MISAL DIARIO
Este era el libro que, indefectiblemente, había que abrir cada día. ¿Cuántas misas fueron...? Para bien y para mal, yo sólo estuve dos años en el colegio, pero guardo únicamente los buenos recuerdos. Y dentro del misal, guardo también algunas fotos que me unen a aquel pasado, tan lejano y a la vez tan próximo. Ha sido una suerte encontrar este blog y, gracias a los buenos oficios de José María Cortés, recuperar los nombres de mis compañeros de curso, cuya imagen sólo en muy contados casos soy capaz de extraer de la memoria: los hermanos Arozamena, Soriano y Vallina (de Madrid), Carlos Alonso Herrero, Francisco Cenador, Ordás, Vidales...
Carmelo Flórez Cosío
4 comentarios
Antonio Argueso Gonzalez -
Javier Cirauqui -
Yo también tengo el misal con canto dorado. Me lo regalo el Padre Benito Armendáriz cuando me toco de compañero en el primer año de estancia en Villava.
Rito mozárabe.
A mí me servía de libro de lectura y creo que me he leído todas las biografías de santos, beatos y venerables un montón de veces. Me alegro haberte encontrado. Un abrazo.
santiago rodriguez -
Jose Manuel García Valdés -
José M. García Valdés.