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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

La historia del acuerdo que hace 40 años logró conectar León con Galicia con una carretera entre pallozas

La historia del acuerdo que hace 40 años logró conectar León con Galicia con una carretera entre pallozas

Por cierto, ya puestos... Esto le mandó la cuña -ay, los cuñas!- hace ya unos días a Javi del Vigo. Por si alguno de nosotros conocía al fraile que aparece en el relato. 


https://www.eldiario.es/cyl/Carretera-pallozas_0_1010699010.html   

 Una improvisada comisión de negociadores logró al principio de la democracia, no sin vencer alguna reticencia, la firma de los vecinos del valle de Ancares para renunciar a las expropiaciones y conectar la esquina noroeste de la provincia de León con la vecina Galicia

España tenía la democracia, y algunas de sus conexiones interiores, por hacer. Una expedición urgente, un acuerdo fulgurante con una pequeña dosis de incertidumbre y unas obras que se complicaron por momentos por la orografía permitieron convertir un camino carretal en una de las últimas carreteras de la periferia de la provincia, la que permitió trazar en 1979 la vía principal que une la localidad leonesa de Vega de Espinareda con el límite de la vecina comunidad gallega a través del imponente corredor de Ancares, un ejemplo de implicación de la sociedad civil en un bien común y de celeridad ahora que los trámites administrativos ralentizan hasta la desesperación algunos proyectos.

Florencio Martínez ’Chencho’ era comunista y de los pocos que se atrevían con su Land Rover a transitar por los lugares cercanos a Fabero donde las carreteras perdían su nombre para convertirse en caminos de tierra; Manuel Pérez Álvarez venía del otro lado de las dos Españas y tenía contactos con el Gobierno formado por los reformistas y aperturistas del Régimen como uno de sus entonces hombres fuertes, el leonés Rodolfo Martín Villa, varias veces ministro y hasta vicepresidente del Ejecutivo. Martínez y Pérez Álvarez, "inseparables" según recuerdan sus hijas, iban a aplicar el espíritu de la Transición a las necesidades más básicas.

A las seis de la mañana de un sábado de finales de los setenta, sonó en León el teléfono en casa de los padres de Nino Fernández, ahora presidente de la Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León Promonumenta y entonces encargado en la zona de la firma Seguros La Estrella. "Pasa a buscar al padre Javier y os venís los dos para Fabero", le dijo Pérez Álvarez. El padre Javier era Javier Palacín, por entonces fraile en La Virgen del Camino. Las fuerzas vivas les esperaban en la plaza de la localidad minera. Había que subir el puerto de Ancares y llegar a Suárbol y Balouta (las últimas localidades del municipio de Candín). De eso se encargaba ’Chencho’, ya fallecido y padre de la actual alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez Ramón.3

 

"Recuerdo que llegamos a bajarnos del Land Rover por miedo a volcar", dice más de cuatro décadas después, con buena memoria, Nino Fernández, a quien Manuel Pérez Álvarez todavía a esa altura no le había confiado el plan. Pero este último, que había empezado en la mina en Fabero como barrenista para ser luego delineante y que sería célebre entre varias generaciones de bercianos por cerrar sus crónicas radiofónicas con el consabido "desde Fabero y su cuenca minera habló, como siempre, para ustedes Manuel Pérez Álvarez", ya había arrancado de Martín Villa, por entonces ministro del Interior, un compromiso: el de facilitar la construcción de la carretera de Ancares si todos los vecinos de los terrenos afectados aceptaban dejar paso sin cobrar expropiación.

Llegar, tocar las campanas y cerrar el trato

Los ’mediadores’ llegaron a Balouta, por entonces preñada de pallozas todavía habitadas. José María González ’Joselo’ era el pedáneo. Y su madre, la señora Carmen, les sirvió un café. Fue entonces cuando Manuel Pérez Álvarez transmitió el encargo. Nino Fernández y Javier Palacín, que frecuentaban la zona, fueron con la señora Carmen a Suárbol, primera parada de la negociación por la carretera. "Llegamos a Suárbol, tocamos las campanas y se reunió todo el pueblo", dice Fernández. No tardaron en arrancar el ’sí’. A la vuelta repitieron el mismo ’modus operandi’ en Balouta. "Y firmó todo el mundo sin problema ninguno", añade. Llegó el mediodía. "Y comimos en la palloza unos pollos guisados buenísimos". La señora Carmen los había preparado. Y, de sobremesa, tocó la pandereta antes de retomar la tarea.

