PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE TOMÁS ÁLVAREZ (Madrid, 4 de Abril)
Cosas de la bucólica
El análisis, enmarcado en el contexto de la literatura y sociedad de hace cuatro siglos, está prologado por el académico Luis María Ansón y contiene una serie de ilustraciones del artista Sendo, realizadas para esta edición, relativas a temas cervantinos
El libro desmonta el tópico de la gastronomía del Quijote como únicamente manchega. En el se afirma: “Productos, platos y refranes son esencialmente hispanos, comunes a la mayor parte del territorio peninsular, y además se enriquecen con los ecos de las experiencias culinarias del autor en el norte de África e Italia”
“En aquella época, Miguel de Cervantes fue un observador excepcional —afirma el autor—. Su curiosidad y su peripecia vital le permitieron adquirir un conocimiento privilegiado de la sociedad real del mundo mediterráneo en el momento en que dos grandes potencias, los imperios otomano y español, dirimían allí la hegemonía mundial de las culturas. En este mar se jugó el destino del universo. Cervantes lo conoció muy bien y fue un hombre de frontera; pero un hombre que no sólo conocía —gozaba o sufría— con lo que ocurría en Lepanto, Argel, Chipre, Malta o Túnez, sino que se interesaba por las novedades que llegaban de Flandes, Portugal o las tierras del Nuevo Mundo.
Esa curiosidad y experiencia Cervantes la vertía también en sus obras, y el Quijote es buena prueba de su cosmopolitismo. Provisto de un conocimiento universal, en las páginas del Quijote aparece también una gastronomía multicultural.
En esencia, el volumen profundiza en las comidas, los productos, los refranes y los dichos relativos a la gastronomía en la obra cumbre de nuestras letras, pero en ella también se descubren interesantes aspectos geopolíticos y culinarios del final del siglo XVI, época en la que cambian tanto los hábitos del comer, por influencia de las relaciones entre las cortes europeas, como los productos, por la llegada de nuevos ingredientes desde América.
3 comentarios
Javier Cirauqui -
Según dice Lalo, Tomás sería de mi curso del año 1959, pero si solo estuvo un curso yo no lo conocí, ya que yo llegue a la Virgen en el año 1961.
El tema de la gastronomía en el Quijote, me interesa un montón, incluso en una de mis crónicas del Encuentro en Valladolid hablaba de la Gastronomía en Don Quijote y el Siglo de Oro.
En ese mismo encuentro visitamos una exposición titulada: "La melancolía en el siglo de Oro". Esta exposición comisionada por María Bolaños me marcó un antes y un después, hasta el punto que me interesé por la melancolía y hasta por los alimentos melancólicos entre los que Don Quijote cita, las lentejas y otros alimentos.
En el curso 1916-1917, en Historia del Arte, en las asignaturas de Teoría del Arte 1 y 2 hice el trabajo sobre La Melancolía en el Siglo de Oro, Crisis y Creación. Cervantes autor melancólico, El Quijote obra melancólica. De todas formas me interesa el tema y el trabajo de Tomás. Enhorabuena y espero conseguir el libro y leerlo. Javier
INOCENCIO FERNÁNDEZ MENÉNDEZ -
En La Voz de Galicia de hoy,a media página y firmada por Nuria Martínez-Madrid y en Cultura,aparece una larga información de " Cosas de la bucólica "
La gastronomía del 《 Quijote 》 era universal,no solo de La Mancha.
Acompaña al artículo foto muy destacada del autor Tomás Álvarez,José María Merino y el componedor Lalo Fernández Mayo.
Muy interesante todo y que seguro entrando en la página de La Voz de Galicia podrán leer.
Como noticia complementaria les diré que La Cofradía de la Virgen del Rosario de La Coruña al día siguiente de La Función de Voto hace un viaje/excursion de 5 días y este año será por las tierras de D.Quijote...Seguro probaremos "los duelos y quebrantos"
Quién tenga interés en saber la historia de La Función del Voto... en La Coruña,lo busque en geogle...es largo de explicar.
Ramón Hernández Martín -