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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE NAVIDAD (Madrid 15 de Diciembre)

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE NAVIDAD (Madrid 15 de Diciembre)

Y aquí la segunda parte MENOS TÉCNICA del evento y sus prolegómenos. Todo detalladito por Jesusito Herrero en cabeza de "los genios" del 61. ¿Conocéis mejor manera de echarse a reir? Ya me contaréis.

 

Querido Furriel de congelados bigotes, lo digo porque me acabo de enterar de que en León se han helado hasta las hogueras. Debe ser bonito ver el fuego tieso de frío. Te escribo para contarte (si alguien pregunta quién, tú no sabes nada, ni pío ¿vale?) lo de la comida del domingo día 15 con toda la tropa de Madrid. Lo primero es informarte que, a pesar del frio y de todas las dificultades propias de una ciudad intergaláctica y laberíntica, éramos unos quinientos aproximadamente, contando con el resto de clientes del Mesón Barbacoa, los viandantes que pasaron por delante del local de 14:30 a 16:30, los policías municipales y un Papá Noel al que habían robado la cartera, según él los mismos municipales. ¡Cómo está el patio, tío!


Bueno, al grano, después de los sinceros y obligados saludos del tipo “qué bien te conservas” o “te veo más delgado” (a mí me dijeron “huy, que bien tienes el flequillo”…), nos sentamos como siempre, es decir, los chicos con los chicos y las chicas con las chicas. A mí esto no me parece mal porque así hay más libertad de expresión de género. En seguida pasó el camarero declamando poéticamente la carta o menú, que para el caso da lo mismo y aunque no se le oía nada porque el Pepito y Julio eSe gritaban como demonios, yo entendí perfectamente lo de los langostinos pescanoba, así que me pedí eso de primero. Esto te lo digo para que veas que sigo siendo fiel a mis principios de toda la vida y no hago como algunos que van mucho de boquilla diciendo no sé cuántas cosas del Prieto Picudo y luego le echan gaseosa con el cuento ese del tinto de verano y otras zarandajas.

Estuve muy, pero que muy pendiente, de si había chorizo de segundo para pedirme una ración; ten en cuenta que si todos comiéramos raciones de chorizo sin parar, se dispararía la curva del colesterol, pero ahora mismo no habría chorizos ni chorizas; porque el otro día hablamos de chorizos en masculino, pero las chorizas, que normalmente protestan por no incluir lo del femenino en todo, están muy calladitas las monas de ellas ¿sabes? Esto se lo pienso decir al Pitu para que lo incluya en su tratado del chorizo que ya tiene anunciado; se podría hacer un capítulo entero con divisiones de esas que hace él tan apañadas, como por ejemplo: Capítulo 19. LAS CHORIZAS. 19.1.1 Chorizas con pan. 19.1.2 Chorizas con membrillo. 19.1.3 Chorizas de hecho. 19.1.4 Chorizas de cohecho, más lucrativas. 19.1.4a Chorizas de cohecho a pares. 19.1.4b Chorizas de cohecho en tríos. Y así hasta que se acabe la tinta, que tampoco está barata.

La verdad es que íbamos todos con hambre, la prueba es que en cuanto pusieron los platos se hizo el silencio, no en vano es falta de educación hablar con la boca llena, como sabes, y también con la boca vacía si es para decir tonterías, pero nosotros somos de pensamiento profundo por lo que no se oyó nada fuera de lugar (ni dentro tampoco). Por lo cual todos nos dedicamos a reflexionar, eso sí, con la boca llena. Por ejemplo yo me puse a hacer reflexiones sobre mis depredaciones con los langostinos. Si te he de ser sincero sufrí mucho comiéndolos. ¡Qué pobres y que indefensos ante mi codicia y mi gula! (Por cierto, y por si alguien no se ha enterado aun, las gulas están carísimas).

