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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

CONJUNTO MÚSICO VOCAL -DOS ANDRES-

CONJUNTO  MÚSICO  VOCAL  -DOS ANDRES-

 El artículo de hoy lleva la firma de mi amigo-hermano Enrique Muñiz Iglesias. Comenta esta fotografía del mes de Febrero de 1968 cuando, invitados por los Frailes, actuaron en el Teatro en la Fiesta del Colegio. Formaban el dúo estos "tres" elementos: Andrés Cortés Aranaz, Andres Martínez Trapiello y el supervocalista Enrique Muñiz Iglesias. Gracias, amigo.  

Os revelaré un secreto: el mes de Marzo del mismo año, Enrique y mi hermano Andrés junto con Luis Manuel Selva Sánchez, que en paz descanse, fueron a pasar la Semana Santa con nosotros, entonces Novicios, en Caleruega. Los muy condenados llevaban esta foto y otras más: creo que esta fué la que me hizo perder definiitivamente la vocación. En este mismo momento me doy cuenta de que Junior y Jeannette fueron los responsbles del giro en mi vida....y lo descubro ahora (La Orden no se perdió nada del otro mundo).

Tardé un año más que otros en llegar al colegio. Me incorporé en segundo curso.

Llegué a jugar de portero, pero bastante después y mucho peor que Correas y Justino.

Comencé a escribir alguna cosilla inteligible en la Escuela Mayor; animado y exigido por el P. Lanz y el P. Iparraguirre, pero en páginas distintas y distantes de las de Isidro Cicero, Ariztimuño, etc.(porque lo de Antorcha con Tejo, Chuchi y Oscar resultaba pura observación y aprendizaje de un cierto método de expresión, de estética, de colorido e incluso dibujo que nunca acerté a conjugar como ellos)

Alcancé la Escolanía, ya de tenor, en cuarto curso, cuando muchos otros habían recorrido otras cuerdas y experiencias.

Al teatro no accedí hasta 1966, casi huyendo de los estudios de la noche para asistir a los ensayos; y alcancé un clamoroso éxito con cuatro palabras –exactamente- interpretando al Entendimiento en La Noche Nunca es Eterna (tal vez un título premonitorio del permanente insomnio que me acompaña casi desde entonces).

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Pero este día fue distinto. No mejor, pero diferente. Yo aún no estaba muy convencido de haber perdido la vocación; y, en febrero ya del 68, aún recordaba como de ayer la Toma de Hábito de mis compañeros de curso.

Pero ahora no tenía cerca ni muchos más amigos, ni muchos más rivales. En Caldas y Caleruega permanecían mis verdaderos y admirados artistas de todo. En el Colegio nos invitaron a participar como exalumnos en uno de aquellos plurales festivales y “Dos Andres” (Cortés y M-Trapiello) actuamos en el teatro. De vocalista actuaría yo;  evidentemente con el único mérito de llamarme Andrés y porque no sabía tocar la guitarra; entonces, escondiéndome entre mis gafas y el siempre moderno flequillo, conseguí atreverme a destrozar un par de canciones melódicas de  Brincos y de Pic Nic.

Sucedió allí, amigos: en “nuestro teatro” . Allí fue donde se produjo, en exitoso inicio, la primera  de nuestras actuaciones. ¡Cómo nos gustaría para Octubre poder concertar la segunda!

Pero, por favor, sed discretos: No me gustaría que Junior y Jeannette se enterasen.

8 comentarios

Antonio Úbeda -

¡¡Pero antes tienen que entrar, coñe!!

Antonio Úbeda -

A ver.

Si mi memoria no me falla, cosa que ya va ocurriendo según añado años a mi calendario, cuando yo andaba por La Virgen también, en un acto que hicimos en el teatro, cantamos y tocamos (entre comillas) gente de mi curso. Recuerdo que cantamos (es un decir) "Una furtiva lacrima", y que yo "tocaba" el violín, pero como no me dieron arco lo hacía cual si de una guitarra se tratara.

A ver si alguien de mis cursos (67/68 y 68/69) se acordara de ello, aunque quiero recordar que Morán era el vocalista. Y la letra era algo así:

"Una furtiva lácrima
Una furtiva lácrima,
Una furtiva lácrima
derramó Mamerto,
¡porque estaba muerto!"



¡¡¡¡¡A ver los de mi quinta si se acuerdan!!!!

francisco javier cortes aranaz -

PARDILLOS!!!!

