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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LUIS CARRIZO NOS PRESENTA -Entre todos lo mataron-

LUIS CARRIZO NOS PRESENTA -Entre todos lo mataron-

 

Permitidme que os informe de la próxima prensentación en la ciudad de León del libro de nuestro querido compañero LUIS CARRIZO titulado "ENTRE TODOS LO MATARON". 

Día: 3 de diciembre

Hora: 8 de la tarde 

Entrada libre

SALA REGIÓN del Eedificio Institulo Leonés de Cultura (Diputación Provincial de León)

Calle Santa Nonia, 3

La presentación correrá a cargo de nuestro no menos querido ISIDRO CICERO.

¡Para no perdérselo! ¡Buena oportunidad para acercarse hasta León!

24 comentarios

Domingo Iturgaiz -

Quiero un ejemplar. Ya me dirás la forma de pago. Y con dedicatoria. Un abrazo.

inocencio fernández menéndez -

ENTRE TODOS LO MATARON.
Amigo Luis....Supe de tú libro hace meses.Contacté contigo y por un precio simbólico...me mandaste uno dedicado.
Lo he leído...te comenté que este invierno asistiría a la MATANZA,que se hace en Asturias,en la casa donde he nacido.Desde 1955 no asistía...El ritual sigue siendo el mismo....ha mejorado el instrumental y equipos para llevarla a cabo....pero es tal cual.Alguna diferencia tiene con las matanzas del norte de León,que te comentaré.Tengo un amplio reportaje gráfico del momento...Alguna foto haré llegar a tú correo en unos días.
Con el deseo que la presentación se un éxito y te de tantas satisfacciones...que compensen el trabajo en escribir el libro.
Un abrazo.
INOCENCIO.

Francisco Javier -

Bueno, Luis, por supuesto que los presentes se repart,ian fundamentalmente entre los vecinos y amigos y eran signo de solidaridaridad, pero solo queria recalcar que tambie existia la practica, que comento. Estoy seguro que a mi tio le regalaban el presente por cura y las mas de las veces por amistad. De todas las formas si se regalaban tantos presentes se quedarian sin cuto. Un abrazo. Javier.

Luis Carrizo -

Esa costumbre de repartir y compartir las carnes del cerdo con motivo de su sacrificio que me comentas, querido Cirauqui, veo que son comunes con las de León, y seguro que con las de muchos otros lugares. Eso de compartir es un invento maravilloso. Lo dicen hasta los anuncios de la lotería. Espero, no obstante, que la costumbre de regalar se extendiera a más que a las fuerzas vivas, porque esa circunstancia de los recipiendarios --sin poner en entredicho los méritos de tu tío--, parece que desdibuja un pelín la libre voluntad de que siempre debe gozar el oferente. Quiero decirte que no debemos confundir "compartir" con "cojompartir". En el primer caso la acción del verbo recae sobre el objeto directo por amor; en el segundo recae sobre la autoridad competente por cojones. Con perdón de la mesa sea dicho.
Un abrazo, Cirauqui, muy afectuoso, como siempre.

Luis Carrizo -

Mariano, muchas gracias por tus cariñosas palabras. Lo del café sigue en pie y nuestra cita no pasará de lo poco que queda de este año. Te avisaré. Se ha cumplido con mi escapada a Villajoyosa el proverbio de que lo óptimo está reñido con lo bueno. He querido hacerla coincidir con otro asunto y, al final,ni una cosa ni la otra.
Respecto a tu comentario de Lalo: al cien por cien de acuerdo. Cuando vaya a verte te llevaré un libro muy curioso y original, y muy, muy bien hecho, como todo lo que viene de Lalo. Se trata del making of de Entre todos lo mataron. Esto lo habrás visto de muchas películas, pero nunca de un libro. Te va a gustar porque además tú estás en el origen de él y, de hecho, tienes tu protagonismo.
Gracias de nuevo y hasta muy pronto.

Javier Cirauqui -

Luis Carrizo:
Espero que la presentación de tu libro sea de lo mas exitoso.
Desde luego que tiene todos los motivos para serlo: autor, libro presentador y acompañantes.
No sé por qué razones me acuerdo siempre de los matatxerris, matacutos o matanzas de mi pueblo y hasta de una matanza en los dominicos de Villava, en el que estaba presente el P. Huarte, con el carnicero de Villava, me imagino que como procurador o ecónomo más que como matarife. Algunos hermanos legos como Fray Silvio, Fray Josemari y Fray Azpiroz, y entre las monjas la Madre Encarnación.
En la sociedad a la que pertenezco, durante varios años se hicieron matanzas y en la Plaza de las Eras, programadas por el Ayuntamiento de Burlada, donde participaba mi padre, más bien como animador.
No sé por qué razones, mi recuerdo de la matanza va unida a la costumbre de los presentes, que consistía en hacer un regalo de alguna parte de lo fabricado con el cuto a las familias amigas y a los representantes fácticos o públicos, como el alcalde, el cura, el médico o el secretario. Yo recuerdo eso porque mi tío era el párroco de Burlada y mi padre tenía relación con el ayuntamiento.
Un abrazo. Javier.

