LA FUGA DE PEDRO Y JAVIER
Hace unos días le pedí a nuestro querido Javier Martín de Pablos un comentario sobre esta vieja fotografía en la que, como en un espejo intemporal, se refleja la tomada el año pasado, en el mismo lugar, ante la iglesia de Vegaquemada, y con los mismos protagonistas ya regresados y repuestos de la fuga.
Un cariñoso abrazo para ambos, Pedro y Javier. Por cierto, ¿devolvísteis las bicis?
Esta foto me trae muchos recuerdos.
El recuerdo más profundo para nuestro amigo Pedro Rey , que el próximo año lo abrazaremos de nuevo.
En uno de esos “dìas de campo” que , a lo largo del tiempo vivido en La Virgen del Camino, se hacían durante el año, tocó ir a Boñar. Esos días lo estábamos esperando como algo vital ,cuando ya aparecían los síntomas de la primavera, después del largo y frío invierno de la paramera.
Esas tierras ya eran conocidas por la mayoría de nosotros, debido al campamento de La Vecilla , que “in illo tempore”, fue residencia durante los veranos. Si mal no recuerdo , nuestro curso fue el último en ir a ese campamento de tiendas de campaña . Los cursos anteriores estaban deseando que terminara el curso para ir al campamento.
Llegó ese día tan deseado, en el autobús de la empresa Ferández bajamos a León. En León , calle arriba llegamos a la famosa estación FEVE “Tren de la Robla” . El tren era un calco de los del Oeste Americano y en nuestras mentes aparecían algunas de esas películas .
Al llegar a Boñar , le entró la morriña a Pedrito, me dijo que su pueblo estaba muy cerca.La primera idea fue ir andando y volver a pie. No había inconveniente, eso estaba chupado. Pensamos en no poder estar a la hora del “Bollu Preñau”.
Pedrito tenía amigos , familiares o conocidos … en Boñar, asi que lo solucionamos con las bicis.
Dicho y hecho. Sin pedir permiso a nadie nos pusimos en marcha carreta adelante, ni Induraín en sus buenos tiempos nos hubiera seguido.
Creo que no tardamos ni cinco minutos en presentarnos en Vegaquemada. El susto que le dimos a la madre de Pedrito fue memorial.
Recorrimos todo el pueblo, aprovechando las bicis. A mi me impresionó la iglesia, románica, tan bién cuidada , tanto que era nueva. Me explicó Pedrito que la había “hecho” Don Pablo.
Pero ¿qiuén hizo la foto? No teníamos máquina .
La hermana de Pedrito, Rosario, había terminado Magisterio y como premio, entre otras cosas, le habían regalado una máquina de fotos y con ella se hizo la foto del recuerdo.
El año pasado, en la visita a Vegaquemada, Josemari conocedor de la foto, nos hizo una en el mismo lugar pero sin bicis.
Nunca pensé que después de cuarenta y tantos años posáramos en el mismo sitio. Fue algo impresionante y los recuerdos vividos vinieron todos a la mente.
Debo hacer constancia que la madre de Pedrito nos puso una comida que todavía la recuerdo. En Vegaquemada comí por primera vez la cecina, el manjar más exquisito de esas tierras y de todo el mundo.
Rosarito sigue los pasos de la madre, en el encuentro del año pasado volví a catar la cecina y las mejores y más jugosas tortillas . Saludos y besos para Rosarito.
El “Bollu Preñau” del día de campo , a alguno le vino bien repetir .
El día fue redondo.
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