Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

¡Ovejoooooooo...ovejiñooooooo!

¡Ovejoooooooo...ovejiñooooooo!

Santines Vibot nos deleita con sus recuerdos, gracias maestro.

Disculpadme si divago pero, no sé la razón, en mi recuerdo aparecen siempre unidas las camarillas a la tristeza del despertar en la mañana del día de Reyes, cuando tres frailes -Reyes Magos nos dejaban en cada camarilla aquellas bolsitas de caramelos "Santos" de varios sabores que yo siempre cambiaba por los de anís.

Afortunado o "enchufao" era el que le tocaba la bolsa de caramelos Ronchitos, (verbo leonés RONCHAR, que viene a significar masticar, morder, deshacer con los dientes), aquellos  que al comerlos se decía por León:"RICO, RICO", mientras se "RONCHABA" el caramelo, y ahí teníamos el slogan que tanto se repetiría : "RICO, RICO, CARAMELO RONCHITO".

Yo en esa noche de los Reyes Magos, como aún creía en los milagros, me dormía en mi camarilla soñando con despertarme en mi casa junto a mis padres, mi abuela y mis hermanos, en la cama plegable de la galería oyendo centrifugar la lavadora BRU mientras mi madre trasteaba por la cocina y mi padre todavía roncaba en su habitación que daba a la plaza de la Inmaculada y es que... ¡cómo roncaba mi padre!. 

La realidad es que me despertaba al lado de mis compañeros de camarillas vecinas, Manolo Centeno y Roces Concheso.

El ebúrneo furriel nostálgico, salus infirmorum.

 


 

¡Quién no se reconoce en esta foto, en una de aquellas convalecencias en las que el día y la noche eran eternos. Sin radio, sin tele, sin mimos de  mamá... con el único consuelo de escuchar la voz de Fray Francisco, tres o cuatro veces al día, balando  ya desde la misma puerta de acceso a los dormitorios:

"¡Ovejoooooooo...ovejiñooooooo!", y sentir sus enormes manos en nuestra frente, en nuestros pulsos, en aquel punto del dolor...y de la soledad, que aún dolía más.

¡Oh bálsamo impagable! Y sentirse amparados en aquellas caricias, las únicas que tuvimos allí, donde todo lo afectivo estuvo condenado a un secarral... aquella voz que nos quitaba el miedo y nos hacía valientes y hasta risueños con su cercanía.

Y aquella cesta de mimbre con las viandas, como de Caperucita... de hecho muchas veces Fray venía con la capucha puesta, ¿recordáis?, como si se disfrazara para nosotros en el más curativo de los cuentos, aquel juego de amor que él sabía como nadie. Y aquella jarra de limonada bien azucarada que nos dejaba junto a  la cabecera y que era todo el día una golosina... y una reparadora sonrisa. ¡Gracias, Ovejo! Muchos te han visitado en tu parroquia, pero tú debes venir a la próxima reunión grande para que sientas cúanto te queremos.

¡Nos gustaría, necesitamos demostrártelo!

Y aquellos albornoces listados sobre fondos azules, o verdes, o granates, que nos echábamos encima para pasar la fiebre en aquellas ateridas camarillas -la calefacción siempre fue escasa, cuando no estaba estropeada- aquellos albornoces que los niños aldeanos o provincianos que fuimos la mayoría, nunca habíamos vestido, Y que fueron los únicos que acariciaron nuestra fragante desnudez florida, aquellos alabeados cuerpos de Fidias que tuvimos, hoy ya rumor de fuentes. Siempre bajo sospecha de culpa, aún en el pensamiento, ¡qué síndrome, por Dios!

Y la cama revuelta, y la camiseta doblada sobre el banquillo, y un recorte -tal vez deportivo- de periódico, y esa gotera de la pared que escurre desde la ventana... ¿no os evoca esta foto tantas cosas?

 Ya os diré quién es el muchacho. A no ser que alguno lo reconozca.

¡¡¡Feliz año, chavalería, como dice Javivi!!!

Santos Vibot

20 comentarios

Vibot -

Alcaldito, ahora me explico donde comenzaste a ponerte rollizo y hermoso, en aquellas celdas inolvidables de Las Caldas. Aunque no me extraña, porque hacía en ellas tanto frío -y no digamos en los pasillos y claustros y en la iglesia- que toda la comida resultaba poca para calentarse. Un abrazo.

Mariángeles, gracias por tus lindezas, se lo diré a Borja. Besín, como tú dices.

jose ignacio, agua fresca tus versos, en este ardiente invierno junto al fuego común.

jose ignacio -

cantores de cantares,
no marchéis nunca.


cantores del alma mía
oliendo a verdes trigales,
no marchéis al mediodía
porque lloran los pardales.

