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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

RECORDAMOS A NUESTROS FORMADORES

RECORDAMOS A NUESTROS FORMADORES

Sirvan estas líneas como recuerdo y sencillo agradecimiento a nuestros formadores:   Padres Pedro, Tello, Huarte, Oloriz, Fernando, Jesús, Cura, Angel, Sánchez, José Luis, Morán, Jaime, Alcalde, Sama, Llobat, Pedro Sánchez, Box, Domínguez, Marino, Fray Francisco, fray Olcoz, .... Padres Arruga, Iparraguirre, Uría, Enrique, Torrellas, Tascón, Ricardo, Felipe, Calzón, ......y tantos otros.

Estamos seguros de contar, el día de la celebración del 50 aniversario del Colegio, con la presencia de todos ellos, estén donde estén......... 

24 comentarios

Antonio ALONSO CORRAL -

Que recuerdos formidables. Y que formadores!!!
Por el momento no he tenido relaciones que con Tomas Garcia Manjon, de Astorga, y con Cicero, que vi un año en Santander durante mis vacaciones.
EN realidad no estoy en España desde hace muchos años. Desde que sali de las Caldas. Mi camino, ha sido el siguiente; Roma licencia en filosofia, Sorbona Master en Socialogia, despues oposiciones al ministerio de hacienda francés donde he trabajado durante casi cuarenta años; ahora jubilado en Francia y siguiendo estudios en filosofia de las ciencias en Marsella
Hay apellidos que he olvidado, pero Manjon, Plaza, Cicero, Olano, Manso, Faes, Izquieta,y otros mas
Un abrazo fuerte a todos que vivimos juntos momentos inolvidables con nuestros formadores extraordinarios.
Antonio

Gonzalo Gonzalez de la Gonzalera -

Y no recordais al maldito maricón pederasta P.Ricardo?.(and other)
Y no recordais cuando nos metian mano los malditos sicario/esbi-rros del maldito P. Cura?.
Y no recordais los abusos sexua-les en las "champiñoneras" del maldito P.Cura?. Cierto que el no estaba pero debía de suponérselo. Todo se va a saber de este nido de podredumbre y pederastia de los malditos émulos y herederos de los asesinos de la Inquisi- ción, a la que tan bien sirvieron a través de los siglos. Cuando salga a la luz (en ello estamos)se os van a caer los palos del sombrajo a todos los defensores del Nido Pederástico Dominico de La Virgen del Camino.
¡Vereis que escándalo!(está al caer). La venganza es el placer de los Dioses y es un plato que se come tarde, pero se come y cuanto mas frio mejor. ¡Ah! y el maldito P.Cura que se vaya poniendo en guardia y todos los ignorantes que no supisteis ver mas allá de vuestras botafumeicas narices. Maldito CURA(de P. no tienes nada) TE ODIAREMOS HASTA MAS ALLA DE LAS ESTRELLAS Y "ALLA" PAGARÁS POR ELLO....

Aurelio Manuel Garcia Alvarez -

Hola Juan Carlos García Pascual; yo también tuve la suerte de compartir alegres momentos con el P. Zabala, asceta donde los haya. Estuvo una vez en mi casa en Riosa(Asturias), ya una vez fuera yo del colegio. ¡Qué tiempos! Recuerdo aquellas marchas de fin de semana a Mayorga (Valladolid), con aquellas tiendas que compramos en el Barrio Húmedo de León, en una tienda de efectos militares (que aún existe). Pensamos ir a Francia, y para ello a mi querido P. Zabala no se le ocurrió otra que comprar unas bicis viejas por León y subimos caminando con ellas hasta la Virgen del Camino. Al final no pudimos ir a Francia.
Si existe la santidad, esa era el P. Zabala en aquellos tiempos y supongo que seguirá igual . No tuve la suerte de verle en televisión , tal como decís, pero me gustaría saber de él. Si alguin pudiera contactar con él, rogarle que vea estas páginas. Guardo muy buenos recuerdos del colegio, pero de él los mejores.
Saludos a todos, y seguiremos en contacto.

