectos de futuro, etc.
Y nosotros pensábamos, al menos yo, que nuestro mundo era el mundo real, y estaba equivocado.
Esta foto que te envío es de chicos y chicas de tu pueblo de los años 60, puede que sea un mediodía de domingo, que se ríen ante la cámara de fotos pensando en qué hacer después de salir del Santuario de misa de una.
Seguro que te sugiere algún comentario que me envíes para publicarlo cualquier día en el blog.
Y sabes que tu pluma está muy cotizada.
josemari.
Ahora, disfrutemos de su literatura.
Amigo Luis, un real gozo leerte y poder pensar.
Aviso a navegantes: comentar fotografías en sepia, cuando se es protagonista de las mismas o coetáneo de los que allí aparecen, entraña el casi inevitable peligro de adoptar un tono elegíaco. De ahí a la grandilocuencia no hay más que un paso. Y, deslizándose por esa cuesta arriba, llegar hasta el ridículo, resulta prácticamente inevitable. Queda dicho.
Yo, por mi parte, con el propósito de vadear en lo posible ese escollo, he comenzado por tomar la penosa determinación de no citar las Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, a pesar del buen juego que darían, junto con otras cautelas de menor calado, que espero me sirvan para no embarrancar en semejantes lodos.
Lo segundo que no voy a hacer, perdóname, José María, es saltar a rematar el balón que me centras en la apostilla con que acompañas la fotografía: “En aquellos años 60 en los que nosotros estábamos en nuestro ‘mundo’ del colegio, en el mundo real de tu pueblo había chicos y chicas que se enamoraban, discutían, bailaban, tenían proyectos de futuro, etc., y nosotros pensábamos, al menos yo, que nuestro mundo era el mundo real, y estaba equivocado…” Renuncio, querido Cortés, a encarrilar mi glosa al hilo de tu acotación porque, sin ánimo de lucro te lo digo: ahora que voy descubriendo tierra, desde esta altura de la ladera a la que voy llegando, me he dado cuenta de que el monte estaba surcado de senderos, lo que se dice cuajado de trochas y veredas, aparte de la mía; con lo que o todos estábamos equivocados o, lo que encuentro más plausible, todos estábamos en lo cierto. Mi padre, como nació en una recóndita aldea del Ribeiro, allá por tierras de Orense, expresaba en gallego esa verdad: “cada un é cada un e vai polo camiño de cada un”. Propercio, al no saber gallego —¡qué irreparable laguna en su curriculum!— lo enunciaba en latín. Pierde mucho, aunque tiene su empaque, pero te lo dejo apuntado porque me temo que tus conocimientos de gallego no se han de extender a mucho más que a decir Ourense y A Coruña. El paisano de Virgilio dejó escrito aquello de unusquisque sua noverit ire via. Habemos muchos (ésta no la recogió tu tocayo Trapiello en el libro de las cerezas) que defendemos esa idea; y yo te aconsejaría que fueras abandonando tu premisa y todas sus inconsecuentes consecuencias, porque dispongo de toda una batería de argumentos con que refutarla si me viera en la necesidad de recurrir al turno de réplica.
A mí me gustaría comentar la foto tomando pie de las palabras que hace unos días pronunció Juan Manuel Díaz, filósofo peripatético, cuyo deambular le ha llevado de Pola de Lena hasta Villajoyosa para hablar de la intrahistoria unamuniana, con la excusa de la presentación del sexto libro de poesía de nuestro amigo, el poeta zamorano Mariano Estrada. Hablaba El polense, a propósito de esa intrahistoria —que es la historia que no sale en los papeles ni en los telediarios—, de la “vida silenciosa de millones de españoles sin historia”. Esto suena tirando a regular, reconozcámoslo. Lo de pasar sin relumbrón y lo de vivir en el economato, como decía aquél, no enrolla nada, ni es cool ni superfuerte ni superideal. Sin embargo, Mercedes, Aurita, Eladio, Camino, Mari… nos miran sonrientes bajo ese palio de hormigón que acoge a los que van al Santuario, porque ese día, te lo puedo asegurar, no se habían levantado, tampoco, con la intención de pasar a la posteridad. De ahí la manifiesta sensación de paz que les invade.
