PPedro: maravillado por la contundencia del "no me dá la gana". "Si quieren que se vayan ellos." Ese es mi Pedro. Un abrazo
Antonio Argüeso -
Poco amigo soy de intervenir en debates de este calado. Pero por aquello de no ser, con razón, juzgado de mirar para otra parte, me lanzo a él sin paracaídas.
De entrada podría encontrar atenuantes en el portador del acetre al que hace referencia Isidro, pero no en el General de la Orden, sobre todo con tan inaceptable discurso de 1965. Porque verdad es, Fernando, que hubo asesinatos y muertes que sin duda traumatizaron a muchos religiosos. Pero como Julio S. ha dejado aclarado, no podemos compararlos con los de los vencedores. En el primer caso fueron acciones inexcusables de exaltados y fanáticos extremistas pero que en general fueron, cuando ello era posible, perseguidos y condenados por lo que quedaba de poder establecido. Sin embargo en el segundo, no lo olvidemos, se trató de fusilamientos legales, programados por los sublevados (infundir el miedo paralizador, que decían sus líderes). Y las cifras son escalofriantes: a día de hoy los historiadores han probado que hubo más de 150.000 de esos fusilamientos legales; y seguro que esta cifra seguirá aumentando (en los 80 del siglo pasado andaban por los 80.000). No puedo creer que en 1965 alguien ilustrado, que salía frecuentemente a Europa, donde frecuentaba intelectuales y políticos de diferente corriente, no tuviese información sobre ello.
Vivimos tiempos de crisis, es decir, de cambios. Esperemos que no volvamos al pasado, pero las expectativas son poco halagüeñas: ideologías similares a la que justificó el golpe vuelven a cobrar fuerza. Elección tras elección van ganando terreno. Y dada la situación trágica, tremenda, insoportable que tantas y tantas familias conocen, el mayor peligro es que se dejen engañar por líderes que aportan soluciones rotundas a problemas muy complejos.
Inocencio, para completar tus muy buenas estadísticas: acabo de oír a Jacques Attali hablar del aumento del PIB. Según él cuando aumenta de 5% en EE UU el 4% se va para el 8% y el 1% que queda para el 92% restante. Explicado queda que, según todos los estudios, nunca se hayan vendido tantos artículos de lujo extremo como en los últimos 5 años (coches, yates, joyas ).
Pedro, ¡qué bocanada de aire fresco! Las ideas claras y el pensamiento que no esté centrado en nosotros mismos.
Pedro Sánchez Menéndez -
Estoy de acuerdo con todo lo que decís, y no puedo callarlo, por si se entiende con mi silencio que todavía me encuentro en otra onda. Reconozco mis pocos reflejos para reaccionar ante la situación que me todo vivir. Como vosotros decís yo sí fui educado y a fondo con todas las teologías de Trento. Pero no me da la gana (perdonad la expresión) de salirme de la Iglesia. Que lo hagan ellos, si quieren. La Iglesia me ha transmitido a Jesús, y Jesús es alguien que da sentido a mi vida. Supongo que como todos, he tratado de asumir el proyecto de Jesús y por eso he tomado las opciones que he tomado. Aunque estas decisiones no me impiden pensar que me he podido equivocar. Me alegro de las estadísticas que nos recuerda Inocencio, y de de todo lo que habéis seguido comentando todos los demás. La situación es lamentable y la crisis lo va a poner peor todavía, incluso para nosotros. Todos debemos aportar nuestro granito de arena para que la situación no se agrave. Y será necesario que tengamos las ideas claras para exigir los cambios que son necesarios. Yo no me arrepiento de las últimas decisiones que he tomado y quiero seguir colaborando para que las cosas cambien, porque es lo único que merece la pena. Gracias Julio S. Y gracias a todos por vuestras participaciones. Saludos. Pedro
Julio Correas -
Queridos amigos:
No tengo más remedio que deciros que "estoy en vuestra sintonía". Lo cual no me crea más dudas de las que antes tenía porque yo soy uno de los que me considero "expulsado" de esa iglesia con minúscula que hoy nos llevan los Roucos, Kikos, Caminos, Conferencias Episcopales, pastoralismos de chicha y nabo y tantos etcéteras.
