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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

GRACIAS, JUSTINO

GRACIAS, JUSTINO

Mi querido amigo-hermano Justino Blanco White, Tribulete, Fino estilete que en todos lados se mete, Pechotoro, Reportero total, .Ayudante de 2ª; comprenderás que no he tenido otro remedio que rebajarte de categoría laboral en el escalafón de nuestro organismo, o sea de la Furrielería, ante tu indigno e inesperado chivatazo del desarrollo de la reunión-celebración-banquete del primer aniversario del Blog, cantaste lo del avión, lo de la ninfómana amiga de Javidelvigo, de nombre Angustias, ja, ja, la celebración en el Hostal de San Marcos con su pantagruélico banquete del que te tuvimos que sacar con urgencia a Urgencias pues se te trabó en el gañote una pinza de la langosta que te salía por la oreja izquierda y que tú insistías en que era cera.

Y menos mal que te has guardado lo de después, sí hombre, cuando el Trapi, que esa noche estaba "sembrao", bebía el champagne en el zapato de tacón de aguja de la "interfecta", amor platónico de Javidelvigo, haciéndoselo resbalar por la nariz ¡hasta la punta!.

Tampoco voy a contar aquí lo del Froi subido a la lámpara del Salón Noble del Hostal y descolgándose como Tarzán de pared a pared hasta que fue perdiendo altura y consistencia y cayó en medio de la tarta de merengue en la que Martín, se quejaba de que tenía frio, estaba escondido disfrazado de Asterix con trenzas, y que debía aparecer en el momento de servirnos las copas de licor mentolado que tanto nos gusta, reminiscencia de nuestros años de escaseces. Al pobre Martín se le incrustó el casco de galo en la cocotera y de la nariz para arriba ya no fué consciente del resto de la reunión de trabajo fiesta.

Y no se te ocurra contar lo de Quique, ¡qué me dices¡, para no olvidarlo, cantando "Sobre el kasanka" y tirando bolitas de la tarta de tiramisú a aquella señora gruesa, por el habla extranjera del este, que no le quitaba ojo y que se le ocultaban las perlas, seguro que majóricas, del collar entre la pechuga realzada artificialmente, creo que con un sistema de fajas y poleas, y que casi la axfisiaba.

Y cuando ante los gritos de terror de la ninfómana Angustias, je, je, apaño de Javidelvigo, llegó el Director del Hostal a las 5 de la madrugada para reconvenirnos (para los de Ciencias excepto Fernando Box, llamarnos al orden) nos encontró a todos metidos en la cocina, con el mandil puesto, ya teníamos a la Angustias, ja, ja, media naranja de Javidelvigo, encima de una enorme bandeja de cochinillo, poniéndola papitas, zanahorias en salva sea la parte, escarola de la morada, Martín la pringaba sus redondeces con mostaza, y, como decía que no fumaba, a punto de meterla en el super-horno, bueno metida ya hasta sus medios muslos y ¡qué muslos!, mientras Pedro Pajarín cortando cebollas con una cimitarra que sacó de una vitrina del pasillo regio del Hostal gritaba como trasportado fuera de sí: ¡vaya muslos!, ¡vaya cecina!, ¡huele a chamusquina!.

Justi, por favor, que no trascienda que, ya en la calle, la ninfómana costilla de Javidelvigo Angustias, ji, ji, nos reclamó el montante de sus honorarios; casi nos caemos de espaldas, pues no pensábamos que tuviésemos que pagar por su montante; salimos del trance como pudimos, pues nos habíamos fundido los fondos, con la promesa de que su amor platónico Javidelvigo le ingresará en su cuenta corriente lo que él había comprometido por su conferencia, jo, jo, que, para aclararte definitivamente los conceptos, pues cuando llegaste de Urgencias venías con la boca en cabestrillo y no podías fijarte, se tituló: ¡Camarero champagne de Luis Aguilé!