Pasada la hora de las faenas agrícolas ya con buen tiempo en un mes de verano, la negociación se reanudó a media tarde en Pereda de Ancares. Tocaron las campanas en Tejedo de Ancares, del otro lado del puerto. "Y ahí hubo más batalla. Eran más duros. Y algunos se quejaban de que les iban a coger los mejores prados. Hasta tal punto que un matrimonio se negó a firmar", rememora Fernández, que intentaba convencerlos apelando a la revalorización de las tierras y a la facilidad que la construcción de la carretera supondría para que los descendientes emigrados visitaran a los lugareños.

 

"Ustedes no se preocupen, que esas tierras de las que hablan no son suyas", terció otra vecina, según el testimonio de Javier Palacín, ahora secularizado, que vincula la anécdota al "matriarcado" del momento en la zona y recuerda a otros habitantes decir que firmarían siempre y cuando el trazado de la carretera no pasara por sus tierras. La propia firma también resultaba curiosa. "El secretario del pueblo llevaba un tampón. Se hacía una cruz y muchos de ellos ponían el dedo", recuerda como otra reminiscencia del pasado ya bien entrada la segunda mitad del siglo XX en la España rural.

El caso es que al otro lado de la frontera, en la provincia de Lugo, se vivió un proceso paralelo que dejó secuencias todavía más dramáticas. "Allí una señora se llegó a poner delante las máquinas cuando iban a empezar las obras", cuenta Palacín antes de reconocer que, llegada ya la madrugada, en Tejedo de Ancares se apuraban los argumentos para alcanzar el consenso que resultaba condición sine qua non para iniciar la tramitación del diseño de la carretera. "Y les decíamos a los vecinos que qué pasaría si un señor se ponía enfermo...", cuenta.

Con un importante enfado ("en mi pueblo dicen que por un garbanzo no se estropea un cocido", llegó a decir), Nino Fernández declinó la invitación para dormir en Fabero y marchó "chutando" con Javier Palacín para llegar a León ya avanzada la madrugada. Y a las nueve de la mañana su madre volvió a coger el teléfono. El que llamaba era "el señor de Fabero". El matrimonio que se había negado en Tejedo lo había consultado con la almohada y había cambiado de opinión. Dieron su visto bueno. Y así se lo trasladaban a Manuel Pérez Álvarez. "Mi padre siempre ayudaba al más débil. Era como un muelle. Tenía amigos como Fraga o Martín Villa, pero luego ayudaba al fontanero, al jardinero o al minero", cuenta su hija Loli Fernández.

 

El ’campamento base’ de Balouta para ejecutar las obras

Las obras comenzaron en 1979. "Lo recuerdo porque marché ese año a la mili", cuenta el actual propietario del Centro de Turismo Rural Miravalles de Balouta José Barrero, que conserva en su establecimiento una fotografía con la panorámica de la localidad todavía llena de pallozas al comienzo de unas obras que iban a comunicarla con el pico del puerto.

El camino original era mucho más abrupto. "El trazado original era diferente. No tenía en cuenta la pendiente. Llegaba llano hasta la base y las cuestas eran más fuertes", señala Miguel Yuma, que todavía entonces no había llegado al Bierzo y que luego sería célebre por otros ’milagros’ como el de recuperar el pueblo de Villarbón, también en el municipio de Candín. Sí tiene otro recuerdo de la carretera de Ancares, en este caso a través del testimonio de terceras personas que contaban cómo, en un momento dado, las obras se detuvieron en el entorno de Sorbeira hasta dejar un salto abrupto del asfalto a la tierra, rescata Yuma, que en su libro ’Visita Ancares, Cervantes e Ibias’ señala que el puerto se llamó de La Magdalena y "equivocadamente" Viejo de Antero antes de adoptar la actual denominación de Ancares.

Los trabajos duraron tres años, hasta 1982. Una de las que más los ’sufrió’ fue precisamente una de sus artífices, la señora Carmen. Con el obstáculo del puerto de Ancares agudizado por las nevadas recurrentes, la empresa adjudicataria no estaba en condiciones de alojar a los trabajadores en Vega de Espinareda, a más de 35 kilómetros de distancia de Balouta. "Y el contratista ’presionaba’ a mi madre diciéndole que, si no le cogía a los obreros, no podía hacer la obra", recuerda su hijo. La señora Carmen se las arregló para darles alojamiento. "Unos estuvieron en la casa de la escuela (el actual consultorio médico), otros en nuestra casa y otros en casa de vecinos", cuenta ’Joselo’, muy implicado junto a su mujer, Cruz María Martínez Llamas, en diversas gestiones ante la Diputación de León, titular de la nueva carretera. "Cuando llegábamos allí, ya nos conocían", recuerda sobre las reivindicaciones de un pueblo que por entonces no tenía ni carretera ni luz.