Qué monos estabais!... esos chalecos, esos polos de cuello alto, incluso, esa lazada al cuello de Trapi, ese flequillo de Enrique....QUE PARDILLOS!!!!y...al mismo tiempo, transgresores (quién lo diría!). El anuncio de la modernidad....los chicos ye-yés!!! Transportándonos en el tiempo, hoy seríais, con lacoste de pico incluido, los precursores del "amo a lauraaaaaaaa........". Qué fuerte!!! Pensar "todo" lo que acarreó esa actuación....A los pocos meses, comencé a conoceros, ya fuera del colegio. Tengo que reconocer, que parecíais normales.....a pesar de los pesares. Y nos fuimos conociendo, y aprendimos a disfrutarnos y tambien a soportarnos. Y los años han ido pasando, unos pelos se han caido, otros, se han teñido de blanco, y cada vez nos disfrutamos más y nos soportamos menos.......y nos hemos metido en esta preciosa iniciativa, que,entre otras cosas, ha hecho aparecer esta foto, de la que no tengo más remedio que avergonzarme profundamente, por tener unos amigos-hermanos tan sumamente PARDILLLOS!!!! Un abrazo para todos. Os quiero, Pedro, Felipe, Enrique, Andrés, Josemari, Martín, Andrés (ito), Pachi (san josé).......

Andrés Martínez Trapiello -

¡Escándalos!
Sí: El espectáculo que originó esta foto fue un escándalo para algunos frailes. Aunque detrás de Andrés Cortés, de Enrique y de mí, se encontrara de técnico de sonido el mismisimo Angel Torrellas. Por nuestra culpa, un alumno recibió aquel día una reprimenda nocturna, de capilla. Creo que se condenó ya en aquella fatídica fecha, por culpa de su hermano, y otros dos irresponsables que pretendían emular a unos melenudos, escoria de una sociedad que se estaba corrompiendo con una música salida del mismo infierno e inspirada por el diablo.
Otro escándalo lo produjo también Angel Torrellas, cuando una tarde de principios de otoño -quizás 1962 ó 1963- apareció vestido de chandal en los campos de los "mayores" para jugar un partido de aquellas fabulsas "ligas" que organizaba.
Hasta entonces - para los más jóvenes- los frailes dominicos y deportistas, se arremangaban el hábito, lo sujetaban con el cinturón y corrían como posesos detrás del balón o del rapaz que les "había robado la cartera".
Otros muchos "escándalos" se produjeron en aquella época, y no recogidos en enciclopedia alguna, que nunca fueron motivo para que nadie se atara la rueda de molino al cuello.
Y hoy, que estamos aquellos "artistas" en la cincuentona, con la prespectiva del tiempo, recordándolo en la distancia, seríamos autenticos "ursulinas" en el mundo de la canción.

Mariano Estrada -

Ayer, después del partido Español-Sevilla, iba a poner este comentario, pero los duendes de la informática no me lo permitieron. Hoy me me están arreglando el problema y aprovecho un receso del técnico para colgarlo. No sé si está co`pleto, pero ¿qué importa?
Un abrazo

Respuesta al Dos Andrés

Querido Andrés: si es cierto que cantabais mejor que Mocedades, podíais haber hecho un Consorcio ¿No te parece? Como el resto de los compañeros, quedo a la espera de tus comentarios, que suelen estar adornados de una fina ironía. Te leo con gusto. Y me alegro de que hayas entrado con fuerza a este Foro, donde creo que puedes aportar muchas cosas.

Querido Javier: el texto que has colgado hoy aquí bien merece una foto. De la mili. Pero como creo que aquí no se pueden colgar, trataremos de agudizar el ingenio. Verás, voy a colgar un post en el Blog de Paisajes Literarios con el artículo, ya que creo que ahí no está colgado, y de postre pongo la foto. Así podéis reíros de mi aspecto de militar, que es peor que el de fraile, y éste no llegó a pasar de una foto, como sabe Isidro Cicero. Cierto que no se ve el metro ochenta de envergadura, pero es porque no lo deja ver el bigote.