Cuando a las siete de la mañana la ninfómana Angustias, ju, ju, íntima de Javidelvigo, pidió que la lleváramos al Aeropuertp de la Virgen del Camino para volar a de nuevo a Bilbao, Quique, que es el más sensato y comedido de todos, a tres bajo cero, con camiseta de tirantes le recitó arrodillado en la plaza de San Marcos aquello de:

· si yo fuera Supermán

· te llevaría volando,

· pero como no lo soy,

· te jodes y vas andando.

Justino, menos mal que yo recuperé el sentío y que el Comisario de policía de León es tu amigo Sr. Feliz que, sino, acabamos en la perrera. La ninfómana Angustias, ja, ja, uña y carne de Javidelvigo, se sinceró al día siguiente y me dijo que había sido una experiencia única, no como las "conferencias" que le organiza Javidelvigo, salvaje, diferente y que, excepto por la chamusquina de segundo grado que lleva hasta la pantorrilla y principio de sus muslos ¡y vaya muslos!, por lo demás la fiesta fué animada. Me ha asegurado que el próximo año vendrá unos días antes con una hermana que tiene que fuma puros, es Perito Mercantil y que necesita “foguearse” en nuevas experiencias.

Sabrás que antes de coger el avión para Bilbao le sugerí a Angustias, ju, ju, gota de agua espejo de Javidelvigo, un viaje turístico a los puntos calientes de la geografía leonesa: Quintana de Raneros, Fresno, Oteruelo y acabando en el Ferral del Bernesga.

Martín no pudo sacarse el casco de Asterix en toda la noche y cuando llegó de esa guisa a su oficina de la Seguridad Social, al verlo así el Subdirector de Clases Pasivas tuvimos que justificarlo como un novedoso tratamiento americano de crecepelo.

NO lo comentes hasta que no lo tenga decidido, pero estoy pensando celebrar los trimestres del Blog con reuniones semejantes. Estas reuniones de trabajo son muy productivas.

Pero este no es el tema que hoy me ocupa y que debe quedar entre nosotros y que no trascienda ¡por los calvos de Cristo, señora!, seamos serios, punto en boca, pelillos a la mar, ni pun, ni esta boca es mía, chitón. Con Froi, Trapi, Pajarín, Quique y Martín no hay peligro, no recuerdan nada de nada.

Y me diréis: ¡ya era hora!. Mi querido amigo-hermano Justino Blanco White, Tribulete, Fino Estilete que en todos lados se mete, Pechotoro, Reportero Total, príncipe de la transformación.

Hoy quiero rendirte en nombre de todos los blogeros un pequeño homenaje por tu trabajo y ocurrencias y devolverte, en lo posible, algo de lo que tú has hecho por el Blog durante su primer año de vida.

Y qué mejor homenaje que la edición de un millón de ejemplares de este sello con tu efigie, con valor facial de 19 €, de curso legal, editado por el Trapi en su oficina de Correos de la Virgen del Camino y puesto en circulación por la Furrielería al precio de 19,75 €, por lo del Euribor. Si alguno está interesado, por unidades o planillas, ingresadnos los €uros correspondientes en la cuenta de la Furrielería que ya os los giraremos (para los de Ciencias, excepto Fernando Box, no darles la vuelta sino que ya veremos) junto a su correspondiente comprobante. Ah, se me olvidaba, con matasello redondearemos a 21 €uros, ¿vale?.

Espero los pedidos.

Se me olvidaba: me participa Javidelvigo que seguramente habrá boda. 

22 comentarios

Vibot -

Santamarta, he escrito varios sonetos en este blog, pero nunca había experimentado lo que se siente al inspirar uno:

puedo decirte que me has hecho llorar. De emoción, de felicidad, de una amistad tan honda e insustituíble como nunca esperé conocer ya, de ti y de todos.

He tardado en contestarte -perdóname- porque me has dejado sin palabras. Quisiera haberte respondido con otro soneto, pero me temo que no tengo tu facilidad, esa soltura con que "argumentas" en soneto, que es un don natural.

Tu brisa es deliciosa, sabia y sutil.

Mi huracán muchas veces me extravía.

Gracias por siempre por tus endecasílabos.

