Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

JUAN A. SÁNCHEZ TURIENZO

JUAN A. SÁNCHEZ TURIENZO

Os transcribo correo que me envía mi amigo-hermano Quique Muñiz que reemprende sus funciones de "Lobatón".

Juan Antonio, espero que el pago al doble DVD del Reencuentro que te envié y que ya sé que has recibido, sea tus participación en el blog con tus comentarios; también espero me envíes alguna fotografía o documentos que seguro conservarás.

Un abrazo para los cuatro, Isidro, Miguel Angel, Quique y Juan Antonio, amigos.

José Mari:

 

Anteayer estuve en Santander y, escondí un rato en mi agenda de trabajo para cenar con Isidro Cicero. Pero la suerte, que habitualmente viaja conmigo, se quedó en León cuidando de mi padre, e Isidro me respondió al teléfono desde Bruselas. Unió por ello su lamento al mío y nuestro esperado abrazo se ha quedado soñando y suspendido (tal vez hasta septiembre, como me ocurrió alguna vez con el griego) por la hermosa bahía.

 

Me reconforté entonces en los brazos animosos de Miguel Angel “Boliche”, en la Capilla Sixtina, que me ofreció, después del beso y la sonrisa más cariñosa que me regaló May, exquisitas viandas y una conversación larga y mucho más que amable.

 

Y ayer, por la mañana, estiré mi tiempo para tomar café con Juan Antonio S. Turienzo, compañero de nuestros últimos cursos, prior que fue en la Virgen del Camino y amigo hasta siempre (ya he escrito en otra oportunidad que él me perdonó alguna vez mis pecados, y yo a él que me casara) desde cualquier Burgos, Valladolid o Torrelavega en que se pierda.

 

Le he prometido otra visita con más tiempo a cambio de su entrada en este cuaderno de páginas en el que todos queremos abrazarle. Conocí a su lado a Fernando Serrano, también cariñoso y próximo sin habernos visto nunca; y ya estoy deseando volver, para ver con ellos la película del reencuentro que se perdieron, y detallarles, con todo el color posible, los mil y un sentimientos que sucedieron por detrás de las cámaras.

 

Dile tú a Juan Antonio que comience ya a contarnos cosas...

 

 

Un abrazo

 

quique muñiz

 

6 comentarios

Roberto Diez -

que sorpresa TURIENZO. Cuantos años han pasado. Un abrazo muy fuerte con cariño.

lalo -

Ave, Valdés Summum

No creas que los de primero nos fijábamos mucho en los de sexto. Las pocas veces que coincidíamos siempre había un seto, un piso, una pared o un largo pasillo por medio. En la Escuela Mayor olía raro. Para nosotros, habituados al Nenuco, seguramente que el Varón Dandy nos resultaba duro a la pituitaria de nuestras por entonces delicadas narices. Y hablábais recio y teníais pelos en las piernas, que os veíamos cuando coincidíamos en los campos de juegos, naturalmente seto y fuente de por medio.

Otrosí, los botillos son exclusivos de Chema Sarmiento (y de su discípulo Iturriaga) y jamás me atrevería a meterme en su receta en público.

Si quieres una botillada en Gijón deberás llamar a otra puerta, que seguro que la abren enseguida.

La mía está un poco más al oeste, camino del fin del mundo, aquí, en el Magnus Portus Artabrorum. Pero también aquí mi puerta se abrirá de inmediato a tu llamada. No habrá botillo, pero seguro que no faltará algún monstruo negro de esos que antes de comerlos tienes que dejar que se pongan rojos. Y para pasar ese mal trago que siempre es ingerir cadáveres, aunque sean de los que tienen los huesos por fuera del cuerpo, tampoco faltará algún buen vino.

Por cierto, Valdés, creo que además de muchas otras cosas, también nos une que con uno de tus compañeros, uno de los de sexto que antes mencionaba, pase yo alguna tarde cuidando vacas en el pueblo donde nací. El pueblo se llama (aunque a este paso por poco tiempo, porque casi ya ni es pueblo ni na) Magaz de Cepeda. Yo tenía de aquella tres años, él unos diez y su nombre es Manuel Álvarez González, a la sazón catedrático de Ciencias de la Educación (o algo así) en la Universidad de Barcelona.

