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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

NORMAS PARA LAS VISITAS

NORMAS PARA LAS VISITAS

Nuevo documento que nos aporta Javier Fernández Martín. Son las normas que regían en el Colegio para ordenar y controlar las visitas de nuestras familias.

Esto es lo que describe Javier.

 

El documento se corresponde con el que recibió mi madre para las visitas. Solo en dos ocasiones a lo largo de los seis años de permanencí en la Virgen del Camino, pudieron ir miembros de mi familia a verme desde Torrelavega en Cantabria.

Con todo, una familia de la Virgen del Camino que tenía un bar, donde se hospedaba mi familia cuando iba, me sacaban a comer algún domingo muy extraordinario, aunque la mayoría de las veces me visitaban en las salas de visita que había en el pasillo que daba acceso al teatro.

Esta fotografía es un ejemplo de aquellas salas de visitas, cuyas ventanas daban al pasillo que había entre las clases de la escuela mayor y el teatro.

La foto se corresponde con mi estancia en el 62 ó 63, con 14 años junto a mi hermano.

 

Javier Fernández Martín.

12 comentarios

Antonio Argüeso -

Luis ¿y lo de ciudades de montaña?. Igual como ya llegaste algo formado a la Paramera no adquiriste información tan esencial. Si así fue no entiendo cómo has podido defenderte en la vida ignorando cosas tan importantes.

La salida del regatu la han adecentado un poco, pero sin exagerar.

Luis Heredia -

Antonio:
-¿dónde nace el Ebro?
- El Ebro nace en Reinosa, provincia de Santander.

Esto fue lo primero que aprendí de Geografía en 1° de Bachillerato y no se me ha vuelto a olvidar en la vida.
De los demás ríos, poco sé. Que el Pisuerga pasa por Valladolid, el Manzanares por Madrid, el Bernesga por León y el Piles por Gijón.
De ahí que la visita a Reinosa hubiera sido obligada para mi. Me impactó el entorno, mañana entre nublada con rayos de sol, de película, y cómo de aquel regatu podía salir tan contínuamente agua, o sea, no mucha pero como si siempre estuviera con el grifo abierto, como para considerarse el nacimiento del Ebro.

Antonio Argüeso -

Ya que el Pitu me tienta con la noche de bodas, voy a contar una, no la mía, que quede claro desde el principio. Estando en la paramera (yo y unos cuantos más) se casó una hermana y lógicamente no pude ir a la boda; no sé ni si lo pedí que los tiempos era como eran. Abro un paréntesis, José Manuel: muy interesante y necesaria tu entrada. Está bien que la memoria selectiva guarde solo lo positivo, pero por los tiempos que andan corriendo no está nada mal prevenir que aquello no puede volver a repetirse, que fue literalmente inhumano. Cierro el paréntesis y vuelvo a la noche de bodas.

Pues eso, que se casó una hermana y se fueron de viaje de novios a Valladolid (no se acepta ningún comentario y quien suelte la risa recibe un capón). Llegaron al hotel y el hotelero les pidió la prueba de que estaban casados…. ¿Sigo? dos noches durmiendo cada uno en su habitación, hasta que llegó el documento firmado por el cura. A pesar de eso siguen unidos, han celebrado las bodas de oro y ella sigue yendo casi a misa diaria. Eran los tiempos, pero por favor ¡que no vuelvan!

Ah y las cuevas las visité siendo crío (no vivía lejos, como del nacimiento, que nadie ha dicho que nace en Reinosa, al igual que Ávila y Reinosa son ciudades de montaña ¿lo habéis olvidado?). Solo recuerdo que había una persona muy mayor que nos las enseñó. Iba con una bombilla atada al casquillo y a un cable que se arrastraba por el húmedo suelo (¡cómo no se electrocutó!). Cuando estábamos al fondo aflojó la bombilla y tuvimos que salir sin luz, para que comprendiéramos cómo vivía aquella gente, comentó tan sagaz guía.

Buen fin de semana a todos, incluso al Presidente, que tiene deberes por hacer (él ya me entiende y el Furriel también).