 

Las conexiones originales llegaban en relativas buenas condiciones hasta el puerto de Lumeras, desde donde empezaba a imperar la tierra hasta convertirse en camino carretal a partir de Pereda y Tejedo de Ancares, la última localidad anterior al ascenso al puerto de Ancares, popularizado hace unos años por ser lugar de paso y hasta de meta de varias ediciones de la Vuelta Ciclista a España. Nino Fernández, que se recuerda rompiendo recurrentemente el cárter de su coche cuando se separaba en sus viajes de trabajo del triángulo Ponferrada-Vega de Espinareda-Fabero y transitaba por otras localidades como Anllarinos, visitó unos años después de este episodio Tejedo de Ancares.

La señora del matrimonio que se había negado en primera instancia a firmar el acuerdo para renunciar al cobro de las expropiaciones apareció por el sitio. "¿Sabe a lo que venimos? Esto se va a declarar parque nacional y venimos a recoger firmas para quitar la carretera", bromeó. "Eso por encima de mi cadáver", respondió la señora. Y así se cerró el círculo de la intrahistoria de la carretera de Ancares.

16 comentarios

Antonio Argueso Gonzalez -

¿De qué os conozco? Porque conoceros estoy seguro que sí. Pero a ver, trabajar juntos, seguro que no; que a ninguno vi nunca acarrea el cucho para los champiñones ni traer tapines de casi Trobajo para los alrededores de la bolera. Entonces ¿de qué nos conocemos? De estudiar juntos, seguro que no; si hubiésemos estudiado juntos, yo podría escribir como Baldo o como el Pitu. Pero si no llego a entenderos ya me diréis cómo entro al tema.

Dos cosas añado: en París también hubo una "iglesia disidente" que se saltó a la torera la cuarentena, mejor no añadir comentarios; me gusta que Baldo cepillo la autoestima casorvidense, no sea que se nos venga arriba.

Jose Manuel García Valdés -

Guau, amigo Baldo. Me has hecho polvo, mi autoestima "autolimpiativa" se ha venido abajo, está en inflación, deflación, implosión y explosión como la economía mundial. Me has jodido vivo porque la gobernanta leyó tu ladrillazo y, viéndose respaldada por tu teoría, me ha castigado a volver sobre la tarea realizada en las juntas azulejeras. Hube de hacerlo con tal aplicación que me sangran los nudillos. Tu teoría en este aspecto creo que es tendenciosa y homófona. Me has jodido vivo. La Pily está dando saltos de alegría , pero le he bajado los humos porque imprimí todos los ladrillos tuyos, 400 páginas, y la estoy obligando a leerlos y resumirlos. Creo que tengo la batalla ganada, no se siente con fuerzas para tal suplicio.
Lo que más me "presta"" ( me gusta) es que tu escrito rezuma un enorme cariño que quizás no merezca. Cuando nos veamos te daré dos besos de tornillo. Estás, junto con otros que no voy a citar para no olvidar a nadie, echando mucha leña a este fuego que estaba a punto de apagarse. Invito a que todos echen una ramina, no hace falta que sea un "tocho" (tronco) como los que pone Baldo, para que el fuego siga y eche bocanadas de humo.
Amigo Luisín Heredia, te ruego no eches más leña; antes de nada sabes que me debes varias cajas de sidra, si no las pagas estoy dispuesto a meter cizaña cada vez que me encuentre con tu Pilar para que no te haga más la cena.Estoy en Madrid, sabes que los aguerridos siempre van en primera línea de fuego, yo en cuanto me enteré de esta guerra eché a correr pa Madrid a luchar( en casa). Estoy teleasesorando a Pedro y Pablo, al otro no. En cuanto abran la portilla salgo corriendo a cuatro patas en dirección a la sidrería que tengo debajo de casa, espérame allí con la sidrina fría.
Un abrazo pa toos, menos para el Baldo, para éste, dos.

Luis Heredia -

¡¡ASOMBROSO¡¡, Como dice Isidro.