Y, ya puestos, voy a dejaros una primicia: se trata de un texto que escribí hace mucho tiempo sobre la mili. Vamos, lo que dejo es solamente el inicio…

Un abrazo a todos
Mariano

Campamento de milicias (pequeño fragmento)

He pasado muchos años llamando “Padre” a más curas de los que pudieran ser mis progenitores, como para pasarme desapercibida una conversación celebrada –si así puede decirse- entre un sargento chusquero del Ejército de España y un soldado en ciernes, compañero mío y excedente de cupo, el día mismo en que nos llevaron al campamento para empezar las milicias.
En realidad, el muchacho se había dirigido al sargento ignorando la graduación que ostentaba:
- Oiga…
- ¿Oiga? ¿Cómo que oiga? ¿No sabes cómo se llama esto? –contestó el aludido, señalando orgulloso a sus hombreras-
- Pues, no ¿Cómo se llama?
- Mi sargento
- ¡Ah!
- ¡Ah, mi sargento! ¿Tienes ganas de juerga? Esto se llama galones ¡Ga-lo-nes! ¿Entendido?
- Sí, entendido
- ¡Entendido, mi sargento! ¿De dónde sales tú, eres idiota? A ver, repite conmigo: ¡Mi-sar-gen-to!
- ¡Mi-sar-gen-to!

Hay que decir que aún no habíamos recibido formación castrense ninguna. Acabábamos de llegar al Campamento General Martín Alonso, en Talarn (Lérida), muy cerquita de Tremp. Era el uno de julio de 1971. El viaje, realizado en un convoy militar, había sido largo y tedioso. Cuando entramos al campamento íbamos de acá para allá, pero no sabíamos adónde; nos mandaban esperar, pero no sabíamos qué. Así estábamos, cansados por el viaje y por las largas esperas, cuando se produjo la situación referida. El futuro soldado, mi compañero, ignoraba no sólo los distintivos que el sargento lucía en los hombros, sino todas las graduaciones de la escala militar, que son muchas, y el trato que había que dispensar a los jefes.

Ni que decir tiene que el muchacho se había dirigido al sargento por alguna razón determinada, no por el gusto de cruzar con él un puñado fortuito de frases. Volvió, pues, a la carga:
- Oiga, mi… mi sargento
- ¿Sí? –contestó éste con aire displicente-
- ¿Puedo ir al servicio?
- ¿Al servicio? ¡Já! Querrás decir a las letrinas.
- Eso, mi sargento, a las letrinas
- Denegado, siéntate.
.....

Posdata: veré qué texto porngo en el Blog de Paisajes Literarios, para insertar la foto prometida.
Me voy, el técnico me está echando...

Oscar Fernandez Hidalgo -

Querido Enrique: me gusta leer lo que escribes. Como tú llegué en segundo curso y ambos tuvimos que recuperar los latines que los demás ya chapurreaban. Así entre rosa, rosae, y asinus et equus, disfruté desde el primer año de tu cercanía y calurosa amistad, participando en actividades extraescolares, además de las propias de la vida diaria.

Ya que te refieres a representaciones teatrales, uno de mis primeros recuerdos de algo relacionado con tal fantasía se remonta a las Navidades de 1962. Alguien (¿el padre de Julio Correas?) nos donó un baúl, como el que se ven en las películas de piratas, lleno de disfraces para niños: jefe indio, Napoleón, espadachín, piratas, soldados, arlequín, etc.… Libremente podíamos disfrazarnos y representar el personaje a placer. Yo, plantado durante mis primeros años en un valle, nunca había visto nada igual: los colores, los complementos, la textura de los tejidos, la alegría de todos. Aún recuerdo las caras de felicidad. ¡Qué momentos!

Tengo que decirlo. La mayor parte de los que representasteis la obra “La noche nunca es eterna” de Lope de Vega en versión P. Guervós sois los que nos deleitáis diariamente para salvarnos del olvido: Oloriz, Andrés y Josemari Cortés, Chema Sarmiento, Tejo (desde el cielo) tú y Javier del Vigo en una representación previa. ¿Coincidencia? Aquí veo la semilla plantada en todos vosotros por el queridísimo padre Iparraguirre. Ha sido una eternidad a oscuras, pero llegáis vosotros y como entonces nos recordáis que hay que tener fe, que no está todo perdido, que aún hay tiempo de aquí a octubre para reencontrarnos. ¡Gracias por vuestro esfuerzo! (no es buena memoria. La información está en la sección documentos)
Un abrazo

Javier del Vigo -

Acabo de comer,tarde.

Me estoy tomando una copa, tranquilito...

Visto el actual silencio de esta "juerga", me he acercado hasta la página de Mariano Estrada. Me han salido casi las lágrimas, de risa, al leer uno de sus artículos...

Lo "copié", para poner aquí...

