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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

ECOS DE SOCIEDAD (Bañugues, 12 de Febrero)

ECOS DE SOCIEDAD (Bañugues, 12 de Febrero)

Ecos de sociedad. (Por Luisito Heredia)

 
El día 12 de los  corrientes y molientes, tuvo lugar en Bañugues, Asturias, el encuentro de algunos de los muchos de los AADD del Colegio Virgen del Camino organizado por Carlos Jiménez-Cuervas Mons ( en adelante Bañugues).
 
El motivo no fue otro que, a la llamada de Bañugues, reunirse a la mesa de la casa del señor Juan, propietario del asfamiado Restaurante asturiano Máximo. Fue un día maravilloso, según nos  ha informado el cronista del evento, a pesar de  notables ausencias.
 
Los primigenios llegamos a las 12,30 al Restaurante Máximo, cerrado a cal y canto, lo que nos hizo sospechar a Julito Correas, a Pedro- Pajarín, y a mi, que o bien nos habíamos confundido de ciudad o que Máximo estaba aún sin afeitar. Fue lo segundo.


 
Nada más abrir la puerta del Restaurante, Julito se identificó  y a la voz de “hola, veníamos a …., de parte de un amigo que organi…” , ya teníamos sobre el mostrador un aperitivo para empezar.
 
Un aperitivo de mejillones que estaban de rima y aceitunas que nunca probaréis si no vais a Bañugues, todo ello regado por PP (Prieto Picudo) y sidra de la de “te lo juro por mi madre”.
 
Fueron llegando con cuentagotas los comensales que venían de allende Pajares, del Occidente gallego, del centro asturiano de Oviedo, de Gijón, de al lado de Bañugues, como Mallada e incluso del mismísimo Bañugues como Bañugues.  Los primeros abrazo de bienvenida, como siempre, muy emotivos y cariñosos después de tanto tiempo sin vernos unos a otros. Algunos, incluso después de dos días sin verse no parecía que estuvieran haciendo el paripé por el realismo de los abrazos. A mi me pareció ver abrazarse incluso a Quique y Trapi que habían venido juntos en coche. Debió ser de la emoción o que se confundieron entre ellos.


 
Trapi, nada más llegar,  recordó con nostalgia sus vacaciones familiares en Bañugues y se dedicó a volver sobre sus pasos pasados recorriendo calle arriba calle abajo el largo paseo que le separaba del Restaurante a la playa. Una vez confirmado que todo seguía igual menos el campo de Fútbol del Bañugues CF Indalecio que no se había segado desde que él decidió cambiar el lugar de veraneo de Bañugues por la Costa del Sol, volvió rápidamente al Restaurante a degustar con el resto de los equipos el aperitivo, no fuera que no probara bocado. En ese ínterin, entró al Restaurante un señor que se abalanzó sobre Trapi fundiéndose en un emotivo abrazo.
 
 -  ¡Coño, Balbino¡ “Cuéntame cómo te ha ido” desde todos estos años, le espetó  Andrés.
 
Balbino lucía  pelo blanco como Platero  y aparentaba la edad de Trapi. Yo diría que más mayor que Trapi y más joven que Platero,  aunque las apariencias engañan a veces ,lo que me llevó a la conclusión de que debía ser otro exapostólico de yeguadas precedentes a la mía que se había unido al encuentro a última hora y  viendo que se saludaban tan efusivamente, me presenté: -“ Yo soy Luis Heredia, de la yeguada del  62” . Si no se interpone Trapi entre Platero y yo,  le planto dos besos de carrillera como los del Besucón. Rápidamente, Trapi me aclaró el entuerto.  Balbino era un lugareño con el que Trapi pasaba parte de las vacaciones en Bañugues jugando al tute, al mus, a la brisca y a la escoba cuando llegaba a casa,  hasta que Merce le dijo: “O Balbino,  o yo y tus hijos. Elige”. Evidentemente, optó con muy buen criterio por  su familia hasta el día 12  de la comida en el que se re-encontró con Balbino después de 45 años. Como Balbino no tenía reserva, y no se le esperaba, se despidió a la chita callando. No me extraña que Trapi haya trabajado en Correos durante tantos años dándosele tan bien las cartas desde pequeño.
 


Todo estaba programado y planificado con  una precisión tal que me recordó las excursiones a La Vecilla, Boñar, Corias,  las salidas de merienda al campo pues cada uno de nosotros teníamos asignada una misión. Llevar los cestos con los bocadillos,  el vino, que los frailes nos lo convertían en agua, al revés que en la Misa, los balones  de fútbol, bueno, el balón más bien…,  las tiendas de campaña y un largo etcétera. La verdad es que yo no recuerdo el etcétera que me tocaba llevar a mi.
 
