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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

TRAS LOS TRAMPANTOJOS

TRAS LOS TRAMPANTOJOS

Isidro, amigo querido, escribías hace unos días, bajo el título de TRAMPANTOJOS: “…O sea, el Deterioro. Haces bien, José Mari querido, en rebelarte contra el Deterioro y hacéis bien los que siguiéndole, os habéis rebelado también contra la caída de las capillas en las que si nos descuidamos nos forman. Contad también conmigo para echaros una mano en la ardua tarea que os espera de ponerle freno al Deterioro. Me apunto. Pero también te digo una cosa. El Deterioro de las Capillas no es de las capillas en sí, ese es sólo la consecuencia. El Deterioro y el final melancólico es el fin de una época, que sin duda creyeron perdurable y tenía los pies de barro…”

¿Hay que resignarse? ¿Y cómo no me voy a rebelar? MI queja era una denuncia que no llegará a ningún sitio. Después de ver las fotografías (y no son ningún trampantojo) que hoy os pongo, os invito a amotinaros conmigo y a denunciarlo entre todos. Las hice la misma mañana que anduve infiltrado por el Colegio y deambulando por los alrededores del Santuario (no me sale lo de Basílica) que fotografiaba para vosotros la nieve de nuestros recuerdos.

Había un  resquicio en una puerta “herméticamente” entreabierta y me colé hasta la capilla de la Escuela Mayor. Confiaba en que me hubiese “pasado de la raya” manifestando mi soberano cabreo del otro día y que la situación actual fuese distinta y ójala me viese obligado a rectificar.

Pero ¡quiá! desolado me quedé en la puerta de la Capilla, helado ya lo estaba por el frio de la nevada y caliente me puse cuando enfocaba la escena. Y esto es lo que vi y retraté. Hasta el Cristo eucarístico del maravilloso mosaico del P.Iturgáiz, que nada mas verme me reconoció, me miraba como pidiéndome ayuda para pasarle aunque fuese una toalla, o una bufanda, o una copita de Soberano, o bajarle de su asiento,   o sacarle de aquel antro en que se ha convertido su tabernáculo y, mi querido Isidro, no me engañaba el ojo. Solo fui capaz, ante la mirada extrañada e interrogante de un par de empleados que por dentro acarreaban materiales de construcción, de sacar estas tres fotografías a cual más impactante.

Y no os cuento lo que vi en la pared de la derecha. Clavadas bajo los bajorrelieves, lo que me parecieron perchas para colgar las ropas y los monos de trabajo de los empleados que por allí pretenden integrar en la vida laboral.

Amigo Isidro, me quejo aquí porque no tengo otro sitio donde hacerlo. Al parecer a los hermanos Dominicos no les preocupa ni importa, ni a Don Antonino ni a Soltra.

Una lástima que los directivos o responsables de la empresa Soltra que persigue la integración laboral de personas con discapacidad, no sean “capaces” de ver lo que tienen delante de sus narices,  de respetar la belleza de lo que se les ha regalado y se permiten expoliar los recuerdos de quienes  casi salimos educados de entre aquellas paredes...

Hasta mi hijo Alberto es más sensato con sus juguetes.

Cuando me toque la Primitiva, que me va a tocar,  pienso comprar ambas capillas y alquilároslas.

Por cierto; hoy día internacional de las personas con discapacidad, y con presencia del Presidente de la Junta de Castilla y León, Soltra inaugura en el Colegio de la Virgen del Camino la residencia (dependencias de la antigua Escuela Menor) y un nuevo centro ocupacional de empleo con el nombre de Doña Cinia.

Os dejo estas fotos en el álbum EL COLEGIO.

9 comentarios

SANTOS VIBOT -

¡Jesusín, tenías que ser tú el que me diera la réplica, mira que eres encantador!
Empezaba a creer que a nadie le importaba un pito la fuentecilla. Hoy todavía te quiero más.
¿No os dais cuenta de que se empieza por demoler -o robar, ojalá- algo pequeño, aparentemente baladí, aunque para nosotros cargado de preciosos recuerdos, y se acaba picando los bajorrelieves de Lapayese, horadando los retablos-mosaico de Iturgáiz y convirtiendo todo en naves industriales?
¿Qué acabarán haciendo con el teatro, que tanto nuestro tiene en sus entrañas, si no se cae antes?
Jesús, como en otros temas, aún más vitales, Gracias, amigo del alma.

