PONGAMOS QUE HABLO DE LALO F. MAYO
Estimados socios y amigos:
Con esta comunicación os paso la revista semestral de “La Cepeda” que en esta ocasión realiza un homenaje especial a Amando Alvarez Cabeza, recientemente fallecido en Gijón.
Amando ha sido un personaje cepedano cuya rica vida tiene tintes novelescos, nacido en Sueros en 1927, tras retirarse de la marina mercante (fue superviviente del naufragio de un superpetrolero frente a las costas africanas) se interesó por los temas culturales cepedanos, especialmente en materias de etnografía y lingüística. Es autor de los libros Vocabulario de La Cepeda y Del castellano al cepedano y participó en otra serie de libros y publicaciones, en la defensa de del patrimonio y la cultura cepedana.
En ese homenaje de reconocimiento de la revista, escriben Santiago Álvarez Fernández (hijo del homenajeado), que nos acerca a diversas claves personales de Amando, así como otros autores que le conocieron y compartieron con él encuentros y objetivos culturales: Tomás Alvarez, Ricardo Magaz, Ignacio Redondo Castillo, Gumersindo García Cabeza y el poeta Ángel Casado. Los textos se acompañan de diversas imágenes que recuerdan los distintos momentos de la vida de Amando Alvarez.
En este número de La Cepeda, se presenta también un avance de la Programación estival de la Asociación Cultural Rey Ordoño I –Amigos de la Cepeda- y un excelente reportaje sobre las pandemias, realizado por la doctora Victorina Alonso.
Asimismo, el filósofo Rogelio Blanco hace otro trabajo en el que plantea la historia de León como una lucha milenaria a favor de la libertad.
En el proyecto de programación para el 2020 se destaca la colaboración en la organización de Versos a Oliegos 2020, la organización de una exposición sobre temas jacobeos y el Día de las Letras Cepedanas.
Este año la Asociación distinguirá como Socio de Honor a Lalo Fernández Mayo, periodista nacido en la comarca, quien ha ocupado destacados puestos en el Diario 16, Diario de León y la Voz de Galicia, y que este año recibirá el título de Socio de Honor de la asociación cultural cepedana.
Como señala Saturio Aller, presidente de la A. Cultural, en la presentación de la revista, toda la programación –como es lógico- está condicionada por el estado sanitario de la comarca, por lo que tal vez se tendrá que modificar alguno de los eventos. En el facebook de la Asociación Cultural habrá información permanente de todo ello.
Un saludo muy cordial
Tomás Alvarez
14 comentarios
Vibot -
Siempre nos deseas salud. Que no te falte nunca a ti y a los tuyos. Un abrazo muy fuerte.
lalo -
Salud
Isidro Cicero -
Todo lo que tiene de puntilloso en lo segundo - no transige ni contemporiza en los detalles más ínsignificantes del oficio - lo tiene de magnanimidad en lo otro.
Un enorme ser humano, a quien yo estoy particularmente agradecido.
Cualquier distinción será siempre merecida.
Jesús Garcia Marcos -
Madrid.
Un deseo de salud para todos, compañeros.
JMG Marcos
Andres Martínez Trapiello -
Enhorabuena.
Un abrazo.
Ramón Hernández Martín -
José Manuel García Valdés -
Un abrazo.
P.D. A modo de sugerencia, cuando vayas a echar tu discurso podrías llevar contigo a Baldo y Ramón como asesores de discursos breves y rápidos.
Luis Heredia -
Que no te falte salud nunca, y tú, de ésta vas sobrao.
Javier Muñiz Diaz -
Un abrazo.
Pedro Sánchez Menéndez -
Santos Suárez Santamarta -
BALDO -
Pido perdón a Lalo Mayo por haber secuestrado este portillo para cosas que no son el reconocimiento y el agradecimiento por su valía literaria y por su decisiva e importante aportación a la comunidad de los que formamos este Blog. Gracias, Lalo.
Ramón Hernández Martín -
Vibot te pesca por el oído para elevarte a la emoción mística. La desenvoltura de Iturgáiz en su taller (siempre he tenido debilidad por la belleza que brota de la coyunda de la luz y el vidrio) me ha llevado una vez más a los talleres de otros grandes artistas a los que he visto trabajar, como Miguel Iribertegui, el cursario Alfonso Salas (Saluqui) y el mogarreño Florencio Maíllo, que ha puesto a Mogarraz en el mapa del mundo. Lalo me ha hecho recorrer, con su revista La Cepeda, la comarca de la Sierra de Francia, de características parecidas y donde tenemos por cierto un pueblo que se llama Cepeda, comarca que me ha mantenido vivo, culturalmente hablando, durante muchos años. Una revista tan primorosa como esa dice mucho en favor de la región que refleja. En cuanto a Baldo, a él le dedico, aunque sea tarde, el comentario que sigue.