Siguiendo con mis reflexiones me distraje y espachurré sin querer a un langostino que, a modo de protesta reivindicativa, soltó un chorro de liquidillo que no le dio a Isidro, que se sentó enfrente, de milagro. No hubiera pasado nada porque Isidrín llevaba un jersey naranja casi del mismo color que el crustáceo, pero el susto se lo hubiera llevado igual. Juanjo se sentó a mi lado y se zampó un revuelto de trigueros en un plis plás. Se ve que la reflexión sobre la depredación animal ya la traía hecha de casa. ¡Qué buen chico es Juanjo! A Pedro le pusieron de segundo un pescado con muy buena pinta. En el plato venía otro langostino claramente despistado y enseguida me lo pasó. Yo creo que adivinó mi reflexión de ese momento, porque yo no dejaba de pensar que había saltado de mi plato al suyo, bien por despiste o bien huyendo descaradamente en un descuido mío. Pedro es un santo, lo mismo que José Luis, pero del besucón, quitando el hecho de que está como un pincel, no puedo contar mucho porque se sentó en el extremo de la mesa y no alcancé a ver lo que comía. Si alguien quiere saberlo se lo tendrá que preguntar a él directamente y, además, Julito eSe me pidió las gafas para ver no sé qué y me tiré el resto de la comida palpando la mesa y el plato a ciegas. Lógicamente esto tiene la ventaja de que si te pillan robando la comida del vecino le puedes echar la culpa al magistrado que se ha quedado con tus gafas, que es lo que últimamente hacen los chorizos, ya sean banqueros o políticos.

En fin. Eva, que es la santa del mencionado, se pidió de postre una tarta de manzana, también muy fiel a sus principios, aunque aquí deberíamos de decir “orígenes”, porque como todo el mundo sabe a Eva se la relaciona con la manzana (ya sea en tarta o sin pelar) desde siempre. Los demás se dedicaron a otras tartas y cafés y por fin a charlar con la boca vacía.

El que cobró y se hizo cargo de las cuentas de todos fue Fernando, no confundir con el Alonso de la Fómula 1, que ese cobra de otras maneras y cantidades. El nuestro es honesto, eficaz, ejecutivo, buen compañero, cariñoso y desayuna café con leche por las mañanas y, si le deja su santa, hasta porras come el tío. Por supuesto pagó con billetes de 20 euros y no de 19 como es costumbre en León. Yo intenté colarle uno que tenía, pero me miró fijamente a los ojos y no tuve más remedio que soltarle otro más legal, eso sí, puse como excusa que el Trapi paga siempre con esos billetes y nadie se molesta. Por cierto, ¿alguien sabe algo del susodicho?

Terminado el evento, el doctor Barrigón, que iba de encargado científico de la farmacopea, me dijo que me llevaba en coche hasta la parroquia para lo del concierto de Zamanillo, así que tuve el gustazo de ir de copiloto con él. Después de aparcar al lado mismo de la puerta, y como no había llegado nadie todavía porque venían andando, subimos toda la cuesta hasta el restaurante en su busca. No hubo manera de encontrarlos, lo cual se debe a que Pedro y Alcalde, que se conocen de memoria el barrio, como es lógico, habían venido callejeando por otro sitio. No nos quedó otra solución que volver a la parroquia a patita, no sin antes hacerme yo una nueva reflexión a la puerta del restaurante acerca de si podría considerarse pertinente o no pedir otra racioncita de langostinos, ya que la anterior había sido quemada en la subida. Pero ya se echaba la hora encima y no hubo más remedio que volver magnis itineribus que diría Tascón.

Con respecto al concierto de Zamanillo, de todos es sabido que yo solo tengo orejas a ambos lados de la cabeza, por lo que me considero de lo más inapropiado, no ya para hacer una crítica emotiva medianamente fundamentada, sino para decir ni tan siquiera “mu” al respecto. Solo puedo decirte, dilecto Furriel de imponente figura, que me gustó muchísimo y que recordé aquellos tiempos de paramera rodeado de todo el personal y de todas las músicas celestiales capaces de diluir morriñas, crisis, precariedades y otros contratiempos del intelecto infantil y juvenil. Zamanillo, gracias compañero (que conste que no soy sindicalista).

No obstante, del concierto puede y debe hablar Javier, que se puso a mi izquierda en la comida y no paró de sacar las partituras originales de la Virgen del Camino entre plato y plato y por encima y por debajo. En una de esas me limpié las manos (sin querer) con la del “Ave María” y la del “Perogullo está en el portal” que se habían quedado pegadas con un poco de mayonesa de los langostinos de su propio plato. Me sabe mal reconocerlo, pero aprovechando que estaba muy emocionado hablando de partituras, le escamoteé tres crustáceos sin que se diera cuenta. Luego no paraba de decir que las raciones eran muy pequeñas, ¡coñes! Hay que estar al loro majete. Pero algún día le devolveré los langostinos, eso sí, siempre que él nos cuente lo del concierto con pelos y señales.

