LAS CLASES DE BOX
Como aquel dogma de tres personas distintas en un solo dios verdadero, o como las hijas de Elena que eran tres pero ninguna era buena, así se me ocurrió enviar pegadinas tres fotografías de nuestras clases del colegio a Fernando Box seguro de que su visión le podría sugerir algún comentario "jugoso" que compartir con todos nosotros.
Acerté de pleno. Ya sabemos cuál es la clase verdadera y cuál la buena.
Y es que, en aquellos años en blanco y negro, su óptica y su luz eran distintas a las nuestras, las de las clases y las de Fernando.
... y veo al padre Box, despeinado, intentándome explicar las ecuaciones de segundo grado (¿se llamaban así?) mientras yo miro por la ventana por donde se ponía el sol de la tarde...
No sé si recordaréis que la primera vez que salí en el blog yo era una pizarra. Bueno, me explicaré: el 8 de julio del año 2007 ya había yo contactado con el blog, porque aquí en Valladolid alguien me habló de ello. Conecté con las fuerzas vivas, léase Josemari Cortés, y dije que estaba dispuesto a asistir a los eventos del 50º aniversario.
Como no mandé foto ni nada, apareció entonces la leyenda "Reencontramos a Fernando M. Box" y una pizarra como símbolo de todo lo que había dejado en mis tres años de la Virgen del Camino.(*)
Aunque el texto correspondiente aclaraba las cosas, me produce cierto regocijo el ver que ahora me toca comentar tres fotos referentes a un aula, como si quisieran decir que en cuanto Josemari ve una pizarra, se le aparece el fantasma del que suscribe.
Yo le daría la razón en cierta manera porque aunque no es lo único que he hecho en mi vida, es cierto que he pasado muchas horas, y sigo haciéndolo, ligado a ese artefacto y a su tiza, con el consiguiente perjuicio para mi cantarina garganta. Ese artefacto, que algún estúpido ha calificado de "panel didáctico vertical ", y que en estos modernos tiempos toma a veces la forma de pantalla para el "cañón"; técnica que a veces me hace perder la paciencia, pero a la que agradezco el que a menudo funciona muy bien y facilita las cosas, evitándome la dichosa tiza.
He dicho en más de una ocasión que quiero que se me recuerde como profesor, porque a ello le doy toda la importancia. Me he dedicado a la enseñanza, y en tiempos en que ya no estaba de moda, a la educación. Creo que son dos mundos distintos que muchos confunden, porque la misión del profesor es enseñar a otros, pero es responsabilidad de todo el mundo educar a las generaciones que nos siguen. Al ser padre de familia me ha tocado en suerte educar lo mejor que he podido, como ha hecho cualquiera de vosotros, pero, aunque como profesor debía enseñar ciencia y matemáticas, como persona he educado también en valores diferentes, muy ligados a la vida. Siempre he pensado que la educación la debe trasmitir el profesor de modo sutil y disimulado, sin peroratas, sin prédicas, pero de la manera más eficaz posible.
Y de la enseñanza ¿qué os puedo decir? Cuando uno dedica cuarenta años a enseñar y encima a uno le gusta, su vida está casi justificada. Quedan los buenos recuerdos. Aparte de ello no me he apartado de la enseñanza nunca, ni siquiera ahora. Y sigo satisfecho. Los dos temas principales de mi enseñanza actual, oral o escrita, son la luz, en óptica, y el tiempo desde varios puntos de vista. Resulta que las fotos que me manda comentar Josemari son un recorrido por el tiempo, pero él no se ha dado cuenta de que en las aulas de La Virgen del Camino nunca faltó ese milagro de la luz. A mí no me ha pasado desapercibido.
Me he preguntado si esas tres fotografías me representan todavía. ¿Siguen siendo yo mismo en tres momentos de mi vida? Vamos a verlo.