Los que se han marcado el objetivo de hacerse un hueco en las enciclopedias, víctimas de su alto destino (es un decir), suelen aparecer en las fotografías con el ceño fruncido o con una sonrisa más falsa y menos natural. Piensa que de esta escudería proceden los políticos que tratan de conducir el mundo a base de órdenes ministeriales y reglamentos para su aplicación, así como las interminables listas de los que deciden subirse en un caballo —¡danger!, ¡danger!— para salvar a la patria, convertir velis nolis al infiel o llevar la luz de la razón allende sus fronteras. Ojo, que tampoco estoy propugnando aquí emular a los mandriles, cuyo horizonte vital, según he podido aprender en los reportajes de la Dos, no contempla otras ocupaciones que las de encontrar alimento y hembras receptivas.
Yo podría jurarte que no tengo nada contra los que pretenden grandezas, aunque superen su capacidad (salmo 130), yo lo único que les pediría es que no mareen. Por eso me identifico con esas gentes soi-disant sin historia, que hacen su camino sin mayores títulos ni más pretenciosos tratamientos que los que su sencilla pero auténtica intrahistoria les deparó: Aurita la del estanco, Mari la carnicera, Eladio el de los zamoranos… Si la fotografía se ensanchara por los lados y nos metiéramos todos, otro gallo nos cantaría; que diría un navarro y diría bien, por una vez.
Dado en Alicante, junto al Vinalopó, el 24 de febrero de 2013
Luis Carrizo
21 comentarios
Luis Heredia -
Gracias por tu aclaración porque fuí varias veces al Carmín de La Pola, recuerdos traje de allí, y aunque yo no quise a una polesina tampoco ella me quiso a mi.
Aunque no lo hubiera dicho Julio Casares o Correas o S. Barrio de la Mota, los polesos siempre fueron para mi los de Pola de Siero. Vaya pueblín más guapu.
Anónimo -
Saludos
Javier del Vigo -
Y entre tanto pollón de Casorvida y alrededores, viene Luis contando que pasó del pitu arbitral al pitu monosabio hasta que se dio cuenta de que quien mejor lo tocaba era Pilarina...
¿Qué decirte, Pilar? Quien ha hecho y hace feliz a un "paramero" amigo es merecedora de todos nuestros agradecimientos. ¡Enhorabuena! Sigue "arbitrándole", que, a los chicos, nos cuesta aprender, pero Luis ya sabe quién le toca el pito con mayor justicia.
Estoy con Pitu: Manolo, cronista mayor de Lena y Casorvida. (Con permiso de José Manuel, claro!)
Luis Heredia -
Yo no me metí para nada con los Conceyones. Yo lo que me metí fue en un buen lío, sin buscarlo, por ir a arbitrar a uno de los municipios integrantes del Conceyón.
Brutos, haylos en to los laos y a lo mejor aquellos chavales yeren nacidos en Ovieu, lo que justificaría su brutez.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Juan, para otra vez me avisas, yo no sabía lo de los conceyones, pero me da piépara decir que los de Lena se llaman como les sale de los "corbiyones" (ojo , no tiene ese significado, mal hablados). Juan sí sabe el significado. Si viviera el tal Alfonso X te nombraría cronista mayor de Lena y Casorvida.
Abrazos
Tuñón -
Mi padre ye de Palacio Felgueras mi madre de Campomanes y yo nací en La Vega el Rey pero de piquiñín llevaronme pa Ujo,como puedo hablar mal de la Pola.
Mi padre me decía de pequeñu que los de la Pola llamanvense zamarrones.