Cuando me cruce con Pitu paseando por El Muro,si es que se acuerda de lo que es pasear, vamos a tener una conversación muy profunda. Pero me voy a tener que esforzar en aprender el guión de Baldo porque si no, me va a salir con el típico "Tú peres, pues yo manzanes".

O quizás sea mejor que yo me cambie de acera por si empieza él la conversación. Bueno, como vamos dir a pasear todos con mascarilla, a lo mejor no hará falta ni que me haga el sueco.

Isidro Cicero -

Sobresaliente triálogo.

Santos Suárez Santamarta -

Pasmado estoy y aturdido
por el arte de estirar
que tienes, Baldo, al hablar
del más nimio sucedido.
Imprevisto y desmedido
lo que tu mente devana.
Podrías de buena gana
con la tela de un lunar
llegar a confeccionar
un vestido de gitana.

BALDO -

Querido Pitu, Gran Maestre de la Logia de la Aldea Global de Casorvía.

Voy a intentar resolver esos problemas tan trascendentales e inaplazables que me planteas acerca de la limpieza de las juntas de los azulejos que has lleva a cabo. Me falta el dato de si Pili –o también la “xenra” (nuera) y el “fiu”, si estás en Madrid– te han dado el ¡vale! o el ¡no vale! a tu chapuza. Esto es muy importante y decisivo. Sabe –yo lo prendí de Eladio– que estos últimos dictámenes se hacen después de llevar a cabo un minucioso y complejo “proceso de validación”. Dichos procesos dan como resultado la determinación, la precisión y la estabilidad del par valorativo limpio/sucio de tu chapuza. Si te han dicho: ¡no vale!, ha quedado determinada, precisada y estabilizada tu mugrienta obra, porque no ha llegado al grado de validez que es aceptado en tu familia.

Te digo que ese proceso de validación que han llevado a cabo tu o tus “jefes” para dar el ¡vale! o el ¡no vale! a tu obra (yo supongo que será este último) no son fruto de la espontaneidad, sino que tienen gran complejidad. Antes han tenido que dar el ¡vale! o el ¡no vale! a la ropa que llevabas para la faena, a la idoneidad del pincel, del cepillo de rascar, de la bayeta para limpiar las correduras (“charrateras” en mi pueblo), del amasijo que has utilizado para rellenar, de las ganas que pusiste en el trabajo, etc. Son casi tan complejos estos procesos de validación de limpieza de juntas de azulejos como los procesos de validación de la vacuna del Cobid–19 y los de la protección contra este asesino en masa.

Los procesos de validación, hablando en general, pueden ser realizados por refinamiento, como ocurre en medidas, en composiciones de toda índole o en las leyes; por imposición de límites, como en los conceptos definidos o en las asignaciones de derechos de propiedad; por regulaciones, como en los juegos o en la organización de comunidades; por constituciones políticas, al fijar los fundamentos de un marco de convivencia; por ejemplaridad o por hábitos adquiridos, como en las experiencias educativas; por tradiciones inmemoriales de toda índole; en fin, por cualquier otro medio de precisión y estabilidad valorativas de las distintas experiencias humanas. A veces estos procesos de validación revisten formas solemnes y escenificadas, como en las bodas.

Pero con el ¡vale! o el ¡no vale! no solo se da validez o invalidez a la obra, sino también a las vitalidades de la persona que han intervenido en dicha obra. El ¡no vale! indica que eres un guarro, un chapucero, un desordenado, un manazas, un inepto, y un sinfín de lindezas del mismo jaez. Así que, ¡átalo al dedo!, que no solo ha quedado invalidada la chapuza que has hecho, sino que quedado hechas unos zorros tus vitalidades relacionadas con la limpieza de junturas de los azulejos.

Lo de la obediencia al consorte en tiempos de pandemia es un hueso duro de pelar, por lo que lo dejo para otra ocasión más propicia. Solo te digo –también lo aprendí de Eladio–, que obediencia proviene de los étimos latinos “ob” y “audire”, que vendrían a significar “prestar atención al que está delante”. Y la “ob–audiencia” no solo corresponde al gobernado con respecto al gobernador, sino que, con mayor razón, el gobernador debe ser solícito, atento, servicial, diligente, cuidadoso, amable, dispuesto, obsequioso, cumplidor con el que tiene a su cargo. Como ves, el significado de las palabras va inclinándose siempre para el lado del “amu”.