santiago rodriguez -

¡Hola a todos! He pasado una larga temporada en la provincia de León, en el pueblo que dicen que es el primero de los Picos de Europa, CISTIERNA, no he tenido a mano este aparato,y no he podido conectarme, pero si he podido saludar a Arsenio Arenas, recientemente intervenido quirurgicamente, pero que ya está recuperado, al P. Casquero, a Jose Mari Andres Peñalva, a los dos Angel Luis, al P.Paco "Boñar" que no es de Boñar sinó de Montesclaros pues su padre era jefe de estación y ahora el es el superior del Santuario; con el están el P. Marcelino, el P. Llobat y el P.Zabala; este si que es un rabo de lagartija, despues de venir de Perú montó un museo de insectos, despues ya sabeis la que ha liado con la "olla ferroviaria" y ahora está preparando un viaje a Roma para las beatificaciones que tendran lugar el 28 de Octubre...un saludo cariñoso

Santiago Gil de Egea -

Hola buenas:
No me acordaba del nombre de mi ilustr profeosr de matemáticas...P. José Luís; era lo más serio y mejor profesor de matemáticas que he tenido en mi vida. ¿ Os acorsáis que ya entonces nos hacía deducir las fórmulas y no apredernoslas de memoria.
Me acuerdo del P. Tapia patinando por el claustro del colegio menor.
Un afectuoso saludo.
Santiago

nachín -

50 AÑOS NOS UNEN

¡qué alegría p. Pedro! volver a verte de nuevo, 50 años de nada, te mantienes tal como te recordaba, llegué a temer que a pesar de los esfuerzos no iba a encontarte entre tanta gente pero me planteé quedarme junto a la escalera 15 hasta que respondieras al teléfono al fín te identifiqué, no sé si tu me identificaste igual.


aún está fresco en mi mala memoria aquel día de verano de 1958 en que te encontré con los mayores en el andén de la estación de Económicos, regresabais de hacer el Cares, no recordaba que también te acompañaba el p. Arruga.


aparecen nuevos recuerdos, aquella maravillosa interpretación del concierto de aranjuez al piano (lamento no recordar por quién, creo que era de 3º ó 4º), o el bolero mallorquín tocado por la rondalla, o la interpretación de la siega, y muchos más, todos ellos asociados a tu persona.



sobre lo poco negativo que recuerdo destaca tu esfuerzo en nuestra formación, lo que siempre te agradeceré.

no olvido lo que me dijiste, sigo dándole vueltas y ¡no pienses que es por hacerme de rogar! lo intentaré.

que disfrutes de tu descanso.

un fuerte abrazo,
manolo

nachín -

¿cómo es posible olvidarse de ellos?, pasaron 50 y aunque fuesen mil años, creo que todos dejaron en nosotros su huella MUY POSITIVA, ¿como no reconocer la foto de pedro sánchez, de aquellos primeros años?, creo recordar que apareció en algún número de Camino, por mi parte, aunque a veces haya sufrido, la imagen de todos ellos permanece imborrable, no así los hechos, que no todos perduran, un grato recuerdo de la mayoría y una formación que perdura, incluso después de los 40 me preguntaban ¿tú estuviste en el seminario?.
Debo reconocer que el p URIA se me había escapado, pero es debido a eso que nos pasa a los viejos ¿sabeis?..., gracias a vosotros logré rescatar un ligero recuerdo suyo.
gracias

Juan Carlos García Pascual -

Hola Chisco:
Yo también vi al P.Zabala en la tele, jaja, con una enorme barba blanca. No me digas que no era original ya entonces; por lo que te le he leído estuviste poco tiempo en el cole.. y Zabala, te lo aseguro, daba juego para muchos años, jaja; yo tuve la suerte de disfrutarle en mil ocasiones (excursiones, marchas a Francia) cargadas de anécdotas con un corolario final común: que la Providencia estaba de su parte, porque si no es por ella no sé cómo pudimos salir de más de una odisea. Era el puro espíritu de la aventura, y a los chavales nos encantaba.
Ahora está en Montesclaros. Hace años (me troncho al recordarlo) poco antes de venirse de Perú definitivamente ("animado" por los sandinistas), en una visita fugaz a España se presentó con su aspecto actual (barba hasta el ombligo) en casa de mis padres; la visita incluía oferta de trabajo: pretendía que se fuera mi padre (de aquella 60 años) con él, pues allí necesitaban constructores, y mi madre de acompañante, que algo podría hacer. En fin, que le queremos.
Un saludo.