¿ Ye verdá ho
Tuñón
Manolo Díaz -
Los Conceyones llevamos años promocionando el turismo y los deportes de invierno con una oferta irresistible de atractivos locales, encabezados por la proverbial amabilidad de los nativos.
Y ahora, de un plumazo, venís vosotros y nos desbaratáis el trabajo de mucho tiempo y el sudor de muchos paisanos.
Cualquiera que lea vuestros panfletos difamatorios concluirá que Pola de Lena es la versión asturiana de las favelas brasileñas.
Bien, ahí va una primera advertencia: Desde este momento pongo en manos de los servicios jurídicos municipales el cuerpo del delito, o mejor el cadáver porque todo lo que decís carece de fundamento vital y conlleva retorcidas intenciones de desprestigio de una actividad emergente que vivifica nuestra economía.
Terminareis confesando quién os sobornó o a qué oscuros intereses corresponden esos escritos injuriosos.
Os advierto que Fueyo Patacañón hizo la mili en el Sáhara, en contacto con los Tuareg. Cuando el equipo de interrogación que dirige se pone en movimiento, los interrogados acaban cantando la Internacional. Por allí pasareis vosotros. Y sabremos la verdad. Para que os vayáis situando, el cuartel general se encuentra en las laderas de la Pena Chago. ¿Os sugiere algo el nombre? Si, si, justo encima de Casorvida.
Y sentencio la cuestión de los gentilicios. ¡Los de Lena nos llamamos Conceyones! Alguno estará pensando que le puse muy fácil la rima. ¡Pues rima lo que quieras, hombre! Que rimar y arrascar todo es empezar. Explico lo de Conceyones.
En 1266 el rey Alfonso X el Sabio dentro de su política de repoblación otorga la Carta Fundacional de la Puebla / La Pola de Lena / L.lena con el fin de establecer en la zona un centro económico y administrativo organizador del poblamiento rural de la zona. La nueva Pola fue dotada entonces de un vasto alfoz en el que se integraron diversos territorios que incluía los actuales términos municipales de Lena y Mieres, por lo que fue conocido como El Conceyón, se le concedieron los privilegios del fuero de Benavente y fue favorecida con la instauración de un mercado semanal.
Ahora ya sabéis que hasta el siglo XIX Lena fue el mayor concejo de Asturias. Dejamos de serlo pero nos quedó un gentilicio grandón, pa sacar pechu: ¡¡Conceyones!!
Manolo Díaz
Tuñón -
Enmis años mozos jugaba al fulbol en El Ujo club de segunda regional.
Recuedo que jugamos un partido de rivalidad entre mi equipo y el Lenense.
No me acuerdo que pitó el árbitro encontra del Lenense que se tiraron tres o cuatro energúmenos al campo a por el.
El pobre árbitro no sabía donde meterse hasta que vió ala pareja de la Guardia Civil.
Se acercó a ellos para que le protegieran pero mal sitio encontró. El que mas fuerte le atizaba era el sargento que depués nos enteramo era unhincha acrrimo del Lenense.
Estoy hablando de los años sesenta.
Entiendo lo que te pudo pasar a ti en el polideportivo de la Pola algo parecido al del futbol
Tuñón.
Luis Heredia -
Lo que sí sé es que la chavalería de Pola de Lena de los años 70 tenía una mala leche de narices, para ser finos y no ir más abajo de la anatomía porque decir cojones suena muy mal.
Para sacar yo unes perruques, en el 70 decidí emprender una profesión de alto riesgo que me permitiera los fines de semana invitar como un señor a mi por entonces novia, Pilarina. Invitarla al cortao en el Auseva o el Dindurra que era para lo que me iba a dar mi exigua paga de fin de semana.
"Como yo había sido uno de los mejores aleros, pivot, encestadores y calientabanquillos de todas las yeguadas que habían pasado y pasaron luego por la Paramera", decidí federarme en Baloncesto para jugar con el Grupo Covadonga de Gijón. Lo del entrecomillado no lo dije yo sino que como yo ya no tenía abuelas de aquella, suplo su memoria.
