Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

BARRERA DE SOL

BARRERA  DE  SOL

También había barreras, vallas, alambradas, cortapisas, rejas...que hicieron dura, a veces solitaria, y fria nuestra infancia y adolescencia carentes de besos, abrazos y te quieros. Menos mal que nos estamos resarciendo "magnus itineribus" (para los de Ciencias, a la menor oportunidad que se presenta).

Es el pensamiento que me traído esta fotografía de la valla del campo de futbol de la Escuela Mayor que nos impedía salir, volar, bajar a la soledad del Valle y apagaba el oeste y alejaba la puesta de sol... y que nunca nos atrevimos a saltar porque detrás estaba la brumosidad del invierno.

Veo que sigue esando allí, aunque ya no cierra nuestras ilusiones ni nuestros horizontes, pero sí mis recuerdos de aquel año cuando, con quince años, me sentía mayor, vamos, un hombrín.

Cualquier día volveré a subir a ver la puesta del sol a través de la alambrada.

22 comentarios

Juan A. Iturriaga -

Buenas tardes, Heredia

Creo que coincidimos poco o nada en la Virgen del Camino. Tu, por lo que veo, llegaste a quinto y en circunstancias relativamente favorables. Eres a los efectos de la valla, postconnciliar. La misa ya se celebraba en castellano y de frente, no de espaldas al pueblo.

De todas formas la valla, físicamente, yo nunca la vi cerrada con candados. Las puertas siempre estuvieron abiertas para largarse. Eso es la verdad.

Piensa que en el colegio se pasó, sin solución de continuidad, de considerar al tabaco como motivo de suspenso en conducta, a un paso de la expulsión, a reservar un rato para echar el cigarrillo.

Antes del Vaticano II, para muchos todavía regía Trento.

Algo así como lo que pasó en todo el país con el franquismo. Hubo como mucho un mes de indefinición. En enero de 1976, era raro el franquista confeso.

Yo comprendo que los que siguieron hasta Caleruega conocieron otras realidades, trataron de forma diferente a los frailes, estuvieron algunos años con gente como el P. Pedro, y el recuerdo tiene que ser forzosamente distinto, naturalmente.

Yo, tengo que reconocer que ya estoy harto de reivindicaciones. No me interesa absolutamente nada. Me hace mal, y me deprime. Lo que de verdad persigo es el poder contactar con todos vosotros.

Gracias a este Blog, he leído cosas fantásticas, he contactado con antiguos compañeros que son increíbles. Son artistas, poetas, escritores, cachondos, frailes que dan su vida para ayudar a los demás, algún magistrado integérrimo y probo por supuesto, y otro que no quiere saber nada de nada, pero que me dice que no pase por su pueblo sin llamarle.

Eso mismo te digo yo. No pases por Donosti sin llamarme.

Luis Heredia -

¡Vaya con la valla¡Me quedé atrapao durante estos días dando la vuelta a la finca, los años no pasan en balde y ya tardé más de media hora, veo que hasta a Juan Antonio le ha dado tiempo de cumplir años.

Juan Antonio, muchísimas felicidades y cumplirás muchos más que vueltas a la finca hayas dado o veces que te hayas arrimado a nuestra mutua amiga la valla.

Sus pinchos nunca nos hicieron daño, salvo algún que otro encontronazo para ir a buscar una pelota que hubiera ido más allá del Finisterre pero que siempre volvía.

No recuerdo haber visto trancada vez alguna la cancela.

Es posible que fuera un elemento más de la prueba del algodón para algún osado.

Juan Antonio, tengo mucha gana de verte.

Juan A. Iturriaga -

Buenas tardes,

Hace días que no me asomo. Son las obligaciones con hacienda, las cuentas anuales, algún examen que otro, la visita de mi hijo y algo más lo que me ha apartado del duro banco de esta curiosa nave, a la que por cien motivos diferentes estoy amarrado.

Muchas gracias por vuestra felicitación, Oscar, Mallada, Cortés, Bañugues, Pedro, Vibot. Yo mencioné mi cumpleaños, únicamente para echar cuentas con la edad, pero vosotros lo habéis convertido en una fiesta, porque sois buenas personas.