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Luí, sabemos cómo son los Bisontes de Altamira, como si tuvieran joroba; sabemos dónde no nace el Ebro, pero de lo que no sabemos nada es de ese otro suceso que mencionas: tu noche de boda. Sé bueno y cuéntanos algo, no por morbo, sino por conocer otras noches impactantes. ¿Había grabados en el techo? Si lo tienes en cinta házsela llegar a Chemari, él sabrá cómo sacarle partido.
Yo. como Luís, también estuve allí; en su noche no estuve.
Abrazos

Luis Heredia -

Ino, no es desacertada esta entrada hablando de Visitas. Las dos son visitas, las dos prehistóricas por lo lejano en el tiempo, las dos con restricciones de acceso y las dos en época de Bisontes. Me encantaba el Bisontes. Además, a pelo, sin filtro.
Yo fuí también uno de los privilegiados en las dos visitas. En La Paramera porque a lo largo de los cuatro años de estancia recibí cuatro visitas de mis padres y numeroso hermanos, a pesar de tener que movilizar a los 13 que éramos de aquella saliendo de Gijón parte de ellos en el 2cv a las 6,00 y el resto en tren para llegar a Misa a las 11,00. Llegaban primero los del tren. En otras tres ocasiones más a lo largo de esos años me aproveché de las otras visitas de la familia de mis dos primos, Soria y Torrellas.
Durante mi viaje de novios en el 75 disfruté de tres momentos impactantes: la noche de boda, la visita a Altamira y visitar el nacimiento del Ebro. No te sabría decir cuàl de los tres fue más impactante porque en los tres era primerizo.

federico Esteban Monasterio -

1º Pensaba que yo era de los únicos que nunca tuvieron visitas, pero no.
2º El logo del colegio, a los finales de los cincuenta, no era horizontal sino vertical y un poco más pequeño.
3º La presentación del libro de Arcadio, fue interesante, pocas personas, pero muy interesante por parte de todos.
Saludos.

olano -

Cierto, Inocencio. Unos años más tarde que tú, Izquieta y yo,estuvimos tumbados en una lona contemplando indefinidamente los bisontes del techo. La capilla Sixtina de la prehistoria...
Por otro lado recuerdo que mi padre siempre fumaba Bisonte, con aquella réplica de un bisonte de Altamira en la cajetilla.
Recuerdos...

inocencio fdez. mdez. -

Este comentario que hago,fuera de las normas para las visitas,se refiere a la noticia de ayer.La reapertura al público de las Cuevas de Altamira.Nosotros, en los años 60-63,cuando estudiábamos Filosofía en Las Caldas,fuimos afortunados de ver in situ, una vez,aquellos bisontes y poder acostarse en la cama prehistórica para poder ver uno de ellos.No nos vistieron como a los 5 de ayer y sus guías de Cazafantasmas....O no llegas...o nos pasamos.Dicen,para los que no hayan tenido la ocasión de ver la cueva,que el conjunto son 17 bisontes,dieciseis polícromos y uno negro,que fueron pintados por un maestro pintor,lo que se dice" pentimenti",o sea, a la primera.En aquella época, los que se iniciaban el tabaco,fumaban una cajetilla, marca BISONTE,copia de uno de los bisontes de la Cueva de Altamira.
Si alguien de este blog,recuerda esto que haga algún comentario...
En alguna ocasión he estado posteriormente por allí,pero sólo se podía ver la cueva réplica...pero ya no es lo mismo.

Javier Cirauqui -

No consigo arreglarme con la tableta, cuando termine mi viaje de jubileta os comentare las visitas de mi familia, que no eran tan rigidas como contais. Igual los navarros teniamos bula. Un saludo para todos. Javier

Benito Pérez Villalba -

Cantabros y astures, mi familia tampoco me pudo visitar en los 3 años que estuve en el colegio, pero si recibí una visita, que por no esperada, me llenó de gran alegría,fué de un maestro que tuve en el pueblo que se llamaba como yo, y hera del pueblo de Prioro, recuerdo que me llevé una gran alegría, ya que hacía unos años que no sabía de él.