Por cierto, el doctor Barrigón se salió a mitad del concierto y, según dicen los de al lado, con mala cara. Espero que no le haya sentado mal nada de la comida. Juro que a él no le quité nada. Por Dios, Santos, ¿cómo estás?

Si a alguien le quedan dudas y quiere hacerme alguna pregunta a la que yo pueda responder con fundamento sobre algún asunto más del menú, dejo aquí mi teléfono. Sed prudentes con la hora de la llamada porque estoy haciendo prácticas de jubilación, así que no me llaméis entre las 22:00 y las 13:00 del día siguiente porque estaré meditando. Mi teléfono: 74J8V0752MB246KTF. Besos.

Jesusito Herrero

4 comentarios

Jesús Herrero Marcos -

Trapi, cachondo, al Pitu y compañía se les lee, a los eléctricos de la Estrella Colorá se les leds, pero a tí, a la Anselma y al Ministro ni se os lee, ni se os leds, solo se os siente. ¡Que pasa! ¿estáis al ralentí o qué? Sois todos unos vagos…

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Jesusito, he de seguir reconociendo que eres bueno en casi todo, incluso comiendo; lo que más me "yode" es que seasmejor pintor, mejor contador y más langostinero que yo, pensaba que era el one y, coñe, me queda grande. Si por mi fuera te nombraría cronista oficial,m pero ya sabes que el Chemari es quien reparte juego, habla con él. ¿Cómo es que siempre os juntáis para comilonas y no para los oficios de media noche? Ese y el otro y el de más allá, no se pierden una; mientras tú reflexionabas sobre la NADA del langostino (no duran NADA) el dictaba sentencia.
Te das cuenta de que el Trapi no da señales de via más que cuando se citan billetes de 19 ó 29, le da igual; qué se traerá entre manos.
Y digo yo, ¿El PaPe y el Besucón no estarán incitando al pecado de la gula? Son muchas las cuchipandas que celebráis con su bendición; pecado, pecado.
Que me alegro que os juntéis y os lo comáis todo. Pero sed buenos.

Julio Correas -

Muy bueno, Jesusito...

Me ha quedado claro que te pusiste "morao" de langostinos y que eres sagaz y rápido a la hora de hurtar los de los vecinos cual banquero preferente de Bankia. Pero no nos dices nada de los villancicos... so Perogrullo!

Quería decirte que te mandé por Mensajeros-Navideños-del-Día de-los-Santos-Inocentes-28-de-Diciembre dos parejas de bogavantes y bogavantas para que los cuidaras y los pusieras a parir o en su defecto los pusieras coloraos en pota de cobre. Pero como no tenía a mano tus señas postales les di el teléfono que nos mandas en este portillo para que te llamaran ipso facto tan pronto llegaran al Foro. (léase ciudad Matritensis, nunca pesebre del di - putado Cascos en Asturias).

Para mi desdicha, incomodidad y desagrado me los han traído de vuelta y me dicen:
1.- que te han llamado cien veces y las cien contesta una voz femenina diciendo que estás "apagado" o "fuera de cobertura"
2.- que ese número no existe porque pones al final KTF.
3.- que utilizado el KTF como pefijo en vez de como final, cambia la voz femenina y dice : "in your home or my home?" lo cual quiere decir que debe ser el pefijo de una ciudad extranjera.

Total, que te has quedado sin bogavantes, como yo me quedé sin abuela, porque para que dejaran de sufrir por el mareo de tanto viaje los he puesto yo coloraos en pota de aluminio porque las de cobre se las han llevado con el cable de las farolas de mi barrio.

Te aseguro que lo siento porque eran buenos! Cuando los saqué de la caja tenían incluso "halo" de santidad.

Revisa, pues, el teléfono que nos indicas por si te has equivocado a la hora de poner el dedo en la tecla... y sobre todo mira a ver si el ...KTF es prefijo, sufijo o solamente "fijo" y hay que contestar en inglés.

Bueno, "hombre-del-flequillo", ya que eres el único que "pinta" algo, te agradezco tu crónica con fotos de esos bandarras, menos Pedro, y aprovecho para mandarte un abrazote... junto con mi consideración más distinguida!

FELIZ AÑO!!!


Andrés Martínez Trapiello -

Jesusín, que veo unos billetes... ¿son de curso legal?.
Te he llamado al teléfono que indicas, pero no te pones; hace un ruido muy raro.
Habéis sido unos privilegiados; pero no por la carta del menú (que también), sino por el programa del concierto. Me hubiera gustado estar con vosotros.