Y por aquellas cartas que nos escribimos (me debes unas fotos, no lo olvido).

santos s. santamarta -

Querido Pedro: Nada que admirar, y menos envidiar lo que en mi caso es un fugaz sarpullido de primavera que se me presente de vez en cuando. Y aunque a veces pueda parecer bonito (verba movent) no deja de ser, si se quiere, simple lenguaje de “lo bello”. No comparable, sin embargo con ese otro lenguaje, lenguaje de “lo Bueno” (exempla trahunt) con el que natural y permanentemente tu sí te expresas. Por eso somos tantos quienes -con razón- te admiramos y queremos.



Respecto al Félix éste,
¿Ha notado alguien que nos conocemos y que, aunque jubilado él, sigue sin dejar de ejercer el “arte dramático”?. Amigo Félix, nos veremos entre bambalinas. Lleva desmaquillador

félix cañal santos -

A SANTOS SUÁREZ SANTAMARTA.

Santos Suárez Santamarta, ¡Quién te ha visto y quién te ve!
Si miento, un rayo me parta, ¡que versificas muy bien!

Quince años de estudiantes, de compañeros y amigos,
y otros pocos de "currantes", en Córdoba, nuestros destinos.

Jamás lo leí, porque escrito estuviera un solo poema, ni lo oí de tu boca.
Nunca yo imaginarme pudiera que tu fueras capaz de tal cosa.

Y mira por dónde, de un tiempo a esta parte,
cuando doy un repaso a este blog de Cortés,
amén de otras plumas de estilo y gran arte,
me encuentro tus versos que gozo al leer.

¡Qué callado lo tenías, (gandul), aunque en tí nada me extraña,
modesto, sencillo, humilde, tu bondad todo empaña.

No entiendo cómo consigues esa forma de escribir,
que ya todos solicitan un buen soneto de ti.

Pero lo grave del caso es que me has contagiado
con tu verbo y afición,
y yo, que no soy poeta, me pregunté muy osado:
¿si él puede, por qué yo no?

Y rápido, cual ardilla, decidí escribirte en verso.
La rima, de maravilla; el ritmo, más que perfecto.

Y ya en serio, querido amigo Santos, eres un maestro escribiendo en verso clásico. Como Lope, Calderón, Góngora. Sí, sí. O mejor... (y también en prosa, por cierto.)
Para los que no lo sepan aún, os digo que fue de mi curso toda la carrera, un compañero excelente, buenísima persona, y muchas más cualidades. Pero hay una que no debo callar, era ¡campeón en el lanzamiento de disco! en las Olimpiadas que se organizaban en Montesclaros. Tenía unos bíceps tan potentes, que cuando lanzaba el disco se perdía en lontananza, se salía de la pista... ¡Un fenómeno! Por eso, los amigos y compañeros, le llamábamos cariñosamente, "el bolas".

Santos, he leído tu E-mail, escrito después de habernos visto un ratito esta semana santa. Hoy te contestaré. Fue un placer. Un gran abrazo. Sigue escribiendo. Estoy seguro que tienes poemas para llenar más de un libro, pero estarán bien guardados.

Y yo ya no te pido un soneto, como otros compañeros-amigos has hecho, yo me atrevería a pedirte una obra de teatro, una comedia, que eso seguro que para ti es "pan comido".

A ti y a los posibles lectores, perdón por mis ripios y ¡Salutem plurimam!






quique muñiz -

Santos: nada de ésto es mío, sino lo que siento por todos. Y por todo esto que se desliza, casi cada noche, en nuestros verbos.Tú has acertado a decir lo que yo quería. Como siempre. No es concurso: es la alegría de coincidir en una memoria que se ha crecido en tantos años casi sin sueños.
Cuídate, amigo de verdad.