Jose Manuel García Valdés -

Amigo Baldo,me veo obligado a reconocer tu gran capacidad de análisis y reflexión presentada, cómo no, en formato ladrillo. Reconozco que no es fácil sintetizar tantas ideas como manejas en la cabeza. Tu escrito plantea cuestiones trascendentales para la convivencia democrática. No seré yo quien entre en ese pantanal. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que la libertad no es un ente etéreo y descarnado. Hablamos de la libertad de las personas y las personas viven, conviven, con otras personas y otras realidades con las que interacciona y mutuamente se influyen a la hora de elegir. La libertad no es simplemente autodeterminación, es elegir en y con otros que tambien ejercen su autodeterminación.
Los obispos a los que aludes parecen convencidos de que su autodeterminación es suya y sólo suya, olvidando ese sentido comunitario que busca el bien de todos.
La crítica y el reproche ya lo has hecho tú, suficiente.
Hoy me toca desarrollar los valores de limpieza casera como opuesto al contravalor de suciedad en las juntas de los azulejos, eso, a su vez, me va permitir desarrollar el valor ( contravalor?) de la obediencia frente al contravalor ( valor?) de hago lo que me da la gana y si quiero rompo un plato o echo un chorizo al gato. Es l obediencia un valor o un contravalor, me refiero a la obediencia conyugal; acláramelo, por favor. Seguiré tus enseñanzas aunque tenga romper el estado de alerta.
No me seáis unos SALIDOS, dentro.
Abrazo

J. M. de Pablos -

Mi gran amigo Baldo,ha sido para mí un honor tu dedicatoria, la he recibido con gran alegría y satisfacción.
No voy a entrar en lo que escribes ya que mejor no se puede hacer y decir. Estoy de acuerdo en todo lo que
expones y tanto los políticos como muchos llamados religiosos ni piensan ni saben lo que dicen.
¿Qué es la Libertad?..."Un misterio".

Un abrazo.

BALDO -

PERDONAD QUE SEA INOPORTUNO interrumpiendo un portillo en el que se está encomiando merecidamente al Teniente Coronel Mayor de El Ferral, padre de nuestro compañero Francisco Javier Palacín. Pero la actualidad de los hechos de la pandemia me empujan inconteniblemente a poner un poco de luz chavarriana a tanto desatino, que huele mucho a azufre politiquero.

Le dedico este "ladrillo" a mi gran amigo de siempre Javier Martín de Pablos. A los demás, también.

LA LIBERTAD VALORATIVA.
LA RESPONSABILIDAD POR LA VIDA.

1. Se está extendiendo en estas circunstancias de confinamiento una idea ingenua de libertad. Esta es considerada por mucha gente simplemente como la capacidad de elegir, y todo lo que impide elegir y tomar decisiones está coartando la libertad. Pero, si nos quedáramos únicamente con la acción de “elegir”, sin más precisiones, tendríamos que admitir por lógica que una sociedad en la que sus miembros “eligieran” y “decidieran” insultar, robar, agredir o matar, sería más libre que aquella otra sociedad en la que las personas, por presiones de diversa índole, controlaran y reprimieran sus deseos de insultar, de robar, de agredir o de matar.

2. Hay que decir, por el contrario, que esta capacidad de elección o autodeterminación es una condición necesaria, pero de ningún modo suficiente de la “libertad valorativa”. Porque, cuando elegimos, siempre escogemos seres que necesariamente son beneficiosos o perjudiciales para el desarrollo de las vitalidades humanas. Por tanto, todas nuestras elecciones, querámoslo o no, son de seres valiosos o disvaliosos, de valores o de contravalores.

3. Quizás sea conveniente señalar que los contravalores son los causantes de que la persona se sienta esclava o no libre, aunque actúe autónomamente. La enfermedad, los trastornos psíquicos, el deterioro de las fuerzas corporales, la insolidaridad, la enemistad, el distanciamiento, la deslealtad, la inseguridad, la indefensión, la guerra, la ilegalidad, el avasallamiento, el culto a los ídolos, lo feo, lo cursi, lo vulgar, la injusticia, la infidelidad, el egoísmo, la imprudencia, la pobreza, el paro, el hambre, la escasez de alimentos, la falsedad, la falta de rigor, el sofisma y el dogmatismo no generan libertad, sino esclavitud. Así se siente uno cuando, por ejemplo, es un analfabeto o no puede practicar el saber en toda su extensión y con la apropiada intensidad (contravalores cognitivos); y otro tanto sucede con el odio, la desesperanza, la pobreza, la enfermedad, la fealdad o con el resto de los contravalores. ¿Qué capacidad de elegir hay en quien sufre contravalores tales como abusos del poder político, injusticias de los jueces, atropello de los fuertes, infidelidades conyugales, incumplimiento de las promesas, pobreza, contaminación de su espacio individual, vanas esperanzas puestas en los ídolos, desigualdades sociales, cárcel, manipulaciones de todo tipo, etc.? Tampoco la escasa calidad, la limitación, el deterioro y la mediocridad de los valores permiten ser libre. Si una persona ha aprendido solo las cuatro reglas aritméticas, sus valores cognitivos matemáticos son, pues, muy limitados y mediocres. ¿Tiene esa persona capacidad para elegir la solución matemática correcta a un problema de derivadas o de integrales?

