EL ROSARIO DE LOPE DE VEGA PARA LOS DOMINICOS DE POTES (Por Isidro Cicero)
Querido José Mari y compañeros amigos. La verdad no sé por dónde empezar: Si presentándoos a Lines Vejo, o contándoos las cosas que de ella y de su modo de cantar he oído decir a Maxi Trapero. O ir directamente a presentaros las letrillas que escribió Lope de Vega para uso de los frailes dominicos del convento de Potes. No hace mucho tiempo –hay fotos- tuve ocasión de mostrar a José Mari Tascón, Julio Correas y Javier del Vigo ese edificio construido en 1605 siguiendo un patrón arquitectónico tipo para las casas dominicanas de entonces, cuyo referente era el convento de Lerma.
Pienso que estas preciosas letrillas o coplillas de hechura perfecta y música pegadiza, las aprendió a cantar el pueblo. Y cuando el pueblo las canta, como sabéis bien, ya nadie se vuelve a acordar del autor, sea éste Lope de Vega o Javier Cirauqui Mendieta.
Os he hecho saber este verano la sorpresa que recibí al escuchar a mi paisana una canción maravillosa cantada de improviso en la ermita de San Roque que yo enseguida identifiqué por su contenido como una joya del barroco popular. Se la envié a Maxi Trapero -quién más autorizado que él- y me dio la razón.
Pero es más, aquella canción fósil enseguida me dio a la nariz que cuando estaba viva había formado del patrimonio de alguna cofradía del Rosario porque hay disperso por todas partes un cancionero propio de los rosarios de la aurora y de los campanilleros de la madrugá que recorrían las poblaciones despertando a los labradores para que madrugaran un poco más y se unieran a la procesión de los cofrades y acudieran con ellos entre cánticos y flores a la misa del alba antes de ir a las labores de mayo. Bien sabían los cantores que a la oreja del mozo llegaban a la vez dos invitaciones: por un lado la del demonio diciéndoles que no les hicieran caso y siguieran durmiendo; por otro la de la cofradía piadosa diciéndole que el rosario era la escalera para subir al cielo.
La canción de Lines habla de una paloma que bajaba volando del cielo y entró en la iglesia con cincuenta rosas en el pico. Nadie de nuestra generación hacia atrás ignoraba que estaba aludiendo sin nombrarla a la Virgen de Rosario (el santo rosal) con sus cinco misterios y sus diez avemarías por cada uno de ellos, que se lo entregaba a la iglesia para dando así una gran ocasión a los pecadores de salvarse e ir al cielo.
Escribí aquí hace poco mi absoluta seguridad de que el pueblo de Lines, que se llama Caloca y está en lo más alto de la cordillera, había sido frecuentado por los frailes dominicos del convento de San Raimundo de Potes en sus incesantes correrías de misioneros propagando la devoción al rosario, adecentando las pobres iglesias de los pueblos que no tenían ni corporales y creando estos dos tipos de cofradías: la del Santísimo Rosario, naturalmente, y la cofradía del Santo Nombre que tenía como objetivo desagraviar a Dios, a Cristo y a la Virgen, cuyos santos nombres no se les caían a mis paisanos de la boca. Ni se les caen tampoco a día de hoy y no precisamente como jaculatorias. Vez que oyera una blasfemia, vez que el cofrade tenía el compromiso de hacer una reparación inmediata. Amonestando al blasfemo, mejor que rezar un bendito sea Dios. En alta voz mejor que en voz baja. El cofrade del Santo Nombre era un militante obligado por su compromiso a vencer la cómoda pusilanimidad teniendo presente al Levítico cuando dice que el que blasfema del nombre de Dios, mala muerte haya.
Muy bien explicaba esto último el maestro fray Pablo de León, que pateó todos estos pueblos predicando la doctrina antes de ser prior de León, antes de fundar el convento de Oviedo y antes de meterse en los líos que se metió a favor de los comuneros, que anduvo negociando con la reina Juana como procurador por León, intentó ir a ver al rey Carlos a Flandes, pero al futuro emperador le faltó un tris para hacer que le colgaran en las almenas de Irún. No sé si Helio Pedregal intervendría o no a su favor.
Lo cierto es que fray Pablo les explicaba a los montañeses que hay variados pecados que se oponen a la fe: la infidelidad, que puede ser de varias clases, y la peor es la de los judíos porque lo tuvieron a güevo para creer y pasaron olímpicamente, la segunda es la herejía, que es a la carta, porque cree algo y rechaza algo; la tercera la apostasía, creyó todo y lo dejó todo, y por último la blasfemia que consiste en atribuir a Dios lo que no le conviene y puede ser de corazón o salir por la boca. Y la que sale por la boca es la que se opone más a la fe.
Todo lo cual me da a mi la seguridad de que la canción de la paloma y el santo rosal forma parte de las campañas dominicas de misión por estos pueblos y que pertenece al cancionero dominicano tradicional, el que difundían con las cofradías del Rosario y se cantaban en las procesiones de la aurora.
El convento de San Raimundo de Potes se fundó para abarcar un territorio muy amplio hacia Asturias, hacia el norte de Leon y Palencia y por supuesto hacia las montañas de Cantabria.
Y como decía el otro día, era una comunidad tan activa y con tanta iniciativa que una vez fue el superior fray Toribio Vélez a Madrid, coincidió con el poeta Lope de Vega y o bien le encargó unas letrillas para el Rosario de Liébana o bien le pidió autorización para hacer una edición de las mismas con destino al mismo convento. El padre Toribio dejó escrito que los versos de Lope de Vega, satisfacen a “algunos Padres muy graves y responden al deseo de todos los Religiosos y Religiosas de la Orden».
.
Así que como exclama Vibot tenemos ¡un rosario de Lope de Vega!
y bastante desconocido.
Quien descubrió esta joya es un escritor e historiador dominico, José Salvador Conde, (autor precisamente del libro que publicó Everest sobre el santuario de la Virgen del Camino), que tuvo la inmensa fortuna de encontrar en un archivo de la Orden estas letrillas sobre el Rosario. Supo que los dominicos de Potes y de otros conventos las cantaban en las procesiones mensuales, en las fiestas principales de la Virgen y en las celebraciones de las cofradías del Rosario. Yo me enteré de esto en mis lecturas sobre mi comarca natal sobre la que tengo escritas bastantes páginas.