Pedro Sánchez Menéndez -

Santos, genial, me ha encantado tu verso a Vibot. Os admiro de verdad a todos los que escribís tan bien, es más, incluso os envidio. Me gustaría escribir así, pero yo soy muy prosaico. Un abrazo. Pedro

santos s. santamarta -

Muchas gracias, amigo Quique. Estoy totalmente de acuerdo en el reconocimiento y la admiración que se merecen tantos compañeros en lo relativo al uso mágico que hacen del lenguaje. Pero entre ellos -y destacando tanto como el que más- te encuentras tú, auque sólo de vez en cuando y en muy poquitas dosis quieras que nos lleguen tus destellos. Y me explico. Los doce primeros versos que -a modo soneto- escribí más arriba, no eran más que un mal envoltorio o la alfombra para llegar a los dos últimos que eran los que verdaderamente importaban -como se ha encargado de destacar Chema Sarmiento- y en los que se decía algo tan bello como justo.
Pero ahora debo decirlo otra vez -y explícitamente por si muchos no lo recuerdan- que el contenido de esos dos últimos versos está tomado de una intervención anterior de nuestro Quique Muñiz, referida también a Isidro en la que (no sé si del todo literalmente) le decía que “sus ojos acarician cuando mira, cuando habla persuade y cuando escribe estremece” ¿Se puede decir más y mejor en menos? Amigo Quique, a cada uno lo suyo.

Y ya puestos, no puedo negarme a los requiebros de mi tocayo.
Amigo Vibot: hice lo que pude pero con todo el cariño, como tú te mereces



A Santos Vibot

Por qué quieres, Vibot, sentir mi brisa
si eres un huracán incontrolado.
Por qué deseas ser versificado
teniendo tú del verso la divisa.

Cómo puedo entender que alguien precisa
de cuanto ya se tiene, y tan sobrado.
¡Ah, mi tierno Vibot, desubicado
que además de ir primero lleva prisa!

Tienes a tu favor los pareceres
de cuantos has dejado malheridos
por tus versos, y aromas, y sonidos.

¿Qué te podemos dar?, ¿tú qué más quieres?
Nos tienes tan del todo y tan rendidos
que ni sabes tú mismo ya quién eres

quique muñiz -

S.S.S.
Si algo brillante tiene esta tarde en que quiere, ¿primavera?, volver la nieve, es saber que coincido con quienes idealizamos, aún insuficientemente, la magia de Isidro, sin dejar de envidiar la armonía y ternura de tus rimas, con las que tan de tarde en tarde nos acaricias.
Ven más veces, Santos: ven más tiempo.

Vibot -

Santamarta, ¡qué precioso poema para Cícero, quién se viera por ti versificado alguna vez!

Escribe mucho más, es una brisa.

Vibot -

Sarmiento, tu parrafito es gomo un trinar breve de gorrión. Alegre y dulce.
Ya te echaba de menos.

Teódulo, muchas gracias por tus buenos augurios. Soy tan feliz que casi no me quedan fuerzas de escribir. Yo no leo periódicos, pero creo que me apuntaré a tu Babelia, me fío de tu criterio y de tu gusto.

Vino y rosas...

Chema Sarmiento -

Qué bonitas son las cosas cuando las cuentas tú, Isidro. Y qué bien lo ha dicho Santamarta con sus dos últimos versos.

Luis Barbería -

Ya ves, oh caro Cícero, que nuestras gallinas han abandonado los niales. Debe ser la primavera y este sol primero, tan gozoso, que invita a la escapada y a recorrer los montes o las veredas. Aquí sólo quedamos cuatro nostálgicos irredentos y el apuntador.

Muchas veces os he dicho que acostumbro a comprar El Pais los sábados y domingos y ya es deciros muchas cosas. Aquí, en los pequeños pueblos como el mío, donde todos nos conocemos, es esta simple y libre elección toda una declaración de intenciones. Voy con los amigos al estanco y ya sé quién va a coger el ABC, La Razón, El Mundo o El Pais,. Y también sé muchas más cosas de cada uno. Siempre queda el refugio de comprar el periódico regional y ahí sí que todo queda difuminado, unificado en el cariño que todos tenemos a nuestra tierra y en el interés por las cosas más cercanas y que son las que realmente más nos interesan.

