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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

PONGAMOS QUE HABLO DE LALO F. MAYO

PONGAMOS QUE HABLO DE LALO F. MAYO

 

Queridos míos, os dejo este correo de Tomás Álvarez, leonés y cepedano de pro y hombre de vasta cultura, muy significado currículum e incansables inquietudes e iniciativas culturales.                                                                                                  
Además de prodigar estos elogiosos y merecidos comentarios a la persona de Tomás, nos hace conocedores de ciertas noticias acerca del gran Lalo F. Mayo, que merece hoy, con todos los merecimientos, la página de entrada en el blog.                                       
Os sugiero que prestéis especial atención al penúltimo punto del correo de Tomás, y que abráis y leáis la revista La Cepeda (página 4) de la que os dejo el enlace.                
https://drive.google.com/file/d/17ozCM6jNIJEKRmbdKahsMvF0xXYpJEUc/view?usp=sharing

Esa revista, como en ella se informa, está diseñada por Lalo, y creo que se puede añadir a la lista de grandes diseños que ha creado y producido para el blog y muchas de las extraordinarias publicaciones a que ha dado lugar.

Pienso que siempre es bueno, sobre todo cuando existe una "excusa" de tanta calidad y nivel, recordar y volver a agradecer las desinteresadas y valiosísimas (y laboriosísimas) aportaciones de Lalo al blog en general y a los blogueros en particular.                          
Sin su trabajo, sus ideas y sus iniciativas este blog no sería este blog.


 

Estimados socios y amigos:

Con esta comunicación os paso la revista semestral de “La Cepeda” que en esta ocasión realiza un homenaje especial a Amando Alvarez Cabeza, recientemente fallecido en Gijón.

 

Amando ha sido un personaje cepedano cuya rica vida tiene tintes novelescos, nacido en Sueros en 1927, tras retirarse de la marina mercante (fue superviviente del naufragio de un superpetrolero frente a las costas africanas) se interesó por los temas culturales cepedanos, especialmente en materias de etnografía y lingüística. Es autor de los libros Vocabulario de La Cepeda  y Del castellano al cepedano y participó en otra serie de libros y publicaciones, en la defensa de del patrimonio y la cultura cepedana.

En ese homenaje de reconocimiento de la revista, escriben Santiago Álvarez Fernández (hijo del homenajeado), que nos acerca a diversas claves personales de Amando, así como otros autores que le conocieron y compartieron con él encuentros y objetivos culturales: Tomás Alvarez, Ricardo Magaz, Ignacio Redondo Castillo, Gumersindo García Cabeza y el poeta Ángel Casado. Los textos se acompañan de diversas imágenes que recuerdan los  distintos momentos de la vida de Amando Alvarez.

En este número de La Cepeda, se presenta también un avance de la Programación estival de la Asociación Cultural Rey Ordoño I –Amigos de la Cepeda- y un excelente reportaje sobre las pandemias, realizado por la doctora  Victorina Alonso.

Asimismo, el filósofo Rogelio Blanco  hace otro trabajo en el que plantea la historia de León como una lucha milenaria a favor de la libertad.

En el proyecto de programación  para el 2020 se destaca la colaboración en la organización de Versos a Oliegos 2020, la organización de una exposición sobre temas jacobeos y el Día de las Letras Cepedanas. 

Este año la Asociación distinguirá  como Socio de Honor a Lalo Fernández Mayo, periodista nacido en la comarca, quien ha ocupado destacados puestos en el Diario 16, Diario de León y la Voz de Galicia, y que este año recibirá el título de Socio de Honor de la asociación cultural cepedana.

Como señala Saturio Aller, presidente de la A. Cultural,  en la presentación de la revista, toda la programación –como es lógico-  está condicionada por el estado sanitario de la comarca, por lo que  tal vez se tendrá que modificar alguno de los eventos. En el facebook de la Asociación Cultural habrá información permanente de todo ello.