Dice el padre Conde: “En mi búsqueda por archivos un buen día encontré con un ejemplar de un Procesionario impreso por los Religiosos de la Orden de Santo Domingo que se hallaban fundando en Potes. Pronto advertí no sólo la valía e importancia del Procesionario como tal, sino por tener una especie de apéndice o cuadernillo impreso con la misma obra en la imprenta Real de Madrid en 1609. En el cuadernillo se daba primacía a los versos de Lope de Vega Carpio, a los que se le habían puesto música para poderlos cantar el pueblo”.
Asegura Salvador Conde que la música es muy sencilla, muy popular y pegadiza. Yo por mi parte estoy deseando que el Grupo de León, especialista en este tipo de arte y del que tú Josemari eres una especie de abanderado, reinterprete, grabe y nos facilite esa partitura que adjunto tal como la publicó José Salvador Conde y la coloquéis aquí para nuestro disfrute y gozo. O por lo menos, que el día 3 de diciembre, que seguramente nos veremos en León porque voy a ir ahí invitado por mi querido Luis Carrizo para oficiar como presentador de su libro “Entre todos lo mataron”, espero y deseo, digo, tener al menos yo el orgasmo de oírosla tararear.
Fray Toribio escribió un ceremonial acompañando el texto de Lope y las partituras de un autor desconocido, posiblemente un fraile, donde especifica cómo tienen que interpretarse los versos de Lope todos los primeros domingos de cada mes, nada más acabar la procesión del Rosario.
Dos frailes se hincan de rodilla delante de la imagen y el altar de la Virgen del Rosario y cantan los cuatro primeros versos “al mismo tono”, o sea, sin desentonar.
Virgen, divino sagrario
Vuestros gozos cantaremos,
y en ellos contemplaremos,
los misterios del Rosario».
Esto es como el responso. Cuando acaba, los dos religiosos dicen el primer misterio que es así:
Hermosa Reina del cielo,
alegrámonos con vos,
pues vuestro SI trujo a Dios
desde su grandeza al suelo.
Allí fuistes sacro Erario
del tesoro que tenemos,
primera rosa en que hacemos
el principio del Rosario.
A continuación el coro responde lo mismo que la primera vez, es decir
Virgen, divino sagrario…
Y así sigue el cántico con el segundo misterio, “de la Visitación”:
Cuando vistes a Isabel
fue vuestro vientre un cristal,
pues de su virgen rosal
vio Juan el fruto por él.
No fue más Sol necesario,
que el sol que por vos tenemos,
aunque en las zarzas le vemos
de las rosas del Rosario.
El coro y la gente responde una vez más el estribillo:
Virgen, divino sagrario…
El tercer misterio, el de la Navidad es
Celebre el mundo con vos
vuestro parto soberano,
pues que vio por vos humano
y en forma de siervo a Dios.
Quedó intacto el relicario
saliendo el Sol, por quien vemos
juntos tan altos extremos
en las rosas del Rosario.
El cuarto misterio, el de la Presentación dice:
Qué gozo dio humanidad
de quien fuistes sólo ejemplo,
Virgen, presentando al templo
prenda de tal majestad.
El libre fue tributario,
de quien ejemplo tenemos
para que humildes cantemos
los misterios del Rosario.
El quinto misterio, cuando fue hallado en el Templo
Grande fue vuestra alegría
cuando hallastes, Virgen Bella,
al Sol, como pura estrella,
alba de tan dulce día.
Bien fue el placer necesario
para igualar los extremos
y que este Cordero hallemos
en rosas de tal Rosario.
El coro y el pueblo fiel contesta el consabido estribillo:
Virgen, divino sagrario
Vuestros gozos cantaremos,
y en ellos contemplaremos,
los misterios del Rosario».
Y los dos religiosos que han protagonizado el cántico de rodillas delante de la imagen hacen el remate
Virgen, soberano Erario,
rosa y estrella del día,
conservad, Señora mía,
los Cofrades del Rosario.
Misterios Dolorosos:
Virgen, divino sagrario,
vuestros dolores diremos,
y en ellos contemplaremos
los misterios del Rosario.
Primer misterio, de la Agonía
Llorad, alma enternecida
con la Madre al Hijo viendo
sudando sangre y temiendo
la muerte, la misma vida.
Lo que es en Dios tan contrario
hoy en Dios-Hombre lo vemos,
porque en tal huerto busquemos
las rosas de tu Rosario.
Segundo misterio, de los azotes
Virgen, cubra llanto el suelo,
pues eclipsa vuestra luna
ver atacado a una coluna
de quien tiemblan las del cielo.
Aquí será necesario
que con llanto os ayudemos,
pues teñir de sangre vemos
las rosas de este Rosario.
Tercer misterio, de la coronación de espinas
El que en las zarzas no ardía,
hoy, abrasado de amor,
con espinas de dolor
cubre la humana osadía.
Y así, divino Sagrario,
la Corona lloraremos,
pues vueltas espinas vemos
las rosas de este Rosario.
Cuarto misterio, a la Cruz a cuestas
Alma llena de dolor,
mira al Príncipe de luz
que el imperio de su Cruz
puso en sus hombros Amor.
Deja el error, ciego y vario,
y a su Pasión caminemos,
donde cantando lloremos
los misterios del Rosario.
Quinto misterio, al Crucifijo
Virgen, en la Cruz clavado
está vuestro Sol cubierto,
mostrando en el pecho abierto
que hasta el corazón ha dado.
Esta cifra fue el sumario
de cuánto amor le debemos,
por que en sus llagas busquemos
las rosas de este Rosario.
Remate
Virgen, soberano erario
rosa y estrella del día,
conservad, Señora mía,
los Cofrades del Rosario.
* * * * * *
Misterios Gloriosos:
Virgen, divino sagrario,
vuestra gloria cantaremos
y en ella contemplaremos
los misterios del Rosario.
Misterio primero de la Resurrección
El alegre son despierte
cielo y tierra, Virgen santa,
pues vuestro Sol se levanta
de la noche de la muerte.
Daros, santo relicario,
almas de albricias queremos,
pues ya libres cantaremos
los misterios del Rosario.
Segundo misterio, de la Ascensión
Virgen, recibid consuelo,
pues vuestro Hijo glorioso
sube a triunfar victorioso
de la conquista del cielo.
Rendido queda el contrario,
las puertas abiertas vemos,
si nuestra Corona hacemos
de rosas de este Rosario.
Tercer misterio, del Espíritu Santo
Si del Espíritu Santo
os cubre aquel resplandor,
que abrasa el alma de amor,
y en vos resplancede tanto:
bien será, divino Erario
para que su gracia hallemos,
que por mil lenguas cantemos
los misterios del Rosario.
Cuarto misterio, de la Asunción de la Virgen
Alegraos subiendo al cielo,
pues el serafín adora
la parte en vos, gran Señora,
que con vos lleváis del suelo.