Mariángeles -

Quiero decir Borja....Disculpas,me llamó mi amigo Rubén y la lié,Borja,besín para tí....

Mariángeles -

Ah,por cierto....Ruben,un nombre muy bonito....Un besín para el...Mariángeles.

José Luis Alcalde Revilla -

Santines, (¡no sé si llego a tiempo de ser leído, pero hasta hoy no pude escribir!)...¡¡¡qué felicidad!!!Leerte es verte...como ver esa foto...Aunque sea una antigualla, voy contabos y veros a tos. Me recuerdas algo paecío que me pasó cuando joven, y que el relato, maravilloso, escrito como atractiva descripción y crónica de la camarilla Virgencaminera, me recordó:(paréntesis introductorio: yo no tuve nunca, desde 'piquiñín', ni un catarro y menos gripe...y así sigo) EN LAS CALDAS, cuando empecé la carrera de Domi y estudiábamos Filo allí, vino una epi...demia de gripaza...y yo no sé si por solidaridá con el resto, (éramos un montón de vocacionados primerizos, acabao el Noviciado en Palencia), todos encamados en aquellos pisos pabelloniles, bajo el dictamen del Padre Dasio. Lo cierto es que yo decidí quedar encamado tamién, como todos, en mi 'celda' (que no camarilla, ¡si yo os contaraaa...!)Pero cuál sería mi mal, que los demás, amodorraos...únicamente dormían...Y YOOO, como dormía bien por la noche, ME ENTRETENÍA JAMANDO TODO LO QUE NO COMÍAN LOS DEMÁS,Y EL FRAY REPARTIDOR PASABA DE LARGO (yo lo llamaba)¡Uy qué malito estaría aquel Fr. Alcalde (hoy El Besucón) ¿eh?!
Sano y salvo hasta hoy, admiro a Vibotín y lo disfruto y os mando un besín a tós de JOSE ... ...

Mariángeles -

Gracias Vibot,por tus recomendaciones,Londres es una de mis asignaturas pendientes y todo se andará,también mi amigo Carlos Carnicero,cuenta maravillas ,está afincado en ese pais y uno de sus restaurantes preferidos está en el Soho,en fin espero ir en breve....Besín amigo y querido Vibot.....Mariángeles

Vibot -

Joseignacio, sin palabras, todas las más tiernas son tuyas, corazón de abuelito cuentacuentos. Feliz año, pardal.

Vibot -

Cirauqui, amigo, la fuentecilla del pulpo estaba en la escuela mayor, no en la menor. En aquel recodo entre la parte de atrás de la capilla, el vestíbulo de acceso a la misma, un laboratorio de ciencias con unos enormes ventanales y el acceso a la recreación, en el que había una pequeña puerta que daba a este inolvidable espacio. PERDIDO. A todos os ha encantado mi relato pero nadie se une a mi reclamación.
Perdona pero me subleva esta desaparición vandálica.
En otra de las fotos de mi primo Patrín que Josemari os colgará en los álbumes, aparece él entre dos enormes arbustos de aligustre que había junto a la pared larga de la capilla -me pregunto si también los habrán arrasado- y al fondo puede verse aquel recodo y la añorada fuente en que nos salpicábamos bajo las jóvenes catalpas rumorosas. Sería la sexta foto -de la era blanco y negro- recién recuperada.
¡Y pensar que tal vez los más jóvenes tendrán fotos en color, incluso del mosaico!
Me pregunto si alguno de vosotros, lectores tan numerosos que nunca escribís, nos dará la alegría alguna vez... No sólo esta alegría de la foto que digo, sino la de recuperar nuevos amigos, nuevos puntos de vista, nuevas subscripciones para poder editar ese Cuaderno de la Memoria que luego a todos os gustará tanto tener. Si os gusta leernos, agradecédnoslo de esta menera, hacédnoslo sentir: que estáis ahí, que no escribimos en la alta madrugada para sólo unos pocos.
Cirauqui, me he embalado, que gracias por dejarte enamorar por dos de mis relatos.
¿Qué haríamos para que estos cursos posteriores rompieran a escribirnos, Javier?

Vibot -

Jesusito, contigo siempre son Reyes. A todos nos traes alegría con tus dibujos y tu espontaneidad.
God rest you merry!!!

Vibot -

Argüeso querido, no recordaba haber leído lo del pañuelo planchado de tu madre en tu mejilla, en aquel desolado rito nocturno, pero me ha conmovido muchísimo imaginar a aquel gigante que los pequeños veíamos en ti, tan tierno y amoroso como un peque.
Bosques de rododendros floridos en la noche. Lluvia de lágrimas.

