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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

CRÓNICA DEL ENCUENTRO EN MONTECLAROS. SEGUNDA JORNADA, 4ª PARTE. VISITA A ARGÜESO. (Por Javier Cirauqui)

CRÓNICA DEL ENCUENTRO EN MONTECLAROS. SEGUNDA JORNADA, 4ª PARTE. VISITA A ARGÜESO. (Por Javier Cirauqui)

CRÓNICA DEL ENCUENTRO EN MONTECLAROS. SEGUNDA JORNADA, CUARTA PARTE. VISITA A ARGÜESO.

 

Después de comer nos vamos

Hacia el bar de Montesclaros,

Cuyo nombre es “La Casuca”

Domingo, Castañón y Borge, 

Javier Martín y Bragado, 

Padre Pedro y Alfayate,

“El Pitu” y Antonio Argüeso,

Sus respectivas esposas

Teresa Arango y Yolanda,

Teresa y Pilar Ordoñez

Y todos los compañeros

Y también las compañeras 

Que iré nombrando por partes.

Aquí nos sirve Juan Carlos

Con la máxima atención

Que lleva el bar como nadie

Con gracia y dedicación.

La gente toma café

Y alguno toma una copa.

Se han convertido en abstemios

Y abebios toda la tropa.

Yo tomo un café con hielo

Y un buen chupito de hierbas

Para hacer la digestión.

Alguno tomó un gintonic

Y me quedé con las ganas

De no haberme bebido otro.

Poco a poco nos juntamos

Para ir a los dominios

De los señores de Argüeso.

Del bar al aparcamiento

Nos vamos todos charlando,

Nos espera el autobús

Para salir hacia allí.

Javier del Vigo y Argüeso

Nos explican los lugares

Que vamos a visitar.

Castillo de San Vicente

De construcción medieval,

De las diecisiete treinta

Hasta las dieciocho y media.

Después de hacer la visita

Iremos al autobús,

Para ir a continuación

Al nacedero del Ebro,

En el lugar de Fontibres.

Salimos de Montesclaros

Hacia el castillo de Argüeso

De San Vicente llamado.

El camino se hace corto

Por la Hermandad de Campoo

Denominada de Suso,

Sita en el Sur de Cantabria.

Al fondo muy clara vemos 

La Sierra de los Tres Mares.

Donde según un panel

Hay una estación invernal.

En lo alto de una loma

Se divisa ya el castillo,

Pasando por Paracuelles,

Y el autobús nos aparca,

Detrás de la fortaleza.

En la pequeña explanada,

Sobre un cartel de madera

Un plano de la comarca

Una fuente, un merendero,

Un descanso en el camino

Para observar el paisaje.

La carretera se empina

Y seguimos ascendiendo,

Bordeando el monumento,

Las flores, prados y arbustos,

Adornan el recorrido. 

Un rato vamos hablando

Javier Martín con Cirauqui

Y el Padre Pedro nos sigue

En grata conversación,

Con fortaleza de joven,

Muy digna de admiración.

Casi es kilómetro y medio

De continuada ascensión.

Al fondo el alto Campoo

Y abajo el pueblo de Argüeso,

Entre el verdor de los campos,

Unas pequeñas montañas,

El caserío esparcido,

Árboles, vacas y un río.

Circunvalando el castillo,

Por la estrecha carretera

Llegamos hasta la puerta

De una hermosa fortaleza,

Sobre ella se halla un cadalso,

Elemento arquitectónico

De reproducción actual,

Que no cadalso de muerte,

De juicio ni ejecución.

En el citado artilugio

Ondean las tres banderas,

Las de España y de Cantabria

Y la de Campoo de Suso.

Entramos al patio de armas

Y nos dicen que esperemos

A que termine la guía 

Una visita anterior.

De frente vemos dos torres,

Ceñidas por matacanes,

Y entre ellas el edificio

Principal de este castillo,

Y a su lado una casita

De un estilo medieval,

Maderas entrelazadas

Sobre la pared de cal,

Vidrieras en las ventanas

Con apariencia de hostal.

Del siglo trece o catorce,

Que es la entrada al monumento

Y oficina del lugar.

Esperamos un momento,

Y al poco tiempo la guía

Nos lleva al centro del patio

Del recinto amurallado

Y nos explica la historia

Del lugar que visitamos.  