Un saludo muy cordial

Tomás Alvarez

14 comentarios

Vibot -

Querido Lalo, siempre estaré en deuda contigo, fuiste el artífice, en el sentido estricto, de mi primer libro publicado y también de toda mi obra juvenil reunida en un volumen que lleva tu sello inconfundible de maestro y de amigo cariñoso y de una generosidad y disponibilidad a prueba de todo.
Siempre nos deseas salud. Que no te falte nunca a ti y a los tuyos. Un abrazo muy fuerte.

lalo -

Muy agradecido por los inmerecidos comentarios. Siempre que se puede, uno hace lo que disfruta.
Salud

Isidro Cicero -

He tratado lo suficiente con el gran Lalo como para saber la clase persona, la clase de profesional que es.
Todo lo que tiene de puntilloso en lo segundo - no transige ni contemporiza en los detalles más ínsignificantes del oficio - lo tiene de magnanimidad en lo otro.
Un enorme ser humano, a quien yo estoy particularmente agradecido.
Cualquier distinción será siempre merecida.

Jesús Garcia Marcos -

Enhorabuena Lalo, un abrazo para ti y para tu familia a la espera de algún reencuentro por
Madrid.
Un deseo de salud para todos, compañeros.
JMG Marcos

Andres Martínez Trapiello -

Lalo puede ser Socio de Honor de la Cepeda y de otros muchos lugares.
Enhorabuena.
Un abrazo.

Ramón Hernández Martín -

Gracias, amigo Jose Manuel, por el resuello, aunque yo propondría un viaje contrario al que sugieres, que Lalo se venga conmigo a promocionar (aunque ya lo esté mucho) la Sierra de Francia como hace con "La Cepeda" (extraña expresión para los oídos serranos acostumbrados a hablar "del" pueblo de Cepeda). Y ya, de paso, abundando en el abuso, permíteme dejar constancia de que los interrogantes que me formula Baldo están sobradamente respondidos y que su "total desacuerdo" conmigo se desbarata por su sola argumentación, pues ambos (y todos) estamos de acuerdo, primero, en que esto tiene que mejorar, y, segundo, en que la crispación reinante no conduce precisamente a ese fin.

José Manuel García Valdés -

FELICIDADES Y ENHORABUENA, Sr. Lalo. No es fácil ser profeta en la propia tierra y, por lo visto, tú fuiste capaz; por algo será. Si sigues en esa línea la Aldea Global se planteará tu nombramiento como mensajero mundial de sus grandezas.
Un abrazo.
P.D. A modo de sugerencia, cuando vayas a echar tu discurso podrías llevar contigo a Baldo y Ramón como asesores de discursos breves y rápidos.

Luis Heredia -

Lalo, enhorabuena por el nombramiento. Te mereces éste y muchos màs reconocimientos por la labor tan desinteresada, ademàs, que aportas en cada proyecto en el que intervienes.
Que no te falte salud nunca, y tú, de ésta vas sobrao.

Javier Muñiz Diaz -

Enhorabuena Lalo por tu nombramiemto sin duda merecido. Aprovecho la ocasión para darte las gracias por tu expléndida e imprescindible colaboración en las diversas publicaciones del blog.
Un abrazo.

Pedro Sánchez Menéndez -

Lalo, me sumo a las felicitaciones por tu buen hacer en la presentación de la revista y por tu compromiso social. Y gracias por tu colaboración en el blog.

Santos Suárez Santamarta -

Enhorabuena, Lalo, por ese merecido reconocimiento y, una vez más, el agradecimiento por la dedicación y el buen hacer que has mostrado siempre con esta comunidad de adictos al blog de Josemari.