La que fue de Dios sagrario,
allá es bien que la adoremos,
ofrezcamos y cantemos
los misterios del Rosario.
Quinto misterio, de la coronación
En vuestra coronación
es tan alta la alegría,
que cielo y tierra este día
están en admiración.
Vos, pues, de Dios relicario,
pues ya con Dios os tenemos,
haced que en bien rematemos
los misterios del Rosario
Al final todos juntos cantan los cuatro versos siguientes y ya no cantan nada más.
«Virgen, soberano Erario,
rosa y estrella del día,
conservad, Señora mía,
los Cofrades del Rosario».
Misterios Gozosos:
Primer misterio, de la Anunciación
* * *
«Misterios Dolorosos se han de cantar desde la Septuagésima hasta el Sábado Santo».
«Dos Religiosos, hincados de rodillas, cantarán lo que sigue».
Misterios Dolorosos:
Primer misterio, de la Agonía
47 comentarios
Sylvia Martí Coll -
Antonio -
¿Podría pedirte la referencia bibliográfica del artículo de José Salvador Conde? No doy con él.
Gracias de antemano.
Isidro Cicero -
Vibot -
Vibot -
Tiene toda la fuerza y la concisión de un buen editorial de maestro. En estos candentes temas yo, desde luego, no sabría tener esa precisión ni ese aplomo, ni esa chispa en la dicción.
Chapeau!
Algo -mucho- habrá que hacer al respecto de tema tan urgente, si nos dejan.
Sin querer pasar página, ni cerrar los ojos a la dura realidad, desde luego, en ese otro equitativo y amoroso terreno que ha pisado Luis Carrizo trayéndonos al pastor Coridón y sus rendidos y desesperanzados amores virgilianos por Aléxis, sí que me siento más seguro. Y es justamente a pasajes como éste a los que me refería el otro día -antes de la barbarie- cuando me conmovió tanto la confesión de nuestro Cirauqui, quien, a falta de de ejemplos como estos -tan abundantes y esplendorosos por otra parte precisamente en las culturas islámicas, y orientales en general, que ahora, paradójicamente después de haber dado ejemplo de mente abierta en aquellos siglos nefandos nuestros por muy de oro que fueran, los condenan y persiguen- decía que nuestro Cirauqui, y no sería el único, verdad?, se veía obligado a cambiar los masculinos en femeninos, o a trastocar sentidos y sintáxis para sentirse acompañado y arropado afectivamente, al menos en el arte, por una tradición de poesía amorosa -y una sociedad- que parecía ignorar, además de pisotear, esos sentimientos, según la formación que se nos daba, que si nos descuidamos, nos forman, como hemos dicho tantas veces. (Perdón por las infinitas y caóticas frases subordinadas, pero es que aquella injusta pena que sufrimos me subleva el idioma.)
Como la traducción que hizo aquel sublimemente culto, humano, sabio y comprensivo fraile es preciosa, bien merece la pena verla en verso para apreciar en todo su valor y musicalidad estos amorosos endecasílabos:
"No curas de mi mal, ni das oído
a mis querellas, crudo, lastimeras,
ni de misericordia algún sentido, Aliexi, en tus entrañas vive fieras. Yo muero en viva llama consumido;
tú siempre en desamarme perseveras, ni sientes mi dolor, ni yo te agrado, por donde me será el morir forzado."
¡Qué necesitadicos estuvimos muchos de nosotros de estos textos tan cercanos a nuestro corazón, tan injustamente fustigado y solitario!
emiliano luengo -
Ser felicesssssssss
Lalo -
Lo que asusta es que la parte más visible del Islam, la que hoy llena las primeras planas de los periódicos, está ahora en el mismo sitio en el que la Iglesia Católica estaba hace medio milenio, que es lo que comentaba en mi anterior intervención de un poco más arriba.
Otra diferencia notable, además de la que establece la Historia, es que estos muyaidines suicidas están ahora a un par de horas desde sus campos de entrenamiento, cuando no salen directamente encendidos por la prédica de un imán integrista desde su mezquita en el barrio de Molenbeek o desde cualquier otro gueto donde Occidente los encierra. O donde ellos se encierran en Occidente, que no lo tengo muy claro.
Más diferencias sustanciales: En el siglo XVI lanzaban flechas de una en una a los cristianos que por allí iban (que digo yo que a qué iban) y ahora vienen a disparar ráfagas de kalasnikov o se inmolan con explosivos de alto poder.
Hace cinco siglos había por aquí otras mentes católicas que, entre otras excelencias, traducían a Virgilio, pero por ahora nadie nos quiere o nos puede enseñar las muestras de ese Islam progresista que vive en el siglo XXI. Si es que lo hay.
Y, ¡claro!, ya sé que antes de escribir los párrafos anteriores tendría que llenar páginas con las "razones" de los ataques a Irak, a Afganistán, a Siria, a Libia, a los territorios palestinos...
Todas estas cuestiones no son algo que se puedan escribir en un folio, que solo tiene dos caras. Habría que llenar un poliedro de muchas caras, cada una con puntos de vista diferentes y complementarios. O más bien una esfera con millones de peculiaridades grabadas en sectores diferentes de su superficie. La Tierra, vamos.
Resumo y termino: No tenemos derecho alguno a ir a Oriente a imponer a nadie su manera de vivir. Pero reivindico la obligación que tienen, los que vienen a vivir aquí, de aceptar y respetar los cinco últimos siglos de civilización que tanto nos ha costado alcanzar y que, pese a sus luces y sombras, la mayoría de nosotros no quisiéramos perder.
Salud
Lalo
Luis Carrizo -
Por aquella época en que fray Pablo escribía las palabras que Cicero nos ha transcrito, aunque ya nos previene que están quedando algo descontextualizadas, por aquella misma época,digo, había otro fray que vertía al castellano, por ejemplo, la segunda Égloga de Virgilio, aquella en que el pastor Coridón, que ardía en llamas de amor por por el hermoso pastor Alexi, se lamentaba de esta guisa:
"No curas de mi mal, ni das oído / a mis querellas, crudo, lastimeras, / ni de misericordia algún sentido, / Aliexi, en tus entrañas vive fieras. / Yo muero en viva llama consumido; / tú siempre en desamarme perseveras, / ni sientes mi dolor, ni yo te agrado, / por donde me será el morir forzado."
Fray Luis de León también formaba parte del enorme cuerpo de la Iglesia. De todo hay en la viña del Señor, de todo.