En realidad todo partió de la verja. Como la propia vida. La barrera, la frontera, el tabú, el pecado. MIERDA.

---------------

Vibot, veo que has pinchado el link del florentino. No se te escapa una.

Mi dirección postal, es decir, donde no me roban las revistas es:

Apartado, 6
20080 SAN SEBASTIAN

Un abrazo para ti y para Borja, al que espero conocer en la próxima ocasión que pase por Madrid.

Vibot -

Iturriaga, tengo un regalo de cumpleaños para ti:

Mi Borja -que es tan espabilado como guapo, y cualquier día nos encuentra hasta el corto de "La melodía viajera"- ha encontrado en la red la película de los niños cantores de Viena que vimos en el colegio "Casi ángeles" de 1962. Pertenece a la Factoría Disney y nosotros la vimos en el 63, recién estrenada casi.

Creo que como buen escolano, rondallista y melómano que eres en la actualidad, apreciarás este bocado de gourmet colegial.

Borja te va ha hacer una copia en su ordenador, y te la mandaré. Dime tu dirección postal.

Borja y yo te deseamos que cumplas muchos más felices años.

Vibot -

Mi querido amigo Iturriaga, leo ahora que ha sido tu 56 cumpleaños. Te felicito de todo corazón escuchando el precioso disco de clavecín que me regalaste en tu visita. Gracias por tu cantor florentino del siglo xv de Dubois. Siempre tienes un link oportuno para nuestro recreo.

He estado revisando el álbum "Por los campos" y he encontrado una foto en la que estamos juntos tú, y yo. No sé si identificarás a ese chavalín esmirriado y con la corbata de goma que era yo entonces.

Yo me acuerdo muy bien de haber hablado y reído mucho contigo, vascongadito salao.

Un abrazo muy fuerte, desde este otro lado de la valla, en el que veo tan feliz.

Porque dentro de la valla reímos y sufrimos mucho juntos, podemos ahora ser tan buenísimos y confidentes amigos.

Te quiero, Juanantonio. Tú lo sabes.

Jesús M García Marcos -

Tengo un recuerdo muy claro sobre la valla: En el Colegio estaba convencido que la gente que pasaba por el otro lado de la valla nos miraba y sentían envidia de nosotros. La valla me marcaba como un privilegiado.

andres cortes aranaz -

Querido Juan Antonio:
Felicidades por esos cincuenta y seis tacos que han caído, aunque sea un poco tarde. Que tengas un año feliz y que nos veamos pronto.
Un abrazo tardío, pero abrazo sincero.

Pedro Sánchez Menéndez -

Hola, Juan Antonio:
Acabo de leer en el blog y dicho por ti que has cumplido años el día 5. Mis felicitaciones por esos años que te hacen estar en la plenitud de la vida. Un abrazo. Pedro

Carlos-Bañugues -

Querido José Antonio:acabo de asomarme al blog y he leído tu comentario.Ninguna verja va a separar nuestra amistad.Sabes que, en aquellos tiempos,muchos te admirábamos como hoy.Gracias por tu respuesta.Puede que tengas razón en muchas cosas y todo el derecho a contar una de tus vivencias.Tambien,puede ser,que yo tuviese un alto grado de inocencia perceptiva.

Lo mejor que me has podido decir es que nos has querido como nosotros a tí y que,de eso,estás orgulloso.

Nos pasó tu cumple por la retaguardia.Yo te deseo toda la felicidad que puedas absorber.Eres un güaje con tus 56.Tengo ganas de verte y seguir la conversación que iniciamos el día en que disfrutaste la visita de Rufino.

Está pendiente tu iniciativa con respecto al gran compositor que tienes de vecino.Hay que prepararlo.

Un abrazo enorme de tu amigo Carlos.

Jose maría cortés aranaz -

Amigo Itu,

en este caso mi pajarito-espía no ha estado muy presto, discúlpame.

Muchas felicidades, con el orgullo de haber tenido compañeros como tú ¡viejo!.

Jose Ignacio Serrano Mallada -

Querido Iturriaga,

Que jamás ha pasado por mi imaginación que has juzgado a nadie, bueno estoy yo para que me juzguen... Tu corazón es lo que cuenta y lo manifiestas como lo sientes, y eso es bueno.