BALDO -

Amigo Ramón. Los filósofos no tienen como cometido el mero contemplar el firmamento por pura satisfacción epistémica –como les acusaba Marx–, sino que están obligados a ejercitar su entendimiento acerca del vivir y del morir de los seres humanos actuales y concretos. Pues bien, los antiguos presocráticos dividían a la totalidad de los hombres en dos grupos: los que tenían y los que no tenían. El Quijote, en el II, 20, en las bodas de Camacho, sentencia: “Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener…”. Eladio Chávarri ahondaría en esta afirmación y situaría el tener y el no tener en todas las dimensiones valorativas, no solo en las económicas o en las sociopolíticas. El dominar y el estar sometido se produce, como digo, en las dimensiones valorativas biopsíquicas (tener salud o carecer de ella), en las económicas (tener dinero o no tenerlo), en las del conocimiento (saber o ignorar), en las éticas (ser buena persona o mala), en las estéticas (tener belleza o fealdad), en las lúdicas (jugar o no jugar) en las religiosas (tener relación con los dioses o no tenerla) y en las sociopolíticas (tener familia, ciudad, región, etc. acogedora o estar como un excluido social). En este ámbito se mueven mis reflexiones, aunque utilice –quizás distorsionando mi verdadero pensamiento– el lenguaje salido de la Revolución Francesa de los políticos de derechas y los de izquierdas, por el lugar que ocupaban en la Asamblea. Está claro que hay personas que se dicen de izquierdas y, además de tener valores económicos y biopsíquicos en abundancia, no defienden a los que carecen de ellos. Para mí pertenecen, sin ninguna duda, a los que tienen y que hablan por el micrófono que les pagan los poderosos neoliberales. Al revés, hay “fatos” (que, en mi pueblo disigna a los tontos irremediables; creo que también en Asturias) que no tienen esos valores económicos y biopsíquicos y, sin embargo, apoyan, defienden y votan a los que si los tienen y a sus recaderos. ¡Patético! Resulta, amigo Ramón, que vivimos en un mundo cuyo núcleo valorativo está formado por las dimensiones valorativas biopsíquicas y económicas, núcleo que lo modaliza, que lo tiñe todo de mercancía y de placer biopsíquico. Ahora, los que tienen se refieren específicamente a los que poseen este núcleo valorativo de nuestro mundo y los que no tienen, a los que carecen de él. Entre los extremos de este tener biopsíquico económico y carecer de él se dan millones de grados intermedios, como es obvio. Eladio Chávarri señala precisamente como las mayores inhumanidades de nuestro mundo las que padecen quien están más o menos alejados de la posesión de los valores económicos y biopsíquicos. (Me enteré por su hermana Mari de que, cuando era profesor invitado en la universidad de México, solía pasar algún tiempo con los que vivían en los basureros de la gran capital mejicana. De ese tiempo le vino una enfermedad digestiva que arrastró el resto de su vida. Él no lo confesó nunca directamente, pero se entiende bien a las claras cuando en sus obras describe a las personas de los basureros). Esas grandes inhumanidades de nuestro mundo productor consumidor las padecen, según Eladio, nueve grupos, de los que ahora señalo seis: los que padecen linchamientos personales de vida orgánica, los que sufren la explotación sin medida al ser tratados únicamente como mercancía, los que penan una existencia deprimida llena de contravalores biopsíquicos y económicos (los de los basureros), los que padecemos la erosión de todos nuestros valores por la modalización biopsíquica y económica de los mismos, los millones de personas sometidas a la condición de parados y dependientes y las biografías desplazadas de su hábitat de origen en busca del occidente rico en economía. Te pregunto, amigo Ramón: ¿a quién defendió Jesús de Nazaret, a quién comunicó su buena noticia, con quien repartió a menudo el pan, el vino y algunos peces, quiénes lo mataron y por qué? ¿Era de izquierda moderada o radical? Yo estoy totalmente de acuerdo con Eladio en que nuestra forma de vida, la del Hombre Productor Consumidor, es la mejor que ha aparecido en el planeta hasta ahora. Por eso, no quiero practicar la “gran negación” sobre esta forma de vida. Pero tampoco la “gran afirmación” de que es un cielo de rosas para la mayoría de los siete mil millones que vivimos en la tierra y que la “nueva normalidad” consistirá en volver a lo mismo, que es, sin duda, lo que está empezando a llevarnos al desastre. También tengo en cuenta lo que dice Eladio de que no se puede transformar esta vida de la noche a la mañana, sino que hay que dedicarse a pequeños y diarios procesos de dignificación de todo aquello inhumano que nos rodea, pero creo que la pandemia que nos asola ha encendido las luces de emergencia. Y termino, amigo Ramón, mostrando mi total desacuerdo con lo que dices: “Viniendo a lo de la “critica” de la sociedad en que vivimos, creo que los “palos”, que han de ser siempre positivos y fraternales, lo mismo los merecen unos que otros, pues todos ellos, lo confiesen o no, practican un liberalismo salvaje”. No todos son igual de responsables. Hay unos que son verdugos del liberalismo salvaje y otros, víctimas, que son las más. En el medio están los recaderos, los ordenanzas, los mensajeros, los palmeros y los lameculos de los verdugos, que reciben algún pago por los servicios prestados.