Va siendo hora de quitarse el antifaz religioso y denunciar que éstos que nos aleccionan con leyes son los discípulos interesados de aquellos que imponían la religión por ley. Aquellos talibanes que mataban legalmente as quien no confesara la religión católica... por si era rojo o maricón.
Quiero creer que este Francisco, Papa, pueda cambiar esta dinámica pero lo veo difícil. De momento nos cambian al ex-jesuita Camino y nombran a uno del Opus Dei. Perfecto. Gallardón estará encantado de decir que alguien le marca el Camino!(por el libro)
Mucho o todo lo que nuestra generación ha luchado para lograr beneficios políticos, sociales, laborales y culturales tenía que ver con nuestra formación religiosa. Todos esos beneficios políticos, sociales, laborales y culturales se han ido a la "mierda" (con perdón), por la eficacia de los adláteres de la iglesia. ¿A alguien le puede asombrar que nos borráramos de esa falacia?
Ya cuento mis años... en los que las estadísticas dicen que me quedan de vida. No tengo ni diez. Sólo siento que si mi "motto" de educación de mis hijos ha sido el ejemplo, en lo que respecta a la educación religiosa he sido un mal ejemplo... ¿o no?
fernando muñoz box -
Gracias Julio. También un recuerdo a Isidro Cicero y a Inocencio por reactivar nuestras conciencias... Julio, pídele a Josemari que anule la parte que salió mal pues él puede, y así queda muy claro todo lo que dices y que sabes comparto contigo. Abrazos a todos
Julio S -
No sé la razón, pero el texto quedó incompleto al publicarlo. Lo repito, aunque quizá carezca de interés por sus obviedades.
Fernando, como dices, no se puede olvidar, que la Iglesia se puso a disposición de las fuerzas que lucharon contra el gobierno legalmente constituido, aunque posteriormente un personajillo cínico como Franco dijese: el movimiento nacional no ha sido nunca una sublevación. Los sublevados eran, y son, ellos: los rojos. El absurdo de estas declaraciones quedó subrayado por uno de los autores de la Constitución republicana, el distinguido jurista y criminalista Luis Jiménez de Asúa, cuando describió la acusación como una rebelión a la inversa, por cuyo delito el acusado recibiría una sentencia en viceversa. El ministro de gobernación de Franco, Ramón Serrano Suñer, lo calificaría a posteriori de ser la justicia al revés. Jiménez de Asúa comentó: No creemos que sea posible un viceversa más curioso, que sólo psicológicamente explicarse por la proyección de culpabilidad.
No justifico el asesinato de miembros de la Iglesia, pero menos los llevados a cabo por los vencedores, pues ya había triunfado su golpe militar. No obstante, así como entre los republicanos hubo voces que condenaban los desmanes (el 8 de agosto de 1936, Prieto declaró en las ondas: Por muy fidedignas que sean las terribles y trágicas versiones de lo que ha ocurrido y está ocurriendo en tierras dominadas por nuestros enemigos, aunque día a día nos lleguen agrupados, en montón, los nombres de camaradas, de amigos queridos, en quienes la adscripción a un ideal bastó como condena para sufrir una muerte alevosa, no imitéis esa conducta, os lo ruego, os lo suplico. Ante la crueldad ajena, la piedad vuestra; ante la sevicia ajena, vuestra clemencia; ante los excesos del enemigo, vuestra benevolencia generosa ¡No los imitéis! ¡No los imitéis! Superadlos con vuestra conducta moral; superadlos con vuestra generosidad. Yo no os pido, conste, que perdáis vigor en la lucha, ardor en la pelea. Pido que pechos duros para el combate, duros, de acero, como se denominan algunas Milicias valientes pechos de acero- pero corazones sensibles, capaces de estremecerse ante el dolor humano y de ser albergue de la piedad, tierno sentimiento, sin el cual parece que se pierde lo más esencial de la grandeza humana), no he encontrados entre los purpurados manifestación alguna que condenase la brutal represión que se estaba produciendo tras la victoria. Es más, hoy en día se sigue canonizando a los mártires (no les niego este vocablo y privilegio), pero no he escuchado nada respecto a los otros que murieron por sus ideas, entre los que, por fuerza, había muchos católicos (v. gr. los sacerdotes vascos).