Isidro Cicero -
El dominico era uno más. Tenía lo que tenía la santa Iglesia y lo que tenía su Orden y no era más integrista que otros maestros predicadores. Decía lo que el laboratorio intelectual de San Esteban elaboraba, con lo rancio y con lo avanzado, que también existía.
Que sepáis que fray Pablo fue un campeón de la reforma y un hombre valeroso y claro en sus ataques a la farsa hipócrita de Roma, a la corrupción de los obispos, al egoísmo del clero, a la lujuria de los canónigos y, en fin, a la compraventa del perdón de los pecados. Cualquier día os regalo una biografía un poco más completa de aquel hombre.
Isidro Cicero -
El dominico era uno más. Tenía lo que tenía la santa Iglesia y lo que tenía su Orden y no era más integrista que otros maestros predicadores. Decía lo que el laboratorio intelectual de San Esteban elaboraba, con lo rancio y con lo avanzado, que también existía.
Que sepáis que fray Pablo fue un campeón de la reforma y un hombre valeroso y claro en sus ataques a la farsa hipócrita de Roma, a la corrupción de los obispos, al egoísmo del clero, a la lujuria de los canónigos y, en fin, a la compraventa del perdón de los pecados. Cualquier día os regalo una biografía de aquel hombre.
Luis Heredia -
Ahora que vuelvo a leer mi comentario es posible que haya dicho lo contrario y si es así, rectifico de inmediato.
Eran hordas descontroladas pero muy controladas por el Santo Poder en aquellos siglos confundidos por una Fe mal entendida y son hordas ahora los que siguen a los imanes tipo Fray Pablo como un imán por su Fe mal entendida también.
Lo que me aterra es no saber cómo terminará esta sinrazón para nosotros y lo que me anima a pensar positivamente es que todos somos iguales creyendo que esta gente son una minoría que vive de y solo para el terror.
Ni se justifica en aquellos siglos ni mucho menos en el presente.
Vibot -
"Querido Santos,
los acontecimientos tuvieron lugar cerca de casa pero afortunadamente no han alcanzado a ninguna persona que nosotros conozcamos... por ahora. Fabrice estaba en un concierto con una amiga cuando supieron lo que estaba pasando así que volvieron inmediatamente a casa, a pié para evitar problemas. Ayer estuvimos dando una vuelta visitando los lugares en que los ataques tuvieron lugar, mucha otra gente hacía lo mismo, rindiendo así homenaje a las víctimas."
Ese "por ahora" nos afecta a todos.
Y, qué buena, querido Heredia, esa supresión de mi coma espontánea. Cuántos muertos inocentes desde que el mundo por todos los dioses. Esto debería probar algo sobre su esencia o su existencia, coma, o algo.
Laliño, abrazos, genial tus dos versiones juntas:
¡cuántos muertos por Dios, por Dios!
Lalo -
"... Los tales heréticos así protervos deben ser castigados. No solo con la excomunicación, mas aun con la muerte temporal. Porque si los falsarios de la moneda merecen muerte y ser quemados según ley común porque faltan a los hombres y los dañan en el subsidio temporal, cuánto más los falsarios de la Santa Escritura, corruptores de ella, que es el manjar y sustento del ánima espiritual merecen ser quemados excomulgados y exterminados del mundo."
Es cierto Luis, ¡cuántos muertos por Dios, por Dios!
Luis Heredia -
¿Quién me puede explicar lo inexplicable? ¿Quién me puede dar razones al menos para entender aunque no lo comprenda, seguro? Porque yo, entender, entiendo y así todo, me quedo bloqueado.
¡Cuánta protervia¡ nunca mejor caído del cielo este palabro y sobrevenido en este portillo como si de una premonición se tratare anticipándose a los acontecimientos.
Vaya manera de confundir a nuestro personal con las creencias y modos del tal Fray Pablo lo mismo que se confunde al otro personal con las de estos energúmenos.
¡Qué irracional es que lo que pasó en París lo haya resumido tan bien Vibot sin pensarlo¡: "Más de 100 muertos en París, POR DIOS".
Si prescindimos de la coma, el sentido es el mismo.
Manolo Díaz -
JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Abrazos
Vibot -
Isidro Cicero -
Se quitan todas las ganas de bromear.
Vibot -
Gracias por tu Azorín, qué más quisiera yo!
A mí también se me han pasado varios agradecimientos y felicitaciones por ciertas penas que tengo estos días, de esas que la vida trae un poco a traición cartaginesa.
La primera para mi amigo más que del alma, más, Lalo querido, que salió a defender a los protervos heresiarcas del amor nefando con aquel: "Carallo para fray Pablo", ese energúmeno que aquél burlón de Isidro nos había restregado para azuzar el cotarro.
A él, a Lalo Fernández Mayo, le deberé siempre dejar próximamente de estar inédito, a su alta tipografía instruída, a su generosísima amistad y derroche de tiempo, simpatía, delicadeza y hasta de esa salud que él tanto nos desea. Gracias a sus ediciones El Tomillar, más dulces que la malvasía de mi infancia leonesa, mis libros serán siempre también suyos.
***************************
Y, tantas veces como Luis Carrizo, me ha pedido reserva y dedicatoria de los mismos, yo correspondo ahora pidiéndole lo mismo con el suyo, al que deseo un éxito grande. Luis, Gracias a Lalo, he leído ese pólogo que escribiste para él y que debiera ser proclamado línea a línea no sólo en las presentaciones de tu libro, sino también del mío y, con efecto retroactivo, como agradecimiento y homenaje a todos sus libros anteriores, en los que a dado todo de sí mismo.
JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Juan, cansé de esperate pa rozar y coyer las castañas pero a tí gústante las otras que, también, dan trabajo abondo.
Me alegro de vete asumauva esta ventana, cuida nun cayer abaxo.
Abrazos
Manolo Díaz -
Otorgo la primera a mi Maestro, Cícero, que además de escribir paralelo a Delibes, investiga y rebusca ejemplarmente en los baúles de la cultura popular y nos regala joyas como la que antecede. Si mis conocimientos musicales llegaran más allá de pronunciar el nombre de las 7 notas (¿son 7?) ya me habría puesto a tararearlas. Al menos disfruto con la letra.
Si Cícero me recuerda a Delibes, Vibot es el Azorín del blog. Se expresa con absoluta pulcritud, adjetivos precisos y claridad meridiana. Tienes, amigo palentino, la palabra justa, razonada, deliciosa. Por eso estoy enaguando con ese libro que nos anuncias. Y aquí te va una manegá de felicitaciones.