Pido perdón a Lalo Mayo por haber secuestrado este portillo para cosas que no son el reconocimiento y el agradecimiento por su valía literaria y por su decisiva e importante aportación a la comunidad de los que formamos este Blog. Gracias, Lalo.

Ramón Hernández Martín -

La vorágine de esta página me engulle cuando la abro tanto como me recrea, cosa que hace hasta dejarme sin resuello. Absorto me han dejado las bellezas de los “cantos íntimos” de Vibot, aplanado la contundencia de la “apestada” persona con la que se solaza y despacha a gusto Baldo, boquiabierto la destreza y la maestría artesanales del gran artista Iturgáiz y complacido la maestría de diseño de la revista “cepedana” de Lalo. Me he quedado como el burro sediento que no se atreve a abrevar en ninguna de las cuatro fuentes de aguas frescas que tiene delante.
Vibot te pesca por el oído para elevarte a la emoción mística. La desenvoltura de Iturgáiz en su taller (siempre he tenido debilidad por la belleza que brota de la coyunda de la luz y el vidrio) me ha llevado una vez más a los talleres de otros grandes artistas a los que he visto trabajar, como Miguel Iribertegui, el cursario Alfonso Salas (“Saluqui) y el mogarreño Florencio Maíllo, que ha puesto a Mogarraz en el mapa del mundo. Lalo me ha hecho recorrer, con su revista “La Cepeda”, la comarca de la Sierra de Francia, de características parecidas y donde tenemos por cierto un pueblo que se llama Cepeda, comarca que me ha mantenido vivo, culturalmente hablando, durante muchos años. Una revista tan primorosa como esa dice mucho en favor de la región que refleja. En cuanto a Baldo, a él le dedico, aunque sea tarde, el comentario que sigue.
Querido amigo Baldo: ante todo, disculpa que hasta hoy no haya encontrado el momento propicio para leer este trabajo tuyo, tan interesante de suyo y que está a la altura, desde luego, de cuanto escribes y generosamente nos regalas. Ni que decir tiene que aplaudo tanto tu habilidad pedagógica para desmenuzar temas densos, cosa nada fácil, como la claridad con que construyes una sólida argumentación sobre el genial armazón filosófico de fray Eladio Chávarri. Con todo ello quiero dejar claro que comparto y certifico sin reserva alguna, al cien por ciento, tu planteamiento y tus conclusiones en lo referido, en este caso, a la “persona” inmersa en el piélago de calamidades que nos está dejando el covid-19.
Mi única pega, completamente al margen de esta armonía de pareceres y sentires, se debe a algo que ya he comentado directamente contigo en más de una ocasión: a que tus conclusiones pecan, a mi modo de ver, a pesar de su rigor dialéctico, de estar impregnadas de un cierto sesgo que te lleva instintivamente a pegar más fuerte, o incluso exclusivamente, a la derecha que a la izquierda, aunque haya tantos motivos objetivos para hacerlo más o menos por igual con ambas. Puede que esa propensión inconsciente se deba a una cierta simplificación de cuestiones que son de suyo sumamente complejas, por lo que requieren mucha agudeza para captar todos los matices y mucho tacto al sentenciar con descalificaciones. A este propósito, para aclarar intenciones y despejar intereses, te recuerdo, una vez más, mi querido amigo, que no milito en ningún partido político y que (como ya he dicho en alguna otra ocasión), si necesitara buscar algún acomodo político a lo que pienso y propugno, tendría que hacerlo en una izquierda moderada, no fanática.