No recuerdo bien, pero creo que en Caldas podíamos leer el Ya y el ABC, con algo de retraso, porque supongo que serían los ejemplares que previamente habían podido ojear (con h o sin h, de ojo ó de hoja?) los padres profesores en su tiempo de ocio. Creo que era Juan Ramón, el poeta místico de la belleza, el que siempre escribía todas las palabras con j y así se acababa la duda. En algún lugar he leído que Juan Ramón era hipocondríaco y que siempre quería vivir al lado de su médico. Hasta recuerdo que le atribuían unos escarceos con una novicia, en fin unas historias muy raras que se atribuían a una persona que aparentaba una seriedad fuera de toda duda. Y así lo corroboran sus escritos de crítico literario, de un gran equilibrio y profundidad, y sus poemas.

Lo que iba contando es que el otro día, concretamente el día de Viernes Santo, me dio por comprar también el ABC. Porque yo recordaba que, en tan señalada fecha, solían publicar un especial literario, con poemas y escritos religiosos sobre La Pasión. Y mira que en este país se ha escrito y bien sobre este tema. Recuerdo siempre un poema de Unamuno al Cristo de Velásquez, que a mí, en aquellos años compartidos, me gustaba mucho, sobre todo los primeros versos: “Por qué ese velo de cerrada noche cae sobre tu frente…” o algo parecido. Bueno, pues el caso es que ahora el ABC no publica esos suplementos literarios religiosos tan interesantes y quedé totalmente decepcionado.

Tuve que regresar, un tanto contraríado, al laicismo de El Pais, donde, todo hay que reconocerlo, creo que escriben unas plumas muy brillantes, hablando en términos exclusivamente literarios, que es lo que a mí, de momento y ahora, más me interesa. De otras cuestiones hay mucho que discutir y no creo que éste sea el momento. Pero suplemento literario de la calidad de Babelia de los sábados de El Pais no lo he encontrado y si me lo decís, os estaré muy agradecido.

Ya me gustaría a mí miraros por un agujerico este Domingo luminoso y ver qué periódicos compráis alguno en vuestros estancos de León, Santander, Oviedo, Madrid, playas levantinas… Simple curiosidad malsana.

José Mª Cortés Aranaz -

Amigo Isidro,
me pongo a investigar las desapariciones "extrañas" de tus globos. (la verdad es que no sé que ha pasado pero me pongo a éllo).
Puede que alguien de "arriba" vea pasar alguno de tus globos y, el muy bandido, se lo quede para presumir antes sus "superiores"
Un abrazo.
El Furriel.

santos s. santamarta -

A Isidro Cícero

Si permitieras, dulce compañero,
des-es-dru-ju-li-zar-te tu apellido
tendría mejor rima este “cumplido”
que al fin, ahora, ofrecerte quiero.


Si convirtiera Cícero en Cicero
-cualquier “allanamiento” es indebido-
sería más melódico a tu oído
que eres, de verdad, un hechicero.


Pulsando las palabras te pareces
al afamado Orfeo con sus liras.

Amigos hay que, sin decir mentiras,
lo dejaron escrito aquí más veces:

Acaricias, Isidro, cuando miras,
pero si escribes, hechizas y estremeces.

Luis Barbería -

Pues que seas inmensamente féliz, querido Vibot.

Te lo deseo de todo corazón.

Vibot -

Leo al divertidísimo y estimulante Furriel-Guindilla, a Teódulo, a Cícero, a Estrada, a Martín, a Julito y a Justino y me siento en familia, compañeros del alma.

Ayer estuve viendo, escuchando y sintiendo "Tamerlano", en el Teatro Real. La transparencia y la pasión de Haendel. Pura vida y belleza.
Puro Colegio aún aleteando grácil, imborrable en un aire delgado de tomillo y espliego.

Y antesdeayer teatro de Calderón de la Barca, con sus ecos de entonces, en aquel frío teatro inolvidable:

"El pintor de su deshonra". Copié allí, en la penumbra de la sala, con mi bolígrafo lunar, dos versicos vibrantes -antecesores de la tan glosada frase de Cícero- y que resumen mi inesperada, inmerecida, agradecida y radiante felicidad de estos días de rosas en los brazos y labios de mi amor:

"tan del todo se rindió
que aún yo no sé si soy yo."