Esta vez, también algunos de los comensales se encargaron de traer cosas. Por ejemplo, Julito trajo percebes, a Pedro-Pajarín,  a mi y a mi muleta;  Bañugues trajo también percebes por si alguien comía menos  de la cuenta, los oricios y las centollas. Enrique Muñiz trajo a Andrés Martínez Trapiello. Santiago Alfayate trajo a su mano derecha Manolo Arango.
 
Un dato curioso del encuentro es que no hubo necesidad de poner las señoras a la derecha y los señores a la izquierda de la mesa porque las únicas hembras que asistieron fueron las centollas y mi muleta que se pusieron en el centro de las mesa sin rechistar las unas y a mi lado la otra. Los demás éramos machos, como los percebes y los oricios, dicen,  y como no vino ninguna santa, menos mal, nos emparejamos como nos dio la gana y todos arrejuntaos independientemente de la yeguada a la que perteneciéramos, sexo,  edad o religión que actualmente profesemos. Como debe ser.
 
Los equipos estaban formados por las siguientes alineaciones:
La cabecera Norte  de la mesa estaba cubierta  por Bañugues.
En la Sur, por mi,  asistido por mi muleta.
A la izquierda, según se mire, por Malvárez, Muñiz, César, Correas y Alfayate.
A la derecha, según se mire, por Pedro-Pajarín, Trapi, Lalo, Mallada y Arango.
 
¡Aviso¡: que nadie se ponga en la cabecera porque le obligan los comensales a dar un discurso sin avisar.
 
Tocó el xiflu de salida Bañugues, sin bendecir la mesa,  y nos abalanzamos sobre los oricios y los percebes como si no los hubiéramos comido nunca. Bueno no sé si alguno de los presentes… Afortunadamente no hubo daños personales. Todos, incluso los de tierra firme, sabíamos que ni los pinchos de los oricios ni las uñas de los percebes se comen. A continuación salieron las centollas de Bañugues, que así dicho suena muy mal aunque peor sonaría si se hubiera encargado de traer huevos.


 
Los percebes de Julito y Bañugues parecían de campo de lo grandes que eran. Unos oricios que estaban para comerse hasta los pinchos. Las centollas estaban ya abiertas, las patas partidas y mi carro me lo robaron entre Malvárez y Trapi. Y el plato fuerte de langosta con verdura no lo pudimos acabar. La langosta sí pero la verdura no quedó ni para llenar el tuper que me pedía Pitu. A mi me dijeron que era bugre por el precio pero me dio igual. Yo lo veía como una langosta.
 
El enchufado de Pedro- Pajarín,  comió una fabada que nunca la comió en su casa porque era la primera vez que venía al chigre y de segundo,  una merluza igual que la que hubièramos cogido alguno de nosotros de no haber levantado la sesión Lalo por cuestiones de salud. Me confesó que a él el marisco le gustaba mucho pero que le daba miedo. Le pregunté si era por las bocas tan grandes de las langostas o porque se pinchaba con los oricios o porque los centollos parecen arañones gigantes o porque los percebes son muy feos y no tienen pies pero sí unas uñas muy grandes y me respondió que no, que lo que le daba miedo del marisco era el ácido úrico.
 
Los chupitos corrieron a destajo. Yo acabé una botella de orujo para que Santiago Alfayate la pudiera rellenar de un limonchelo de su propio llagar para darnos a probar en el próximo encuentro; Malvárez no se enteró del tiempo que hacía porque no paró de mezclar el sol con la sombra;  Bañugues bebió un chupitón por lo grande que era de una cosa verde que decía que era Pipermint Frappé de una botella que él había empezado hacía 40 años pero que a mi me parecía que era el líquido sobrante de la verdura con langosta,  y los clásicos Gintonic on the rock cayeron del lado de los que tenían que conducir para que fueran calientes durante el largo viaje de vuelta  que les esperaba. Se me olvida algún chupito pero es que yo ya iba por el cuarto y desde la cabecera de la mesa se ve todo muy lejos y algo borroso.
 
