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El padre Gago: ¿un futuro beato de la comunicación?

El padre Gago: ¿un futuro beato de la comunicación?

 

https://www.vidanuevadigital.com/2019/11/06/el-padre-gago-un-futuro-beato-de-la-comunicacion/

 

  • Una nueva asociación busca “aumentar la ‘devoción’ que siempre ha habido en muchos ambientes” hacia el fraile dominico y periodista
  • Encargado de poner las bases de la modernización de la Cadena Cope en los 80, su sobrino confirma que ya están recopilando documentación para su canonización

Si hay alguien que ha contribuido a darle a la Cadena Cope la identidad y la impronta que la radio ha tenido en la sociedad y la Iglesia españolas, ese es sin duda el fraile dominico y periodista José Luis Gago de Val. Nacido en Palencia en 1934, fue prior de la comunidad dominica de Valladolid en varias ocasiones, profesor de Ética en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, director del programa “Pueblo de Dios” de TVE y, en la Cadena Cope, jefe de programas, consejero, director general y, finalmente, director del área socioreligiosa hasta su jubilación en el año 2000.

Fallecido en 2012una asociación busca rescatar su memoria y ya trabaja en la futura causa de beatificación. El presidente de dicha asociación es Rafael Ortega Benito –también presidente de UCIPE– y cuenta en su junta con periodistas como Francisco Temprano Pascual –director de Producción Propia de RTVCyL–, Pedro Antonio Martín Marín –abogado y presidente de la Fundación COPE–, Elsa González –expresidenta de FAPE y consejera de Telemadrid y Vida Nueva– o Julián del Olmo –exdirector de Pueblo de Dios–.

 Promover la memoria

Para Raúl Posadas Gago, sobrino del dominico y tesorero de la asociación, esta iniciativa que se ha fundado y registrado en Madrid el pasado mes de septiembre ha surgido “de personas de diferentes entornos, pero en su mayoría del mundo del periodismo y de la comunicación”. Los estatutos marcan la finalidad de “promover la memoria del Padre Gago, referente como predicador y como comunicador, y también aumentar la ‘devoción’ que siempre ha habido en muchos ambientes hacia su persona”, ya que el religioso ha sido “una de esas personas que no deja impasible a nadie”, confiesa.

Por ello, con toda la documentación y acopio de material, la asociación está muy implicada en “colaborar y promover la futura causa de canonización”cuando las autoridades diocesanas vean que está madura la apertura de este proceso. Mientras, la asociación cuenta con una gran cantidad de los materiales relativos a la figura del padre Gago, testimonios de personas que le han conocido, datos biográficos de las distintas etapas de su vida, sus escritos… Entre toda esta documentación se encuentran piezas inéditas como algunas grabaciones del Padre Gago predicando Ejercicios Espirituales a unas religiosas de clausura o más de 300 folios de testimonios recogidos entre dominicos, comunicadores, familiares y amigos.

Todo esta tarea ya está en conocimientos de las autoridades eclesiásticas, de hecho la junta directiva se reunió el pasado 29 de octubre con el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez. A él se le “presentó la asociación y se le hizo entrega de los materiales recopilados hasta la fecha, así como la solicitud para que el Arzobispado acogiera a la asociación y sus fines”. Algo que el propio prelado acogió con satisfacción.

1 comentario

Luis Heredia -

Josemari, muy oportuno colgar esta nota se prensa por varias razones: por haber pertenecido el P.Gago a la Orden de Predicadores, por considerarle otro más de los nuestros, por ser hermano de J Alberto Gago, de mi curso, y por haber sido un fraile que para muchos de nosotros fue un referente, una guía y consejero.

Y te preguntarás, si es para dar publicidad al proceso de beatificación/canonización, ¿no tienes otra razón más importante que las anteriores como sería la de apoyar su beatificación/canonización?

Pues mira, esta también lo es pero la coloco en el último lugar. No por minusvalorarla respecto a las demás sino porque en el orden cronológico es la que le corresponde y en este estadio con la Iglesia hemos topado, nunca mejor dicho, pues es la Iglesia Católica a quien le corresponde expedir la última calificación.

¿Por qué digo ésto? En mi opinión, el Santo o Santa no nace; se hace, o lo hacen, en definitiva. Me explico: Uno/una nace, crece, vive y muere. Y a partir de ahí, Santo o Santa según lo estime el Tribunal de aquí abajo, que no el de los Cielos que es el que tiene en realidad la última palabra y ante el que tendremos que examinarnos y rendir cuentas. ¡Qué ingrato tener que opositar a Santo o a Santa, Beato o Beata, dándote una nota más o menos alta según el nivel de ejemplaridad sin tan siquiera haberte presentado al examen.¡