Luis Barbería -

Vengo de leer un artículo de Trapiello en el País que titula “Pasos de baile” sobre los diarios de un diplomático chileno, Carlos Morla, a quien Lorca dedica “Poeta en Nueva York”, dando a entender una relación estrecha e íntima entre los dos.

Bueno, eso es en el título, porque, luego, lo que de verdad nos cuenta Andrés es más bien un relato sobre el testimonio excepcional de un diplomático, testigo de los horrores de nuestra guerra civil en el Madrid franquista de entonces.

Está muy bien escrito el artículo de Trapiello, pero me ha dejado un regusto contraríado porque lo que yo iba buscando era realmente las intimidades de Morla y Lorca . Y de eso, apenas nada que no se intuya. Ese viejo truco del título periodístico cebo nunca me ha acabado de convencer del todo.

Mi otro Andrés: Amigo, ni se te ocurra tratar de explicarme otra vez tu genealogía familiar, que me la sé ya de memoria y me doy por sobradamente satisfecho con tus sabias y diáfanas explicaciones. Vamos, más claro, el agua. Pero tú y yo somos de vino y por eso se te embarulla un poco la lengua cuando me explicas tus antepasados.

Pero ya os dejo, que acabo de enterarme que el montañés ha soltado otro globo y éste sí que no me lo pierdo. Además he visto que hacía zalamas a Teódulo. Y hablaba de nial, gallinas y Cent ans d’air y otras hermosuras…
- ¿Un montañés cántabro zalamero?, me ha dicho Teódulo, ¡imposible!.
Nos vamos los dos corriendo a comprobarlo.

Lo que le digo a Teódulo: escribiendo Cícero, uno puede pasarse de El País a este blog sin ningún temor; es más, se gana en muchas ocasiones.

Isidro Cicero -

La vendedora de globos 21. AÑOS DE AIRE.

Abro yo más veces este blog para ver si trae novedades, que las mujeres de cuando entonces la puerta de las gallinas para ver si había huevos en los niales.

Últimamente, exagerado. De hecho, calculo que de las 426.000 entradas de estas horas, habré hecho yo unas 147.000, sobre poco más o menos. Lamento esta impaciencia nerviosa, porque temo que a Luis Teódulo Barbería se le puede estar descomponiendo ahora la imagen de un lord Cícero paseando sosegadamente por el parque alto de la ciudad, ocupado tan sólo en la observación de los saltos de las ardillas y enfrascado en el humo exótico de la pipa.

Me gustaba ese Cícero, casi, casi, calcado del de la realidad: Un tipo tranquilo, desocupado, indiferente sin horario ni cargas. Y también me gustaba por lo de las ardillas. En el valle del que procedo, a estos animalitos no les hemos tocado jamás ni un pelo. Ni el nombre les hemos tocado: Todavía las llamamos esquilos, fíjate. O sea, que ni nos hemos tomado la molestia de traducirlas del griego. Las observamos, como dice Teódulo, y ya. Hacíamos con estos bichos en el valle más o menos como hacíamos con los deseos cuando estábamos en León. Unas ardillas íntimas que poblaban nuestro cuerpo y se nos esquilaban por todas partes.

Pero ya digo, últimamente entro y salgo tanto en el blog, que hasta tengo miedo a estropearlo. La razón es que un lector que dijo llamarse Fernando me avisó de que le estaban ocurriendo fenómenos extraños al hatillo de globos que José Mari Cortés tiene generosamente arracimados en la sección DESCÁRGATE. “¿Son 18 o son 20?”, me preguntaba. “Porque tan pronto aparece “del 1 al 18”, como “del 1 al 20”.

Y yo: anda la osa.

Así que me he puesto a comprobarlo y el fenómeno es verdad. Se produce ese misterio aquí en el internet, y la verdad, no sé por qué. Tampoco he querido molestar a José Mari preguntándoselo, porque seguramente él tampoco tiene por qué saber las razones de cada misterio. Aceptamos el fenómeno como algo misterioso y se acabó.