Cuando he ido a la página de Josemari Cortés, me aparece su último "morlaco"... Músicos en los días de Beatles, Brincos Bravos... Así que primero leí las novedades y luego seguí adelante con mi idea...

Pinchar acá un texto que me parece perfecto para recordar una milicia que tuvimos la "suerte" de padecer casi todos nosotros...

Bravo, guitarreros! No os veo plagiando la voz de Amaya, aquella mujer oronda de Mocedades -conjunto bilbaino, cantante que disfruté en vivo...- ,que, cuando cantaba, ponía de rodillas hasta al mismísimo cielo,con sus querubines, tronos, arcángeles y potestades... Pero trazas de haber sido triunfadores, teneis!

De todos modos, Mariano -Mariano Estrada,amor en las distancias- no pienso pedirte permiso. Aquí "pego" lo que "copié" de tu página. El copywright es tuyo; el pirateo,no. Demándame! Quien quiera leer en original, por favor, vaya a http://www.mestrada.net/novedades6.htm...

Juro os reireis con algunos artículos. Y pensareis en las esencias de la vida,con otros...:

"Anécdotas de la mili

Cuando la mili era una carga de obligado cumplimiento y las milicias universitarias una adaptación de la misma al calendario de los estudiantes, el hecho de ser “excedente de cupo” no te libraba de hacerla, sino que te la rebajaba llanamente de categoría. Es decir, no terminabas de sargento o de alférez, sino que a lo máximo que podías aspirar era a cabo primero, si es que eso puede ser una aspiración, que lo dudo. Yo tuve la suerte de pillar un cambio de ley que limitó los campamentos a sólo dos meses: julio y agosto. Y pasé el primer verano en Talarn, Lérida, que resultó ser un lugar que podía calificarse de bueno, aunque no todos opinaban lo mismo.

Algunos, además, también tuvimos la suerte de que el capitán de la compañía a la que fuimos asignados tenía de militar lo que nuestra actual ministra de cultura tiene de “fraila”. Así que en uno de los primeros días, durante la celebración de determinada clase teórica que, por cierto, recibíamos a las tres de la tarde debajo de una chopera y con un calor de justicia, al capitán se le ocurrió preguntarnos si nos sentíamos a gusto con nuestro destino, entendiendo por tal lo que la suerte nos había deparado en el campamento. Fue entonces cuando uno se quejó de la comida, otro del jabón que faltaba en las duchas, otro de las letrinas, que en realidad –dijo- eran una mierda sucesiva y amontonada, otro...

A mí todo eso me estaba molestando bastante, la verdad, porque lo que yo deseaba realmente era descabezar una siesta aprovechando la lejanía de los últimos pupitres de la clase, que eran de materia terrenal un poco en pendiente, y en mis adentros rezaba para que el capitán se extendiera a discreción con aquella voz pausada y suya de adormecedor terciopelo. Digamos que el capitán, canario practicante, no tenía voz de mando sino de sugerencia, lo cual era infrecuente en la profesión, ya que no exclusivo y peligroso. Pero no hubo manera de conseguirlo, porque todos los soldados se habían apuntado a aquella crítica larga que, al parecer, hacía muy amena la clase: que si el agua era poca o de mala calidad, que si en el barracón hacía un calor terrorífico, que si la ropa era grande o era pequeña...De modo que, para terminar con aquella insufrible letanía, a mí se me ocurrió levantarme, ponerme bien a la vista del susodicho, cuadrarme para dirigirle mi queja y finalmente quejarme, cosa que hice así:

- Mi capitán, cuando yo llegué aquí medía uno ochenta.

Se hizo un silencio sepulcral, como es lógico. Sólo se oían las cigarras que, ignorantes de nuestras vicisitudes militares, tenían un concierto abrumador sobre nuestras respiraciones contenidas.

Pero fue el capitán, precisamente, el que mirando de arriba a abajo mi metro sesenta y cinco de estatura, no del todo cumplido, rompió aquel silencio expectante con una estruendosa y sincera carcajada. Tras él reímos todos a muerte.

Allí acabaron las quejas, por supuesto, pero yo ya no pude dormir aquella tarde porque, desgraciadamente, en el abuso de la palabra había perdido las enormes ventajas del anonimato.

Mariano Estrada"

andres cortes aranaz -

HOLA AMIGOS:
Por fin salió esta foto.
Os prometo pronto un comentario sobre la misma, historia, de ella, la vida que llevábamos en esa época, y la oportunidad que perdimos de haber anulado en ese momento a Mocedades, porque la verdad es que éramos bastante buenos......