4. La acción valorativa libre/no libre no genera tan solo valores y contravalores, sino que, a causa de las elecciones alternativas de vida (valores) o de muerte (contravalores) que lleva a cabo, sus actos están cargados de responsabilidad o de irresponsabilidad. El vocablo “responsabilidad” tiene su raíz en la palabra latina “spondeo”, que significa comprometerse, generalmente en un acto público y solemne. De este modo, uno quedaba más ligado a aquello a lo que se había comprometido. Pues bien, la libertad valorativa, que se decide necesariamente por valores (vida) o por contravalores (muerte), lleva insertada la “conciencia de la responsabilidad”. Por eso, fomentar o deteriorar la vida es el origen y el campo de la responsabilidad. Las elecciones valorativas, por tanto, están intrínsecamente cargadas de responsabilidad por el vivir y por el morir de la persona, cosa que no sucede necesariamente con la simple autodeterminación o capacidad de elegir en cuanto tales. No existe responsabilidad más extensa ni tampoco más intensa que la que resulta de elegir entre desarrollar la vida o deteriorarla o morir. La persona, que está implicada en todas las experiencias, es la responsable de los tratos necesariamente responsables con todos los seres como valores y como contravalores.

5. La influencia externa no siempre es una limitación de la libertad; en muchos casos es una necesidad y un beneficio. La identificación de libertad con autodeterminación lleva a oponer, sin más precisiones, libertad e influencia externa, como si el máximo grado de libertad se alcanzara cuando la influencia externa fuera nula y la espontaneidad propia, máxima. ¿Qué libertad hubiera llegado a conseguir un niño si los demás no le hubieran aportado higiene, alimento, lenguaje, afectividad, conocimientos de todo tipo, bienes económicos, etc.? ¿Se hubiera podido librar él solo de los contravalores? El recién nacido es el peor modelo de lo que es un ser libre, a pesar de que es el ser humano menos condicionado por la influencia externa, pues apenas la ha recibido. En principio tenemos que asegurar que gran parte de la influencia externa no solo no es contraria a la libertad, sino que puede llegar a ser la condición necesaria de su existencia y de su desarrollo. Evidentemente, en otros muchos casos, la influencia externa es un obstáculo para ejercer la libertad. Pero no lo es por ser influencia externa sin más, sino por que procede de contravalores y genera deterioro en nuestra vida.

6. El arzobispo de Granada se saltó a la torera la obligación de que los fieles se quedaran en casa y celebró las liturgias pascuales con algunos presentes en la catedral. Este obispo estaba optando por la muerte suya y por la de las personas que lo acompañaban, a la vista de los estragos que produce el Corbid–19 con sus fáciles y ocultas propagaciones. Los policías que despojaron a los fieles del templo estaban optando por la vida de estos. ¡Qué paradoja!, ¿verdad? Obispo, clero presente y fieles asistentes fueron unos “irresponsables” ante la vida, mientras hay que calificar a los policías como “responsables” por la vida.