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Varias reflexiones:
1. Es claro y notorio que Toñín, hace la pelota a Javierín. ¿Por qué? Algún motivo inconfesable se esconde detrás de palabras tan tiernas y amables. ¿Habrá descubierto Toñín que Javierín pasa mucho tiempo de su jubilatio en Torrelavega? ¿Estará pensando en encargarle el riego de las coles? Lo sabremos.
2. Leídas las normas llego a la conclusión que eran muy justas y equitativas. Quelos familiares vivían lejos, ah, se siente; se joden Vds. Que los tuyos tenían trabajos que no les permitían disponer de los días señalados, ah, se siente, haber escogido otra familia. Que los enchufados de León y alrededores tenían visitas cuando les venía en ganas, ah, se siente; que los demás vinieran o viniesen a vivir a León y se buscasen un enchufe. Que sólo podían venir una o dos veces al año y fuera de horario, ah, se siente, busquense la vida. Que te traen un "paquetín" que tu madre te preparé con mucho cariño y sacrificio, ah, se siente, los que viven cerca y tienen visita cada poco también tienen derecho a comer de tu paquete. Que ... Que ... Eso sí, la educación era igualitaria y todos eramos tratados del mismo modo.
3. Si lo llego a saber, no vengo, no voy, no iría, no ...
4. Si lo llego a saber hubiese pedido que me nacieran en otro lugar.
5. Pero también es cierto que los que no teníamos visitas salimos curtidos, curtidos de piernas de esperar en el campo a que alguien nos anunciara visita.
6. Yo descubrí la añoranza, como estado, en aquellas mañanas de día de visita, pensando en dónde, qué y cómo estarían los míos.
7. También descubrí la rabia, pensando en porqué unos eran afortunados viendo cada poco a los suyos y pudiendo degustar una "paellina" en el Bar Central y otros teníamos que conformarnos con escuchar lo bien que lo habían pasado los otros.
8. Me parece que ya lo conté: Mientras estuve en el colegio se casaron dos tíos carnales. Lo primero que hicieron fue emprender viaje a ver a su sobrino. Con uno de ellos tuve suerte, me dejaron salir y comí la paellita; el otro, llegó fuera de horario, no era día de visita, y me tuve que conformar con salir al estanque de los peces y saludarlos. Todavía tengo maracados los surcos que me dejaron las lágrimas. Tanto es así que entre las marcas de las hostias del Enrique y los surcos de las lágrimas, mi cara es un poema. Me paseé varios años deprimido porque mis amiogotes de curso se pasaron medio Bachiller riéndose de mí; ¡cabrones! Perdón, quise decir, cantabrones.
Qué coño, y ¿por qué tengo que contar yoe stas cosas? Siempre fui un hombre curtido que nunca dio un paso atrás ni para tomar impulso. Me extrañan estas blanduras de ánimo. Este no soy yo, es mi complemento.
Javierín, haces bien, no escibas, ni traigas temas de este calibre al blog; el que quiera saber que se las apañe.
Abrazos

Antonio Argüeso -

¿Recuerdas, Javier, el nombre del mesonero? Era alguien realmente cordial. Mi madre venía siempre el día de la Inmaculada, a la sazón de la Madre y también se hospedaba con esa familia. Cuando pasé por la Virgen del Camino hace dos años intenté recordar el sitio, pero sin éxito.

Yo con mi madre, que era la única vez que la veía en todo el año, estaba justo entre la Misa Mayor y el Rosario (los tiempos eran como eran, acabo de escribir, y la sensibilidad familiar de "la organización" daba poco de sí); pues al ser un día tan festivo, teníamos que asistir a ambos actos. Y comer, los tiempos..... pues un bocadillo que traía desde casa (dados los medios de comunicación de los tiempos..... tenía que venir la víspera e irse al día siguiente para pasar unas horas conmigo). Y los gastos de viaje y estancia eran ya de por sí suficientemente elvados como para ir de comer a una tasca.

Muchas gracias, Javier, por este entrañable recuerdo. Anímate a participar aunque solo sea de vez en cuándo: tu memoria de aquella época es enorme; lo demuestras en los encuentros.