Vibot -

Mariángeles, gracias por tus piropos, tus deseos de felicidad tu abrazo y tu besín.
Como a ti te gusta tanto hablar de viajes y gastronomía, te contaré que el día de Reyes me fui a Londres, la ciudad infinita, y que saboreé con Borja, en un precioso restaurante del Soho, uno de esos postres ingleses cuyas delicadas mezclas de sabores nunca antes gustados despiertan la sinestesia, la beatitud.
Y ese London Coliseum con cúpula de cristales pompeyanos en el que el English National Ballet nos dejó con más ganas aún de amor con su Romeo y Julieta de Prokofiev. Debiérais escaparos.
Besines, abrazos y felicidad también para ti.

Vibot -

Como veo que nadie aventura un nombre, descubro la identidad del chico de la foto. Se trata de Patrocinio de las Cuevas Redondo, del curso del 65, de Villalón de Campos, hijo de una prima carnal de mi madre, y por lo tanto primo mío, a quien agradezco la foto y la visita de estas navidades, en la que pasamos juntos un rato muy entretenido hablando del colegio. ¡Gracias, Patrín!
Y que tengas un año feliz.

Mariángeles -

Permíteme ilustrado y querido Antonio,soy asturianina y soilo de verdad,nacida en La Argañosa,barrio de ferroviarios y de madre pixueta,el que visite Águilar,y le tenga cariño y admiración,no es para ser campurriana ¿no te parece?besín querido y al César lo que es del César.......Mariángeles

Antonio Argüeso -

A ver, Jesús, a ver. Yo soy un hombre del campo que no sólo no sé de leyes (¡ay! Julio, rodeado estoy ¡qué digo rodeado! cercado, asediado por gente de leyes por lo que si se carece de argumentos, se arremete con citas; si te contara…). Y tampoco entiendo de música, ni de pintura, ni si me obligas, de idiomas. Eso sí, la profesión y/o la vida me han obligado a interesarme a/por/de/en todo, que al final, viene a ser en nada, pero bueno. Fíjate, Jesús y esto igual no ha retenido la atención ni de la campurriana Mariángeles, que en Herrera de Pisuerga creo que hay una calle Ignace Vandevivere (¿os suena?), que fue catedrático de por aquí, por descubrir primero y demostrar después que “La adoración de los Reyes Magos” de la iglesia de esa localidad era de Juan de Flandes. Es decir que algo sí he leído a los clásicos (y vas a tener suerte pues constato con pena que tu libro ha desaparecido en alguna de las 11 mudanzas que hice tras adquirirlo). Aprovecharé la reposición para interesarme no sólo de lo que ese curioso concepto de bestiario románico dejó en Campóo, sino en toda España.

Julio C aquí se dice que “faute avoué, à moitié pardonnée” que es algo así como el contrapunto a la hispana “sostenella y no enmendalla”. Pero habrás visto que el Furriel anda al quite y qué rápico te echó un capote. ¡Ay! si hubiera sido el Pitu o cualquiera de la ínclita del 59…. ¡otro gallo (entrada) hubiera cantado! Seguro.

José Ignacio, bellísima entrada, muy lograda. Vamos, que hubieras podido pertenecer al 59.

jose ignacio -

toma, niño, un caramelo
envuelto en papel dorado,
abre, niño, tu boquita
de fresa, membrillo y cielo,
no tenga miedo a salado
esa lengua tan bonita.

Javier Cirauqui -

Santos,me gusta tu relato tierno y sensible como todo lo tuyo.
Recuerdo perfectamente al Ovejo, ovejiño, gritando por los pasillos y con su cesta de "txano gorritxo", debajo del brazo, cuánto amor y cariño nos traía en esas mimbres...
Qué días tan terribles eran aquellos en que te encontrabas enfermo, sólo y entre tanta camrilla desierta.
Primero, tomar la decisión de quedarte en la cama era horrible. Te sentías culpable de todo y por todo y aquella soledad descomponía tu mente. Te acordabas de tu padre, de tu madre, de tus tías abuelas y yo hasta de mi tía Catalina.
Oías todas las horas a pálpito de corazón. Cuando entraban a clase, cuando salían al recreo y sobre todo,cuándo subían al dormitorio y algunos atrevidos abrían tu puerta y te decían: ¿Qué tal estas, Javier?...
El Ovejo, tan grande, era todo amor y cariño y hasta le gustaba la poesía.
Este relato y el de la fuente del pulpo rojo me enamoran. Yo sí me acordaba de una fuente, pero con eso de que nunca pasé por la escuela menor me lío, pensaba que era cosa vuestra y otra historia. Un saludo cariñoso.
Javier.

Jesús Herrero -

¡Vaya, Argüeso!, ya veo que lees a los clásicos palentinos. Así me gusta, pero el Imperial. Felipe Lanz solo me dio francés, creo, ya sabes, “nous son a la page”… y a dormir, con permiso de su Señoría.

