Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

GOYO Y MAXI

GOYO Y MAXI

Hace unos días el querido compañero Maxi Trapero, el  muy bandido seguro que en estos momentos "espatarrao" en la playa de las Canteras de Las Palmas observando a sus nietos jugar con el cubo y la pala, escribía estas letras en una entrada al blog:

"...Pues sí, estuve con Josemari y otro par de amigos de nuestro mismo curso (del 56), Gregorio Barreales, dominico misionero en Centroamérica desde siempre, y que cada año viene al pueblo y nos encontramos para comer yo ciruelas en su huerto de Villacelama y él (y yo) beber el buen vino de prietopicudo en mi bodega de Gusendos..."

Como buen Furriel que no quiero ni debo guardarme secreto alguno, os contaré la realidad de sus visitas veraniegas.

Lo cierto es que, y tengo pruebas contundentes, cada verano Gregorio regresa de Nicaragua y Maxi de Las Palmas a sus pueblos de nacimiento, Villacelama y Gusendos de los Oteros (ambos de la muy noble provincia de León) para, además de dar cuenta de las ciruelas y el prietopicudo, que son vulgares señuelos para confundiros, vienen a repasar las declinaciones del latín, sobre todo la 4ª y 5ª, ¡ay ese vocativo! y no digamos los dativos del plural, insistir en la conjugación del aoristo (tiempo verbal para los de Ciencias excepto Fernando Box) del verbo lio-leis-liei-liomen-liete-liusi, recitar de carrerilla los cabos y rememorar los golfos, y me refiero a los accidentes geográficos, hacer examen de conciencia de los pecados veniales y horrorizarse con los mortales prometiendo evitar recaídas, la letra redondilla hay que seguir mejorándola, cortarse bien las uñas, nunca dejar las normas de urbanidad, rezar el padrenuestro como se rezaba antes, no confundir los pétalos y los sépalos, dejar en paz a las mariposas, profundizar en los misterios del clima de León, recitar la letanía en latín, virgo potens, virgo clemens, virgo fidélis, hacer un comentario de texto sobre la literaura de los pueblos bárbaros, Maxi ayudar a Misa a Goyo, robar girasoles, etc.

Y tras el repaso veraniego e intenso a los conocimientos que realmente tienen importancia en la vida, concluidas sus vacaciones vuelven a volar, literalmente, Gregorio Barriales a Nicaragua donde es un prestigioso misionero dominico que ayuda en su escuela universitaria de agricultura y Maxi Trapero a Las Palmas a seguir incrementando su reconocida categoría de profesor, investigador y escritor, que si no fuesen por los repasos veraniegos en la escuela, ya veríamos a qué se podrían dedicar...

Vedles, doy fé de éllo, sentados en su pupitre de la clase a la que acuden cada mañana en la Escuela de Villaturiel.

Con cara de buenos chicos, formalines,  de no haber matado una mosca ni roto un plato pero, ya, ya...

...ya han dejado hecha la matrícula para el próximo verano.

Don Gregorio y Don Maximiano.

1 comentario

Luis Heredia -

Es admirable cómo se puede mantener en secreto la bipolaridad durante tantos años y lo bajo que se puede caer por culpa de este blog.

Tantos años de enseñanza y de misiones, de dejar la piel para que los demás aprendan algo y luchar por los desprotegidos para a lo largo de la vida, premonitorio de la jubilación que les espera, su ideario sea durante los 365 días al año, llegar el verano para ir a coger ciruelas, vete tú a saber de quién y de qué huerta, y de ponerse hasta las trancas de Prieto Picudo. Y todo esto en 15 días, como si de un vulgar record Guiness se tratara.

Goyo y Maxi, esto que os acabo de decir es lo que pensaría un malpensado si no fuera porque sois de la histórica yeguada del 56, un año antes de hacer yo la 1ª Comunión. O sea, fundadores de la Fundación Virgen del Camino y de quien muchos de nosotros deberíamos tomar ejemplo por vuestra trayectoria.

Sois para quitarse el sombrero, sin desmerecer a otras yeguadas. Aquellos de vosotros pre-sesenteros, Federico, Pitu, Cirauqui, Nachín, Mallada, Liaño....., os merecéis un homenaje por vuestro esfuerzo de antes y de ahora al seguir alimentrando la llama encendida de este blog. Os parecerá una típica reflexión de las mías, una ñoñería, una cursilada o una pijada. Pero todas mis pijadas, reflexiones, ñoñerías y cursiladas encierran una gran carga de verdad y de cariño.