Jesús Herrero -

Querido José Ignacio, bonito sueño. Si todo saliera mal, soñaré tu sueño todas las noches, todas las mañanas y todas las tardes, a tiempo completo, porque en aquel sitio se sembró, como se desprende de lo que se dice en el siguiente portillo, nuestra madurez, nuestra libertad y nuestra sensibilidad, todo lo que ahora nos hace estar donde estamos y discernir con claridad lo que fue horror de lo que es luz. En cualquier caso esto es algo que nunca nadie podrá destruir con las capillas.

jose ignacio -

Recordais este sueño....?

Al fin de la batalla, ya sin voces juveniles, en las capillas sólo hubo silencio y abandono.

Entró en las capillas un hombre, entrado en años, de piel arrugada, antiguo alumno. Miró apenado estos recintos y exclamó: no os abandonéis, os quiero tanto.

Pero el abandono ¡ay! siguió creciendo.

El visitante, entristecido, fue a buscar a un amigo y clamaron : os estáis cayendo, ánimo, buscad arreglos.

Pero el abandono ¡ay! siguió creciendo.

Los dos amigos se marcharon preocupados, reunieron a veinte, cien, mil, cuatro mil compañeros, y llenando las capillas dijeron: altares divinos, moradas de nuestros rezos, reposos de nuestros espíritus, significáis tanto para nosotros y en cambio no podemos hacer nada ante vuestro abandono.

Pero el abandono ¡ay! siguió creciendo.

Estos cuatro mil compañeros fueron a buscar sus esposas, a sus hijos, a sus hermanos, y todos juntos, con los recintos repletos y largas colas a las puertas, prorrumpieron en un ruego común: capillas, manteneos, no os dejéis caer.

Pero el abandono ¡ay! siguió creciendo.

Entonces se reunió una gran muchedumbre alrededor de ellas. Las capillas se emocionaron y se abrazaron al primer hombre.

El plenipotenciario no pudo menos de
restituirles la dignidad perdida.

Fin del sueño.

Vibot -

Creí haber perdido la primera redacción al dar una tecla y la recompuse de memoria en la segunda que veis. Luego aparecieron las dos. Pero hay matices distintos entre ellas, que no pude recordar. Josemari, déjalo así, si te parece.

Vibot -

"Aquel espejeante pavimento negro, pavonado y bruñido, que reflejaba nuestros tiernos pasos infantiles y adolescentes... ahora cubierto de polvo, golpeado y rallado, puede que hasta quebrado..." recordaba yo hace unos días… ¡Qué corto me quedé!
Guindilla, tú que has estado allí, ¡pero cómo y por dónde meten esas máquinas allí! No debe ser desde el interior…ahora recuerdo que en vestíbulo, en la misma pared de las vidrieras había una estrecha puerta pintada de blanco, siempre cerrada…han debido ensancharla para pasar por allí. Y, claro, como la fuentecita les molestaba, la han demolido –o secuestrado, ojalá podamos recuperarla- y, de paso han talado las catalapas cincuentenarias y lo han taponado todo de asfalto. Viva el progreso. Por favor, pon una foto de la fuentecilla para que todos refresquemos en ella, hasta Cícero la ha olvidado.
La verdad es que esta visión de pesadilla-almacén-campo de concentración-sagrado profanado es la que aquellas palizas energuménicas del Padre Cura, con sangre en las narices y patadas a muchachos humillados de rodillas, parecían avanzar. Aquellas apoteosis pedagógicas –o debería decir climax sádicos o tal vez algo peor- eran los pies de barro de aquel imperio que se creía eterno, como nos dice Cícero. Y aquí lo vemos ahora, arrasado o pronto demolido en aras del dinero -cualquier día abren un boquete en los retablos-mosaico de Iturgáiz para pasar las máquinas más cómodamente, ya veréis-.

¡Las capillas…aquellos espacios arcangélicos, inundados de tamizada luz eternal, donde los querubines que fuimos –casi no nos dejaban tener cuerpo, sólo cabeza y alas, recordáis?- cantaban en terceras, en sextas, …levitando, hermosísimo Heredia!:

“Ardiente sol de gracia.
¡Oh celestial manᅔ
















Vibot -

"Aquel espejeante pavimento negro, pavonado y bruñido, que reflejaba nuestros tiernos pasos infantiles y adolescentes... ahora cubierto de polvo, golpeado y rallado, puede que hasta quebrado..." recordaba yo hace unos días. ¡Y qué corto me quedé, amigos queridos!
Guindilla, ¿cómo -¡por Dios!- y por dónde meten allí esas máquinas? Desde luego no debe ser desde el interior. Ahora recuerdo que en la pared del vestíbulo, junto a las vidrieras desaparecidas, había una pequeña puerta estrecha pintada de blanco, siempre cerrada, por la que nunca pasamos. Han debido de ensancharla para que pasen las malditas máquinas. Pero... ¿y los escalones que había para bajar del vestíbulo a la capilla, es que los han cubierto con una rampa? ¡Oh...!
Y la fuentecita que estaba justamente allí, nada más pasar esa puerta siempre cerrada, en aquel recodo, ¿es que nadie se acuerda? Joseignacio, pardalito, hazle unos versos cortos, puros, límpidos, de esos tan tuyos que nos llegan al alma.
Guindilla, por favor, pon una foto de la fuentecilla, la mejor que encuentres para que todos refresquen en sus aguas. Ni Cícero las recuerda. ¿Es que se va a quedar impune su desaparición? La han demolido o secuestrado y han talado las catalpas para pasar por allí con las máquinas...
Esta visión de pesadilla es la que aquellas palizas energuménicas con sangre en las narices y patadas a chicos humillados de rodillas que nos brindó en sus apoteósis pedagógicas -o debería decir clímax sádicos, o tal vez algo peor- el Padre Cura, parecían avanzar.
El imperio que tenía los pies de barro, que dice Cícero. Aquí le vemos ahora profanado en aras del dinero y pronto demolida su quimera, aquel espacio angélico donde los querubines que fuimos -que casi no podíamos tener cuerpo, sólo cabeza y alas- cantábamos -hermosísimo Heredia- en terceras, en sextas...levitando:

"Ardiente sol de gracia.
¡Oh celestial maná..."

joaquin lopez-malla ros -

jose mari realmente este tema nos indigna a todos por la dejadez de nuestros "queridos educadores" y estoy con todos que no es un tema solo religioso sino un poco de conservar la dignidad que siempre tuvo el colegio y que por unos u otros (los que sean los propietarios responsables) de deteriora y a poco que se empeñen lo mandan todo al carajo.
La verdad es que te veo un poco quijote luchando con los gigantes-molinos y que al final con consiguio mas que recibir mas de un palo pero si de todas maneras necesitas un sancho panza aqui estoy para lo que haga falta. KIsses for alla ximo

Luis Heredia -

He enmudecido esta mañana al ver esta imagen. No he reaccionado aún. Tuve una mañana algo ajetreada y como no salgo de mi asombro, no sé qué más decir después de lo dicho en el portal anterior. Me siento realmente muy triste y no creo que sea cuestión de más lamentos sino de acciones.

¿Cómo podemos tener un acercamiento con quien sea responsable y mostrar nuestra inquietud y de qué manera podemos colaborar para salvar este patrimonio que no solamente es material?. Respetando el criterio de Julio S., no por ser señoría sino por ser acertado en lo estrictamente formal, creo que la actuación inmediata debería ser averiguar con quien se debe de hablar. No hace falta formar comisiones ni comités de expertos. Yo estoy muy lejos pero si mi presencia puede servir para algo, me tenéis ahí en un día. Esto es mucho más importante ahora mismo que cualquier preparación de encuentros o miniencuentros e incluso más importante que involucrarnos en la celebración del Cincuentenario del Santuario (a nadie nos sale decir Basílica). Mira tú por dónde, ascienden de categoría al Santuario y dejan que se degrade por el paso de la mano del hombre que no del tiempo, las Capillas.

De verdad, es como si viera mi propia casa profanada. La expresión no va por el camino de ser un lugar de culto religioso, que también lo es, sino por haber significado para mi mi segundo hogar y un templo en toda la extensión de la palabra donde oré, medité, pedí muchísimas cosas que se me concedieron y gocé de vuestra inolvidable compañía. Aún recuerdo el primer día que bajé a la Capilla, el olor y las notas que salían de vuestras bocas que me asombraron. Cantábais todos, y al mismo tiempo, haciendo segundas. Era un coro de ángeles. Y no sigo porque me voy a empezar a desmadrar si sigo contando lo que sentí en los primeros días de estancia en la Capilla. Era como tener mi propia Capilla en mi propia casa.

andrés cortés aranaz -

ante todo lo que vemos, con desasosiego, indignación y todo lo que queráis añadir, en principio me gustaría conocer la opinión que de todo esto nos pueden dar los dominicos.
Supongo que algo tendrán que ver. O a lo mejor no, yo qué sé.
¿Quién es el propietario de todo esto?
Algo nos deberían comentar los dominicos de La Virgen, ¿no?