PRIMERA FOTOGRAFÍA
Los chavales estudiando, que por cierto está en el blog con el título: "Mi clase de 7º A (curso 1973-1974)", con fecha 18 de mayo de 2007, y que parece fue enviada por Juan Carlos Cordero, es una reseña de la responsabilidad. El colegio está en marcha, los chicos estudian, la gente es seria, creemos. Mi tiempo de enseñanza en ese colegio, desde 1964 a 1967, fue un momento muy especial de mi vida. Admito que hay conexión conmigo.
Esa foto puedo ser yo también.
SEGUNDA FOTOGRAFÍA
Esta fotografía es la de los tiempos que siguieron, de decrepitud, incuria, y desolación. Nunca quiero hablar mal de los dominicos, pero es la foto la que habla mal de ellos. Y lo siento.
No me representa. No soy yo. No quiero serlo.
TERCERA FOTOGRAFÍA
La última es la de la modernización, la de los tiempos hodiernos, la de la técnica de los ordenadores. Me alegra que se haya llegado a esto, que el aula se haya rejuvenecido, que siga viva. Aunque ya soy provecto siempre he procurado estar en mi tiempo. Porque siempre he pensado que éste es mi tiempo, el de hoy. Mis tiempos no fueron los de antaño, mis tiempos, longevos ya, son los actuales. Me niego a pasarme la vida en el pasado, olvidando el presente y desconfiando del futuro.
Si esa aula no soy yo, al menos sí me siento próximo a ella.
Fernando M. Box
(*) nota del furriel.- este es el enlace a la noticia del blog de 7 de Agosto de 2007 que recoge la "aparición" de Fernando en el Blog.
http://antiguosalumnosdominicos.blogia.com/2007/070801-reencontramos-a-fernando-m.-box.php
6 comentarios
fernando muñoz box -
A Santiago. Te copio algo de mi currículo:
"1965-1968
Profesor extraordinario de un cursillo mensual de Cuestiones científicas relacionadas con la Filosofía en el Instituto Pontificio de Las Caldas de Besaya (Santander), durante esos tres cursos."
En cuanto a sustituir al P. Casquero no lo puedo ni afirmar ni negar, aunque mi impresión es que no. Yo llegué en Septiembre de 1964.
Creo que antes que yo dieron Matemáticas tanto el P. Uría como el P. Ángel P. Casado, el de La Peña de Francia.
A Olano. Ciertamente di clase de Inglés un curso, y recuerdo que introduje una novedad, que hubiera sido mal vista por los Ministerios de Educación de varias épocas.
Decidí que dar clase a la vez a los que sabían un poco de inglés y a los que comenzaban era una pérdida de tiempo. Por eso separé a unos de otros, dejando bien claro que no se trataba del "pelotón de los torpes", y permitiendo que alguno se cambiase si quería. El hecho de que tuviese dos horas de clase en lugar de una, a mí no me pesaba y no recuerdo que ninguna autoridad académica me lo criticase. Como no teníamos sueldo tampoco me molesté en pedir el pago de horas extraordinarias (es broma)
Un saludo
Olano -
santiago rodriguez -
santiago rodriguez -
lalo -
Esta es la entrevista:
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/08/solidaridad/1360342426.html
Antonio Argüeso -
Pero vamos a los muy interesantes comentarios de las fotos (y aún más interesantes, sobre la enseñanza). Lo que más me llama la atención es el impacto de la Paramera. Que muchos de los que por allí pasamos consideremos que fue determinante, es objetivamente lógico. Muchos veníamos de ningún sitio, de una vida reglada por las estaciones y el tiempo en lo vital y por el maestro (de cuando aquello) y el cura (más de cuando aquello) en lo vivencial. No teníamos, además, pasado y la salida a un nuevo mundo, sobre todo si este nuevo mundo es la Paramera, marca.
Tu caso es diferente. Llegaste a la Paramera ya con un pasado. Estuviste, además, solo tres de los cuarenta años que dices haberte dedicado a la enseñanza. Y te preguntas si esas fotografías te representan todavía, con lo que la respuesta es, que sí, que la Paramera también te marcó, como por los comentarios que en el blog abundan, tú marcaste a los que siguieron tu docencia de ciencia y de vida.