LOS BANCOS MODERNISTAS DE ZULOAGA EN LEÓN
Las cerámicas rotas y podridas, los esmaltes oscurecidos por la suciedad, las imágenes inexistentes; en una palabra, «deplorable». Es el estado de la obra que la ciudad de León compró al taller del artista Daniel Zuloaga.
Son ocho bancos en los que se reproducen estampas de la ciudad y que se hicieron para la plaza de Regla. Hoy esperan pacientes a que les llegue su ruina total en los jardines del asilo de San Mamés después de casi un siglo de desinterés.
Los bancos azulejados representan en su parte trasera imágenes de la Catedral, San Isidoro, el antiguo Santuario de la Virgen del Camino, la calle Ancha, la plaza de Botines, el Rastro Viejo, la Plaza Mayor… Mejor suerte corrió la fuente hallada durante unas catas en la plaza de la Catedral y que fue restaurada, si bien continúa en los almacenes municipales desmontada y a la espera de destino.
La fuente y bancos para la plaza de la Catedral fueron desmontados en los años cuarenta: «El vaso de la fuente no fue trasladado, sino enterrado bajo un pequeño túmulo sobre el que se situó años más tarde una farola cuya base de hormigón se asentó en el lugar donde antes habían estado la columna y el capitel, de los que nunca más se ha sabido». El vaso de la fuente se halló en el transcurso de la reforma que se hizo en 1997. Para poder ser retirada, los azulejos fueron desmontados de su armazón y recogidos en un almacén municipal.
Los bancos, por su parte, fueron arrancados de su lugar original completos, base incluida, y colocados en su actual emplazamiento. Las sucesivas corporaciones municipales se han comprometido a salvar esta parte del patrimonio leonés pero todas ellas han ido apartando finalmente el cáliz mientras los bancos pierden de manera irreparable la cerámica.
Y, sin embargo, hubo un tiempo en el que la obra de Zuloaga podía contemplarse en el triángulo que forman la plaza de la Catedral, la calle Ancha y Sierra Pambley. En este pequeño perímetro se concentraba el legado que el maestro heredero de una larga tradición de armeros vascos y tío del pintor Ignacio Zuloaga dejó a la ciudad de León.
Entre las obras de Zuloaga que atesora la ciudad se encuentra el interior de San Francisco de la Vega, donde se encuentran una singular colección de azulejos esmaltados obra de Zuloaga.
También destaca el restaurante Zuloaga ubicado en los bajos del palacio construido a principios del siglo XX por el conde de Sagasta, y que conserva los azulejos de corte modernista que pintara Zuloaga para la decoración del portal de esta casa señorial.
En la Calle Ancha se encuentra la fachada de la casa denominada de Lesmes García, por albergar en sus bajos unos conocidos almacenes. Esta residencia está decorada con dragones verdes obra de Zuloaga. No es la única, otras casas próximas del casco antiguo también conservan azulejos salidos del taller del ceramista segoviano, hoy convertido en Museo Zuloaga.
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Jesús Herrero Marcos -