Francisco Muñiz-Alique Iglesias (CHISCO) -

Solo cuatro letras para Juan Carlos García Pascual. Mi memoria es aun mucho mas debil que la tuya. Recuerdo vagamente algunos nombres, alguna cara,algunos momentos. Esta web me está ayudando a recordar cada día un poco mas, reviviendo esas situaciones que describis tan detalladamente, refrescando los recuerdos de una etapa que, sinceramente, creia cerrada. Es hoy cuando voy reconociendo dia a dia nuevos compañeros, unos coincidentes en el tiempo, otros de otras épocas y edades, pero todos con un sentimiento común, extraño, confuso, difuminado...¿qué nos inculcaron en ese colegio? ¿qué es lo que a todos nos lleva, despues de tantos años, con destinos a muchos quilómetros de León, a solo tener en nuestra mente el mes de Octubre? Algo mágico, supongo.
Solo quería decirte que me alegra que esa foto que envié a la página, el descanso del guerrero, provocase en tí, y espero que en mas compañeros, tan bonitos sentimientos.
Hoy he visto en televisión al Padre Zabala, o al menos creí verle, con una enorme barba. Me gustaría que si alguien sabe como localizarle, igual que al Padre Sama, les hiciese llegar la noticia de este evento, que nos va a reunir, estoy seguro, a muchos, muchísimos amigos para siempre.
Un abrazo.

Juan Carlos García Pascual -

Querido Josemari:
Igual que en correo privado, te digo, ahora en público, que hubiera sido un lujo coincidir contigo en el cole, y que, en cualquier caso, es un honor pertenecer a esta comunidad (actual y real, además de virtual, si eso es posible) de ex-alumnos, comprobando, post a post, frase a frase, la calidad humana de los que por aquí asoman, como tú. (Esperamos a muchos más, a que sí?).

Bueno; después de esta declaración de amor, quiero añadir algo a mi aporte de ayer.
Y es que, si la casualidad no existe, esto tiene que ser una señal: ayer olvidé en el listado de frailes a uno muy importante para mí, el P. José Luis, que incluso me lo recuerda la foto de la cabecera (¿no es él?) Así que como compensación y penitencia gustosa haré su glosa individual; y es que además tengo motivos.
El P. José Luis (el “Chechu”: un guiño pa descolocarle de su seriedad) nos dio clase de Matemáticas en la Escuela Menor, y de Latín y Filosofía en la Mayor.
Su personalidad, enigmática, nos suscitaba curiosidad, tan serio, taciturno... ya más creciditos atisbábamos también un poso de tristeza (sabíamos que tenía problemas de salud..); antes de eso sólo veíamos su rigidez, tirones de patilla, coscorrones (nunca los probé, yo chico bueno, pero me dolían en cabeza ajena)... eran los años de la transición, y la tónica disciplinaria en el colegio ya no era esa, ni mucho menos.
Pues, este hombre fue importante para mí, y de dos maneras opuestas (un ejemplo más de las mil caras de la realidad): yo llegué al colegio acostumbrado al repóquer de sobresalientes en las calificaciones finales; pues bien, después de pasarme medio curso llorando por las esquinas, presa de angustias de separación, síndromes adaptativos y otras lindezas psicodiagnósticas... la puntilla me la dio mi querido P. José Luis, con el primer y último cate que tuve en la vida (cuasi-cate, pues no llegó a figurar en actas ya que lo superé en la semana de suficiencias); una verdadera herida narcisista, de las que enseñan (o eso pretenden) que uno es como los demás; luego reaccioné como todos esperaban, superándome más que antes, huyendo como un loco de tener que pasar por lo mismo (¿aprendí algo del “trauma”? pese a mi huida hacia adelante.... yo creo que sí).
Luego, el Latín. Nada que reseñar, salvo que aprendimos un montón gracias a su rigor característico.
Y llega la última asignatura; el último año, la Filosofía.
Qué decir; ¿exagero si digo que llegamos a quererle? Estimuló nuestros cerebritos con cuestiones trascendentales que ni sospechábamos pudieran ser objeto de estudio... Terminábamos las clases en el pasillo, arrinconándole contra la pared para que respondiera a nuestras dudas insoportables... y él, con su irónica sonrisa, yo creo que fascinado por el interés que nos había despertado, se despedía con su característico “ahí les dejo esa liebre.... a ver si la atrapan”. En fin, estábamos embobaos con la Filosofía.
Así que, P. José Luis, mil gracias también, por lo bueno de lo bueno, y lo bueno de lo malo.

