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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

DESPEDIDA DE PEPE COLINAS

DESPEDIDA DE PEPE COLINAS

El día 21 de Diciembre del ya lejano 1986 la comunidad de dominicos de la Virgen del Camino le ofrecio a PEPE COLINAS una cena-homenaje de despedida. 

Recuperadas estas fotografías de la colección del P. Fernando, permitidme que las subraye en este momento con lo que escribía el P. Pablo Huarte en el blog el 6 de Octubre de 2007, unos días antes del Reencuentro.

Nuestro recuerdo y cariño sincero a la memoria de Pepe Colinas, siempre será el "portero" del Colegio.

 

 


 

 

A PEPE COLINAS

¡Qué buena idea has tenido al darnos ocasión con esa foto, de hacer nuestro homenaje especial, a alguien que fue, durante tantos años en mi caso, algo más que un portero-recepcionista en el colegio Virgen del Camino!


No puedo resistirme a decir algo de Pepe, pues, de no hacerlo, podría recibir un buen tirón de orejas.

A Pepe Colinas, siempre lo quise, lo admiré y hasta me pareció que era un muy buen amigo para mí. Y con los buenos amigos, siempre existen complicidades que hacen que la amistad se asiente y fortalezca.

Desde mi gratitud personal hacia él, voy a tratar de contar algunas cosillas -complicidades, en realidad-, que teníamos entre los dos. Conocedor de que era una persona de total confianza, en más de una ocasión "colaboró" conmigo para tapar alguna situación comprometida que pudiera prsentarse. Por ejemplo: llegaba el P. Prior, P. Eulalio, y le preguntada: "Por casualidad; ¿sabes dónde puede estar el P. Huarte?" "Por aquí ha pasado hace un rato, pero ya sabe lo que son estos jóvenes: van, vienen; suben, bajan; salen vuelven y ¡vaya usted a saber!" Jamás te haría una faena para dejarte al descubierto. Noble y leal, por encima de todo.

Yo me daba cuenta de que -siempre hablo de mi experiencia personal-, mis problemas, mis penas, mis alegrías, mis angustias, eran como si fueran las suyas. Con motivo del viaje a Viena con la escolanía, él conoció como nadie los apuros que yo pasé, hasta coseguir alcanzar los fondos necesarios. Escribí varias cartas a personas de la Orden que podrían ayudarnos, y cuando llegó la respuesta tan generosa del P. Provincial, Cándido Aniz, me llamó inmediatamente que bajara a la portería, pues acababa de llegar un giro muy importante. Bajé, cual ciervo no herido, y me dio el gran abrazo. El giro ascendía 100.000 pts. (Hablamos del año 1978) El camino hacia Viena, comenzaba a vislumbrarse ya con total optimismo. Mi enorme alegría, fue su enorme alegría. Y él, no fue a Viena. Y ya nada se puede hacer para que vaya...

Otro detalle que se me grabó fuertemente de Pepe. Yo estaba en Palencia con los prenovicios. Pepe y su esposa, en la estación de León, con el fin de ir a Santander. Estando en la habitación, el portero de Palencia me llama y me dice: "Padre Huarte, aquí ha llegado dos personas que dicen ser muy amigos de usted". Bajo y...me encuentro con Pepe y su Señora que, al intentar montarse en el tren que iba a Santander, lo hicieron en el que venían a Palencia. Gran abrazo y... "me gustaría que esto os pasase muchas veces, para que así podamos vernos y charlar un buen rato, hasta el próximo tren.

Buen amigo. Leal, hasta lo indecible. ¡Cuántas veces nos acercábamos a la portería para desahogarnos con él! Lo hacía yo, y creo que otros muchos.

Allá donde se encuentre, desde la atalaya de mejor visibilidad, que dirija su mirada a León, los días 12 y 13, y nos pueda recordar y reconocer a todos...

Yo quiero querer creer, que sí sé dónde se encuentra. Pero no ha amanecido todavía. Porque es de noche.

Que María, la del Camino, le tienda la mano y lo lleve hacia la luz, porque seguro que para él, ya ha comenzado a amanecer.

Pablo Huarte, O.P.

3 comentarios

Luis Heredia -

Es una satisfacción ver que la Comunidad agradecía de forma tan cariñosa y personal a todas aquellas personas que formaron parte inseparable de la vida cotidiana del Colegio y sin las que su labor hubiera puesto en riesgo de fuga a más de uno.