 

En este pequeño cerro,

Al occidente de Argüeso,

Hubo en el siglo noveno

Una ermita dedicada,

Al culto de San Vicente

Y alto medieval necrópolis,

Cuyos restos pueden verse,

Entre postes de madera

En lo que es el patio de armas.

En una pequeña hendidura

Están  los enterramientos

De formas antropomorfas

Sobre las lajas de piedra.

Y mirando a su fachada,

Rosario y su hermano Pedro,

Leónides Salvador

Y Maricarmen Bernáldez,

Alberto Lobo y Junquera,

Alfayate y Tere Arango,

Fernando Alonso, Angelines,

Javier Martín y Yolanda

Y Borge Bartolomé.

Según indica la guía

Es una edificación

De carácter defensivo

Y gótico medieval.

El más destacado ejemplo

De los castillos roqueños

De las tierras de Cantabria.

Tiene dos esbeltas torres,

La de más antigüedad

Se remonta al siglo trece

Y la que está a la derecha

Se edificó en el catorce.

Las dos con puertas de altura

Y aspilleras y ventanas,

Con arcos trilobulados.

Un cuerpo central los une,

Que es obra del siglo quince.

Consta de arcos ojivales

Y ventanas conopiales,

Sobre su puerta de entrada.

En su cima matacanes,

Con el fin de defender

Aquellos puntos más débiles,

Como puertas del castillo. 

En la torre más antigua, 

Apoyada en la pared

Se veía una escalera,

Simulando la real,

Que en los tiempos de peligro

Se subía hasta la torre,

Llamada del homenaje

Desde una puerta elevada.

En el pie de este edificio 

Se encontraron utensilios

Lanzados hacia el vacio.

El sótano de esta torre,

Cuando su restauración

Contenía los cimientos

De la ermita San Vicente

Del temprano siglo nueve,

Como las tumbas de lajas 

Que son de la misma edad.

Explicada la fachada,

Vista la zona exterior,

Llegamos a recepción

Y en la pared nos recibe

El Marqués de Santillana 

En una reproducción

De su famoso retrato.

Y la guía nos explica

Por qué motivo y razón.

Este castillo de Argüeso

Fue el emblema y fortaleza

De la Casa de Mendoza

En las tierras de Campoo.

Doña Leonor de Vega,

“La leona de Castilla”,

Habitó la fortaleza,

Al menos temporalmente,

Por las querellas de herencias

Con los Manrique de Lara,

Su hijo Iñigo López, 

Que fue noble y literato

De famosas serranillas:

…“Moza tan fermosa

Non vi en la frontera

Como una vaquera

De la Finojosa…

…De guisa la vi,

Que me fizo gana

La fruta temprana”…

Del linaje de la Vega

Radicado en Santillana,

Con extensas posesiones 

En las tierras de Castilla.

Una vez muerto el marqués, 

Las tierras de este castillo

Y tierras de Santillana

Pasaron al primogénito, 

Duque del Infantado,

Segundo de Santillana

Y primer Marqués de Argüeso.

El castillo San Vicente,

Cedido por la marquesa

De la Casa de la Vega,

Y pasaron muchos años

De ruinas y de abandono

Hasta que fue restaurado.

El año mil novecientos

Y ochenta y ocho años más,

El Gobierno de Cantabria

Y Ayuntamiento de Suso,

Que es titular del castillo

Se encargaron del asunto 

Y de su restauración.

Según indica la guía,

Es digno de destacar

El trabajo artesanal,

Hecho de maderas nobles.

El castillo forma parte

De cierto Club de Castillos

Y de Palacios de España,

Formado por los ochenta

Mejores de la nación.

Acoge varios eventos

Lúdicos y culturales,

Exposiciones, conciertos,

Los congresos y jornadas

De recreación histórica,

Fin de semana de julio,

Cursos, bodas, conferencias.

Folletos y propaganda

Llenaban la recepción.

Y explicado todo esto,

La guía nos va llevando 

Poco a poco al interior.

La torre del homenaje,

En su sótano contiene

Los cimientos de la ermita,

Dedicada a San Vicente,

Datada en el siglo nueve.

Allí se muestran también,

Los restos de aquella época,

Cerámicas e instrumentos.

En ese lugar hay baños

Y una escalera que sube

Al interior del castillo. 

El año mil novecientos

Y noventa y nueve más

Y desde que abrió sus puertas,

Varios miles de personas

Se han acercado al lugar,

Y el castillo se convierte

En el foco cultural

De la mayor importancia

De todo el sur de Cantabria.