Esta ceguera eclesiástica siguió con el holocausto habido durante la II Guerra Mundial, y ha continuado hasta ahora con todas las desigualdades sociales que se vienen instalando en el mundo occidental; pero eso sí, ven el pecado, y se pronuncian publicamente sin escrúpulos, sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo o, más recientemente, sobre el aborto; y no digo que no tengan derecho a opinar y a convencer a los católicos de su doctrina contraria a lo anterior, pero sí les niego que lo tengan para imponer a los demás sus creencias.
Dices que algo parece cambiar con el nuevo Papa. Personalmente pienso que, desde la muerte de Juan XXIII, la Iglesia ha nadado como el cangrejo, hacia atrás, y ya no espero nada de ella (PaPedro, tengo un enorme respecto por muchos sacerdotes que siguen la doctrina original del cristianismo: el amor a los demás y la lucha por los desamparados).
Un abrazo. ¡Ahora sí que me voy al tomillar, donde parece estar la mayoría silenciosa!
fernando muñoz box -
Si tiene una justificación la postura de los religiosos y el clero después de la guerra es que hubo asesinatos y muertes de muchos de sus componentes. Es cierto que la iglesia española anterior a la guerra 1936-39 había tenido una preponderancia tremenda, un dominio sobre la gente y una terrible oposición ante cambios evidentemente necesarios que se habían afrontado por parte de la República. Sería demasiado decir que tuvieron la culpa de esa guerra, pero es evidente que la apoyaron con todas sus fuerzas hasta elevarla al rango de cruzada. Los asesinatos de aquellos miembros del clero no fueron menos reprobables que los que perpretaron los que luego se llamarían España nacional, pero es cierto que tuvieron su causa en que mucha gente tenían resentimientos y les culpaba con razón del estado social y de pobreza que había. Y también es verdad que conocemos la historia más por la que elaboraron los vencedores que por la que hubieran explicado los otros. Lo muy triste es que hoy la jerarquía eclesiástica quiere recuperar el status quo de que disfrutaban (algunos) en aquellas lejanas fechas, que yo llegué a vivir con muchos de sus traumas. Las cosas han cambiado, gracias a Dios, y no conseguirán todo lo que quieren, y hasta el Papa está un tanto mosqueado con las altas jerarquías españolas, según creo. En cuanto a la Orden dominicana habría que distinguir entre los que la componían en España y los demás. Se daba aquí por supuesto que si algunos habíamos escogido la Orden y la entrada en el Noviciado era porque teníamos también cerrilismo político, por así decir. Y el escándalo de muchos era que algunos jovencillos estudiantes no parecían todo lo franquistas que hubiera sido deseable. Nos reíamos esos pocos de la pretensión de algún ministro de Franco de que el número de españoles que iban al cielo (sic) era muy superior al de los que murieron en la República. Ya sabéis todos que en las votaciones de los 25 años de paz, con mesa electoral en el colegio, yo me fui al tomillar para no votar. Y lo digo más por lo que significa de postura de los dominicos que por el hecho de haber sido el protagonista. Al venir a Valladolid me negué siempre a acudir a Capitanía, creo que el 1º de octubre, fiesta del Caudillo, porque tenían que hacerlo todos los representantes de todos los estamentos civiles y religiosos de la ciudad. Como siempre digo, tengo un profundo sentimiento por muchos de los dominicos que conocí, a pesar de los pesares y pasando por encima de sus ideas, pero no es extensible a todos, como es lógico.
Isidro Cicero -
Esa es la verdad, Inocencio, lo demás son cataplasmas.
Permíteme no obstante esta cataplasma:
A raíz de una foto de Franco entrando en el santuario en loor de devoción frailera, preguntaba yo hace un par de años si alguien sabía qué opinaba el padre Aniceto Fernández sobre el dictador. Por entonces nos había explicado Santiago Rodríguez que el maestro general de la Orden tenía el título de Grande de España. Viéndole yo en aquella foto aportada por José Ignacio Manso, creí ver un noble distanciamiento respecto a Franco, en la mirada del alto clérigo de Pardesivil; distanciamiento que me parecía a mi diferente de la felicidad orgásmica que irradiaban otros, por ejemplo el religioso portador del acetre ceremonial. Planteé la pregunta en estos términos: Qué opinaba verdad el Grande de España sobre el Pequeño de la Coruña?.
