EL CAZADOR CAZADO

Nuestro querido Manolo Centeno ha descubierto la realidad, el verdadero paradero de nuestro Justino Tribulete, reportero Total, que en todas partes se mete. Ya nos anunciaba Manolo que "es posible que pronto sepamos la verdad sobre el caso Justino". Pues he aquí el resultado: el muy tunante se ha ido este fin de semana al gran premio de moto GP. GP, GP, ¡gran paliza! es la que te vas a llevar cuando vuelvas, fistro.

Y duevuélveme los telobjetivos, ¡ladrón!. Ya los podía buscar yo...

LA VERDAD SOBRE EL CASO JUSTINO

¿Haciendo campaña para las presidenciales Yastin Guait?

Desde Toronto dicen que está arrasando. A la misma hora, comía en El Minarete de Villajoyosa, se le veía en Marbella, Estepona y… también lo reclaman para Mayor of Palm. Hasta Bañugues llegaban noticias de Miami.

¿Se había ido de vacaciones Justino?

¿Tantos dobles tiene? ¿Había desaparecido?

Otros dicen que no es raro que se le viera a la misma hora en sitios distintos; que las diferencias horarias y el estar en campaña hacen posible estas y otras inverosímiles proezas.

Pero… ¿Cuál es la verdad del caso?

El también conocido como “Justinus, Imperator Valderiensis, Rex bacaladorum” oyó a un tal Andrés hablar de El Sacacorchos (todos sabemos del gusto que comparten por el Prieto Picudo) y al oeste se fue, en busca del mismo; a la Laguna Seca de California, cerca de Oregón, al norte del Rio Pecos, a un paso de El Paso y al Sur de Sacramento, siguiendo la estela de KeithLuger y MarcialLafuenteEstefanía. A sacar su cámara. A disparar unos flases. ¡Era el más rápido! Donde ponía el objetivo sacaba la foto.

Aquí está, buscando una mejor “ubicuación”, durante los entrenamientos del gran premio moto GP, con todas sus armas, todas de largo alcance y calibre 45, sudando la gota gorda en la dura arena del desierto, con un rictus en su rostro que denota seguridad y sin miedo a morder el polvo.

Justino, forastero, nunca debiste abandonar tu fría tierra del norte. Ten cuidado y no te fíes de esos mediterráneos, de apariencia engañosa, que parecen buenas personas pero son mucho mejores aún.

Esta es toda y la única verdad del caso.

Roma locuta, causa finita.

El que quiera que lo rebata, ¡si se atreve!