Pero claro, Fernando me dijo que está haciendo una especie de análisis, supongo que literario, no va a ser químico, del contraste entre el simbolismo del paponuco del Sábado que, por salirse de la fila, recibe el premio del chupete y por otro lado el niño del jersey amarillo, de pico, que no se salió de la fila el domingo, no recibió el chupete ni ningún otro consuelo, sino que rumió para sus adentros la desilusión de la sumisión. Me pregunta si a estos dos globos, que son los que aparecen y desaparecen en el ciberéter, les puse un gas especial. Y no.


Este relato ha empezado en el gallinero y eso que me gusta empezarlos con “Una vez estaba yo...” por ponerle al asunto la distancia en el tiempo, “una vez” y esta subjetividad recién estrenada ,“estaba yo”. En éste no se me ha arreglado. Pues bien, una vez años antes de ir a León sabía yo un cuento de memoria. A lo mejor no era un cuento, sino un sainete; y, a lo mejor, lo representábamos los niños del pueblo en la escuela para hacer gracia por San José, tengo que preguntar. Recuerdo, eso sí, que la gente se me reía escuchándomelo, no sé si en las cocinas, o en el escenario en la parte delantera de la escuela vieja.

El cuento, o el sainete, estaba situado en Asturias, mira tú por dónde. El protagonista era un guaje –sólo recuerdo esto- al que la madre había mandado bajar al gallinero a ver si ya había puesto la gallina. La gallina había puesto, sí, pero el muchacho, con más hambre que el perro del hojalatero, se había jamado el huevo in situ, sin pasarlo por la economía familiar administrada por la mamá. No olvidéis, mis-queridos-apostólicos-, no lo olvidéis nunca, que hubo en estas tierras plurales de la variada España, años de un apetito feroz. Recordadlo siempre y recordádselo también a otros, que se oye por ahí cada cosa que mecagüen tal.

Ya se tardaba en subir el rapaz del cuento, cuando apareció su madre en la ventanuca de la cocina, llamándole con voz estentórea

LA MADRE.- (con voz de madre de la posguerra, vocinglona y destemplada): ¿Posio la pita o nun posio?
EL RAPAZ.- (con voz de rapaz, un poco mentiroso): Nun posio mae nun posio. LA MADRE.- (suspicaz, inquisitiva) : Pos entós, ¿cúmo ye que cantó?
EL RAPAZ.- (evasivo, remedando primero la voz de la madre y limpiándose a la vez el morro con el revés de la mano): Cúmo- ye- que- cantó-cúmo- ye- que- cantó...¡Coime, porque tenía ganes¡

Escribo “con voz estentórea”, pero ya me doy cuenta de que lo hago impropiamente, La madre no podía tener esa voz. Mis condiscípulos sabéis bien que estentórea era la voz de Esténtor, no vayáis a pensar que se me ha olvidado. Esténtor, aquel heraldo de la Ilíada, aquel gigantón que hablaba con la voz de cincuenta hombres juntos y que perdió la vida al atreverse a hablar con Hermes, el heraldo de los dioses.

Este blog sí que es estentóreo. Te habla con la voz de cientos de hombres, no de cincuenta, y cuidado: hombres, ni niños como los de antes, ni tampoco dioses, aunque algunos lo parecen. Por eso bajo yo mucho a la blog, para ver si ha puesto huevo alguna pita de nuestro gallinero y me lo puedo comer enseguida.

Por ejemplo, el blog no sabe que hace unos días volvió por aquí Chema Sarmiento y estuve con él una hora, no pudo ser más. Tampoco pude acompañarle a comer, tenía que ir al parque alto a ver como evolucionaban las ardillas. Pero bueno, mientras les llevaba en el coche por la orilla de la bahía hasta la Sixtina, a él y a un importante personaje del cine español que le acompañaba, Chema me hizo un regalo propio de un dios, que yo meto aquí en el blog para que resuene en el conjunto de Esténtor. Se lo dije: Esto lo voy a escribir, Chema. Y él: Hazlo cuando quieras. Y yo: Y te cito, descuida. Y Chema: No, no, no hace falta. Como dios.
Estábamos en la rotonda del centro, y Chema: Un oído francés que escuche la palabra Santander, lo primero que oye es Cent ans d’air. Literal y exactamente.