Querido amigo Baldo: ante todo, disculpa que hasta hoy no haya encontrado el momento propicio para leer este trabajo tuyo, tan interesante de suyo y que está a la altura, desde luego, de cuanto escribes y generosamente nos regalas. Ni que decir tiene que aplaudo tanto tu habilidad pedagógica para desmenuzar temas densos, cosa nada fácil, como la claridad con que construyes una sólida argumentación sobre el genial armazón filosófico de fray Eladio Chávarri. Con todo ello quiero dejar claro que comparto y certifico sin reserva alguna, al cien por ciento, tu planteamiento y tus conclusiones en lo referido, en este caso, a la persona inmersa en el piélago de calamidades que nos está dejando el covid-19.
Mi única pega, completamente al margen de esta armonía de pareceres y sentires, se debe a algo que ya he comentado directamente contigo en más de una ocasión: a que tus conclusiones pecan, a mi modo de ver, a pesar de su rigor dialéctico, de estar impregnadas de un cierto sesgo que te lleva instintivamente a pegar más fuerte, o incluso exclusivamente, a la derecha que a la izquierda, aunque haya tantos motivos objetivos para hacerlo más o menos por igual con ambas. Puede que esa propensión inconsciente se deba a una cierta simplificación de cuestiones que son de suyo sumamente complejas, por lo que requieren mucha agudeza para captar todos los matices y mucho tacto al sentenciar con descalificaciones. A este propósito, para aclarar intenciones y despejar intereses, te recuerdo, una vez más, mi querido amigo, que no milito en ningún partido político y que (como ya he dicho en alguna otra ocasión), si necesitara buscar algún acomodo político a lo que pienso y propugno, tendría que hacerlo en una izquierda moderada, no fanática.
No es cuestión de entrar en detalles, pero sí de subrayar la enorme importancia que fray Eladio daba a los valores del HPC por el nivel de vida a que nos ha conducido estos últimos tiempos, si bien su obra trata, claro está, de denunciar sus no menos fuertes contravalores por el hecho de fagocitar prácticamente, modelándolas, todas las vertientes vitales, hasta reducirlas a la categoría de mercancía canjeable. Por cuanto he leído de él, sobre todo en Perfiles de nueva humanidad, y, quizá más, por las muchas horas de conversación que mantuve con él en Valladolid, la lenta y paciente marcha de la humanidad hacia una forma de vida mejor, que esté alimentada por más y mejores valores, no vendrá de achicharrar al HPC de nuestro tiempo sino de dirigir su impresionante fuerza y sus encomiables logros hacia el cultivo equilibrado de los valores de las demás dimensiones vitales. Y eso ha de ser, seguramente, el fruto de ir contrarrestando poco a poco, cosa que ya se está haciendo, el lucro imperante, que a tantos asfixia en la actualidad, por la gratuidad que nos hace humanos y que a tantos tiene que redimir. Sabes muy bien que todos los perfiles que Eladio traza en la obra citada tienen como prototipo de humanización a Jesús de Nazaret y que a su obra más consumada, la reelaborada y publicada por ti con el título de Los valores y contravalores de nuestro mundo, le faltó una última parte que Eladio tenía intención de escribir llevando el tema, también en esta obra, a la figura y enseñanza de Jesús de Nazaret. Mucho le insistí en Valladolid para que diera forma a las notas que me dijo que ya tenía tomadas con ese propósito, pero sus fuerzas y capacidades se iban deteriorando ya a ojos vista. ¡Fue buena lástima! Pero, afortunadamente, a ti no te faltaron ni unas ni otras para que su principal tesoro no quedara confinado a perpetuidad en alguna vieja carpeta.
Viniendo a lo de la critica de la sociedad en que vivimos, creo que los palos, que han de ser siempre positivos y fraternales, lo mismo los merecen unos que otros, pues todos ellos, lo confiesen o no, practican un liberalismo salvaje, el que tú criticas tan duramente y con tanta razón. En su quehacer, cuando hacen algo, están demostrando lo de primero yo, después los míos y, si queda algo, que se lo repartan los demás. Pasa con el poder lo mismo que con el dinero porque, a fin de cuentas, el poder desemboca en el dinero. Lo del coronavirus es un envite de órdago, un reto ineludible a unirse y compartir para aprovechar bien los despojos que nos está dejando. Pero mucho me temo que, en cuanto perdamos el miedo a morir ya, el alocado enfrentamiento a que estamos asistiendo atónitos nos confine definitivamente en una estupidez humana que obstaculice o incluso impida la vacuna de la gratuidad que necesitamos con tanta urgencia.
Gracias a Vibot, gracias a Iturgáiz ahora que sus ojos están ya llenos de bellezas perdurables, gracias a Lalo y gracias a Baldo. Al fin, el burro se ha decidido a beber un poco de cada fuente.
Luis Carrizo -
Un muy cordial abrazo, amigo Lalo.
Iba a despedirme con tu habitual "Salud", pero, como pega muy bien en nuestro blog, lo amplio y me despido con el que usaban los revolucionarios franceses:
Salud y fraternidad.