El otro clásico palentino, el Vibot digo, ya has visto/leído su relato ¿no?, tan tierno como el pañuelo de tu madre. Solo por eso hoy te perdono todo así que aprovéchate…

Órganos Santos, ya veo que sigues ahí. Gracias por ese relato. Estos sí son Reyes…

Mariángeles -

Querido Antonio,hace años cuando visité Águilar,me quedé sorprendida de tanta hermosura y riqueza histórica,desde la ventana de mi casa al abrirla,huelo a vainilla,un olor dulzón y entrañable que ningún pueblo tiene,los soportales me trasladán a una época lejana y leida por mí y se me ocurren cantidad de aventuras que pudierón ocurrir en esta hermosa villa,para mí "la joya de la Corona",al lado está Mataporquera con su cementera y su estación,nunca comprenderé que sus habitantes tienen que ir a otra estación para viajar en el trén....Cuena,pueblo de nacimiento,Villanueva de Henares,con la torre de su iglesia,dominando el paisaje,Cabria con sus cangrejos,Barruelo y su museo de la minería,Vegacervera,Salinas,etc,etc,Arija y toda esa parte del pantano del Ebro,de una belleza singular,pero querido Antonio,Águilar es mucho Águilar....También tengo debilidad por León,en especial por su barrio(Húmedo),no sé si está bien dicho ó es Húmedal,pides un vinito y te ponen unos "pinchitos"que tenián que verlos muchos hosteleros asturianos.....Hablo de Peridis,por la primera escuela taller del Inem,fué en Águilar y gracias a el,también es bien sabido su pasión por el románico y todo lo que ha hecho....Pero te agradezco tu critica constructiva,gracias Antonio,te manndo un besín...Mariángeles

Antonio Argüeso -

Voy por el principio y acabaré por el final, que también tiene delito, también. ¡Menos mal que por el medio anda la narración de Vibot, que si no…!

El principio: Furriel, que no, que no. Que “ronchar” no es leonés, como tampoco lo es “mochar” en el sentido delibiano de dar golpes con la cabeza (“¿pero el demonio mocha?”, recuerdo que dice alguno de sus personajes y supongo que esta es la razón por la que la RAE la ha incorporado en ese sentido hace un tiempo). Hay muchos otros, pero para qué aburrir (más). Y es que son términos de una zona indefinida, ocupada mayoritariamente por Campóo y a todos les ha quedado ya claro qué es Campóo. Y si no, me lo decís, que os suelto a Javivi, que escribe (mucho) mejor que yo. Segundo: ya hemos constatado que sobre afortunado, eras enchufado, que lo uno no quita lo otro, como ladinamente quieres insinuar, ¡quiá! Los de a pie me parece que ni caramelos teníamos, como lo de ir a comer los domingos con la familia… que lo hacíamos el día de la madre y los tres o a lo sumo cuatro de julio… Pero bueno, te lo perdonamos si consigues llegar a vender los suficientes libros para editar el CUADERNO de la MEMORIA.

Santos, relato enternecedor, de los que conmueven nuestra nostalgia por aquella juventud que no fue. ¡Maravilloso regalo de Reyes! Ya conté aquí, creo, que en esa camarilla siempre guardaba un pañuelo planchado en julio por mi madre, que nunca usaba y que me ponía todas las noches junto a la mejilla al tiempo de dormir ¡cuánta tristeza acumulada, cuánta soledad de familia han soportado esas camarillas!

Mariángeles, vale por los piropos a Palencia, pero Aguilar de Campóo es tan palentina como Arija burgalesa (bueno y Llano cántabro). Tal como van las cosas, cualquier día nos unimos los campurrianos, sacamos aunque sea la Carta Puebla de Brañosera y declaramos el condado independiente de Campóo en el centro norte peninsular. Y, Mariángeles, que otro palentino famoso, el Herrero, también ha hecho lo suyo para recuperar las riquezas medievales de la zona y nos ha dejado 272 páginas sobre el “Bestiario románico en España” que en anterior edición era sólo “en Campóo”. Bueno, él dice “en Cantabria y Castilla y León”, pero es porque en historia Jesús sí es bueno, que sí, mientras que en geografía siempre anduvo un poco justo y además esa clase se la impartió el imperial Felipe Lanz y claro, de aquellos polvos, estos lodos.

Mariángeles -

Preciosa narración de unos nostálgicos recuerdos,gracias Vibot,reconfortas el espiritu en este día tristón y lluvioso,eres un ser sensible y polifacético,y te expreso mi simpatia junto a mi cariño,y eres palentino,yo tengo muchos amigos de esa tierra,todos estupendos,adoro Águilar de Campoo,y sus alrededores,es una zona medieval,que gracias al gran Peridis se ha recuperado para nuestro disfrute,deseo que este Año Nuevo te traiga todo lo que anhelas y seas absolutamente feliz.....Un abrazo y besín....Mariángeles