No es cuestión de entrar en detalles, pero sí de subrayar la enorme importancia que fray Eladio daba a los valores del HPC por el nivel de vida a que nos ha conducido estos últimos tiempos, si bien su obra trata, claro está, de denunciar sus no menos fuertes contravalores por el hecho de “fagocitar” prácticamente, modelándolas, todas las vertientes vitales, hasta reducirlas a la categoría de mercancía canjeable. Por cuanto he leído de él, sobre todo en “Perfiles de nueva humanidad”, y, quizá más, por las muchas horas de conversación que mantuve con él en Valladolid, la lenta y paciente marcha de la humanidad hacia una forma de vida mejor, que esté alimentada por más y mejores valores, no vendrá de achicharrar al HPC de nuestro tiempo sino de dirigir su impresionante fuerza y sus encomiables logros hacia el cultivo equilibrado de los valores de las demás dimensiones vitales. Y eso ha de ser, seguramente, el fruto de ir contrarrestando poco a poco, cosa que ya se está haciendo, el lucro imperante, que a tantos asfixia en la actualidad, por la gratuidad que nos hace humanos y que a tantos tiene que redimir. Sabes muy bien que todos los perfiles que Eladio traza en la obra citada tienen como prototipo de humanización a Jesús de Nazaret y que a su obra más consumada, la reelaborada y publicada por ti con el título de “Los valores y contravalores de nuestro mundo”, le faltó una última parte que Eladio tenía intención de escribir llevando el tema, también en esta obra, a la figura y enseñanza de Jesús de Nazaret. Mucho le insistí en Valladolid para que diera forma a las notas que me dijo que ya tenía tomadas con ese propósito, pero sus fuerzas y capacidades se iban deteriorando ya a ojos vista. ¡Fue buena lástima! Pero, afortunadamente, a ti no te faltaron ni unas ni otras para que su principal tesoro no quedara confinado a perpetuidad en alguna vieja carpeta.
Viniendo a lo de la “critica” de la sociedad en que vivimos, creo que los “palos”, que han de ser siempre positivos y fraternales, lo mismo los merecen unos que otros, pues todos ellos, lo confiesen o no, practican un liberalismo salvaje, el que tú criticas tan duramente y con tanta razón. En su quehacer, cuando hacen algo, están demostrando lo de primero yo, después los míos y, si queda algo, que se lo repartan los demás. Pasa con el poder lo mismo que con el dinero porque, a fin de cuentas, el poder desemboca en el dinero. Lo del coronavirus es un envite de órdago, un reto ineludible a unirse y compartir para aprovechar bien los despojos que nos está dejando. Pero mucho me temo que, en cuanto perdamos el miedo a morir ya, el alocado enfrentamiento a que estamos asistiendo atónitos nos confine definitivamente en una estupidez humana que obstaculice o incluso impida la vacuna de la “gratuidad” que necesitamos con tanta urgencia.
Gracias a Vibot, gracias a Iturgáiz ahora que sus ojos están ya llenos de bellezas perdurables, gracias a Lalo y gracias a Baldo. Al fin, el burro se ha decidido a beber un poco de cada fuente.

Luis Carrizo -

Ya que Lalo lo pone así de fácil (es que lo tiene todo controlado), yo levanto también mi copa con él y por él. Por su laboriosísima, paciente, desinteresada y admirable obra como editor. También como escritor, faceta que, injustamente, ha quedado relegada ante la avalancha y calidad de sus otros trabajos.
Un muy cordial abrazo, amigo Lalo.
Iba a despedirme con tu habitual "Salud", pero, como pega muy bien en nuestro blog, lo amplio y me despido con el que usaban los revolucionarios franceses:
Salud y fraternidad.