Yo, por desgracia, no estuve entre los que lo mataron. Luisín de mi alma, ya ves por qué mes del año nos movemos y aun no caté la prueba de ese Samartín que se meterá cualquier día en la segunda edición. Espero en breve ponerle remedio. Y para que tengas, como los anteriores, tu paralelismo literario te dejo el nombre de tu querido Camilo. En cantidad puede que te gane pero en calidad apuesto por ti. Refírome aos parabéns nunha cesta de vimbio galego.
Y como este blog es un lujo literario, disfrutamos con los relatos de Cirauqui Armendáriz, juglar del S. XXI que, sin anacronismos, adopta el tono de cronicón medieval y en versos monorrimos nos describe cualquier acontecimiento de forma tan plástica que los ausentes, leyéndolo, pueden asegurar que estuvieron allí. ¿Cómo se dice felicidades en vasco? Ahí te van.
Vosotros, mis queridos apostólicos, lo nominais como Pitu. Por mi singular relación con José Manuel García Valdés, él y yo manejamos códigos lingüísticos particulares, incluso llego más lejos y confieso públicamente que tenemos amistades particulares. ¿Recuerdas, Valdés de mi alma, si alguna vez tuvimos sexo? Trincando nel payar decoyimos polvu abondo.
Como no pudiste estar en Valladolid te cuento que esa confesión a la que te refieres, yo tuve el gusto de hacerla públicamente, agradeciendo al P. Manuel que allá, en las Caldas, me absolviera de mis pecados contra el sexto mandamiento en una época en la que no había parvedad de materia en lo relativo al sexo ¡Dios, qué tiempos! Lo que entonces era pecado, ahora se tornó en milagro. Y hay condenados en el infierno que se lamentan, con razón, que por lo que ellos están allí, en la actualidad ya no es ni pecado. Seguro que Dios tendrá en cuenta los efectos retroactivos.
Y mira, Valdés. Te remito cinco güexes y tres cestos de cuestos atiborraos de felicidades porque salpimientas como nadie los portillos de este blog ¡Tienes un mérito de la hostia! Tanto en el continente como en el contenido.
Me reclama Marta y me quedan un montón de nombres meritorios: Lalo, Heredia
Habrá otro día.
Javier Cirauqui -
De todas formas a pesar del amplio abanico de posibilidades que nos daban en el confesionario para pecar: de pensamiento, palabra, obra, con tocamientos impuros, con una, con dos personas, en trio o en multitud no había manera de pecar. Enamorarse, escribir versos era una cosa pero otra cosa era otra cosa.
La verdad es que no me jalé rosca, yo creo que ni lo intententé, tanto aviso y tantas confesiones, siempre el pecado era el mismo, para angustiarte.
Nunca entendí que la pureza o la castidad, como me decía mi tío cura, fuera una azucena blanca que había que conservar.
Me miraba las entrepiernas y me sentía ridículo con una azucena por pene, imaginaros si me brota un ciruelo, como le llamaba mi padre, que incómodo hubiera sido.
Un saludo y hasta pronto. Javier.
Vibot -
Como soy primerizo en editar -que no en escribir-, estoy como un niño en noche de Reyes. Espero que os guste, mis queridos amigos.
JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
En cuanto a las confesiones he de confesarte que no recuerdo cuándo me confesé y creo que voy a tardar en confesar que no me confieso, me da pereza, además, ¿a quién le va a importar? Lo más que me atrevo a confesar es:
- Padre, que me toqué,
- Y qué, hijo,
- Puesceso que me anduve ahí
-Y ¿Qué sentiste?,
-Cosquillinas y "me se" aceleró el pulso.
- Hay hijo, ya sabes que no debes tocarte, la carne es flaca,
- Pero si yo me toqué en lo gordo,
- Ya pero si te tocas mucho adelgaza,
- ¿Será por eso que estoy tan flaco?
- Estás flaco porque no comes carne pero no te debes tocar las carnes,
- Padre, se me ha hecho la picha un lío, - Claro, por eso, por tocarte. 10 AVES MARIAS.
Y hasta ahí puedo leer. Estoy convencido que aquellas confesiones alimentaban el morbo del confesor y, por lo mismo, eran confesables.
Sé que hay muchos que se tocaban y aún no lo han confesado, éste puede ser un buen momentoby lugar para que se liberen de esa pesada carga que les tiene angustiados. ¡Confesad, malditos!,o no.
Abrazos para los que se tocaban y se tocan.
Vibot -
Venturosamente, ya en los propios tiempos de la dictadura franquista, la interrumpida, soterrada y masacrada tradición de la más alta poesía homoerótica siguió viva y creció. En otros países o no se había interrumpido o empezó mucho antes, como todo con respecto de España.
A partir de la transición, sobre todo, el florecimiento, si no en cantidad, sí en calidad y hondura, fue emocionante.
Y -si la descerebrada vida pública y privada del movimiento gay con sus carnavalescos desfiles y frívolas proclamas no acaba por volvernos a aquella
oscura clandestinidad- los miles de muchachos sub 21 en todo el mundo que se enamoren de otro muchacho y sean correspondidos -o no- encontrarán maravillosos versos amorosos escritos en masculino.
En esta conmovida tradición quisiera estar yo un día. Y emocionar vuestros corazones, améis a las mujeres o a los hombres. Bien pronto os daré una primicia con mi último libro -que presentará aquí Isidro Cícero- que es el primero que verá la luz.
No sé si he hablado claro.
Vibot -
"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe."
Consuelo y veneno puro para el corazón.
Para el de un mujeriego como el joven y el maduro Lope. Y, aún más si cabe, para aquellos pipiolos enamoradizos que veían cada día -amordazados y sojuzgados por protervas doctrinas- visiones inefables, inalcanzables, sublimes... pero emponzoñadas de una culpa inhumana en aquellos pasillos y campos y pupitres y coros y olimpiadas...
quien lo probó, lo sabe.
Vibot -
nO SABES CUÁNTO AGRADEZCO TU RESPUESTA.
Me ha recordado ese par de películas en las que hasta los que no tenían nada que ver con una injusta acusación, se solidarizaban y se subían encima de las mesas de la clase o se ponían en pie en un salón de actos en pleno acto de clausura diciendo: YO TAMBIÉN.
¡Ole tus güevos!
Javier Cirauqui -
Como dice el Pitu: "Me gustaría escribir sobre el lado oscuro que en todos había y no se confesaba".
Ahí van unos pocos de mis momentos oscuros, aunque yo era tan ingenuo o sincero que confesaba mis enamoramientos como si fueran los pecados más horribles cometidos.
Por aquellos años andaba siempre enamorado, me enamoraba de todo y de todos. No sé por qué, repetía en mi mente los versos de Quevedo dedicados al dinero;
"Madre, yo al oro me humillo,
El es mi amante y amado,
pues de puro enamorado
anda continuo amarillo.