Como ya os he dicho antes.

Destaca el trabajo en piedra

Y en unas maderas nobles

Y que ha sido realizado,

De tradicional manera,

Por artesanos de aquí

Con órdenes del maestro

De obras Tomas Solaber,

Apodado “El Espinilla”.

Subimos una escalera. 

Hasta llegar a una sala, 

Primer piso del castillo.

Allí la guía se marcha

Y nos deja vagar libre

Por laberinto encantado.

Todo el suelo de madera

Y de piedra las paredes,

Con ventanas canopiales

Y dos bancos frente a frente

Para mirar el paisaje 

Y esperar que venga pronto  

El señor que está en la guerra.

De allí vamos al salón

Con una gran chimenea.

En las salas encontramos,

Cuadros en las paredes

De una exposición llamada

Los “Horizontes Abiertos”.

Néstor del Barrio y Kylander,

Alonso Guazo y Pereda

Y José Luis Mazarío.

Tres hombres y dos mujeres, 

Abstractas, figurativos,

Esculturas y dibujos.

De la sala principal,

Pasamos a la otra torre,

Con una puerta elevada,

Que daba hacia el patio de armas.

Por la empinada escalera,

Subimos hasta una torre, 

La torre del homenaje,

Donde se divisa el valle

Con el hermoso paisaje.

La torre está coronada,

Por diversos matacanes, 

Para defender el castillo 

De virulentos ataques.

Al centro una claraboya

Que ilumina el edificio

En la cima coincidimos,

“El Pitu “y Pilar Ordoñez,

Javivi y Lourdes Barrena,

Antonio Argüeso y Cirauqui,

Javier Martín y Domingo.

Del Vigo con su aparato 

Nos hace varios retratos.

Recorremos el castillo,

Laberintos de madera,

De piedras y de escaleras.

Y por una de las salas

Vemos muebles medievales 

Y una cama de madera.

Acabada la visita

Bajamos a recepción,

Despedimos a la guía

Y aplaudimos su lección.

El Marqués de Santillana,

Mira con satisfacción.

Tomamos la carretera,

Alrededor del castillo

Y por el camino abajo

Llegamos a la explanada

Donde espera el autobús.

Allí nos juntamos todos 

Para hacernos unas fotos,

Como recuerdo oficial

Del encuentro en Montesclaros.

Cuando estamos preparados,

Alguien se ha dado cuenta,

Que faltan los compañeros

Hernández Rojo y señora,

Que están en el autobús.

Al momento se han juntado                                                                                                                                                                     

Con el grupo del encuentro,

Y el chofer nos ha sacado

Varias fotos de recuerdo.

El tiempo nos acompaña

Y la Sierra de Tres Mares

Nos observa allá a lo lejos.

En el autobús subimos

Y nos vamos a Fontibres

Para poder visitar.

El Nacedero del Ebro.

 

 

 

10 comentarios

Francisco Javier Cirauqui -

Me alegra que me leáis, Castañón, tengo constancia de que es así y si no es así os seguiré martirizando, a fuego lento con mis crónicas, que hago con mucho cariño desde aquella de Villava. Un fuerte abrazo para todos, los que me leéis y los que no me leéis.

Miguel Ángel González Castañón -

Saludos a todos. Francisco Javier no p'restes oidos a quieners sospechan que tienes pocos lectores; leemos y nos deleitamo0s con tus crónicas; no intervenimos, tal asustados por el ingenio que despliegan los blogantes, o por prevenir algún tributo de los poderosos reinos que dicen representar, o algún derecho de pernada, que nunca se sabe.
Pero leer leemos, quie hay me topé con Marcelino (buen escribidor también, tres cursos posteriores al mío) y en el bar comentamos algo las crónicas.
Esperando el próximo encuentro, abrazos a todos.

Francisco Javier Cirauqui -

Isidro,leí el artículo que mandaste sobre Pío Baroja y me di cuenta que había realizado , en parte, el mismo viaje que estabamos realizando los antiguos alumnos desde Montesclaros, del cual estaba haciendo esta crónica por partes.
Compararme con Baroja es demasiado. No se si sabes que Don Pío el Impío vivió algunos veranos en Pamplona y que cuando salió el periódico "El Pensamiento Navarro dijo: ¿"pero es que los navarros tienen pensamiento"?
Gracias por lo de "el mejor recreador de Lorca. La verdad que me gustaba mucho. Desde niño todo lo que fuera poesía, literatura, arte me tenía totalmente atrapado. No solamente Lorca, sino otros muchos más. Un fuerte abrazo.