Al quinto o sexto partido de competición, Vallaure, un gran amigo, un gran árbitro de baloncesto y mejor persona, me dijo que el Colegio de Arbitros de Baloncesto necesitaba gente joven , muy preparada intelectualmente, que tuviera dotes de discernir entre el bien y el mal y muy equilibrado para impartir justicia. Era evidente que al dirigirse a mi y sabiendo que había estudiado en un Seminario de tanto prestigio y había empezado ya la carrera de Derecho yo era sin lugar a dudas el elegido. Y esto no lo dijeron mis abuelas sino el propio Vallaure.
Así fue como comenzó mi carrera arbitral. Efímera, por cierto, pues estuve tocando el pito solamente durante dos años en las canchas más famosas de Asturias, excepto en Casorvida ya que de aquella utilizaban balones cuadrados porque las cestas que tenían eran las de recoger les manzanes y patates.
Comenzó mi andadura dando conciertos de silbato en el Palacio de los Deportes de Gijón y terminó en una cancha de baloncesto en Pola de Lena a las 13,30 de la mañana de un infausto Domingo antes de que los brutales jóvenes locales polenses, polesos, lenenses o como se les conozca, a los que no les estaba convenciendo mi concierto de aire ni mis gentiles modales adquiridos en la Paramera, me rodearon con ánimos aviesos de tirarme al río. Yo me acordé entonces de mis abuelas y ellos de mi madre, y mucho.
Viendo que mi integridad física peligraba, logré escabullirme con ayuda del delegado de campo o cancha y renunciando al cobro de la dieta y del cortao semanal para Pilarina, cogí la llave del 2 CV y di la vuelta para Gijón con los ojos fijos en el retrovisor del coche.
A partir de esa experiencia, tuve claro que el único pito que debería tocar sin riesgo alguno para mi integridad física por aquellos años era el mío y que conservo aún hoy día de milagro.
Aquella decisión fue la más acertada de mi vida. Dejé el baloncesto porque el balón me quedaba grande y me di cuenta que el pito lo tocaba mejor Pilarina que yo.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Abrazo
Luis Carrizo -
Muy divertidos vuestros comentarios. Yo también disfruto leéndoos.
¡Qué bonito es hablar idiomas!
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Estáis, todos, hechos unos artistas de la palabra; me fijaré a ver como yuxtaponéis pa luego yo subordinar.
Juan, a ver cuando nos vemos para poder decirte "vísteme vete"; aquel guaje yera cuando menos de Tablao o Malveo.
Amigo José Fdz., citas a Juan como si el supiera algo de la Pola; he de decirte que desde que se fue a la capital y viaja por todo el Urbi et orbe olvidóseye onde queda la Chumina y el Resbalón, por tanto es difícil que sepa si los de la Pola son Polesos o Lenenses, lo más seguro es que quién sabe. Como la Pola es más que Bilbao, pero no tanto como Casorvida, dejaremos que se llamen como les dé la gana.
A los que la tienen larga y aguda, seguid ejercitandola para que nos deleitemos todos, da mucho placer.
Abrazos
Jose Fernández Rodrigo -
Los de Pola de Lena son Lenenses, aunque hay compañeros naturales de aquella zona que están mas enterados que yo, entre ellos Manolo Diaz.
Un saludo.
Manolo Díaz -
¡VITE VEME! ¡VITE VEME!
¿Que qué digo? ¿Latín? ¡No, hombre, no!
Alguno se estrujará los sesos (con s) pensando que se trata de dos verbos latinos unidos a formas pronominales enclíticas.
¡Que no, que no es eso!
Cuánto nos reímos ambos con la historia del paisano que hizo el descubrimiento más transcendente de la humanidad. Algún día te animas y lo cuentas tú, que para eso tienes la pluma afilada que te asigna el Furriel.