Con un día de retraso acepta mis felicitaciones por tu cumpleaños de este hermano y compañero.

Un fuerte abrazo,

Oscar Fernández -

Juan Antonio, quizás yo soy de los que ha tardado dos días en dar la vuelta a la finca y no me he enterado de tu cumpleaños. Acepta esta tardía felicitación que se expresa con el cariño e inmejorable recuerdo que tengo de ti.
Oscarín

Juan A. Iturriasga -

Lalo, no eran sacos cortados. Eran una capas de paño en toda regla. Recuerdo que para hablar las abrían por delante.

Bañugues, yo también estoy orgulloso. Lo que pasa es que yo estoy orgulloso de todos los compañeros que tuve. De todos vosotros. Yo ayer, día cinco, cumplí cincuenta y seis años y posiblemente en aquellos momentos, no estaba preparado sicológicamente para lo que se me vino encima.

Serrano Mallada, yo no juzgo a nadie después de cincuenta años. Solo hablo de mi experiencia. Para mi la verja fue muy importante. Tu lo has dicho

jose ignacio serrano mallada -

A propósito ve la cerca vieja. ( para todos mis queridos hermanos)

En primer lugar pido perdón a mi S.A. porque me permito la licencia de entrar en mi querido blog en horas de trabajo, pero me llama el impulso de niño y qué demonios me pongo a ello: desviación psicótica de un de un pobre viejo.

En segundo lugar perdonad hoy a este mal poeta. El poeta es una paloma, vuela y desde el cielo se ve la perspectiva del paisaje de otra manera que a ras de suelo. No le temais, él escribe para todos y a todos representa y por todos habla, por los unos y por los otros y a todos respeta porque todos somos distintos.

Quiero entrar en este tema nuevamente de la cerca porque como todo en la vida cada uno tiene su parte de razón. Me explico: No se puede juzgar después de 50 años (mi tiempo) comportamientos ni actitudes a la luz del 2.008, y creo que si hubo alguna sombra(homilía del P. Provincial en el Reencuentro) ahora quizá los que más lo sienten son esos Padrecitos blancos ya mayores que tanto queremos y a los que tanto debemos.

Claro que la cerca tuvo psicológica y materialmente su importancia para unos chiquillos de 10 a 18 años. Yo me cansé de llorar al lado de la cerca mirando desde el este aquellas montañas lejanas que me indicaban que Asturias estaba al otro lado, y que no vería a mis padres sino sólo una vez al año ( la cerca era frontera de recluídos) y nunca se me olvidó el recuerdo de esta frontera. Luego esta cerca ya me delimitó (la cerca era muro de mi destino) para siempre el recinto de mi existencia y seguridad , libre de todo peligro, protegido por aquellos Padres que hacían la labores biológicas de los padres nataurales (la cerca era vigía de protegidos), más allá no había lugar y tenían que protegernos. Al lado de la cerca, comentamos nuestros dolores, nuestras esperanzas, nuestras crisis como jóvenes que éramos, nuestros desgarros por los compañeros que se marchaban, nuestras dudas, nuestras tristezas…(si la cerca contase los quejidos, las heridas, los lamidos). La cerca era mentalmente el Finisterre de nuestro mundo, más allá estaban los mares de trigo desconocidos.

La cerca fue todo eso. Quiero decir, sin ánimo de polémica y pidiendo otra vez perdón a todos, que en mi tiempo (1958 en adelante) la salida de la cerca (ir a ver un partido por televión al pueblo, bajar a León durante las fiestas) era motivo de expulsión inmediata, por eso creo que esto que escribo a los que más duele seguro que es a los propios Padres que estaban inmersos en supuestos de conducta y disciplina del año 1950 y que obligatoriamente debemos comprender y perdonar. Alguno de los alumnos puede estar dolido, pero lo que no debe bajo ningún supuesto es estar resentido, al contrario todos debemos estar agradecidos y disculpar si hubo algo mal hecho.

Perdonadme por última vez, os quiere este viejín.

lalo -

Martín,
Para la vuelta a la finca no era necesario el referente de la valla.

¿No recuerdas que detrás venía el P. Cura con su chándal azul ceñido?. Él sí que era una referencia.