La guinda la puso Josè Ignacio  Serrano Mallada leyèndonos una de sus poesías dedicada a Las Aves del Paraíso, o sea, a nosotros que estábamos presentes y a los de fuera que no pudieron venir porque tampoco hubiera habido sitio para todos. ¡Qué guapo lo dice todo y escribe José Ignacio¡
 
Nos arrancamos durante los chupitos para calentar la voz con el repertorio de la colección “Canciones Populares de Siempre”. Esta vez no agotamos el repertorio porque todos nos teníamos que retirar pronto debido a los viajes de vuelta, menos Bañugues que como tiene piso donde su propio nombre indica, seguro que acabó  repasando alguna de las letras que nos fallaron.
 
Hubo recuerdos entrañables para el P. Torrellas y P. Arruga de la época del proselitismo dominicano pues en la playa de Bañugues era donde más vacaciones se pasaban y vocaciones se conseguían. La playa de Bañugues era por aquel entonces un hervidero, y no precisamente por el sol, sino por la ingente cantidad de chicos y chicas, y no tan chicas, que se reunían para contemplar la apolínea figura del P. Torrellas,  que sin hábito y con meyba estaba como los centollos, para comérselo, y de los vocacionales y vacacionales púberes de entonces. Julito contó una anécdota que sorprendió a todos los comensales; más a mi por la protagonista pues no conocía yo las virtudes de una de mis primas. Parece ser que jugando todos a la pelota o al plato, cuyo deporte puso de moda en Bañugues y parte de España  el P. Angel Torrellas, Julito se arrimó, chocó, dice él, en un lance del juego a una de las sobrinas del P. Torrellas y ésta le soltó un sopapo de agárrate y no te menees. A todos nos hizo una gracia tremenda menos a él que fue el que recibió el sopapo. La verdad es que todos nos preguntamos para nuestros adentros por qué Julito se acordaba tan claramente de aquel sopapo y no tanto de los del P. Cura. Si,  porque le había hecho tilín o tolón aquel choque. No lo dijimos pero todos pensamos que fue tolón lo que le hizo.
 
Juan, el dueño, del Restaurante, quedó tan encantado o más que nosotros a tenor de cómo corrieron los billetes de 20 €. Yo perdí la cuenta cuando Lalo iba por el billete número 19.
 
-         “Dejáis hasta propina”, dijo sorprendido Juan.
 


 
 Y ya en la despedida, nos encontramos a la salida, como siempre,  con nuestra Madre de siempre, la de nuestra vida que siempre llega tarde a comer porque viene pasados ya los postres y los chupitos cuando ya nos estamos despidiendo. El anfitrión,  Bañugues, en un alarde de generosidad, además de habernos invitado a las centollas, nos ofreció su casa de Bañugues para la próxima comida a la que habrá que apuntarse un año antes porque el día de la comida ya hubo 20 reservas contando al dueño del chigre, su amable hija, creo, y los clientes que quedaron hasta el final por si hubiera sobrado algo, los cuales se  llevaron una desilusión tremenda porque no chuparon ni los pinchos de los oricios. Si no cabemos todos en el piso de Bañugues, que está frente al pedreru de su mismo nombre,  tenemos que traer cada uno un banco (de sentarse aunque cobre comisió) y unos tableros con caballete para reubicarnos en el campo de fútbol del Bañugues FC Indalecio. Si venís con balón traer también el meyba para ir a recoger los balones que caigan a la playa.

 


Aviso a navegantes aunque seáis de tierra firme: Ni conmigo ni con Malvárez contéis para recogepelotas. Esta función la tienen que desempeñar expertos en alpinismo y montañismo como Alfayate y Arango que se les da muy bien eso del pioling y el cuerding para bajar y subir acantilados.

 


 

Luis Heredia Álvarez

30 comentarios

Vibot -

Querido Heredia, busca y lee atentamente, te encandilará, el "Ensayo sobre lo cursi" de Ramón Gómez de la Serna. No hay mejor antídoto contra tanta zafiedad ambiental.
Besos.

Vibot -

Gracias, Joseignacio, por tu recuerdo en la mesa.
Abrazos para ti y para todos.
Y gracias a Heredia por hacernos reír con tan buen tino. Genio y figura, Sandie!

jose ignacio -

Para los que tenemos problemas de sueño, aquí os acompaño
una nana que nos canta nuestra madre, la madre que con el corazón en la boca, demandaba en portería a Pepe Colinas que nos avisase de su llegada. Mientras nos la canta acaricia nuestras cabezas hasta quedarnos dormidos.

Es una nana. Es una madre. Es un niño.