7. La cosa no terminó ahí. El cardenal arzobispo, Antonio Cañizares, presidió la Vigilia Pascual celebrada en la Catedral de Valencia, concelebrando con los obispos auxiliares Javier Salinas y Vicente Juan, y parte del Cabildo Catedralicio, a puerta cerradas, sin fieles, en cumplimiento de las órdenes de las autoridades sanitarias por la situación crítica de la pandemia del coronavirus. Pero, en las últimas líneas de su homilía hizo alusión a lo sucedido en la tarde del Viernes Santo en la catedral de Granada, cuando la Policía Nacional entró en el interior de la Catedral e interrumpió la celebración de los Oficios, desalojando a la veintena de fieles que asistían a los oficios. Cañizares dijo que “se nos ha querido quitar la libertad de proclamar y celebrar el Evangelio y la Resurrección”. ¿Cómo se puede proclamar el evangelio de la Vida con actos que están favoreciendo la enfermedad y hasta la muerte? ¡Qué desatino! Por si fuera poco, el obispo auxiliar de Valladolid, y portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, se ha mostrado crítico con la actuación policial en casos como la interrupción de los Oficios de Viernes Santo en la catedral de Granada. Para Argüello, “la actuación policial, legítima en la calle, desde mi punto de vista, ha sido desmedida en los templos, sobre todo cuando se ha interrumpido una celebración ya comenzada, pues no ha tenido en cuenta el citado artículo 11 del Decreto que estableció 'estado de alarma', no de excepción”. ¿Le parece poca alarma a este obispo que la gente salga de su casa para juntarse en una iglesia? ¿No le ha servido de ejemplo el vacío casi total que había en la basílica del san Pedro cuando Francisco celebró las liturgias del triduo pascual?

8. No es casual que los líderes de Vox y del PP estén hablando de presentar denuncias contra la actuación de la policía en el desalojo de fieles en la catedral de Granada. Todos, además de otros intereses inconfesable, siguen entendiendo la libertad solo como la capacidad de elegir lo que uno quiera, sin más precisiones. Y, de la responsabilidad por la vida y por la muerte, que nace y acompaña siempre a la libertad valorativa, ni siquiera han oído hablar.

Eugenio Gonzalez Nuñez -

Compañeros y amigos, pido perdón por los errores ortográficos cometidos. ¡Las prisas siempre son malas! Del padre de Palacín, siempre recuerdo sus atenciones, muchas de ellas, delicadezas, para con nosotros. Era un hombre sencillo, dueño y señor de su profesión, y sobre todo siempre amigo desinteresado en hacer favores. Los reclutas de El Ferral, distribuidos después, pasado el servicio militar, por los pueblos de la provincia, siempre lo recordaban con especial afecto. Referente a nosotros, mis dos recuerdos más guardados son. El día que nos llevó a El Ferral y nos permitió disparar los fusiles y, a algunos incluso, un arma automática. Algunos gozamos como enanos, y ya en Nicaragua, durante la revolución, recordé el hecho con una sonrisa benévola, porque los disparos de la guerra poco tienen que ver con los juegos de la paz. El otro momento recordado, fue en Montesclaros, donde le gustaba veranear con su familia en la hospedería de convento. Llegado el
tiempo de las famosas Olimpiadas, donde la competición por equipos era siempre muy reñida, como su hijo Javier estaba en nuestro equipo (el Kansas City), el coronel nos entrenaba deportivamente a tope, celebrando nuestras victorias y siendo siempre compasivo en nuestras derrotas. Hombre magnánimo, militar ejemplar, moralmente sano, tendrá siempre en mi mente el afecto y el sincero agradecimiento debido también a su buen humor y a su cariño. Por todo ello, no tengo más remedio que añadir, "¡a sus órdenes, mi coronel!", y acompañarle en su celesetial sonrisa de resucitado bueno.

Eugenio Gonzalez Nuñez -

Así era, porque supongo que el Teniente Coronel Palacín Martínez (1966?), con base en El Ferral del Bernesgahabrá, ya fallecido, y de su hijo Javier dominico (si no me falla la memria) fue de nuestro curso (Cañal, Baldo, Santamarta), pero en un momento concreto desaspareció (?). Me alegra saber que Javier Palacín haya la palanca de...aunque no quiero poasar por la alto el posible impulso de su padre o simplemente del apellido Palacín, el millitar bien conocido en León. Sea como sea, li importante, como dacía mi abuela, es que el hacer el bien, no canse nunca.

Isidro Cicero -

En mi memoria impresionista resurge aislada esta frase, ciertamente oída allí, pero hoy completamente descontextualizada. Sospecho que quizá Manolo, mi inseparable amigo entonces, quizá la pudiera ubicar. La frase es esta:
"El señor Palacín vacila como un camello".

J. M. de Pablos -

Baldo, Javier Palacín no era hijo de un militar de alta graduación de León???...
No te canses de tirar "ladrillos" son bien recibidos.

Un abrazo.