Hace ya unos años nos lo encontramos mi amigo Miguel Angel Castro y yo por el cole; charlamos de lo presente y lo pasado, y yo creo que hasta le hicimos explícito agradecimiento. Recuerdo su rostro sonriente, tan distinto a los primeros encuentros.

Otra cosa; ayer no me salían los nombres de otras tres monjas que también estaban allí, en la intendencia: La M. Lucía (tan tiernecita, nos la comíamos con patatas en clase de Ciencias), la M. Edith, y la M. Margarita. Un beso pa vosotras, donde estéis.

Salud a todos.

(P.D: Está claro que si hubiera decidido hacer la glosa de todos los que me la inspiran, me echarían del blog por abusón... )

José Mª Cortés Aranaz -

Querido Juan Carlos,
Acabo de leer tu último comentario en 'RECORDAMOS A NUESTROS FORMADORES' y
te tengo que decir que me ha emocionado, pero, ¿es malo emocionarse?.

En estos últimos dos meses me emociono repetidamente con todo lo que está
surgiendo alrededor de la iniciativa de celebrar el 50 aniversario del cole.

Yo también creía "...haber hecho un balance ya definitivo de estos años..."
y me equivoqué.

Gracias, me voy a sonar los mocos.

Un cordial abrazo,
Josemari.

Juan Carlos García Pascual -

Hace un mes apareció una foto en la sección “Frailes” que Chisco (a quien recuerdo ligeramente, yo era un enano) titulaba “El descanso de los guerreros”: junto al P. Pedro (organista - creo que es él) y Miguel Iribertegui, comparte mesa el “triunvirato” del colegio en aquella época: los PP. Laguna, Iturbe y Huarte.
La foto realmente me emocionó.
Se la mostré orgulloso a compañeros de trabajo y conocidos. Quise comentarla para el blog ya entonces, pero una vez sentado, boli en ristre, no sabía bien qué decir; una emoción y una madejilla de recuerdos no me parecían material suficiente, y yo carezco de esa sana vena exhibicionista que adorna a los caracteres “expresivo-extrovertidos”.
Pasa el tiempo, dejo que repose la convulsión de los reaparecidos... y ya, con las aguas más quietas, distingo al fondo un nuevo ingrediente de aquella emoción primera: la gratitud. Sí, la legendaria obligación de los “bien nacidos” me fuerza a vencer mi natural cazurro y seco, y a esforzarme por hilar cuatro palabras.
Este blog (gracias Josemari una vez más) me ha vuelto de sopetón los ojos a unos años de los que creía haber hecho un balance ya definitivo. Nada más lejos. Cómo explicarme, si no, la intensidad de esa emoción; me pilló de sorpresa; no esperaba de mí esta añoranza.
Es cierto que la película siempre se cuenta desde el presente (este momento que tiene el misterioso privilegio de serlo), y que si éste es bueno, uno está dispuesto a perdonar los dolores pasados, incluso a bendecirlos como con-causas de la bonanza actual. Quizá sea este mi caso. Y por eso ahora estoy dispuesto a agradecer lo que no pude recién salido del Colegio (y de la Orden tras mi breve intento) cargado de “necesidades mundanas” a las que no pude (quise, qué más da) renunciar.
Bueno; y qué quiero agradecer?
Abrevio:
- Unos compañeros ejemplares que me soportaron (ojalá pudiera rectificar mi trato hacia alguno).
- Unas posibilidades educativas amplísimas (no repetiré lo dicho ya en el blog)
- Una organización de la vida diaria estimulante y eficaz.
- Y unos adultos, tan igualmente entregados a sus funciones formativas, como diversos en sus personalidades; pues decidme: en qué se parecían el P. Laguna y el P. Zabala? El P. Miguel y el P. Jesús Martín?. Pues eso, aparte de su gran corazón, de su dedicación, ... todos tan distintos, ofrecían una verdadera riqueza de modelos humanos a nuestra disposición.
Podría (no temáis, no lo haré) señalar de cada uno la faceta que me enriqueció, la anécdota que lo ligó a mi corazón y memoria para siempre (hasta que el Alzheimer lo permita); en vez de eso, lo que haré será nombraros (oh, la magia creadora de las palabras) y deciros: un millón de gracias por haber estado en mi vida, vosotros, Padres: Laguna, Iturbe, Huarte, Jesús Martín, Zabala, Miguel Iribertegui, Alfredo, Hilario, Fernando García, Morán, Castro, Enrique, Ricardo, Blázquez, Marcelino...Madres: Gregoria, Josefina, Carmen, ... todos, incluso los más tangenciales, conformáis ahora algún matiz único de mi alma.