Informando con rapidez y rigor, como hace siempre este compañero periodista, me contestó de inmediato Santiago Rodríguez: Se llevaban muy bien. Tiene razón Santiago, según la información que he podido rescatar de la hemeroteca del diario YA cuando relata la imposición a Franco de la Medalla de hermano mayor honorario de la Real Cofradía del Rosario. El acto tuvo lugar el 14 de agosto de 1965 en La Coruña, en presencia del ministro de Información Manuel Fraga Iribarne y el ministro de Marina, Pedro Nieto Antúnez, hermanos mayores ya de la misma cofradía. El padre Aniceto Fernández intervino en el acto primero en nombre de toda la región de Galicia, que según sus palabras, ha dado a España hombres tan eminentes como el Caudillo providencial que había de salvar a España del último y más grave peligro de su historia; luego en nombre de toda España por vos salvada y elevada a un nivel de bienestar y progreso superior en todos los órdenes. En tercer lugar, en nombre de toda la humanidad, que se ha beneficiado inmensamente de la derrota infligida por vos al comunismo en España. En cuarto lugar, en nombre propio como religioso, sacerdote y superior general de toda la Orden dominicana. Una Orden, añadió, extendida por todo el universo mundo. No puedo por menos que añadir que no son menores méritos vuestros las facilidades dadas a la Iglesia para ejercer su ministerio apostólico. Sin duda, mediante estas facilidades el progreso religioso realizado en España durante estos años ha sido grande, declara. Y si no ha sido todo lo grande y eficaz que podía y debía haber sido ese progreso religioso, debemos confesar y reconocer que no es por culpa vuestra, ni por culpa de vuestro Gobierno, sino por culpa nuestra: de los religiosos, de los sacerdotes y de los católicos laicos. Porque no hemos sabido provechar mejor estas circunstancias tan favorables. Vuelvo a ver la foto. Y ya no hallo ninguna diferencia entre la orgiástica felicidad del del acetre y de la que a mí me pareció noble mirada de distanciamiento del de Pardesivil.
inocencio fdez. mdez. -
LA TIERRA EN MINIATURA.REFLEXIONES PARA EL 2014 1. Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes actualmente, sería algo así: Habría: 57 asiáticos 21 europeos 8 africanos 4 americanos 52 mujeres 48 hombres 70 no serían blancos 30 serían blancos 70 no cristianos 30 cristianos 89 heterosexuales 11 homosexuales 2. 6 personas poseerían 59% de toda la riqueza y 2 (sí, solamente 2) serían norteamericanos. 3. De las 100 personas, 80 vivirían en condiciones infrahumanas. 4. 70 no sabrían leer 50 sufrirían de desnutrición 1 persona estaría a punto de morir 1 bebé estaría próximo a nacer. Sólo una (sí, sólo una) tendría educación universitaria. 5. En esta aldea, habría apenas una persona que posee computadora. Al analizar nuestro mundo desde esta perspectiva tan reducida, se hace más presente la necesidad de aceptación, entendimiento, educación y, sobre todo, TOLERANCIA. 6. Ahora piense. Si usted se levantó esta mañana con más salud que enfermedades, entonces usted tiene más suerte que millones de personas que no alcanzarán a sobrevivir esta semana. 7. Si usted nunca experimentó los peligros de la guerra, la soledad de estar preso, la agonía de ser torturado, o la aflicción del hambre, entonces, usted está mejor que 500 millones de personas. 8. Si usted puede ir a su iglesia sin miedo de ser humillado, preso, torturado o muerto, entonces usted es más afortunado que 3 mil millones de personas en el mundo. 9. Si usted tiene comida en el refrigerador, ropa en el armario, un techo sobre su cabeza y un lugar dónde dormir, usted es más rico que el 75% de la población mundial. 10. Si usted guarda dinero en el banco, en la cartera, y tiene algunas monedas guardadas en una caja fuerte, entonces ya está entre los 8% más ricos de este mundo. 11. Si sus padres aún están vivos y unidos, usted es una persona muy rara. 12. Si usted leyó este mensaje, acaba de recibirlo porque alguien estaba pensando en usted y, más aún, tiene mejor suerte que más de 2 mil millones de personas en este mundo, que ni siquiera saben leer. 13. Este mensaje me ha sido enviado por Javier Villanueva Inchausti,navarro de pro,al que felicito el año 2014.
