RECORDATORIO
Nuestro compañero Santos S. Santamarta también ha conservado, y me ha enviado, el recordatorio de las Bodas de Plata de su ordenación sacerdotal del R. P. FR. EULALIO C. RUIZ, que se celebraron en la Virgen del Camino en aquel día 29 de Junio de 1961.
Curioso; hace unos meses habría celebrado el 75 aniversario.
10 comentarios
Malvárez -
En el sermón dominical (homilía), el curica del pueblo -muy enfadado- se apoya en el púlpito y dice con tono muy grave:
- El sermón de hoy se lo voy a dedicar a ustedes, ¡ladrones!, porque ayer sábado me robaron la bicicleta. Cosas como éstas no pueden suceder en este pueblo, y menos en esta comunidad, en la que todos nos conocemos desde pequeños y donde Dios ha sembrado su semilla de dicha y felicidad. Pero eso no quita, ni minimiza, lo que han hecho el día de ayer: ¡¡ME HAN ROBADO LA BICICLETA!
- El primer mandamiento dice. 'Amarás a Dios, sobre todas las cosas', pero ustedes no aman a Dios, porque el que roba NO ama a Dios. ¡Ladrones de mierda!
- El segundo mandamiento dice: 'No usarás el nombre de Dios en vano', pero el que roba reniega de Dios, pues sin mi bicicleta ahora tengo que andar bastante para llegar a los otros pueblos y poder predicar su Palabra.
- El tercer mandamiento dice: 'Santificarás las fiestas', pero ustedes no santifican nada porque son unos ladrones, sacrílegos de mierda, que se han robado mi bicicleta sin ninguna consideración.
- El cuarto mandamiento dice: 'Honrarás a tu padre y a tu madre', pero ustedes parece que no tuvieran ni uno ni la otra, pues si no, les hubieran enseñado a no robar.
- El quinto mandamiento dice: 'No Matarás', pero ustedes han matado la ilusión que tenía con mi bicicleta nueva, de manera que ahora mismo me van diciendo quién fue el pedazo de hijo de puta que me robó mi bicicleta.
- El sexto mandamiento dice: 'No Fornicarás'...
En eso, el cura se queda pensativo unos segundos y dice sorprendido:
- ¡Hostias!... Ya me acuerdo dónde dejé la bicicleta...
¿Algún otro no sabe donde dejó la bicicleta?
Luis Heredia -
Luis Heredia -
Speedy González,
- ¿Quieres que te cuente un chiste muy rápido?
- Sí
- ¿Quieres que te cuente otro?
-----
Era una monja tan delgada, tan delgada, que tragó un garbanzo y la echaron por sospechosa.
-----
La Profe en clase de Física:
- Julito, ¿qué pasa si echamos una piedra en un pozo lleno de agua?
- Que se hunde, señorita.
- Pedrito, ¿y si echamos un corcho?
- Que flota, señorita.
- A ver, Jaimito ¿Y si echamos un palo?
- Pero que sea rápido señorita porque quedan cinco minutos para salir al recreo.
----
- A ver, Luisito, ¿tú hasta dónde viste cuando resbalé por la escalera?
- Hasta los tobillos, seño.
- Pues castigado una semana sin venir a clase.
- ¿Y tú, Pedrito?
- Hasta la rodilla, seño.
- Pues tú, expulsado durante un mes sin venir al Colegio.
- ¿Y tú, Jaimito?
- Hasta el año que viene, señorita.
Javier Cirauqui -
Qué gran conocedor de nuestra historia eres Santiago, da gusto leer tus puntualizaciones.
Yo siempre me he sabido un montón de canciones y de chistes, que aprendía en mi pueblo con mis amigos de siempre. Además en las celebraciones caseras, fiestas, etc. mis tíos y primos contaban y cantaban un largo repertorio de ellos y ellas.
Mi tío era el párroco de Burlada
y sobre todo se contaban y cantaban chistes y canciones, unas verdes y otras menos verdes,
sobre curas e iglesia. Según decían en casa (y de eso sabían mucho), los seminaristas y monjas siempre contaban chistes de pedo, caca, culo, pís, en la recreación y se lo pasaban pipa.
Cuando éramos niños, jugábamos a hablar de Gramática Parda Popular, lo hacíamos a escondidas, en secreto, entre las matas y a veces en silencio. Eran chistes y dichos que hasta púdicos y tiernos. Confirmo que no eran ejercicios prácticos gramaticales.
Los Sanfermines y las Fiestas de Burlada eran un caldo de cultivo estupendo para esta práctica. Yo me sabía un monton de ellos.
En Villava y en León, también jugábamos a la Gramática Parda, supongo que a escondidas y en secreto con los más amigos y cercanos. (También sin prácticas).
Un saludo para todos. Javier.
federico esteban monasterio -
Un fuerte abrazo a todos.
santiago rodriguez -
El Mudo -
Luis Heredia -
Santos, recarga el boli y escribe, por favor.
Santiago, ¿De verdad te acuerdas de tantas cosas o las tienes recogidas en algún diario? Créeme que a mi, me tienes alucinado y disfruto como un chiquillo leyéndote. Eres como ese tío mayor, ya abuelo, con el que cuando éramos pequeños, nos sentábamos a su alrededor escuchando sus historias. Contigo, sabemos que son reales y verdaderas y están cargadas de sentimiento por haber sido partícipes, en parte, de las mismas. Es que, además, eres todo detalle. No se te escapa ni una.
Va una chica muy mona, pero sin rabo, a la consulta del médico y le dice el galeno:
- Bien, desnúdese.
La chica le pregunta:
-Y dónde dejo la ropa, Doctor.
A lo que el galeno le responde:
- Déjela aquí, al lado de la mía.
Yo sé que es muy malo pero es que en aquellos años yo no podía contaros chistes tan verdes como este o el de la fulana de tal que había ido al ginecólogo y como se había puesto tan nerviosa le dijo a su amiga fulana de cual que no se había enterado muy bien de lo quye le había dicho, si tenía los ovarios jodidos o que había jodido con varios.
A lo más fuerte que llegué en la Paramera, amén de Sandy Shaw, fue a contar el chiste del que tenía la boca y dentadura echa un desastre por un accidente y solamente podía tomar líquidos por el culo. Culo ya se podía decir, faltaría más.
santiago rodriguez -
Julio Correas -
Dos hombres mayores hablan sobre el envejecimiento, y uno le dice al otro:
- La peor parte se la llevan nuestras mujeres, y además ellas se niegan a admitir que envejecen y tratan siempre de esconder sus achaques.
- Tienes mucha razón, pero he encontrado un buen truco para hacerles ver sus discapacidades a través de un sencillo juego: Así, si quieres saber si tu mujer empieza a quedarse sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta. Después, cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros .
Después a 2 metros, y después a 1 metro. Y entonces no le quedará más remedio que aceptar que se está quedando sorda
El otro encuentra la idea muy buena y cuando vuelve a casa se coloca a 10 metros de su mujer y le pregunta con voz fuerte:
- Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta. Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo:
Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta tampoco, por lo que se acerca a 2 metros y le vuelve a preguntar:
Cariño, ¿qué hay de cena?
Sigue sin recibir respuesta.
El tipo, divertido por el funcionamiento del truco de su amigo, se aproxima a apenas un metro y grita:
Cariño, ¿qué hay de cena?
Su mujer se gira y le dice, con cara de exasperación:
- Te lo digo por cuarta vez, idiota ¡¡¡ sopa y croquetas !!!
Carpe Diem!