Isidro Cicero -

Hace unos días endilgué un reportaje realizado por Pío Baroja en 1930 a otro grupo de compañeros que se llama 'Amigos' y que mantiene desde Marsella con buen pulso mi paisano fraternal Antonio Alonso, de Torrelavega. El "impío don Pío" como nos decía el padre Felipe Lanz Yoldi. Antonio Argüeso, de Llano, cazó al vuelo esta referencia desde Bruselas.
Don Pio estuvo en el convento de Montesclaros -él lo llama monasterio con notable imprecisión-, Reinosa, Cervatos, Argüeso, Fontibre, Aguilar y, en general, todos esos andurriales de la alta castillería que Javier Cirauqui nos viene recorrindo aquí, ahora por cuarta vez, segunda parte.
En el grupo "Amigos" dije que las andanzas literarias de don Pío por los tres Campoos solo eran un pálido reflejo de este cronicón versificado de nuestro admirado numen de Burlada. Cuando aquello, cuando entonces Cirauqui era, entre nosotros, el mejor recreador de Lorca, de sus cancioncillas populares, de sus audacias infantiles. Leída esta cuarta parte, segunda entrega, nme reiteró en lo escrito a raíz del reportaje del autor de La busca. Y mando un abrazo a Cirauqui.

Francisco Javier Cirauqui -

De todas formas, José Manuel, no te preocupes por las pocas entradas, y las que entran son selectas, se que me siguen, pero si no como decía cuando me suspendían. Ellos se lo pierden, con lo majico que soy y con la alegría que me hubieran dado si me aprueban.
El reencuentro del que hablas, vamos a dejarlo para cuanto más tarde mejor. Un fuerte abrazo.

Francisco Javier Cirauqui -

Antonio, me alegro haberte hecho recordar y recorres esos lugares de tu tierra, junto a tu pueblo.
Con AVE y sin AVE lo tenéis muy crudo para acercar Casorvida al Campoo.
Como empecemos a reivindicar los navarros nuestras tierras medievales, ya veremos que pasa. De todas formas decirte que me gustó mucho toda esa tierra, por sus gentes, arte, paisaje e historia. Un fuerte abrazo.

Francisco Javier Cirauqui -

José Manuel, cuando me refiero al Señor de Argüeso me refiero al mismo que tu sabes, señor de altura e hidalguía de esas tierras cántabras.
Yo si que tengo envidia de tus disertaciones filosóficas y de las grandezas de Casorvida. Un fuerte abrazo.

Jose Manuel García Valdés -

A vuestro AVE le pasa como al nuestro, no es que esté en peligro de extinción,no, está en peligro de nacimiento. Nos llegará cuando se arregle lo del cambio climático. Para entonces mi reinado se extenderá más allá de los confines de Casorvida y de Llano, para entonces nos sentaremos a la puerta del palacio celestial a contemplar lo tontos que seguirán siendo los humanos. Antes de todo eso ocurra será de rigor que nos volvamos a reencontrar para darle materia a Javier para las odas del reencuentro.
Sigo gratamente impresionado por el interés que todo esto despierta, lo digo por número de entradas.
Abrazos

Antonio Argueso Gonzalez -

Cirauqui ¿cómo haces para recordar tantos detalles? Es genial tu descripción; he vuelto a recorrer los lugares. Sigue deleitándonos.

Pero has olvidado acaso lo más importante. Y es que cuando Revilla consiga el AVE no ya desde Madrid, que también, sino desde Bilbao y desde Oviedo va a reivindicar lo que nos pertenece: kas Asturias de Santillana con capital en Argüeso, con lo que el señor de Casorvida tendrá que venir a Campoó a rendir pleitesía.

Jose Manuel García Valdés -

No sé si por error u omisión no has mencionado que el citado castillo de Argüeso fue la residencia de los muy antepasados de Antoñín el belgicano. Por modestia no quiere que se sepa que ahí, justo ahí, pasa él sus vacaciones de primavera, verano, otoño e invierno. Es dueño de Llano y su pantano, de Argüeso y su castillo, del Mannenken Pis y su orina, es decir, en sus posesiones no se pone el sol.
Lo que sí haces, jodío Javier, es acrecentar mi complejo de inferioridad; las pagarás.
Un abrazo, incluido el riquísimo Argüeso.