Que podría convertirse en:
"Madre, yo al otro me humillo.
El es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
ando continuo turbado".
También me gustaba leer y releer el famoso soneto de Lope de Vega:
"Desmayarse, atreverse estar furioso,/
áspero, tierno, liberal, esquivo,/
adelantado, mortal, difunto, vivo,/
leal, traidor, cobarde y animoso.../
"...creer que un cielo en un infierno cabe/
dar la vida y el alma a un desengaño,/
esto es amor, quien lo probó lo sabe."/
Todo esto era un sin vivir en mí, y por supuesto, esta fue una de las razones de mi salida del colegio, ese peso de la culpa, esa angustia que yo ya no soportaba.
Me salí a finales de sexto, y no viví el Noviciado, ni Filosofía ni nada más. Me imagino que aquellas épocas hubieran sido para mí terribles, supongo que como para algunos otros que se quedaron, suficientemente cargado llegaba ya al mundo "protervo".
Recuerdo, que yo era muy dado a escribir poemas enamorados a ciertos compañeros, sobre todo a algunos. Y para no suscitar dudas, todos los años me proponía escribir un corto poema a todos los compañeros del curso. Empezaba escribiendo tres o cuatro y al quinto me cansaba y dejaba de escribir y solo conservaba, los que había escrito por deseo y los guardaba, bajo llave y al final, posiblemente, acabara rompiéndolos. Tengo un borrador de aquellos tiempos, no dedicado a nadie en particular, que empieza así;
"¿Que palabras se encierran en el verso/
para poder decirte que te quiero?/
¿Qué bellezas ocultan se resisten/
a ser estampadas sobre el papel/
para recoger con inusitada estética/
lo mucho que siento por ti...?
Y sigue...
No creo que querer a todo el mundo, o a tus compañeros sea ningún delito. No sé porque razones siempre me ha gustado querer y así lo he practicado en mi trabajo con mis usuarias y usuarios.
Espero que Fray Pablo de León no me trate de protervo y hereje. Un fuerte abrazo. Javier.
Lalo -
Isidro Cicero -
Sobre los herejes mi querido fray Pablo escribía:
Fray Pablo de León.
Capítulo I. De otro vicio contra la fe y es herejía
Este vicio o pecado de herejía está en la potencia intelectiva como la infidelidad. La cual tienen aquellos que fueron cristianos bautizados y creen algunas cosas de la fe y las confiesan pero no todo lo que manda Cristo y la Iglesia si no las que ellos quieren y estos son herejes. Pero para ser hereje, primero ha de ser protervo en alguna cosa que la Iglesia manda tener por fe y con su protervia no quieren lo que la Iglesia manda. El tal es hereje. Donde si alguno tuviese alguna herejía pero está aparejado que en sabiendo que la Iglesia otra cosa manda creer luego la creyera, el tal no es hereje. Y por eso es muy bueno siempre todo lo que hombre cree y dice ponerlo debajo de la determinación de la Iglesia cuya cabeza es el Papa, en quien como fuente reside la autoridad de determinar cualquier cosa de la fe o cuál no.
A la cual determinación todos debemos estar subjetos y de muy buena voluntad, y por esto dijo el apóstol que el hombre debe cautivar su entendimiento en servicio de Dios, que es creer lo que no entiende si la Iglesia nos lo propone. Los tales heréticos así protervos deben ser castigados. No solo con la excomunicación, mas aun con la muerte temporal. Porque si los falsarios de la moneda merecen muerte y ser quemados según ley común porque faltan a los hombres y los dañan en el subsidio temporal, cuánto más los falsarios de la Santa Escritura, corruptores de ella, que es el manjar y sustento del ánima espiritual merecen ser quemados excomulgados y exterminados del mundo.
Donde San Jerónimo dice: Las carnes podridas han de las cortar del cuerpo, y la oveja sarnosa, del rebaño, porque no inficione las otras ovejas sanas y asi todo el cuerpo y todas las otras ovejas no perezcan y mueran. Y habla de los heréticos y dice más que Arrio una estrella de fuego fue en Alejandría pero como no la mataron luego, dejáronla crecer y todo el mundo quemó con su herejía. Aún España muchos años careció de ella. Y todo el mundo. Pero si los herejes protervos y amonestados no quisieren someterse a la fe, sino estar en su protervia, préndenlos y aunque después se vuelvan a la fe aunque deben ser rescebios en cuanto a la salud espiritual, que es a penitencia, pero no a la vida corporal ni bienes materiales ni dignidades. Porque después que uno es amonestado una o dos veces, y torna a caer no debe ser tolerado por el peligro que se puede seguir a los prójimos. Y a él es mejor morir que no vivir y por eso dice el derecho que si alguno después de haber dejado la herejía y jurando no volver a ella tornó a caer, que los tales los den y entreguen a la justicia seglar para que los maten y que otros no se atrevan, que este es un pecado muy peligroso y anda como la raposa ocultamente y no se puede así conocer hasta que ya tiene hecho mucho mal. Y por eso los que andan así relapsos no deben ser sufridos en el mundo, sino que mueran.
Vibot -
Y releo, porque a veces en una primera lectura no saboreas todos los detalles, todas las alusiones...
Me ha resultado muy tierno que haya sido precisamente nuestro querido Valdés quien, por detrás de la alegre cortina de humo de su riente retranca casorvitense, haya aludido precisamente a aquellos secretos y frustrados enamoramientos entre chicos que muchísimos de aquellos seis mil sufrimos entonces:
"me gustaría escribir sobre el lado oscuro que en todos había y que no se confesaba".
Me da un poco de coraje ser -creo- el único que ha hablado aquí en primera persona claramente de este tema. Ser siempre yo quien dé la cara. Como si sólo hubiera sido yo quien lo sufrió. Cuando tantos tuvísteis que beber, desconcertados y tan desvalidos, de aquel cáliz amargo.
Sería bonito que alguien más me acompañara.
Me ha conmovido tu deseo, Pitu, y el que tú mismo te incluyas en ese "todos", tú, el más machote y rumboso -que nadie se ofenda porque es la verdad- de esta tropa de pibes sentimentales. Probablemente tú serías el único que podría hablar de todo aquello haciéndonos sonreír. Es fácil sonreír a esta distancia. Pero cuánta amargura en aquella torpe culpa infligida al candor, aquel lirio naciente que fuimos cada uno de nosotros.