José Ángel Liaño -

Santiago Rodríguez:
Dos cosas, por favor:
¿Has recibido por un correo mio, hace algunos días?
He visto que conoces a Ángel Luis Valdés. Te acuerdas de su segundo apellido? ¿Puede ser González?
Muchas gracias.
Un abrazo

Santiago rodriguez -

Nos olvidamos todos del P. Ovicio Calle; a veces ratos de mal humor que descargaba en clase: pero fué ademas de muy exigente, incluso con él mismo, un excelente profesor de Latín, Griego e Historia del Arte, pero a pesar de su caracter aparentemente hosco resultaba afable cuando ibas a pedirle ayuda por causa de tu propia incapacidad en aquel asunto.
Tal vez los más jovenes no le conocisteis en el colegio, pues fue nombrado secretario Provincial por el P. Segismundo Cascón.

Oscar Fernandez Hidalgo -

Enrique, ainda non se me esquiciú la miu fala.
Prestóme pola vida ya estos recuerdos l.legáronme al alma.
Taban adormeciendo na mia memoria entre falopous de nieve.
Nada pue estropear esti momento nel que toi tan loñe de too y a la mesma vez tan cerca. Güei voy vestíu con chaleco prietu ya la narizona ye l.larga.
Outramiente, tamos aquí pa dexar constancia d´un tiempo que foi,
ya pa que nun se suma como fumu nu aire.

Te recuerdo con mucho cariño y en su día sentí mucho tu marcha

enrique muñiz-alique iglesias -

Oscar ("¡Oscarín!") Bienvenido al corazón de tantos...
¿Te acuerdas cuando "el otro día", antes de pasar a tercero, te pregunté por tu chaleco de punto?
Me dijiste:
"Era de mi güelu: lavélu y encogióme"
Me acaricia este ayer.
Un fuerte abrazo.

Oscar Fernández Hidalgo (Oscarín) -

Qué misterio la memoria. En ocasiones es suficiente tirar de un cabo y van saliendo ovillos de recuerdos dormidos durante casi medio siglo. Leyendo y viendo las fotos he vuelto a recordar que he sido feliz, muy feliz, en mis años de adolescencia y primera juventud, que he tenido unos compañeros envidiables para cualquiera, unos profesores entregados y que aún existe gente buena.
A la vez me sentí decepcionado por no haber correspondido. He recordado lo que hace dos semanas me comentaba una maestra profundamente emocionada. Después de cuarenta años de enseñanza, nadie le había agradecido su labor, y esa mañana un alumno de ocho años, al terminar la clase abrió de nuevo la puerta y, enseñando sólo su cabeza, le dijo: "!Maestra, gracias por enseñarme!"
Hoy quisiera decir a todos nuestros profesores, lo que no he sido capaz en casi cincuenta años: ¡Gracias por enseñarnos!