9 comentarios
Andrés Cortés Aranaz -
Ese es mi Pedro.
Un abrazo
Antonio Argüeso -
De entrada podría encontrar atenuantes en el portador del acetre al que hace referencia Isidro, pero no en el General de la Orden, sobre todo con tan inaceptable discurso de 1965. Porque verdad es, Fernando, que hubo asesinatos y muertes que sin duda traumatizaron a muchos religiosos. Pero como Julio S. ha dejado aclarado, no podemos compararlos con los de los vencedores. En el primer caso fueron acciones inexcusables de exaltados y fanáticos extremistas pero que en general fueron, cuando ello era posible, perseguidos y condenados por lo que quedaba de poder establecido. Sin embargo en el segundo, no lo olvidemos, se trató de fusilamientos legales, programados por los sublevados (infundir el miedo paralizador, que decían sus líderes). Y las cifras son escalofriantes: a día de hoy los historiadores han probado que hubo más de 150.000 de esos fusilamientos legales; y seguro que esta cifra seguirá aumentando (en los 80 del siglo pasado andaban por los 80.000). No puedo creer que en 1965 alguien ilustrado, que salía frecuentemente a Europa, donde frecuentaba intelectuales y políticos de diferente corriente, no tuviese información sobre ello.
Vivimos tiempos de crisis, es decir, de cambios. Esperemos que no volvamos al pasado, pero las expectativas son poco halagüeñas: ideologías similares a la que justificó el golpe vuelven a cobrar fuerza. Elección tras elección van ganando terreno. Y dada la situación trágica, tremenda, insoportable que tantas y tantas familias conocen, el mayor peligro es que se dejen engañar por líderes que aportan soluciones rotundas a problemas muy complejos.
Inocencio, para completar tus muy buenas estadísticas: acabo de oír a Jacques Attali hablar del aumento del PIB. Según él cuando aumenta de 5% en EE UU el 4% se va para el 8% y el 1% que queda para el 92% restante. Explicado queda que, según todos los estudios, nunca se hayan vendido tantos artículos de lujo extremo como en los últimos 5 años (coches, yates, joyas ).
Pedro, ¡qué bocanada de aire fresco! Las ideas claras y el pensamiento que no esté centrado en nosotros mismos.
Pedro Sánchez Menéndez -
Pero no me da la gana (perdonad la expresión) de salirme de la Iglesia. Que lo hagan ellos, si quieren.
La Iglesia me ha transmitido a Jesús, y Jesús es alguien que da sentido a mi vida. Supongo que como todos, he tratado de asumir el proyecto de Jesús y por eso he tomado las opciones que he tomado. Aunque estas decisiones no me impiden pensar que me he podido equivocar.
Me alegro de las estadísticas que nos recuerda Inocencio, y de de todo lo que habéis seguido comentando todos los demás. La situación es lamentable y la crisis lo va a poner peor todavía, incluso para nosotros. Todos debemos aportar nuestro granito de arena para que la situación no se agrave. Y será necesario que tengamos las ideas claras para exigir los cambios que son necesarios.
Yo no me arrepiento de las últimas decisiones que he tomado y quiero seguir colaborando para que las cosas cambien, porque es lo único que merece la pena.
Gracias Julio S. Y gracias a todos por vuestras participaciones.
Saludos. Pedro
Julio Correas -
No tengo más remedio que deciros que "estoy en vuestra sintonía". Lo cual no me crea más dudas de las que antes tenía porque yo soy uno de los que me considero "expulsado" de esa iglesia con minúscula que hoy nos llevan los Roucos, Kikos, Caminos, Conferencias Episcopales, pastoralismos de chicha y nabo y tantos etcéteras.