Salud
Otro adolescente maduro

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

¡Ave, Lalo! Uno de Casorvida te saluda.
Cuando tú llegaste al Colegio estaba yo en 6º, por tanto sí me conoces porque es raro que, los de 1º no se fijaran en los mayores. No eras tan crío, aunque es posible que todavía usaras pañales. No pierdes gran cosa por no conocerme, aunque me considere alto, bien parecido, que no guapo, rico, inteligente y, sobre todo, modesto. Practico mucho el deporte de la autoestima, aunque sé que la sobreestima se llama vanidad. La única que se lo cree es mi madre. No hagas caso de nada de lo que te digo o, si quieres, haza caso; da igual.
Dices que no te atreves a gastar una broma pero lo haces de lo haces de forma muy sutil, eso indica que eres inteligente. Hay que gastar bromas de todo menos del comer. La sonrisa es fuente de salud. Pregunta a mi amigo Pedro López Llorente, “pajarín”, hasta cuanto me va la broma. Cuando yo llegué al colegio, Domingo de Guzmán acababa de fundar una orden llamada dominicana y se alegró mucho cuando me vio entre los suyos porque sabía lo que fichaba; sabía que podía ser un aguerrido soldado que lucharía a brazo partido con aquellos malos malísimos, llamados albigenses; ni Santo Tomás con su tizón pudo domeñarlos ¡Qué tíos!. Me arrepentí porque descubrí que no me gustaba dar hostias.
No somos mayores, somos adolescentes maduros. También siento no conocerte.
Sé que los que os reunís entorno a la mesa soy gente muy seria comiendo, sería un riesgo invitaros. También sé que es muy sano y saludable reunirse con los amigos pa comer, ver y … rezar, si fuera el caso. Hablas de los botillos de Sarmiento ¿Quiénes son los privilegiados? ¿No podrías organizar una “botillada” en el Gijón de primera? Nosotros pondríamos la “botellada”.
¿Dónde están esos a los que yo pretendía poner en pié de guerra? ¿Dónde están los de la quinta del 59-65? No debía de ser un buen curso porque la mayoría no aprendieron a escribir, otros son tímidos y algunos más pasan de todo. ¡Carnem vestram domate jejunis et abstinentia! Os quemaréis en el fuego de la eternidad eterna.
Un abrazo incluso para esos.

lalo -

Salud, Pitu.
La verdad que un crío como yo no se acuerda ni de García Valdés ni de Pitu. Lo siento. A lo mejor porque en el 64, que es cuando yo llegué a La Virgen ya te habías ido. (Iba a hacer aquí una broma con eso de si eras del mismo curso que Domingo de Guzmán y eso, pero a lo peor no es procedente, así que ni lo intento).

Desde mi condición de casi recién llegado a este sitio me encanta ver que el tirón de orejas de Urbano saca a la luz más nombres y nuevas experiencias que compartir.

¿Quién dice que abordar unas fuentes de bacalao al ajoarriero o unos botillos al Sarmiento no es un trabajo serio y duro? Sobre todo si ambos están bien hechos, como fue el caso, uno por comprobación propia y el otro por referencias de la gente seria que por aquí pulula.

Y,por otra parte, unas convivencias en torno a algo tan evangélico como un buen pescado convalida sobradamente unos buenos ejercicios espirituales. Y si es por comparar con algunos de estos últimos sufridos en propias carnes in illo tempore, los mejora ostensiblemente.

A ver cuando nos decepcionamos juntos y en compañía de otros en torno a una de esas fuentes, no hace falta que te diga, muy gratificantes.

Un abrazo
Salud
Lalo

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -

Estas líneas son para celebrar el que, por fin, alguno más del curso aparezca en este blog. Antonio, te veo muy bien, tienes apariencia de adolescente maduro. Esto no es más que una forma de destacar que los que somos de la quinta tendremos una apariencia similar, claro que, los filósofos clásicos, aquellos que nos explicaron Urdánoz, Marina, Curón, Carrasco, etc., etc. distinguían muy bien entre apariencia y realidad. En tu caso creo que es una apariencia con fundamento in re. Me alegro de volver a saber algo de ti. No sé si recuerdas que nos vimos en la Virgen cuando eras autoridad. Llegué hasta allí porque un compañero de claustro que fue con un grupo de alumnos había hablado, por casualidad, contigo y fuiste tú quien le descubrió mi apodo de tal modo que, cuando, pasado el fin de semana, llegó el lunes al Instituto, lo primero que hizo en la sala de profesores fue, a voz en grito, preguntar por “el pitu”, te imaginas mi sorpresa porque nadie estaba al corriente de mi segundo nombre. No sé si recordarás las veces que vestiste un traje de paisano que yo me había agenciado en las Caldas, lo utilizabas, no para ir a ejercicios espirituales, sino para escaparte, como hacían otros que no voy a nombrar, al cine de “arte y ensayo” de Santander. Supongo que a estas alturas ya nadie se escandalizará de semejan te tontería.
¿Por dónde andas? En Madrid me reencontré con Laguna, Ruano, J. Martín, Cenador, etc. , todos ellos de nuestro curso. J. Martín está preparando un miniencuentro de los del curso en las Caldas o en Montesclaros para este verano, si prospera ¿contamos contigo?
Si alguna vez vienes por Gijón, con club de primera y ciudad de categoría especial, no olvides que aquí vivo y estaría encantado de tomar unas sidrinas contigo.
Sería bueno que entraras en este Blog y los habituales del mismo se enteraran de quiénes eran , son, los de nuestro curso; parece que nos haya comido la lengua el gato. A escribir sí aprendimos sólo nos queda quitar la timidez y ponerlo en práctica.
Nosotros no nos dedicamos a comer bacalao y a celebrar eventos culinarios, lo nuestro es el trabajo serio, duro y bien hecho. Parece mentira que, gente formada en la Orden dominicana, se reúna para festejos mundanos ¿Por qué no convocan una reunión para unos ejercicios espirituales o cosa similar? Estoy francamente decepcionado
Un abrazo.

Eugenio González Núñez -

(Cariñosamente) Turienzo, me alegra verte de nuevo, aunque sea en foto, y te envío un cordial y fraterno abrazo.

Eugenio