Andrés Martínez Trapiello -

Sí, Mariano: Somos del mismo curso. Un día de Octubre de 1960, entramos en el Colegio Andrés Cortés, Pedro López Llorente, Luis García Trapiello… y allí tenían que estar José Luis Fernández, Isidro Cícero –o Cicero-, Rey, Vidales, Villalba… y tú. Huerta y compañía me parecían muy mayores.
Pero me vas permitir, Mariano, que recuerde en estas lineas al P. Tascón: “Repita conmigo write”, “Uds. no me estudian nada”, y –sobre todo- el plante que le hicieron los del curso superior al nuestro, los abuelos de sexto, cuando se quedaron en pie al comenzar la clase. ¡Qué escándalo!.
Buen tipo el P. Tascón, el más hueso de todo el profesorado en Latín, Griego, Inglés… ¿Ruso y Alemán?. Pero también gran persona como me demostró en los contactos que, por la cercanía y mi profesión, tuvimos hasta que falleció.

santiago rodriguez -

Hace unos días hable popr telefono con el P. Pedro, según me comunicó a pesar de sus ochenta y tres años, empezó como director del colegio Mayor el año que yo llegué, hasta entonces lo había sido el P. Arias que había sido elegido prior de Caleruega.
De hecho su caracter serio le hacia apacible, y muy preocupado por las necesidades de los alumnos.
Por los que veniamos de Villava estuvo muy pendiente para que nos integraramos enseguida y no nos sintieramos extraños.
Tambien el verano pasado salude al P. Casquero, profesor de Matematicas, 86 años pero hecho un chaval; a Michel, sobrino el padre Casquero que esta ahora en el convento de Burgos; fué el oficiante en la boda de Guti (real Madrid) pues es hermano de su padre

Máximo Olóriz Gorraiz -

Pedro Sánchez y Angel Torrellas son, en mi opinión, uno de los principales motivos por los que tantos de nosotros conservemos un recuerdo tan bueno de aquellos años de adolescencia, vividos con una intensidad y una pasión ético-estética difícil de repetir. Había por allí otros buenos educadores (Fernando Box, Alcalde, Huarte… y algunos más), pero Pedro y Ángel eran los más cercanos a nosotros. (Yo sólo estuve cuatro años allí y los cuatro en la escuela mayor).
Ángel era el entusiasmo, la emoción, la pasión, la eterna juventud... Hasta cuando nos gritaba seguíamos admirándole. Alguna de sus tácticas pedagógicas sería ahora, como mínimo, discutible. ¿Recordáis aquella división de la clase de solfeo en listos, menos listos, tontos de remate y tontos de capirote? Pero creo que ni siquiera los que caían en esta última categoría conseguían no quererle.
Pedro era el rigor moral, la responsabilidad... pero también el padre afectuoso, comprensivo y tolerante.
Ambos muy distintos y, por eso quizás, complementarios.
A Pedro lo recuerdo como un pedagogo avanzado para la época, y de mente muy abierta. Recuerdo aquella tarde en que un fraile castigó a todo el colegio mayor a encerrase en la capilla a rezar el rosario. Pedro llegó furioso, como quien va a expulsar a los mercaderes del templo, y nos levantó aquel castigo, que para él era una monstruosa deformidad. Un auténtico educador y guía.
La prueba de la mentalidad abierta de ambos está en su posterior evolución. Tanto los que estén de acuerdo con ésta como los que no, tendrán que reconocerles la valentía de, en plena madurez, enfrentarse con su propio pasado, romper con él y arriesgarse a un futuro que inevitablemente tenía que ser incierto y duro.
No creo que haya alguien que recuerde un ambiente de dura disciplina, de frialdad, de castigos, de falta de afecto, lo cual no podía decirse de todos los colegios de la época. Supongo que habría cosas menos buenas (algún fraile algo neurótico que apenas conseguía enturbiar el ambiente…); yo, al menos, he conseguido olvidarlas. Quizás una de ellas sería la especie de ecosistema-burbuja en el que vivíamos; no por malo, sino por demasiado bueno.
Por cierto, era la época de las reformas del Concilio Vaticano, supongo que buenas en todos los aspectos, excepto en uno (probablemente inevitable): el musical. Con las nuevas normas ya no había necesidad de cantar a Palestrina, Victoria, Refice o Mocoroa. Así comenzó el largo y lento declive de aquella estupenda escolanía que ya ni siquiera Torrellas pudo mantener durante muchos años.

santiago rodriguez -

soy un poco anterior a vosotros, solo conozco a Angel Luis Valdes de Cistierna donde es jefe de recaudación municipal.