Ahí (en la vuelta a la finca) nos forjamos los grandes fondistas que salimos de aquellos campos de León, que no de Castilla.

En cuanto a lo antedicho en las intervenciones, estoy más bien de acuerdo con Carlos y Martín. Además, creo que sería injusto juzgar seriamente aquellos días con los ojos de hoy. Ni nosotros somos los que fuimos, ni lo es el país, ni lo es la educación, ni la iglesia y seguro que ni los dominicos. Por ejemplo, el padre Paco que brindó con nosotros en Ponferrada. Yo, en aquellos tiempos, nunca brindé con él. Era grandón, con aquel muro blanco y negro que se movía, y era muy mayor. Por lo menos tenía ...30 años. Y hoy yo ya tengo más años que él, y soy más alto. Y además(eso sí que lo lamento) también más gordo. O sea, que no somos los mismos. Que era lo que queríamos demostrar.
Otra cosa son esas durezas que quedan en la memoria de aquella adolescencia y que no terminan de ablandarse. O que, lo que es peor, se han extendido por el cuerpo y han condicionado su crecimiento. Por eso mi respeto absoluto para quienes lo sufrieron (y se dieron cuenta, que algunos a lo mejor también lo padecimos pero no nos enteramos) y además lo manifiestan con valor ante todos.

En fin, perdón por esta polución nocturna.

Salud
Lalo

Ah!, se me olvidaba. Esa dichosa valla yo ni siquiera la notaba, salvo cuando el balón se iba fuera. ¿Sería por eso por lo que los frailes nos ataron al mástil la pelota del SEVÁ (o era SEBÁ)?
Pero, os acordaréis, las dos puertas en que terminaba la valla, por la que salíamos corriendo a la vuelta a la finca y por la que volvíamos del valle, siempre estaban abiertas. O, al menos, yo no recuerdo encontrármelas nunca cerradas.

Claro que a lo peor era porque ambas solo conducían al tomillar.

Salud
Lalo

Martín -

Quiero decir, como nuestro amigo Bañugues, que yo nunca tuve la sensación de cárcel o de privación de libertad, entendía mas bien esa valla como un límite a una propiedad, era más para que no pasaran que para que no salieran. Yo estaba donde quería estar y con los que quería estar, lo que me impedía salir era más un tema de disciplina que de castigo, la prueba es que alguna vez me escape pero solo a ver algún partido en la tele de algún bar.
Hoy día cuando paso en bici y veo los enormes trozos de finca sin valla, la hecho de menos, parece que gente extraña ha ocupado algo nuestro.
Además como íbamos a dar la vuelta a la finca sin el referente de la valla.

Carlos-Bañugues -

"Barrera de sol".Un título sugerente sobre una imagen equívoca,de terribles similitudes,de la deshumanización absoluta,de una descarnada realidad que nunca debió existir..¿es un símil de nuestros años de internado?¡Qué barbaridad si así se entiende!

Nunca tuve otra sensación que la de una valla que recortaba una propiedad,simplemente.Quien quiso la traspasó,como Iturriaga.Yo sólo para dar la vuelta a la finca,para lo cual estaban abiertas las puertas siempre.Creo que muchos de nosotros ni reparamos en los espinos cuando se escapaban los balones(había que pasar por la puerta del campo de futbol,un buen rodeo).

Pensar que algunos chicos se sintieran encerrados,sin libertad,sin una compañía amiga,sin una palabra de ánimo o reconocimiento,sintiendo la ausencia de un abrazo,el peso de la obligatoriedad,la insatisfación,la soledad,siempre con los grilletes puestos,temerosos..me pregunto:¿estuve allí? ¿qué ví y con quién viví?¿cómo pude ser tan felíz?¿yo era normal o esos capirotes no se paraban a mirar en el recreo?

Nada os reprocho porque no soy nadie y porque os sigo queriendo como entonces,pero me confunden esos sentimientos(que no pongo en duda os turbaran)y me entristece que los tengais tan incrustados.

¡Claro que había vallas y zonas prohibidas! las tangibles y las que suponían avanzar en el terreno educativo-que no eran pocas ni fáciles-como sabeis.