Me pilló con un ojo en el intermitente y con otro en lo que Chema Sarmiento me estaba comentando. No lo entendí a la primera, pero cuando lo entendí, a la segunda, se me puso una ardilla en la garganta. Qué belleza. Santander siempre pensé que era el agua de la bahía. Pero es el aire. Es el viento, sur unas veces, nordeste las más. Cien años de aire. De soledad, seguro que también. Pero de aire. El síndrome de Stendhal, debió de ser algo así como el que sentí yo cuando llevaba a Sarmiento y a un importante cineasta en el coche al restaurante, donde no pude acompañarles, ya digo, por las ardillas, principalmente, y por la pipa.

Luis Barbería -

Es que a mí Pechotoro me pone y luego el Trapi dándole al champán en zapato de tacón me inspira un montón. Y no digamos si Martín no acaba de quitarse el casco de Asterix, el pobre compungido ante su jefe de oficina.

Luego Quique está sembrao recitando poesías a la Angustias. ¡qué lirismo, qué finura!

Y qué hacía entre tanto Javier del Vigo, os dejaba actuar, callaba, rezaba...?

Avisad para la próxima, que el camino del Hostal San Marcos me lo sé, pero esas desmesuras nunca las pude disfrutar en semejante recinto. Ni imaginármelas siquiera, que allí la gente era muy seria.

Por cierto, el cronista de la funciòn, tan elocuente, tan sentido todo como si lo hubiera vivido en sus propias carnes, está así de inspirado de ordinario? Yo me he reído un montón, vamos, para ser sincero, me he descojonado de risa. Te pediré un autógrafo cuando te vea por León.

justino -

A mi querido amigo-hermano Josemari:

kkfkk ik oid ijf oigfgrr jun!
khfnsdgvd jgfvd jvhgf kdhv kd+jdhfdti kdis kid sofgrr,
:"hyrrwsdn bhdbvcf jufvdtd ldjn bbsis ofnfn jhgbdfxcv.

Eso es todo". La emoción me embargaen este momento ylas lágrimasnome dejan apenas ver elteclado. Gracias amado jefe por este homenaje inmerecido.Procuraré no ser unchivatoenlosucesivo. Grageas, grageas, gracias.

Julio Correas -

FurrriJosemari,
in-conmensurable... con la boca!
Sembrao!!!!

Tengo que preguntarle a Martín, que me parece qu está disimulando, qué es eso de que "la pringaba sus redondeces con mostaza, a punto de meterela en el horno"... me lo explique, oiga!
Lo de Quique, lo entiendo. El tiramisú en bolitas es un tic para olvidar percebes gallegos, vieiraas y santiaguiños.
Trapi, bebiendo champán en zapato en vez de porrón, debió ser un espectá-culo.
El que de verdad me preocupa es JavidelVigo, que entre la astenia primaveral y los excesos de la ninfómana-angustias se nos va a quedar en el chásis!!!!
A Justino ... le quiero. Le quiero hasta en los sellos de 19€, aunque estén matasellados y me cuesten el doble.
Furri, te encargo un pliego... porfaplís!!! Me lo puedes mandar a cobro revertido, con costes pagados, o si no tienes inconveniente, que te lo pague Andrés el Trapi, que yo se lo devuelvo... en algún momento.
Mañana me voy a Madrizzzz y ya he quedado con Julito Barrio, he quedado en llamar a Pedro y Alcalde a ver si nos tropezamos y con algunos otros compañeros.
No sé cuándo volveré.... ya os contaré mis andanzas por mi pueblo. Le pienso dar un beso a la Cibeles en el morro!!!!!

Un beso a todos y mis felicitaciones a JoseMariFurrielsalidocomouna
plancha!!!
Será la prima-vera leonina???

Julio Correas

Martín -

¡Pues bueno tengo al Sr. Director!
¿Quién puede certificar que era una reunión de trabajo?
¿Y de dietas con quien hablo?

Martín -

¡Cagüen la mar!, ¿Pero no hay nadie que me pueda quitar este punto casco? ¡Qué no me entero de ná!

¿Qué a pasao? ¿Y la titi, ya se marchó?