Enlace: http://youtu.be/B5zinW-Xa88

Olano -

Aunque un poco atrasado, felicidades Josemari y que cumplas un montón, como el padre de Muñiz, por ejemplo. Un abrazo.

jose ignacio -

Luis Heredia,
alma y media.
Aves del paraíso.


mis niños de plata y oro
dieron valor al destino,
mis niños son un tesoro,
de gozo y dolor en su trino.

mis niños de plata y oro,
si sopla viento marino
cantan y cantan y lloro
en la fronda del camino.

Luis Heredia -

Justino, claro que lo leo. Contigo aprendí.... como dice la canción pero en clave de crónica.
Todo lo que conté fue tan real como la vida y la comida misma. No sé si os habré dado envidia sana o cochina como dice Javier Cirauqui. Desde luego, envidia por haberos perdido la guinda de escuchar de viva voz a Malladina.

Cuando de repente se levantó de la mesa, más de uno creímos que ya se tenía que ir. Nada más lejos de la realidad. De pronto, sacó su chuleta después de tanto marisco, y dijo: “voy a recitaros uno de los poemas del libro (no hace falta que especifiquemos de qué libro se trata) que viene a colación porque está dedicado a todos nosotros y ya que estamos reunidos, también de paso, me acuerdo de Vibot, quien fue el que me inspiró estas letras al hablar de la fuente del pulpo. Nada extraño por la envidiable y no menos pantagruélica comida que nos habíamos metido entre pecho y espalda. Lleva por título “Las Aves del Paraíso”.


“ Las aves del Paraíso

Hace muchos años, en una paramera de León, se intentó la crianza de aves del paraíso. Hubo un éxito irregular. La belleza del paraíso y su selva no era reproducible en el yermo. Pájaros del paraíso sin paraíso.

Hoy ya no quedan restos, pero había un bebedero al lado de las catalpas. Este bebedero era la fuente del pulpo, la fuente donde bebían las aves del paraíso.

La fuente de porcelana,
los peces de filigrana
y el pulpo de rojo grana
¿recordarán nuestra nana
de besos a la mañana
en una edad tan temprana?”

En ese momento, a mi se me puso la carne de pavo real en vez de gallina. Al día siguiente, en casa, volví a leer el pequeño poema. De verdad, os recomiendo volver a leer a José Ignacio. No pudo haber hecho mejor elección para poner esta guinda. Es ese tipo de poemas cortos, todo sentimiento que solamente conocen su trastienda los destinatarios. En mi caso, me siento plenamente identificado, no solamente porque cada ave lleva su nombre y apellido sino también porque aprendí a volar.

Sonará a cursilada, pero es que yo lo soy y mucho y a mucha honra.

federico esteban monasterio -

Voy en el mismo tren de Javier, pero llegamos a tiempo. Felicidades.

justino -

LUIS: Me encantó tu crónica. Tengo mis dudas sobre si llegarás a leer esto, (por eso de la mezcla de noticias y comentarios a las mismas). Te felicito . Un abrazo.

José Luis Alcalde Revilla -

...Luis, me hacen feliz tus crónicas y las agradece, joseito chiquitito, el besuconcete

Javier Muñiz -

Casi no llego. Aunque con retraso: Muchas felicidades
Luis: Estás hecho todo un cronista, especializado en gastronomía. Un abrazo y espero que haya aprovechado

Antonio Argüeso -

Luis, el año que viene tienes que venir a la comida de los del 59. Así nos haces un cronicón como el de arriba y el Pitu me deja en paz.

Eso sí, los del 59 somos civilizados y comemos con mesura.

Antonio Argüeso -

Querido Jose Mari, ayer entre el momento del chivatazo de Pedro (10:46) y esta hora se agolparon todos a felicitarte. Hasta el Pitu lo hizo, con brevedad y sin enrolle, pero te felicitó.

Pero hoy irás viendo que ya, fuera de tres despistados, pasado el día, nadie se acuerda de ti. Por eso yo lo he dejado para hoy. Así que te deseo todo un muy feliz año que justo acabas de iniciar. Un fuerte abrazo

justino -

Acabo de enterarme. FELICIDADES !!!!!!!!

Joaquín Urbano. -

Con un pequeño retraso, Feliz Cumpleaños. Un abrazo.

Jesús Herrero Marcos -

Luisín, eres una fiera, y no solo comiendo bichos de esos a troche y moche.
Bañugues, invítame, coñes.
Furri, haz caso al Pitu, él sabe lo que dice cuando dice lo de que tú solo sabes dar el cante. Voy a crear un grupo de esos de música que se va a llamar Viejales y te voy a dedicar la primera canción a ti solo y se va a titular “Amor de Furri”. Felicidades. Besos.