BALDO -

Salamanca (1974–75)

P. Fr. Francisco Javier Palacín Vega, Lic. en Teol., Estud. Univ. Pont.

BALDO -

CORIAS (1971-72)

A. R. P. Fr. Basilius Cosmen Adelaida, Lect. et Lic. Theol., Prior a die 4 augusti 1969, Rect. Inst. Tech. "San Juan Bautista de Corias", Archiv., Praef. Conv. Maior. necnon Prof.
R. P. Fr. Iosephus García Rodríguez, Supp., Parochus, Dir. Spirit. Coll. et Prof.
R. P. Fr. Carolus Anibal-Alvarez y García de Baeza, Ingen. Indust., Prom. OSDE et Prof.
44
R. P. Pr. Euthymius Pérez Calderón, a Secret. Consil. et Prof. R. P. Fr. Iacobus Fernández Martínez, Lic. Theol., Sacrista et Prof.
R. P. Fr. Franciscus Xaverius García Peñamedrano, Lect. et Lic. Theol., a Secret. Stud., Cons. Conv. et Prof.
R. P. Fr. Ioannes a Cruce Monreal Huarte, Lic. Philos., Pater a Cons. Organ., Cantor, Praef. Conv. Iunior. et Prof.
R. P. Fr. Ioannes Iosephus Castro González, Lic. Philos. et Medicin., Cons. Conv., Praef. Convic. Iunior., Infirmarius et Prof.
R. P. Fr. Leander Córdoba Merino, Lic. Theol., Cons. Conv., Dux Studior. et Prof.
R. P. Fr. Iosephus Emmanuel Rodríguez Rodríguez, Lic. Theol., Cons. Conv., Praef. Convic. Minor. et Prof.
R. P. Fr. Iesus Llana Secades, Lic. Theol., Palaestrita et profesor.
R. P. FR. FRANCISCUS XAVERIUS PALACÍN VEGA, DIPLOM. THEOL., ET PROF.
R. Fr. Salustianus Mateos Gómara, Diác., Lic. Theol., Bibliothec. et Prof.
R. Fr. Iosephus Ferdinandus Serrano Pérez, Vot. Sol. Prof.
R. Fr. Aurelius del Tejo Zapatero, Coop. Vot. Sol., Syndicus.
R. Fr. Xaverius García Guerra, Coop. Vot. Sol., addictus curae Bibliothec.
R. Fr. Franciscus Valcárcel Muñiz, Coop. Vot. Sol., Ostiarius et Recep. Hosp.
R. Fr. Emmanuel Valcárcel Alvarez, Coop. Vot. Sol.
Fr. Franciscus Cuervo Martínez.

BALDO -

NOVICIADO DE CALERUEGA 1963–64

Fr. Iesus Gómez Nieto
Fr. Ignatius Maria Rodríguez Odriozola
Fr. Antonius Pop Caal
Fr. Michael Angelus Arbea Aranguren
Fr. Franciscus Gómez Bueso
Fr. Ludovicus Vila Navarro
Fr. Richardus Duque Plaza
Fr. losephus Maria Viejo Viejo
Fr. Franciscus González Santiago
Fr. Paulus X. Esteban Ruiz
Fr. Prudentius Nava Roldán
Fr. Sanctus Suárez Santamarta
Fr. Félix Cañal Santos
Fr. Iustinus Bajo Santos
Fr. Eugenius González Núñez
Fr. Faustinus Castañón Álvarez
Fr. Richardus Fernández Lobo
Fr. Venantius Urriza Iriarte
Fr. Robertus González Rueda
Fr. Michael Angelus Murcia Fernández
Fr. Gregorius Ramírez Donoso
Fr. FRANCISCUS X. PALACÍN VEGA
Fr. Emmanuel Pombo Bravo
Fr. Aemilius Diez Ordóñez
Fr. losephus J. Sandoval Abreu Fratres

IV Anni (Salamanca, curso 1971–72)

Fr. Iosephus M. Viejo Viejo, Diac.
Fr. Franciscus M.a González Santiago, Vot. Sol.
Fr. Paulus Xaverius Esteban Ruiz, Diác.
Fr. Sanctus Suárez Santamaría, Diác.
Fr. Félix Cañal Santos, Diác.
Fr. Iustinus Bajo Santos, Diác.
Fr. Eugenius González Núñez, Vot. Sol.
Fr. Michael Angelus Murcia Fernández, Vot. Sol.
Fr. Gregorius Ramírez Donoso, Diác.
FR. FRANCISCUS XAVERIUS PALACÍN VEGA, DIÁC.
Fr. Aemilius Diez Ordóñez, Subdiác.
Fr. Iosephus Ioachim Sandoval Abreu, Subdiác.
Fr. Iosephus a S. Paulo Juárez Fernández, Subdiác.