Javier Cirauqui -
Soy Cirauqui Armendáriz, no Mendieta, pero en el fondo es parecido. Mendieta significa "en el monte", más o menos y Armendáriz, "monte de robles.
Me ha encantado ese descubrimiento o redescubrimiento que has hecho sobre el Rosario de Potes de Lope de Vega.. A mí me parece delicioso, aunque no sea lo más inspirado de Lope de Vega. Muchas veces trabajaba de encargo, según necesidsdes y aceptó el del Padre Prior de Potes, que resultó ser hasta novelista. Estos misterios del rosario, me los imagino cantados con devoción, por los lugareños o por Lines Viejo. Sería inolvidable.
Vibot, he leído con gusto tus comentarios y tu recuerdo de Caldas y de los versos de Lope:
"¡Qué bien os quedásteis,
galán del Cielo,
que es muy de galanes
quedarse en cuerpo!"
Por lo que he leído y tengo entendido, la devoción del rosario fue muy extendida por toda España y en todos los lugares tenían sus coplas y cantos para la ocasión, compuestos por poetas locales y populares.
En Pamplona el rezo del Santo Rosario, fue difundido desde el convento de Santiago, desde el Siglo XV. Se instituyó una cofradía llamada "El rosario de los esclavos", que aún se reza, en la catedral, todas las tardes a las 7,30. En el verano a plena luz, tamizada por las vidrieras, en las naves de la catedral y el claustro y en el invierno a oscuras con una tétrica iluminación. A mí cuando era niño, me parecía que era un rosario con esclavos cargados de cadenas, grilletes y argollas. Según creo varios compositores navarros compusieron ave marías para este Rosario.
Durante años y años se rezaron los rosarios de la aurora por las calles de Pamplona, por los barrios y en la Paza del Castillo. Últimamente se acercaban a la aduana, hasta el monumento de la Inmaculada y coincidían con todos los que veníamos de marcha y juerga desde el Barrio de San Juan.
Como en la mayoría de los lugares la estrofa más conocida era aquella que decía:
" El demonio a la oreja,
te está diciendo,
no reces el rosario,
sigue durmiendo.
¡Viva María.
Viva el Rosario.
Viva San Domingo,
que lo ha fundado!
Esta estrofa, en Pamplona, en los momentos de juerga y farra, se ha convertido en la siguiente:
¡Viva La Cepa.
Viva el Marrano.
Viva el ochenta y cinco
y el Marceliano!,
Que no eran otros, que los misterios o tascas de poteo y Txikiteo de la época. Javier
Luis Heredia -
Mira que me impresionaste con tu estudio sobre el Santuario pero con el descubrimiento de los versos de los Misterios del Santo Rosario ya me quedé de piedra.
Si son de Lope o no, lo aclaras con Maxi, que su sabiduría ocupa mucho más que la maleta con la que llegó al Colegio llena de ropa y sobre todo repleta de ilusiones que estas sí que son las que nunca ocupan lugar.
Yo, que soy profano en la materia ni se me ocurre hacer el más mínimo comentario, salvo que mi impresión se acerca a la de Maxi: todas las coplillas acaban sufriendo cambios hasta sustanciales a lo largo de los siglos.
Hasta las màs modernas.
Isidro Cicero -
Como Maxi es mucho Maxi, os lo transcribo. Magister dixit:
"De ese Rosario me parece muy meritoria tu investigación, y muy provechosa para mí, que guardo y tendré en cuenta. Pero los versos, aun conteniendo el barroquismo que se le supone de época, me parecen impropios de un Lope, por la reiteración en tópicos y figuras literarias. Hay, cómo no, aciertos e imágenes muy bellas, pero muy reiteradas. Claro que son, como tú dices, letrillas y que el texto recuperado ha debido pasar por un tiempo muy dilatado y por muchas manos que quisieron dejar su impronta personal, y más si se supone que fueron versos cantados y cantados y vueltos a cantar, en definitiva con acomodaciones propias de un canto en boca del pueblo".
vibot -
En cuanto a lo de "hacer rebosar" este blog, gracias simpatiquísimo por la parte del piropo que me toca, pero tú lo haces rebosar siempre, que siempre nos haces reír y pensar, por este alegre y sabroso orden. Y ojalá me viniera ahora a las mientes uno de esos latines con los que tú rematas tus faenas filosóficas. Y de las otras.
Vibot -
En cuanto a lo de "hacer rebosar" este blog, gracias simpatiquísimo por la parte del piropo que me toca, pero tú lo haces rebosar siempre, que siempre nos haces reír y pensar, por este alegre y sabroso orden. Y ojalá me viniera ahora a las mientes uno de esos latines con los que tú rematas tus faenas filosóficas. Y de las otras.
JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Abrazos
Vibot -
Aprovecho para decirte lo mucho que te estimo y que ya quisieran muchos escritores tener la chispa y enjundia que tiene ese escribidor que llevas dentro. Y fuera, por que lo tuyo es generosidad torrencial.
Lo de dirigir cine lo redacté mal, sólo Sarmiento está en ello -¡qué nos le pasará que ya no escribe aquí!-. Aunque los de Casorvida ya se sabe que valéis para todo, jajaja.
Vibot -
Yo también corrijo sobre él mi "aunque no estuvo", pues debí poner aunque no estuvo tanto tiempo. Ahora que, lo que estuvo le cundió y aún le cunde, como a tantos de los seis mil sub 21.
Sorprendente y admirable que él -y otros como Carlos Abad que ni siquiera tomó el hábito (y no sé si Javivi se invistió de novicio)- estuvieran hace poco en la reunión-homenaje de Valladolid. Con lo que estuviste, Javivi, prenda, te basta y te sobra generosidad y talento no sólo para homenajear después de media vita, sino para escribir los paralipómenos de aquellos años nuestros que se tragó la trampa. ¡Recrista bendita!
Y ya que estoy, Carlitos Abad, dinos algo tú aquí, que no se diga de los de nuestro curso dejan languidecer este cuaderno de color natillas.
Isidro Cicero -
Pero yo creo que así ha sido siempre. Creo recordar que llegamos a pasaar por allí unos seis mil. No sé si será así. Pues son seis mil historias, de seis mil personas, con seis mil familias detrás...
Parecidas en muchas cosas, pero tan diferentes entre sí...
Perdona que pegue un salto y regrese a donde Vibot, que se me olvidaba decirle una cosa: Recrista bendita, no lo traje yo al blog, sino nuestro amigo Javivi. Lo decía su abuela la de Arija.