"Hay cientos, miles o tal vez millones de Santos y Santas que no conocemos y que los tenemos más cerca de nosotros de lo que nos podemos imaginar", he leído en una ocasión. Yo no soy experto en hagiografía pero sí, y mucho, en cruzarme y convivir con Santos y Santas, Beatos y Beatas a los que hace referencia el inciso. Y ninguno de ellos va por ahí mostrando su aureola. Solamente es visible para los que desde fuera los consideramos Santos y Santas ya sea cuando nos cruzamos por aquí abajo con ellos/ellas, vivimos con ellos/ellas, comemos con ellos/ellas dormimos con ellos/ellas, nos cuidan ellos/ellas, nos atiende ellos/ellas, nos protegen ellos/ellas, dan de comer al hambriento y de beber al sediento rezan por nosotros....y así, infinidad de virtudes. Recuerdo la anécdota del portero del edificio donde vivíamos que nos contaba nada más fallecer mi padre: - "Todos los días pasa un señorín que se para frente al portal y se santigua y acabé preguntándole que por qué lo hacía y me respondió que porque aquí había vivido un santo."
Es más, hay ateos, por la gracia de Dios, que son tan Santos a nuestros ojos como el que más sin falta de hacerles subir a los altares.

Dijo Isaías, primero, y luego el Padre Pedro a mi cuando yo tenía 16 años, que "la Santidad exige un esfuerzo constante pero es posible a todos porque más que obra del hombre es, ante todo, don de Dios." Y aquí es donde yo creo que está el quid de la cuestión. Me quedé con aquello no porque yo pretendiera llegar a ser Santo o el Padre Pedro tuviera intención de haberme lanzado un mensaje oculto o en clave de santidad, sino que a lo largo de mi vida he visto y convivido con la realidad de la santidad.

La hagiografía, aparte de extensa, es un puro y extremo relativismo y nos sorprende en ocasiones seguir viendo algún Santo o Santa a quien no le correspondería ocupar tan digno lugar; pero claro, como decía antes, los títulos de Santidad son siempre póstumos. Es más, en sentido contrario, me atrevería a afirmar que alguno de los santificados, de haber vivido, hubiera rechazado el título bien por no considerarse merecedor del mismo, bien porque la virtud de la humildad les impediría incluso recibirlo.

Y precisamente, en hagiografía, la relatividad temporal es esencial. En la actualidad, los cánones no pueden ser los mismos que los de otras épocas remotas en las que primaban más unas virtudes sobre otras, salvo los milagros, que me da la impresión que es la cualidad en la que más hincapié se hacía para acceder a la santidad y curiosamente la que más se prodiga en la actualidad porque constantemente aludimos a ella: "-Milagros, haberlos, haylos.” Y yo añado, lo difícil ye facelos y por eso creo que en la actualidad la lista ha disminuido considerablemente. Mención aparte, todos aquellos que sufrieron persecución y muerte y que no deberían haber pasado por ningún tamiz para valorar su santidad y que lo son por carta de naturaleza.
En el caso de nuestro Padre Gago, tan reciente, tan real, los que habéis tenido la fortuna de haber vivido y convivido con él, los que conocéis de su trayectoria, los que habéis estado bajo su tutela y enseñanzas sabéis a qué me refiero en términos de beatificación.

La suma de las pequeñas cosas son las que hacen realmente mostrar las verdaderas virtudes. El día a día, el esfuerzo constante.
A nuestra Orden se le añade el apelativo de Predicadores porque se la asocia con la labor de nuestro Padre Santo Domingo por evangelizar predicando, expandir la Palabra de Dios recorriendo caminos. La labor de nuestros Misioneros, nuestros frailes viviendo el día a día con los desprotegidos y desamparados en cualquier lugar del mundo, la atención hoy día en las desoladas parroquias es encomiable, gratificante y por qué no decirlo, santificante. Con el progreso de los medios de comunicación al Padre Gago se le asocia a la radio por evangelizar predicando a través de las ondas. El "Santo de la radio", le llaman algunos de los que fueron compañeros de profesión radiofónica. Pero el Padre Gago ha hecho algo más que hablar por la radio para expandir la Palabra de Dios. Fue la voz de todos ellos. Su constante vital fue predicar en el amor, la esperanza y la Fe. No ha enmudecido ni tan siquiera al final de sus días. Hasta el último hálito su constante fue "dar gracias a Dios porque al fin del día puedes siempre agradecerle todo aquello de lo que has disfrutado y vivido en el día".

El proceso de beatificación del Padre Gago está en marcha pero ello no significa que en adelante esté sujeto a una carrera de méritos a tumba abierta. Es posible que él sea uno de esos Santos sin quererlo a los que me refería antes por mor de la virtud de la humildad, su sencillez y autenticidad y estoy seguro que la aureola que lleva dentro será muy visible para los que le sentimos como tal. En realidad, el Padre Gago pertenece al grupo que conforman esa gran multitud de personas que nos rodean y que no conocemos pero que sin saberlo, son Santos.

Finalmente quiero informaros a todos aquellos que estéis interesados en este proceso que se están proyectando innumerables iniciativas desde el mundo del periodismo y medios de comunicación en general de cara a la difusión de la persona del Padre Gago.