Yo tuve la suerte de no tener ese tipo de sentimientos y sí de total agradecimiento por lo que se hizo de y por mí en aquellos seis años.Estoy orgulloso de ellos y de vosotros.Todos contribuísteis a hacérmelo fácil.

Disculpad mis palabras si os dañan.Yo estoy muy orgulloso de mi colegio de la Virgen y las vivencias compartidas.

Yo sentí los problemas de ausencia de libertad cuando me encontré con la realidad exterior.Amores prohidos o perdidos,despojarse de obligaciones intempestivas o gratuítas,dormirse en la capilla,sortear el castigo y soportarlo,comprender lo incomprensible,a veces, para nuestra edad y tántas cosas buenas que nos pasaron hay que contestualizarlo en el tiempo y en el lugar:un Colegio Apostólico(casi nada).Yo viví la experiencia,externa,en un Colegio Salesiano durante 4 años.Fué terrible y con la edad de 6 á 10 años.Cuando llegué a la Virgen podía comparar...no había color.

Un abrazo muy especial a todos.Os respeto ante todo.



Lamento no

Jose maría cortés aranaz -

José Ignacio,

me descubro.
Gracias.

jose ignacio serrano mallada -

Cerca vieja.

Déjame abrir la puerta,
que fuiste como una reja,
ayer tan altiva y recta,
hoy tan decaída y vieja..

Muro de muchos destinos
sobre los mares de trigo,
frontera de mi cariño,
remanso de mis suspiros.

Muralla de recluídos,
vigía de protegidos
por el calor contenido
de aquellos años queridos.

Si contaras los quejidos,
las heridas y lamidos
de los amores perdidos
que escuchaste amanecido,
me dejarías pasar
hacia los mares de trigo.

lalo -

Sí, Iturriaga. Yo recuerdo a los viejos (¡a lo mejor pasaban ya de los 40!) que pasaban entre las lomas de las bodegas y la valla del campo.

Supongo que eran pastores. Y la capa era, creo recordar, un simple saco cortado a lo largo, desde la boca hasta la costura del fondo, con lo cual se ponían el cucurucho en la cabeza y el resto, a modo de capa ancha, les caía sobre las espaldas protegiéndolos de la lluvia.

Era una solución tan sencilla y habitual que tal vez por eso mismo los del pueblo no lo recuerdan como algo excepcional.

Puedes dejar a Segismundo en su sitio con tranquilidad. Al menos por esta vez.

Salud
Lalo

luis enrique garcia palacios -

Después de tantos años ,40 o más,veo que los pensamientos y sentimientos que nos producen las imágenes de entonces son comunes a todos los que por el colegio pasamos.
Sentimientos de libertad en aquellos paseos al VALLE, al tomillar , a los pueblos colindantes, y para los más osados, alguna escapadilla a la capital.
Quiero decir a Iturriaga que aquellos viejos con la capa en cucuruchonno son fantasias de sus sueños, yo también los recuerdo.

Juan A. Iturriaga -

Me acuerdo muy de esta verja.
Para los que habitualmente no teníamos visitas familiares, era un auténtico muro de la vergüenza.

Había gente que salía por motivos que me superaban, pero yo no era uno de ellos.

Una vez, ya en cuarto, me enteré que Soria “el mayor”, bajaba a León algunos días de la semana. Creo que iba a una academia. Solo y libre. Increíble.

Tuve algunos broncazos por violar el muro. Me vieron fuera los “Vopos” y alguno aprovechó para armarme la de “Dios es Cristo”, que como sabéis es una costumbre que trae origen en Nicea.

Pero al día de hoy, lo que más me interesa es recordar aquellos viejillos que iban enfundados en una capa negra a modo de cucurucho invertido que les tapaba todo el cuerpo, incluso la cabeza. Decían que les cubría tanto del frío como del calor. Parece que creaban una especie de microclima interior.

Solían pasar cerca de la verja y se paraban a mirar.

He contado algunas veces lo de la capa, y parece que nadie se acuerda de ella. Es como si lo hubiera soñado. He conocido a una familia de Oteruelo, y a ellos tampoco les suena de nada.

Vosotros que sois justos y benéficos, me diréis si es cierto mi recuerdo o si el espíritu de Segismundo me ha poseído.