HENO DE PRAVIA
Andrés el Trapi, recién jubilado, nos descubre que ha prometido empezar a lavarse con jabón todas las mañanas, aunque no haga falta.
Vamos a ver, sin h y con v, si lo cumple.
Comienzas una nueva vida, de jubilado; y los veteranos en ésta situación te advierten: “Pasas a engrosar la plantilla de IBM”. No preguntas por temor al ridículo hasta que el amigo, que acaba de ingresar también en la “cofradía”, te aclara: “… y veme”.
Y fui, como otros muchos, al supermercado para traer un estropajo salvauñas, un limpiador de bañeras, unas cervezas, el pan, (miro la lista) pan de molde, unos yogures “pa ti”, un producto desatascador, un champú -¿para ella o para mi?-, jabón… Me atrajo el olor, el aroma (diría Vibot) que me llevó a la camarilla del Colegio, a la Procuración, a las duchas, a los compañeros… Y lo volveré a recordar diariamente.
Andrés M.Trapiello
8 comentarios
Jesús Herrero Marcos -
santiago rodriguez -
El Mudo -
El mismo -
El pariente del Anselmo -
Julio Correas -
Jabón Chimbo!
Diós, qué jabón!
santiago rodriguez -
Tribulete y Lavapies
Salta en bailar gozoso,
por ser el natal glorioso
de José Merino Andres.
Antonio Argüeso -
Y mira tú por dónde el Heno de Pravia me trae recuerdos palentinos (la culpa del Herrero, que tan bien nos lo montó todo). Justo lo contrario de los meaderos, de los que no recuerdo absolutamente, pero absolutamente nada. ¿Sería como me critica el Pitu (pues viniendo de él tiene que ser necesariamente una crítica) por mirar solo hacia arriba?
Lo del recuerdo palentino: nuestro maestro Merino era un entusiasta de Muñoz Seca y se conocía de memoria La venganza de don Mendo. Recuerdo aún el entusiasmo con el que nos hablaba de su Madrid, el de Lavapiés, con el olor a orina (decía él), con sus verduleras a gritos ya fuera para vender ya fueses para increpar y claro, lo de para lavar esta ofensa henos aquí, henos de Pravia nos la repetía cada vez que la ocasión se presentaba.
Y ya que estoy en ello, pregunto ¿todos los memoriones habéis olvidado las 15 bienaventuranzas? Porque la decimoquinta era RECORDAR AL OLVIDADIZO y nadie ha mentado, ni siquiera mentar qué hacíamos ¿50/60/30? jóvenes las 24h del día en Palencia, encerrados en aquella prisión/monasterio/convento con sólo una reducida huerta a la que ni siquiera, creo recordar, salíamos mucho.
PS/Trapi, el que tú, como atestiguas, te lavaras con Heno de Pravia es otra prueba de que siempre hubo clases, pobres y ricos, altos y bajos, sin olvidar a los calvos y pilosos . Los plebeyos lo hacíamos con jabón Chimbo, cuyo olor, que perdura en mi mente, prefiero olvidar.