Si supiera que Valdés está disponible dejaría en sus manos la explicación de VITE VEME. Pero como se guía por el calendario mozárabe, martius acapara jornadas interminables de cuchao con carreña, limpieza de aguatochos y reparación del forqueu, amén de cuidar el nietu.
Así que tiempo, lo que se dice tiempo, no tendrá mucho.
Pongo yo maños a la obra. Y lo hago utilizando una anécdota trivial, pero que a ti, Luisín, te hará sonreír, porque si bien es cierto que tienes afilada la pluma, tienes aún más puntiagudo el ingenio y el humor. Doy fe.
En los años de esa foto y durante algunos más también, los alumnos, al final del recreo, se colocaban en fila para acceder a las clases. Por allí andaba yo controlando el reingreso a las aulas. Uno de aquellos guajes sacó un caramelo, lo desenvolvió, tiró el papel al suelo y se metió el contenido en la boca. Se dio cuenta de que yo había presenciado toda la es cena. Sin mediar palabra, se agachó, cogió el papel y lo guardó en el bolsillo. Me fui hacia la puerta mientras la fila circulaba hacia el interior. Cuando el alumno del caramelo se disponía a cruzar el umbral, giró la cabeza hacia mí, sonrió y me dijo: Vite veme ¡Genial!
Vite veme en el blog. Hablas de la intrahistoria. Es un concepto que me cautiva desde hace muchos años. Desde que el P. Domínguez, profesor de historia en 2º ó 3º, nos planteó el siguiente sofisma: Mi madre va todos los días al mercado. ¿Eso es un hecho histórico?
Luisín Carrizo, yo sé cuánto te debo y tú sabes cuánto te quiero.
Manolo
Tuñón -
Domina bien el Gallego pero le vamos a catear en Bable.
Los de Pola de Lena llamense Polesos.
Que sigas escribiendo para deleite de todos nosotros.
Tuñón
Luis Carrizo -
Te recuerdo muchas veces en aquellas veladas en que, tú de maestro y yo de aprendiz tuyo, rotulábamos los carteles en que se anunciaban los, ahora se dice eventos culturales, que todos organizábamos.
Te envío un muy efusivo y cariñoso abrazo que espero te ayude a apuntalar tu recuperación. Y participa más en el blog. El silencio es fundamental para hacer música, como muy bien dices, pero entre el silencio y una redonda con calderón tienes una larga escala donde elegir: desde una corcheílla a una semigarrapatea.
De nuevo te lo digo: un entrañable abrazo.
Seque (Ezequiel) -
Ahora que estoy convaleciente de mi sexta intervención de corazón (en la quinta me convertí en bioman con marcapasos), en Madrid con el mejor especialista y estoy seguro que será la definitiva. Dispongo de tiempo para recrearme con las fugaces y magistrales intervenciones como las tuyas y otros antiguos compañeros. Los espectadores tambien somos importantes, como lo es el silencio para la música. Me siento muy orgulloso de los excelentes escritores, fantásticos músicos, pintores y sobre todo de las magníficas personas que me he encontrado después de tan largo camino. ¡Un muuuuy fuerte abrazo!
Luis Carrizo -
Conozco dese siempre, tocayo, a los Molero de la Virgen y tengo una gran amistad con el hijo pequeño, que regenta actualmente, junto con su mujer, la ferretería de toda la vida, que está frente al Bar Central. Gracias también a ti y a Andrés por vuestro amable comentario.
andres cortés aranaz -
Luis Heredia -
Desde luego, a lo largo de este blog hemos descubierto, al menos yo, que en la Paramera se tuvo que haber dado la confluencia de los tres factores, amén del mérito de haberos parido.
Luis, al hilo de esta foto, te tengo que preguntar si en La Virgen conocías a la familia Molero.
Antonio Argüeso -
José Mari, sigue dándole caña a Luis. Bueno y a algún que otro de los que sobre leer, ni se retratan abajo. Aprovecha, ahora que está de moda, y en vez de recortes en el blog, introduce algún impuesto a quien sobre leer no se manifieste.