Javier Cirauqui -

Bueno, una vez felicitado el cumpleañeros, vuelvo al portillo de Ecos de Sociedad o crónica de una mariscada en Bañugues. Como dice José Manuel, lo mejor son los portillos diferenciados, pues sino se confunden los centollos, txangurros, oricios y percebes con los elogios y las felicitaciones.

La verdad Luis, que la crónica es magistral, acertada, cercana y me ha gustado mucho.
Decirte que no siento una envidia sana, sino una envidia cochina y puta de no haber compartido mesa con todos vosotros y sobre todo no haber degustado tanto marisco.
Un saludo para todos. Javier.

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Chemari, cuidado, no te dejes seducir; los cantos de sirena confunden. Sólo tú sabes dar el cante. Cuanto pelota suelto. No esperéis que os dedique un portillo. Sólo es para los elegidos.
Me veo obligado a hacer la advertencia.
Abrazos

José Antonio -

Felicidades, Josemari.
De corazón y de corazón agradecido por tu bien hacer.
Nos tienes bien unidos.
Te queremos.

CARLOS TEJO -

José Mari, felicidades, con mi abrazo y el de Mariángeles.Te queemos.

Oscar Fernández -

¡Enhorabuena!¡Felicidades! A Luis por su crónica enjundiosa. A Josemari por su cumpleaños.

José Ignacio -

Furri,

Todo esto te lo debemos a ti.

Felicidades desde lo más profundo de nuestros corazones.


Comida en Bañugues.
Recuerdos y sentimientos.



Junto al faro del velero
oliendo a sal sin salero,
en la casa del remero
comida mesa, florero
con los amores de acero
de cada niño viajero,
y escrito en mantel“te quiero”
con vieja tinta y tintero.

Javier Cirauqui -

Felicidad te deseo,
Josemari en este día
y que cumplas muchos años,
con salud, con alegría,
rodeado como veo,
de amigos, de familiares,
de blogueros, de paisanos.

Y ya por puro egoismo,
que nos dures, que nos dures,
como pilas alcalinas,
para seguir alumbrando,
este blog de los alumnos
de la Virgen del Camino,
del Camino de León.

Con un abrazo muy fuerte
y música de txun, txun:
¡¡¡Fun,fun,fun,fun,fun,fun,
El Txemari, TXapeldum!!!

Un abrazo. Javier.

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Vamos por orden, el portillo está dedicado a la cuchipanda de unos cuantos fartones q se reunieron e Bañugues, por tanto el comentario de texto debe dedicarse a este tema. Al Chemari le diremos aquello de: "portillero, ábrete un portillo". No sé si alguien tan desconocido merece un portillo para él, si mismo. Que se lo abra y concentre todas las loas y parabienes q le dediquen los blogeros. Que cumples años, pues jo...,nadie te manda cumplir; así te haces mayorín como casi todos. Si hay q felicitarte pues "te se" felicita pero no te acostumbres. Sé feliz, quieras o no. Y sigue cumplindo hasta que organices el centenario luego haced lo que quieras.
Luisín, te has revelado como un gran cronista, muy bueno; en Cadorvida ya te comparan con los nativos. Todo lo q cuentas está muy bien pero nada dices fe que te habías comprometido a llevarme el taper y nada de nada; fartones, triperos, ojalá os salgan los vichos por las orejas.
Abrazos

Javier Medarde -

Zorionak, Josémari. Que disfrutes en este día y que cumplas muchos más.

Emiliano Luengo Becerril -

FELICIDADES Jose Mari:
Que la rutina de cumplir años no te impida ser cada día un poquito más feliz.

José Luis Alcalde Revilla -

Felicidades infinitas, Josémari...¡Gracias por todo lo que nos has ido otorgando en tu vida, que es muy valiosa...y por eso lo que nos das es muy valioso...besitos de joseito chiquitito, el besuconcete

Pedro Sánchez Menéndez -

Muchas felicidades, Josemari. Que lo disfrutes con toda tu familia. Besos y abrazos. Pedro

daniel orden -

Feliz día con los tuyos. Un abrazo.

Luis Heredia -

¡Muchísimas felicidades, Josemari¡ y que te cante el Rey David 64 mañanitas.

Muchos besos.

Pili y Luis

Pedro López LLorente -

Hoy es el cumpleaños de Josemari Cortés, el Furri. Que pases un feliz día y que cumplas muchos más.