Va siendo hora de quitarse el antifaz religioso y denunciar que éstos que nos aleccionan con leyes son los discípulos interesados de aquellos que imponían la religión por ley. Aquellos talibanes que mataban legalmente as quien no confesara la religión católica... por si era rojo o maricón.
Quiero creer que este Francisco, Papa, pueda cambiar esta dinámica pero lo veo difícil. De momento nos cambian al ex-jesuita Camino y nombran a uno del Opus Dei. Perfecto. Gallardón estará encantado de decir que alguien le marca el Camino!(por el libro)
Mucho o todo lo que nuestra generación ha luchado para lograr beneficios políticos, sociales, laborales y culturales tenía que ver con nuestra formación religiosa. Todos esos beneficios políticos, sociales, laborales y culturales se han ido a la "mierda" (con perdón), por la eficacia de los adláteres de la iglesia. ¿A alguien le puede asombrar que nos borráramos de esa falacia?
Ya cuento mis años... en los que las estadísticas dicen que me quedan de vida.
No tengo ni diez. Sólo siento que si mi "motto" de educación de mis hijos ha sido el ejemplo, en lo que respecta a la educación religiosa he sido un mal ejemplo...
¿o no?
fernando muñoz box -
Julio, pídele a Josemari que anule la parte que salió mal pues él puede, y así queda muy claro todo lo que dices y que sabes comparto contigo.
Abrazos a todos
Julio S -
Fernando, como dices, no se puede olvidar, que la Iglesia se puso a disposición de las fuerzas que lucharon contra el gobierno legalmente constituido, aunque posteriormente un personajillo cínico como Franco dijese: el movimiento nacional no ha sido nunca una sublevación. Los sublevados eran, y son, ellos: los rojos. El absurdo de estas declaraciones quedó subrayado por uno de los autores de la Constitución republicana, el distinguido jurista y criminalista Luis Jiménez de Asúa, cuando describió la acusación como una rebelión a la inversa, por cuyo delito el acusado recibiría una sentencia en viceversa. El ministro de gobernación de Franco, Ramón Serrano Suñer, lo calificaría a posteriori de ser la justicia al revés. Jiménez de Asúa comentó: No creemos que sea posible un viceversa más curioso, que sólo psicológicamente explicarse por la proyección de culpabilidad.
No justifico el asesinato de miembros de la Iglesia, pero menos los llevados a cabo por los vencedores, pues ya había triunfado su golpe militar. No obstante, así como entre los republicanos hubo voces que condenaban los desmanes (el 8 de agosto de 1936, Prieto declaró en las ondas: Por muy fidedignas que sean las terribles y trágicas versiones de lo que ha ocurrido y está ocurriendo en tierras dominadas por nuestros enemigos, aunque día a día nos lleguen agrupados, en montón, los nombres de camaradas, de amigos queridos, en quienes la adscripción a un ideal bastó como condena para sufrir una muerte alevosa, no imitéis esa conducta, os lo ruego, os lo suplico. Ante la crueldad ajena, la piedad vuestra; ante la sevicia ajena, vuestra clemencia; ante los excesos del enemigo, vuestra benevolencia generosa ¡No los imitéis! ¡No los imitéis! Superadlos con vuestra conducta moral; superadlos con vuestra generosidad. Yo no os pido, conste, que perdáis vigor en la lucha, ardor en la pelea. Pido que pechos duros para el combate, duros, de acero, como se denominan algunas Milicias valientes pechos de acero- pero corazones sensibles, capaces de estremecerse ante el dolor humano y de ser albergue de la piedad, tierno sentimiento, sin el cual parece que se pierde lo más esencial de la grandeza humana), no he encontrados entre los purpurados manifestación alguna que condenase la brutal represión que se estaba produciendo tras la victoria. Es más, hoy en día se sigue canonizando a los mártires (no les niego este vocablo y privilegio), pero no he escuchado nada respecto a los otros que murieron por sus ideas, entre los que, por fuerza, había muchos católicos (v. gr. los sacerdotes vascos).
