ENTRE TODOS LO MATARON (Presentación en la Casa de León de Madrid, jueves día 21, a las 19,30 horas)

Nuestro querido compañero Luis Carrizo Medina me informa de que su hermana, quien, me dice, que, igual que el Maligno, no descansa jamás, le ha organizado una presentación de su libro Entre todos lo mataron. Un sanmartín en un pueblo de León, para el ya inminente jueves, día 21, a las 19,30 horas en la Casa de León de Madrid, calle del Pez nº 6.

 

Y como, a pesar de la sólida y muy solvente compañía y apoyo que le prestará Joaquín Bandera, que ejercerá de presentador del acto, puede que en semejante urbe vaya a sentirse como gallina en corral ajeno.

Por lo que quiero que sirva esta noticia en nuestro blog, por si alguien o álguienes no tiene mejor cosa que hacer ese día a esa precisa hora. Y yo os recomiendo que no os perdáis, ni el acto, ni el libro.

Luis se apresura a aclararnos que la presentación no coincide, loado sea Dios, con ningún partido de la selección española de fútbol. 

 

Y aquí os dejo los versillos que nos regala Luis.

Para quitar hierro a la temática --aunque "quitar hierro" no sea quizá la expresión más apropiada--, te acompaño unos versillos de índole jocosa que compuse para incluir en un tarjetón que me confeccionó Lalo para el caso, pero que, por circunstancias, no utilizo aquí.

(Pido disculpas a Lalo por el escamoteo y a Santos por profanar el Parnaso)

Lamentaban dos marranos 

 

que, a causa de sus jamones,

 

sufrieran persecuciones

 

y muerte por los cristianos.

 

—De poco os quejáis, hermanos,

 

—dijeron otros gorrinos—

 

pues solo en los San Martinos

 

nos matan los bautizados.

 

Peor   saldremos parados

 

cuando hagan jamón los chinos.

 

 

15 comentarios

[Luis Carrizo - 29 de junio de 2018 - 01:36]

No existe, querido Baldo, el emoticón que yo debería isnsertar aquí, mezcla de desolación, arrepentimiento y balbucientes excusas, siempre de mal pagador, mientras te sugiero que escuches "Words dont't come easy", porque ya veo que las palabras no van a servirme de nada.
Lo único que me consuela es comprobar que me subes al patíbulo en compañía de un poeta al que admiro. O felix culpa.

[Baldo - 28 de junio de 2018 - 20:44]

¡Qué canalla eres, Luisín Carrizo! Anteayer hablé contigo desde Brandenburg, donde un tal Sebastián dirigía en el parque una orquestilla que tocaba música del país, a decir de los lugareños que allí estaban. Y me dijiste que habías ido con Blandine a dar una vuelta por el rastro madrileño porque ella tenía mucho interés en conseguir una moneda de dos euros acuñada en tiempo de Napoleón y, a la vuelta, una parada en una posada de la Mancha no te venía mal. Yo, incauto y confiadísimo, te creí con los brazos en cruz, que es como se cree a los amigos. Pero abro hoy el blog y veo que fuiste a matar el “gochu” del hijo del Pitu (el “del” es un genitivo de propiedad, no de otra cosa). Has faltado al sexto mandamiento de la ley de Moisés, que prohibe mentir mientras se fornica. ¿Qué quieres que te diga? Que si hubieras escrito el Quijote de Avellaneda, ni Luisín Heredia ni Cirauqui ni el mismísimo pLanz hubieran llegado a descubrir que no era de Cervantes. Pero tengo que descubrir algo que llevo muy dentro: en los últimos seis meses de arreglos en la redacción del último y definitivo libro de Eladio Chávarri os pedí ayuda a ti y al tres veces santo Santamarta, porque con la vejez he perdido el verbo y la facundia que nunca tuve. Y me negasteis con vuestro silencio esa ayuda que tanto necesitaba. Por cierto, ¿cómo se diría en lenguaje cervantino “relaciones valorativas”, “dimensiones valorativas”, “estructuras valorativas de modalización por pares valorativos”, “par valorativo humano/inhumano”, “modelo humano del hombre productor consumidor” y “procesos de dignificación e indignificación”? ¿Se podría hacer una décima con todos ellos? Por vuestra negativa, quedará para la posteridad un texto con un lenguaje escolástico rancio y acartonado. Seréis responsables.

[Luis Carrizo - 26 de junio de 2018 - 11:12]

¡Qué estupenda y divertida réplica, admirado Santos! Me ha encantado verme presa de tus ingeniosos versos. Pero poco premonitorios, me malicio, en lo que respecta a su versión en chino, más que nada por las dificultades que presenta la traducción. ¿Cómo dices en chino, por ejemplo, "el mi chaval es que ardería en un candil"?
Tocayo, Luis Heredia que el otro día fue nuestro santo, quiero decirte que con tus siempre exageradas alabanzas (que disculpo de muy buen grado) te has hecho merecedor a que te reponga el libro tantas veces como puedas perderlo. Por lo que nos cuentas, concluyo que habrá ocasiones para que yo cumpla esta promesa.
El pPedro le digo que, al día de hoy (y no columbro cambios en el horizonte) vuelvo a firmar al pie de la dedicatoria que en su día le hice.
**********
Agradezco una vez más la extraordinaria presentación que realizó Joaquín Bandera, muy celebrada por todos los asistentes. Yo no me sorprendía porque sabía muy bien que el pandero estaba en buenas manos.
Agradezco, finalmente, la presencia de los antiguos compañeros de la familia dominicana, Tino, Graciano y Marcos. Caí en la cuenta, demasiado tarde ya, de que me hubiera gustado hacerme una fotografía con vosotros para guardarla de recuerdo. Es lo que tienen los atabalamientos de este tipo de actos. Esperemos que resulté verídico eso de que hay más días que longanizas.
¿Y cómo se dirá en chino hay más días que longanizas?

