PUERTA DEL PEREGRINO
Hoy os dejo esta melancólica, tristona y otoñal fotografía de nuestro Santuario, herido el cemento armado de su torre por el paso de los tiempos. Hoy ya libre de sus vendas y totalmente curada, y a la vista sus tres campanas debajo del travesaño de la cruz. Instantánea tomada a la entrada a la "explanada" (así la llamábamos ¿recordáis?) por la puerta del Peregrino, otra preciosa obra de Subirachs.
Reflejo de mi ánimo, obligado a estar triste, porque ¿para qué está el otoño?
Un barrendero decía esta mañana en el jardín de San Francisco: mecagüen las hojas...
4 comentarios
Andrés Martínez Trapiello -
Sin embargo, Federico, me sigue gustando más la primavera. Aunque reconozco la exuberancia en el color otoñal del que, en viaje reciente a Asturias y a El Bierzo, he contemplado y disfrutado; pero es efímero, momentáneo, fugitivo...
Mira, Federico, esta tarde he huido a la soledad por las callejas de León repletas de gentes en paseo mientras en los pinganillos de mi iPod sonaban las canciones de la Escolanía, esas canciones que lavó con todo cariño Chema Sarmiento. Sonaba El Romeral, Cenantibus illis, diferentes Ave Maria, La baila y Mañanitas floridas, Mañanitas floridas del frío invierno . Antepongo, incluso, las frías y relucientes mañanas de este León invernal a los colores amarillos, pardos y grises del otoño.
Un abrazo.
Jesús Herrero Marcos -
Juan A. Iturriaga -
Aquí hay un Link para el curioso:
http://www.blogdelibros.com/30-dias-de-federico-esteban-monasterio/
(Lo pongo porque tú no lo vas a hacer)
En este blog hay pájaros muy interesantes y estoy seguro que les interesará tu novela.
Un saludo,
federico esteban monasterio -
El otoño es parte de nuestra vida, expresa los importantes cambios que caracterizan esos momentos de luz y exuberancia del verano, y que nos lleva al recogimiento del invierno. Es el eslabón que invita a los sentimientos perdidos y encontrados a través del pensamiento, sin que estos consigan entristecer lo más mínimo. El otoño es el momento de recoger lo que se ha sembrado, y es la antesala de dar y recibir esa paz que nos guía hacía la Navidad.
Saludos a todos.