Mariano Estrada -

Hola, Andrés: recuerdo perfectamente tu nombre. De lo que no estoy seguro es de que fuéramos del mismo curso. Yo hubiera dicho que eras de un curto anterior: el de Huerta, Burón, Ángel Luis Valdés... ¿O eras del de Isidro Cicero, José Luís Fernández Martínez, José Ignacio Manso Urbano, Juan Manuel Díaz Álvarez, Andrés Cortés Aranaz? En este último caso sí seríamos del mismo curso...
En todo caso, visto desde hoy da lo mismo. Me alegro de saludarte. Un abrazo
Mi correo es maritos@telefonica.net Y mi página www.mestrada.net Por si quieres prolongar la conversación.

Andrés Martínez Trapiello -

Bienvenido a la nostalgia. Creo que somos del mismo curso, Estrada. Un abrazo.

mariano estrada -

SALUDOS DE UN ANTIGUO ALUMNO
(Escrito hace algunos años, al descubrir la página de los Dominicos de la Virgen del Camino)

Ha sido una sorpresa muy agradable encontrar esta página de La Virgen del Camino, lugar que para mí tiene unas connotaciones muy especiales y unos emocionados recuerdos, no en vano estuve ahí 5 años... Cómo olvidar al Padre Félix Martínez del Cura y sus colmenas (cuya base le proporcionaron mis padres, en Muelas de los Caballeros, Zamora), o sus
champiñones en los sótanos del Colegio. Cómo olvidar al P. Ángel y su devoción por Sta Teresita de Lisieu, al P. Jaime y su periodismo vocacional, al P. Torrellas y el Aleluya de Haendel o los premios de Villancicos con aquella flamante Escolanía. Cómo olvidar al P.Juan José Iparraguirre y sus innumerables habilidades, al P. Eduardo, hermano de su hermano, al P. Enrique y su asturiana forma de ser (volví a verle en una de mis pocas visitas al Colegio, ya hace años); cómo olvidar al P.Iturgáiz y sus vidrieras, al P. Pedro y su seriedad, al P. Huarte y sus inquietudes radiofónicas y futboleras, al P. Felipe Lanz y su apariencia calmada y bonachona, al P. José Luis y su irónico mutismo, al P. Eulalio y sus apelaciones a los rabos de lagartija...
En fin, creo que me acordaría de todos... Por recordar, recuerdo incluso a Mondeño, el torero que quiso ser fraile, a René Muñoz, Fray Escoba, que un día nos visitó, y también al P. Guervós, que tenía un hábito blanco... Y ¡cómo no!, al P. Coello, para quien luego trabajé en Madrid de delineante: primero en Atocha, donde volví a ver al P.Domínguez, "el cura obrero", y luego en Claudio Coello, donde volví a ver al P. Jaime, al P. Iturgáiz, a éste con sus vidrieras en el sótano, y a Javier Serrano, con sus magníficas pinturas…
Algunos de mis compañeros de curso fueron éstos: Isidro Cicero Gómez (de Potes), José Luis Izquieta Etulain (del Osasuna), Pablo González Díaz-Faes (asturiano), José Ignacio Manso Urbano (burgalés), Javier Olano Mendía (vasco, de Andoain), Francisco Díez Ulzurrum-Biurrum (navarrico, de Estella), Andrés Cortés Aranaz (leonés, de la Plaza de la Inmaculada).. Juan Manuel Álvarez, el asturianu, Manuel Castañón Morán, Pedro Rey Fernández, José Juan Francisco Álvarez Sariego…, y especialmente José Luis Fernández Martínez, el mejor solista que tuvo la Escolanía (con el permiso de Olóriz), con quien he tenido después una relación amistosa (y musical) que ha durado hasta hoy.

Escribo estas notas de memoria, lo que demuestra que el recuerdo es profundo. Es cierto que han pasado 37 años desde que me fui, 42 desde que llegué, pero aquéllos eran años cruciales...
No sé si sigue alguien ahí... ¿quizás el P. Fernando en los souvenirs del Santuario?.
Tampoco sé quién lleva esta página, desde la que hoy he admirado nuevamente los bronces de Subirachs. A quien la lleve, posiblemente todo esto le suene un poco a chino, ya que no a jurásico. En todo caso, creo que los antecedentes expuestos me permiten enviar estos Paisajes Literarios con la total seguridad de que serán bien recibidos.
Un largo abrazo
Mariano Estrada Vázquez