[josemaricortes - 26 de junio de 2018 - 10:45]

OTREA PRUEBA

[Santos Suárez - 23 de junio de 2018 - 00:02]

No te iría nada mal
Luis, con la industria porcina
si publicaras en China
tu excelente manual.
Qué conquista comercial
en unidad de destino
si junto al pernil porcino
-cuyo precio no calibro-
comprasen también tu libro
mil millones, chino a chino.

[Luis Heredia - 22 de junio de 2018 - 10:19]

Yo no asistí a la presentación porque no gozar del don de la ubicuidad te hace privar de muchos eventos. Pero sí gocé con la lectura del libro de Luis. Hasta con el segundo ejemplar que tan amablemente me envió por haber dejado el primero en el asiento del AVE. Otras veces dejé jerseys, bufandas, chaquetas, una cámara de video y no dejo a mi santa porque siempre va cogida de mi brazo. O a lo mejor es al revés. Yo voy cogido a su brazo para que no me deje olvidado en el vagón. Aviso: quien quiera viajar conmigo para ver si pesca algo, que por lo menos me pague el billete.
El libro es espectacular y merece la pena leerlo, por su contenido y estilo. De lectura fácil y muy sabroso, tratándose del resultado y finalidad del sanmartín. No empapiza ni sienta mal, aunque sí diría que es poco recomendable para vegetarianos, veganos y otras especies de animales que no saben lo que se pierden si su consumo lo hacen con moderación.

¡Enhorabuena, tocayo¡ Que coseches muchos éxitos.

[Pedro Sánchez Menéndez - 21 de junio de 2018 - 10:34]

Hace tiempo que leí el libro y lo disfruté. Por eso no me animé a ir a la presentación de ayer. Pero agradezco de nuevo a Luis la dedicatoria tan entrañable para mí que estampó en la primera hija del libro. Gracias, Luis. Pedro

[Luis Carrizo - 20 de junio de 2018 - 23:02]

Con tu nihil obstat debajo del brazo, querido Pitu, voy a Madrid sin miedo a los chorizos, ora vengan uno a uno ora en tropel. A lo de Bandera, te contesto en plan cheli: "¡totalmente!". Gracias por tu comentario.
Fernando, te envío inmediatamente mi teléfono y mi dirección. Sabes que me encantará verte y hablar contigo. Y muchas gracias también por tu apoyo.

[fernando muñoz box - 20 de junio de 2018 - 21:26]

Sólo enviarte, Luis, un fuerte abrazo y desearte cada vez más éxitos.Ya ves que ni los de Madrid podemos acercarnos.
Por cierto mándame tu teléfomo móvil, porque a veces hago alguna escapada a San Juan, y podría intenter verte

[Jose Manuel García Valdés - 20 de junio de 2018 - 18:26]

Luís, ya sabemos que el mérito es entero tuyo que, sin ayuda, fuiste capaz de despiezar, párrafo a párrafo, "un "sanlibro" en un pueblo de León", no voy a decir que sea más sabroso que el cerdo/gochu,pero sí más instructivo. Juegas von la ventaja de que el presentador es de los muchos y buenos del 59, entre los cuales, como sabes, el más tonto hace aviones. Joaquín es un seguro de presentación. Ten cuidado porque en Madrid hay mucho chorizo y no es fácil vender chorizos donde hay exceso de ellos.
Suerte.
Abrazos.

[Luis Carrizo - 20 de junio de 2018 - 11:04]

Gracias, Ramón, Joaquín, Inocencio y Javier, por vuestros cariñosos y efusivos comentarios y por vuestros buenos deseos. Es una lástima, en efecto, Ramón, que estemos todos un poco lejos de todos. Consuela, al menos, poder abrir las ventanas de este blog y esponjar los pulmones del espíritu respirando este aire común, tan fresco, limpio y vivificador.
Un fraterno abrazo.

[Javier Cirauqui - 19 de junio de 2018 - 21:15]

Bueno,Luis, mucha suerte con la presentación de tu libro. Yo lo he leído y releído varias veces. He disfrutado con él y ceoque hasta lo comenté.
Tu poema me huele a Siglo de Oro, a Quevedo, Baltasar de Alcázar, etc.

Un fuerte abrazo. Javier.

[INOCENCIO FERNÁNDEZ MENÉNDEZ - 19 de junio de 2018 - 21:01]

Interesante libro sobre el sanmartín en León.
Lo recomiendo.

[Joaquin Urbano - 19 de junio de 2018 - 20:29]

El libro es una gozada y seguro que los asistentes disfrutarán enormemente en esa presentación.
Un fuerte abrazo. Joaquin Urbano.

[Ramón Hernández Martín - 19 de junio de 2018 - 19:21]

Luis, buen tiro ese de "cuando hagan jamón los chinos", porque lo que es los americanos, en cuanto probaron el famoso jamón de Fermín de La Alberca, se han puesto morados y se han vuelto tan del gremio que creo que no se duchan ni una vez al mes (esto último puede que sea solo una falsa impresión al contemplar al Trump). Y como el día de la matanza era una gran día de fiesta, para chicos y grandes, aunque los grandes trabajaban lo suyo, pues eso, que el día 21 sea un día de chicos y grandes para quienes te rodean y te miman. ¡Lástima no estar un pelín más cerca de Madrid! Me consolaré este verano viendo los cochinos de San Antón de Mogarraz y de La Alberca, que ya se han enseñoreado de sendos pueblos. Tómate tú a saco Madrid y enseñoréate de él. Te lo deseo de corazón.