Esta ceguera eclesiástica siguió con el holocausto habido durante la II Guerra Mundial, y ha continuado hasta ahora con todas las desigualdades sociales que se vienen instalando en el mundo occidental; pero eso sí, ven el pecado, y se pronuncian publicamente sin escrúpulos, sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo o, más recientemente, sobre el aborto; y no digo que no tengan derecho a opinar y a convencer a los católicos de su doctrina contraria a lo anterior, pero sí les niego que lo tengan para imponer a los demás sus creencias.
Dices que algo parece cambiar con el nuevo Papa. Personalmente pienso que, desde la muerte de Juan XXIII, la Iglesia ha nadado como el cangrejo, hacia atrás, y ya no espero nada de ella (PaPedro, tengo un enorme respecto por muchos sacerdotes que siguen la doctrina original del cristianismo: el amor a los demás y la lucha por los desamparados).
Un abrazo. ¡Ahora sí que me voy al tomillar, donde parece estar la mayoría silenciosa!
fernando muñoz box -
Es cierto que la iglesia española anterior a la guerra 1936-39 había tenido una preponderancia tremenda, un dominio sobre la gente y una terrible oposición ante cambios evidentemente necesarios que se habían afrontado por parte de la República. Sería demasiado decir que tuvieron la culpa de esa guerra, pero es evidente que la apoyaron con todas sus fuerzas hasta elevarla al rango de cruzada.
Los asesinatos de aquellos miembros del clero no fueron menos reprobables que los que perpretaron los que luego se llamarían España nacional, pero es cierto que tuvieron su causa en que mucha gente tenían resentimientos y les culpaba con razón del estado social y de pobreza que había. Y también es verdad que conocemos la historia más por la que elaboraron los vencedores que por la que hubieran explicado los otros.
Lo muy triste es que hoy la jerarquía eclesiástica quiere recuperar el status quo de que disfrutaban (algunos) en aquellas lejanas fechas, que yo llegué a vivir con muchos de sus traumas. Las cosas han cambiado, gracias a Dios, y no conseguirán todo lo que quieren, y hasta el Papa está un tanto mosqueado con las altas jerarquías españolas, según creo.
En cuanto a la Orden dominicana habría que distinguir entre los que la componían en España y los demás. Se daba aquí por supuesto que si algunos habíamos escogido la Orden y la entrada en el Noviciado era porque teníamos también cerrilismo político, por así decir. Y el escándalo de muchos era que algunos jovencillos estudiantes no parecían todo lo franquistas que hubiera sido deseable. Nos reíamos esos pocos de la pretensión de algún ministro de Franco de que el número de españoles que iban al cielo (sic) era muy superior al de los que murieron en la República.
Ya sabéis todos que en las votaciones de los 25 años de paz, con mesa electoral en el colegio, yo me fui al tomillar para no votar. Y lo digo más por lo que significa de postura de los dominicos que por el hecho de haber sido el protagonista. Al venir a Valladolid me negué siempre a acudir a Capitanía, creo que el 1º de octubre, fiesta del Caudillo, porque tenían que hacerlo todos los representantes de todos los estamentos civiles y religiosos de la ciudad.
Como siempre digo, tengo un profundo sentimiento por muchos de los dominicos que conocí, a pesar de los pesares y pasando por encima de sus ideas, pero no es extensible a todos, como es lógico.
Isidro Cicero -
Permíteme no obstante esta cataplasma:
A raíz de una foto de Franco entrando en el santuario en loor de devoción frailera, preguntaba yo hace un par de años si alguien sabía qué opinaba el padre Aniceto Fernández sobre el dictador. Por entonces nos había explicado Santiago Rodríguez que el maestro general de la Orden tenía el título de Grande de España. Viéndole yo en aquella foto aportada por José Ignacio Manso, creí ver un noble distanciamiento respecto a Franco, en la mirada del alto clérigo de Pardesivil; distanciamiento que me parecía a mi diferente de la felicidad orgásmica que irradiaban otros, por ejemplo el religioso portador del acetre ceremonial. Planteé la pregunta en estos términos: Qué opinaba verdad el Grande de España sobre el Pequeño de la Coruña?.
Informando con rapidez y rigor, como hace siempre este compañero periodista, me contestó de inmediato Santiago Rodríguez: Se llevaban muy bien.