Recordando ahora sus caras, rebosaban alegría, compañerismo como uno más y complicidad en muchas ocasiones.

Había cuatro pilares que sustentaban los cimientos del Colegio bajo la tutela de los Padres: las monjas, los seglares, los 3en1, llámesen Javier Muñiz, Antonio Argüeso y cualquiera otro que les precedieron y sucedieron y la tropa de campo dedicada a transformar los campos en estadios o los mosaicos en monumentos.

El Colegio no hubiera funcionado sin todos ellos con la precisión de un reloj suizo.

Pepe Colinas era al Colegio lo que San Pedro al cielo. Mucho más permisivo y cómplice aún, seguro, que San Pedro. Como persona, doy de fé de que San Pedro existió pero como no le conocí, no puedo decir si era tan buena persona como Pepe a pesar de ser Santo.
Los seglares como Oliva, Veneranda y otros de cuyos nombres no puedo acordarme eran al Colegio lo que nuestras tías, abuelas o parientes cercanas o lejanas eran a nuestras casas las cuidadoras, planchadoras y ayudantes desinteresadas de nuestras madres.

O sea, con todos estos mimbres y estos pilares vivimos como en una auténtica familia casi 365 días al año.

Hasta había hijos en la familia incomprendidos por los Padres. Pero bueno, eso, al fin al cabo pasa hasta en las mejores familias y la nuestra de la Paramera pretendía serlo. Para algunos, se consiguió. Otros se emanciparon en cuanto vieron que podían valerse por ellos mismos y a otros los echaron de casa los Padres porque según ellos no iban a ser dignos de pertenecer a esa gran familia. Si el destino dicen que está escrito, los emancipados han acertado plenamente y los repudiados han demostrado con creces que no todas las familias deben ser iguales ni estar cortadas por el mismo patrón.

Es más, salvo raras excepciones, no solamente los emancipados sino también los repudidados - signo inequívoco de grandeza de espíritu- aún recuerdan los buenos momentos vividos. De lo contrario, estarían ellos repudiando el blog. A pesar del repudio, también han recibido parte de la herencia por lo buenas personas que son.

J0¡ Vaya reflexión que acabo de hacer.

Aunque parezca repetición este comentario del mío anterior al homenaje de Oliva, no es el mismo porque quiero dedicar desde aquí lanzar un beso muy fuerte a Pepe Colinas.

Pepe, como dicen Santiago y Juan Ramón, era alguien especial. Pero no solamente para nosotros. Para toda la Comunidad por lo que hemos leído de alguno de nuestros Padres y ex.

Hay veces que si leo en algún texto u oigo la palabra bonhomía, me viene a la cabeza Pepe Colinas. Tengo la fortuna además de disfrutar de una foto tomada en "su portería" en la que están mi padre, mi hermana mayor y él. Normalmente esas fotos las tomábamos cuando sabíamos que el personaje significaba mucho para nosotros.

Hubo dos cancerberos en mi vida estudiantil dignos de mejorar a San Pedro: el primero fue Fray Jaime, en Sto. Domingo de Oviedo. El segundo, Pepe Colinas.

Espero que el día que me me vaya me los encuentre a los dos en la portería de arriba y me dejen, al menos entrar. Para salir, ya me arreglaré yo como antaño.

JUAN RAMON GUTIERREZ MENENDEZ -

El portero era Pepe¡ NO . Era alguién qué nos quería, porque en su interior quería hacerse de nuestra familia. Yo creo que PEPE ,ERA SOLAMENTE , MI luz hacia la espera de una carta, de una lllamada de tfno, hacia las notas , qué el mandada a nuestras casas.... .EL ERA ,,,,,,, AHORA......lo veo..... quién controlaba ..y perdonaba.
PEPE...¡¡¡¡¡¡¡ QUÉ QUIERO MUCHO¡

santiago rodriguez -

Durante el noviciado recibí permiso para acudir a casa debido al fallecimiento de mi única hermana. Aprovechando que el enlace en Leon se prolongaba desde las 10 de la mañana en que llegué de mi pueblo, hasta las seis de la tarde en que salía el tren para Palencia me acerqué al colegio, Pepe que me habá visto de chaval traviosillo y ahora me veia con hábito (entonces solo nos lo quitabamos para dormir), me dió un abrazo de los que se dicen que cortan la respiración, solo había coincidido con el un año....pero aquel abrazo aún me emociona...