ALFAYATE, ARANGO, FUEYO Y DACIO
...o lo que es lo mismo, buenos ejemplares de pura raza, de mi yeguada, la mejor, la del 1961 - 1967. El uno trotón, el otro fino estilista, el tercero de aguante y el último ejemplar de exposición. Un abrazo inolvidables compañeros.
Se reunieron en Gijón y este es el comentario de Santiago Alfayate:
Querido Josemari, ahí te envío en comentario que me pides.
Queridos compañeros, antes del 12-O ya había contactado con algunos de vosotos. Durante el Reencuentro mantuvimos un fuerte contacto con algunos, como Criado, quien nos visitó los días de Carnaval. Hubo otros a los que dimos un fuerte abrazo, cargado eso si de las emociones de 40 años, y poco más. Y creo que hubo alguien al que no pude saludar. Ciertamente eramos muchos y eso te impedía mantener una conversación tranquila, y así nada más iniciada, ya se interrumpia por la llegada de alguien nuevo , lo que provocaba que el pequeño grupo se rompiera, a la vez que se formaban otros.
Hubo algunos que no puidieron acudieron acudir por diversos motibvos, como estar enfermos ellos o la familia. Entre ellos Fueyo y Dacio. Con ambos mantuvimos contactos telefónicos y así pudimos tener a Fueyo en Gijón a la vez que a Criado, como habréis visto por la fotos colgadas. Y es en esos encuentros cuando nos llega la noticia de que Dacio vendrá a Gijón. A él también le recibimos con las brazos abiertos y los mejores deseos de bienvenida a Gijón.
Y ahí nos teneis a los cuatro charlando y rememorando emociones, andanzas y aventuras. Parece que no es cierto que estemos juntos, cuando hace 41 años que no nos veíamos. Pero sí lo es, aunque mientras unos hablan y otros escuchan, otros se miran vierndo en tienes de frente al muchacho de 15 ó 16 años.
Nos hemos sentido muy alagados con su presencia, y tal es así que hemos decidido que pronto habá otra ocasión para seguir charlando de aquellos tiempos.
Pero la búsqueda sigue y así hemos "encontrado" a otro nuevo compañero, de quien pronto os daremos noticias. Un saludo.
4 comentarios
JESUS PAREDES ANTOLIN -
Un abrazo
Por favor, respondezme, gracias
Andrés Martínez Trapiello -
¡Que bueno eres, Oscar!
Les crees.
¿Café? Solo hay una taza.
Oscar Fernández -
¡Albricias! Dacio, para muchos oculto en la capital y para los madrileños a cuatro cuadras, te acercas y veo tu rostro, misma mirada, misma sonrisa. Te he recuperado. Te había tenido muy cerca y te perdí en el 68.
Dacio, aunque ya lo publiqué a cuatro vientos, quiero que sepas que aún conservo tus maravillosos apuntes de griego en libreta de anillas Gladiador 555, color marrón y en perfecto estado. En la portada escribiste en 1966 Apuntes de griego para uso de Avelino Dacio García 5ºB a.o.p. Ya los quisiera el P. Tascón. Tuyos son. Sigo siendo tu albacea.
Un abrazo a los cuatro.
Oscar
Andrés Martínez Trapiello -
Ya ha pasado hora de maitines y, sin embargo, todos duermen.
Musorgsky, con Una noche en Monte Pelado que ponen en la tele-, reconforta un desayuno solitario de conversación. Leche, café, galletas y los compases del ruso van llenando también un estómago olvidado durante horas nocturnas.
Aún con albornoz -¿qué era aquella prenda en los sesenta?-, abres el ordenador ávido de noticias en @mail y post en el blog.
Esos correos sin sello, que no has recogido en el buzón del portal, te vuelven a hacer pensar en los remitentes, mientras el transistor aparato que siempre me recuerda a antiguos pastores solitarios en tierras de baldío- descarga en mis oídos los sonidos clásicos de una guitarra.
Comen tiempo también en el ordenador, unas hojas de cálculo que, con fórmulas al uso, siempre dicen la verdad.
Algunas mentes deben ser muy privilegiadas; tienen que tener metidas muchas fórmulas sin error para estar siempre en posesión de la verdad absoluta, para exponer ex cátedra formas de vida que te lleven a la Gloria. ¿Será por lo conveniente? ¿Lo conveniente para quién?
Un condenado, como yo, con muchos tríennos cumplidos desde aquel vaticinio, ya no teme apocalipsis, pestes, rayos y centellas. Al fin y al cabo: ¿librepensador?; no sé, pero alguna vez pienso, como otros muchos; y te cuestionas directrices de salvadores de la humanidad y del alma; redentores para el alma, la vida y la hacienda. ¿Por qué habrá gente que piense, que cuestione, que busque el por qué? ¿Habrá más condenados, como yo?
¡Joer, qué sábado!
Marcho a Villacil a llenar los pulmones de aire ¿limpio?