Tiene razón Santiago, según la información que he podido rescatar de la hemeroteca del diario YA cuando relata la imposición a Franco de la Medalla de hermano mayor honorario de la Real Cofradía del Rosario. El acto tuvo lugar el 14 de agosto de 1965 en La Coruña, en presencia del ministro de Información Manuel Fraga Iribarne y el ministro de Marina, Pedro Nieto Antúnez, hermanos mayores ya de la misma cofradía.
El padre Aniceto Fernández intervino en el acto primero en nombre de toda la región de Galicia, que según sus palabras, ha dado a España hombres tan eminentes como el Caudillo providencial que había de salvar a España del último y más grave peligro de su historia; luego en nombre de toda España por vos salvada y elevada a un nivel de bienestar y progreso superior en todos los órdenes. En tercer lugar, en nombre de toda la humanidad, que se ha beneficiado inmensamente de la derrota infligida por vos al comunismo en España.
En cuarto lugar, en nombre propio como religioso, sacerdote y superior general de toda la Orden dominicana. Una Orden, añadió, extendida por todo el universo mundo. No puedo por menos que añadir que no son menores méritos vuestros las facilidades dadas a la Iglesia para ejercer su ministerio apostólico.
Sin duda, mediante estas facilidades el progreso religioso realizado en España durante estos años ha sido grande, declara. Y si no ha sido todo lo grande y eficaz que podía y debía haber sido ese progreso religioso, debemos confesar y reconocer que no es por culpa vuestra, ni por culpa de vuestro Gobierno, sino por culpa nuestra: de los religiosos, de los sacerdotes y de los católicos laicos. Porque no hemos sabido provechar mejor estas circunstancias tan favorables.
Vuelvo a ver la foto. Y ya no hallo ninguna diferencia entre la orgiástica felicidad del del acetre y de la que a mí me pareció noble mirada de distanciamiento del de Pardesivil.
inocencio fdez. mdez. -
1. Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes actualmente, sería algo así:
Habría:
57 asiáticos
21 europeos
8 africanos
4 americanos
52 mujeres
48 hombres
70 no serían blancos
30 serían blancos
70 no cristianos
30 cristianos
89 heterosexuales
11 homosexuales
2. 6 personas poseerían 59% de toda la riqueza y 2 (sí, solamente 2) serían norteamericanos.
3. De las 100 personas, 80 vivirían en condiciones infrahumanas.
4. 70 no sabrían leer 50 sufrirían de desnutrición 1 persona estaría a punto de morir 1 bebé estaría próximo a nacer. Sólo una (sí, sólo una) tendría educación universitaria.
5. En esta aldea, habría apenas una persona que posee computadora. Al analizar nuestro mundo desde esta perspectiva tan reducida, se hace más presente la necesidad de aceptación, entendimiento, educación y, sobre todo, TOLERANCIA.
6. Ahora piense. Si usted se levantó esta mañana con más salud que enfermedades, entonces usted tiene más suerte que millones de personas que no alcanzarán a sobrevivir esta semana.
7. Si usted nunca experimentó los peligros de la guerra, la soledad de estar preso, la agonía de ser torturado, o la aflicción del hambre, entonces, usted está mejor que 500 millones de personas.
8. Si usted puede ir a su iglesia sin miedo de ser humillado, preso, torturado o muerto, entonces usted es más afortunado que 3 mil millones de personas en el mundo.
9. Si usted tiene comida en el refrigerador, ropa en el armario, un techo sobre su cabeza y un lugar dónde dormir, usted es más rico que el 75% de la población mundial.
10. Si usted guarda dinero en el banco, en la cartera, y tiene algunas monedas guardadas en una caja fuerte, entonces ya está entre los 8% más ricos de este mundo.
11. Si sus padres aún están vivos y unidos, usted es una persona muy rara.
12. Si usted leyó este mensaje, acaba de recibirlo porque alguien estaba pensando en usted y, más aún, tiene mejor suerte que más de 2 mil millones de personas en este mundo, que ni siquiera saben leer.
13. Este mensaje me ha sido enviado por Javier Villanueva Inchausti,navarro de pro,al que felicito el año 2014.