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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

ESTA ES MI TIERRA

ESTA ES MI TIERRA

El vértigo del tiempo y el paisaje...la memoria que se lleva los recuerdos...Os invito a que veáis el programa emitido por la segunda cadena deTelevisión Española. Merece la pena. En la escuela del pueblo de Julio Llamazares, Olleros de Sabero, ejerce su bendita profesión de maestra mi hija Alicia. En el cine de Olleros que Julio rememora con tanta nostalgia (en la fotografía), fué el primer sitio donde actué con el Grupo de Canción popular leonesa llamado ALDABA en una tarde muy fría de Diciembre allá por el año 1988.


Esta es mi tierra

18-01-2010Julio Llamazares visita para nosotros la montaña leonesa, los ríos Corueño y Porma, el pantano bajo cuyas aguas esta su pueblo de nacimiento y esa joya del gótico que es la Catedral de León.


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1 comentario

CARLOS TEJO -

Reconozco que después de leer "LA LLUVIA AMARILLA", (casualidades de la vida, ya que hacía algunos años que me guiñaba el ojo desde la estantería y por fin, la semana pasada me introduje en la aldea de Ainielle, con la angustia y escalofríos que provoca la soledad contada por su último habitante, Andrés) nos traes, José Mari, a nuestra ventana, “ESTA ES MI TIERRA” de Julio Llamazares. La verdad, no se si estaba yo en condiciones de escucharle dejando aparcado el recuerdo de su novela. No conozco toda su obra, pero la bruma de la novela me recordó la secuencia del “cuento” que dejó para leer en la capilla del FILANDON de Chema Sarmiento. Claro que en el Filandón, Julio regresaba a su pueblo profanado por un agua nada purificador. Por eso, algo de desesperación por la evolución de su tierra también se refleja en sus comentarios. Y siempre los ríos convertido en trenes hulleros y los ferrocarriles huyendo como troncos por las vías fluviales. Y la nieve, siempre la nieve y el frío, también en sus escritos.
Tengo que volver a León para dos cosas. La primera para abrazar a los amigos. Cuando uno siente la necesidad y la alegría de abrazar a alguien es porque lo considera “uno de los suyos”. Los otros son parientes, conocidos, incluso amigos. Ser “de los nuestros” es tener la necesidad de cruzar la acera para dar un abrazo. Será por aquello que Julio dice casi al final de su historia: “Aquí está el escenario de mi memoria, mi primera memoria que es la que realmente marca”. Y la segunda para ver la catedral desde el reflejo. Y soplar en la pila bautismal para que las vidrieras bailen.
¿Alicia, de verdad que en Olleros hace tanto frío?
Carlos