Isidro Cicero -
Fray Pablo fue un personaje de novela, estoy de acuerdo contigo, por su participación comprometida en la política de su tiempo. Y más si le lees, como he hecho yo en su Guia al Cielo. Bergoglio, con ser Bergoglio, asediado por ese montón de bichos de Roma, no perdería el tiempo leyendo lo que fray Pablo denunciaba de la capital de la Iglesia. Si tengo tiempo os lo resumiré.
A ti que sé que te gusta esto, te cuento que fray Pablo veía el tema como la lucha a muerte entre la salvación y el demonio. Lucha que era más encarnizada a la hora de la muerte, al punto de que en los conventos de la santa religión del Santo Domingo, cuando un enfermo estaba para morir, se avisaba con la campana a la comunidad. Y en ese mismo instante en que la campana empezaba a sonar, todos los religiosos, del más grave al más lego, dejaban al punto lo que estuvieran haciendo, sea barrer, sea comentar la prima primae, y se dirigían hacia la celda del moribundo dando grandes gritos recitando el credo. Porque, pensaban ellos, aquel era el momento de la verdad y el demonio, enemigo de ella, se ahuyentaba de la casa al escuchar el Símbolo de la fe, y salía de estampida, propiciando así que el pobre fraile entregara su alma al Creador con un poco más de paz y sosiego que si tuviera que batallar al final de su vida y ya sin fuerzas por cada pulgada del territorio de las creencias que cree y tiene la Iglesia Romana. Y salvarse, en definitiva.
Isidro Cicero -
A mi el Lope de este rosario me gusta. Los frailes querían un tratado mariológico en verso, y ahí lo tienes. Algo pegadizo, y se lo hizo. Un marketing del rosario y, ya los satisface desde el primer verso, cuando insinúa los propósitos de su arquitectura general eligiendo la palabra "sagrario" que habría de traer luego a consonante toda la composición. ario, ario, ario... La gente acaba con el rosario metido en los tuétanos.
JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Ya me gustaría poder escribir sobre los " apostolicos sub 21" a los que te refires; me gustaría escribir sobre el lado oscuro que en todos había y que no se confesaba. El P. Ricardo y el P. Frutos se quedaron con las ganas. No, no estoy dotado, Javivi sí está bien dotado, ya lo ha demostrado, y a la vista lo tiene. Para facilitarle las cosas a Cicero podríamos abrir un capítulo que bien podría titularse: "las confesiones inconfesables de los apostólicos"; podría ser un complemento a las Corrupciones de J. Torbado. Cicero tendría éxito aseegurado.
Hay muchos bien dotados que podrían poner su granito de arroz.
Abrazos
Vibot -
Y que la dirija Sarmiento, después de que estrene ese guión que él mismo tiene escrito sobre la vida conventual de aquellos jóvenes sub 21 que fuimos, tema que da para muchos guiones, desde luego.
Javivi, aunque no estuvo, o Pitu, también podrían muy bien, por citar sólo algunos.
Luis Carrizo -
Yo te agradezco una vez más que expongas en este blog tus fundamentadas sabidurías, tan desconocidas, tan curiosas, tan bien contadas, con las que yo, particularmente, me ilustro al tiempo que disfruto con esa soterrada ironía que te da haber sido fraile antes de cocinero.
El tal fray Pablo de León, al que mencionas, tiene una novela, como dicen ahora, ¡qué tío! Lo mismo se ocupaba del Reino de Dios y su justicia, que de los asuntos del César. Yo me alegro infinito de que no le colgaran de las murallas de Irún (¿tiene Irún murallas?)
En lo de sus sermones echo de menos que no metiera en la lista de la infidelidad a los tibios, citando las tremebundas, pero bellas, palabras del Apocalípsis: "porque no eres ni frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca" Claro que también entiendo que si nos quitan a los tibios de la lista no van a quedar ni para llenar un taxi.
¿Para cuándo, querido Cicero, una novela histórica --que sin duda será un éxito arrollador y la convertirán en serie televisiva--, para cuándo, digo y vuelvo a decir, una novela con fondo conventual,dominicano, que engarce todas estas historias que tú sabes? Que se entere Umberto Eco de lo que vale un peine.
Vibot -
Respecto a lo de que tus paisanos no se apean los santos nombres de la boca, buena muestra es aquello de "¡Recrista...! con que nos sorprendiste hace ya tiempo.
Entre los miles de versos que escribió Lope para tantas comedias u ocasiones, este rosario debió de llevarle poco tiempo entre una y otra, o bien quiso hacerlo muy llano o así se lo encargaron. Al menos es la impresión que tengo después de una primera lectura, a pesar de que los conceptos teológicos están perfecta y hermosamente expresados. Pero, leído, no me arrebata, qué más quisiera yo.
Muy otra cosa debe ser cantado por Lines, escuchado de improviso en una de esas iglesias montañesas con olor a piedra húmeda, a incienso y flores frescas...
El conjunto de la voz, la devoción, el eco de las bóvedas -o ese desnudo canto a cielo abierto en las albas de Mayo- sí que debe poner al alma en trance de creer, o al menos de querer creer, como dijo muy tiernamente nuestro Carlos Tejo (¡dinos, algo, Carlines!)
Los cuatro versos que más me han gustado:
Cuando vistes a Isabel
fue vuestro vientre un cristal,
pues de su virgen rosal
vio Juan el fruto por él.
que parecen preludiar algo de las galas visuales y musicales del Modernismo.
Confieso que con el despertar a la fiebre filosófica y crítica de los diecisiete a los diecinueve años en Las Caldas y Valladolid
el rezo coral del rosario me resultaba insoportable. Aunque ahora, ya pasados radicales aquellos arrebatos adolescentes, comprendo muy bien su poder de mantra incantatorio y adormecedor de los dolores que trae la vida, similar a otros rezos repetitivos en otras culturas. Más de una vez huí de aquel runrún exasperante refugiándome precisamente en las obras de Lope de Vega, en aquel mismo coro de Las Caldas con su aroma enervante de mohos vegetales. Y desde entonces recuerdo de un auto sacramental suyo, creo- aquel ingenio deslumbrante que saltaba de pronto por entre aquellos versos subrepticios leídos a hurtadillas de los ojos de maestro vigilante de fray Cándido Ániz:
"¡Qué bien os quedásteis,
galán del Cielo,
que es muy de galanes
quedarse en cuerpo!"
¿Se pueden decir con más gracia requiebros a la presencia real de Cristo en la Eucaristía, que compararlo con esos galanes que en mitad del verano se quitan la camisa y se quedan en cuerpo glorioso, torsos de Fidias que adelician los ojos y las almas tras de sí?
No se puede, querido Lope, siempre vivo en tu mejor arte palpitante de vida.
Isidro Cicero -