Mariano Estrada -

Enhorabuena, Luis. Y, sobre todo, éxito. mucho éxito. Tenemos pendiente un café. Lo sabes muy bien porque la idea es tuya. Yo la compré encantado y espero como el arado espera.
Enhorabuena también a Lalo, que además de una gran persona y un gran profesional, se ha convertido en el Gran Editor. Más que merecidamente porque hace verdaderas maravillas.
Isidro: un fuerte abrazo. Sé que harás una presentación insuperable.
Me gustaría estar con vosotros, pero ya sabéis, la vida manda.
Un abrazo a todos

Vibot -

Miguel Ángel, escribiste esto anoche y no te había leído hasta ahora mismo, cuando acabo de escribirle hace poco a Javier Fernández Martín sobre libros e hijos. Sí, incontrolables pero queridos y nuestros para siempre, por muy independientes que llegaran a ser.

Luis Carrizo -

Gran verdad, Miguel Ángel, tu glosa a mis palabras sobre el león y la gacela. ¡cuanto cuesta, generalmente, darse cuenta de lo evidente!
La cita del Deuteronomio, que aportas, resulta en efecto muy llamativa y pintoresca. La que yo hago aparece en el Acto VII, pág. 57. Te la reproduzco porque creo entender que no te va a ser fácil consultarla en estos momentos: yo traigo a colación aquello de "no le pongas bozal al buey que trilla".

Miguel ángel Díez Ordóñez -

El león para serlo tiene que autoafirmarse y la gacela también, y mucho más simplemente: "La gacela para ser gacela no tiene que correr más que el león, sino más que las otras gacelas"

Otra cosa: Hay un gran hombre, nacido de estas tierras, natural de Cistierna, Secundino
Valladares, que en "El pan y la leche", qué gran libro, -de lectura sencilla y de profundo alcance-hace referencia también al Deuteronomio en un capítulo que titula: No cocerás el cabrito en la leche de su madre; no os parece sugerente?
Esto del Deuteronomio no lo pillé, Carrizo, ...pero seguro que estará por ahí encriptado, leí el libro y se lo dejé a un amigo, los libros compartidos con otro cuestan a la postre la mitad...pero valen el doble...
¡A propósito!: un libro es como un hijo,Vibot, una vez que lo pares no es tuyo, incluso antes, antes de que su madre lo para, en leonés es 'parga', una vez concebido ya comienza su camino por la vida... los hijos son pocos y medianamente controlables pero, quién puede controlar a los lectores de una obra?

Luis Carrizo -

Me gusta tu propuesta, Vibot. Yo pensaba llevarlo a efecto por mis elementales medios y, como mínimo para mi uso y disfrute, pero si Cortés, que es un "pofesional", se dignara sería infinitamente mejor.

Luis Carrizo -

Quiero decirte, Pedro, que tu saludo y buenos deseos me han producido una profunda alegría.
Yo, aun sabiendo que no soy digno de que entres en mi casa, lamento también no poder contar con tu presencia y me hago perfectamente cargo de ello. No obstante, voy a enviaros un ejemplar para ti y otro para José Luis. Ya os adelanto, para que os acerquéis a el benévolamente, que en sus páginas cito al Deuteronomio. Ojo al dato.

Vibot -

Má lo lamento yo, sobre todo después de que me hayas dado la buena nueva de que Pedro Trapiello también estará en ese estrado.

Josemari, ¿sería posible grabar en vídeo esa sesión, o al menos en audio, para que todos disfrutáramos de tan ilustres ponentes?

Pedro Sánchez Menéndez -

Hola, Luis: Me encantaría poder disfrutar de la presentación de tu libro, sobre todo escuchando la literatura de Isidro. Exito!!! Pedro

Luis Carrizo -

Por supuesto, Vibot, que conozco perfectamente tu imposibilidad de bajar a León.
Resulta, efectivamente, impactante, sobre todo para los ojos y oídos de un niño, escuchar los chillidos del cerdo y ver el rojo siempre escandaloso de la sangre. Más impactante seguro que el silencioso consumirse del burrito o de la mula, cubiertos de mataduras,dando infinitamente vueltas alrededor de la noria.
Fue en Las Caldas, creo; no sé si en una clase de ética o de psicología, donde escuché un razonamiento que, de obvio, se me quedó grabado: el que el león mate a la gacela es malo para la gacela, pero bueno para el león.

Luis Carrizo -

Hola, tocayo. No te preocupes si olvidaste el libro en el asiento. A lo mejor no fue tu mala cabeza, sino iniciativa del libro. Yo me he enterado, a raíz de mi recién estrenada condición de escritor, que los libros tienen vida propia. Velahí que se haya enrollado con una revista de gastronomía y anden viviendo un tórrido romance por las tabernas del Madrid de los Austrias. En cualquier caso, no debes preocuparte tampoco por la reposición del libro, porque semejantes cumplidos como le haces merecerían verdaderamente un cerdo de bellota en justa correspondencia, pero como ando nada más que regular de activo circulante voy a limitarme a reponerte el libro, eso sí, libre de portes y cargas, de forma inmediata.
Me gustaría mucho verme "arropado" como bien dices por una generosa representación de compañeros. La verdad es que solamente por escuchar la presentación que tiene preparada Cicero se pagan todas las molestias. Tomaos la pena de comprobarlo Después del acto, a mayor gloria del gocho y pena para las vesículas, iremos a tomar unos vinos y unas tapas de embutido, o lo que se tercie, por los figones que nos sugieran los expertos. Desde aquí invito, animo y agradezco la presencia de todos los que puedan ir.
Gracias, amigo Luis, por tus comentarios.

Vibot -

Carrizo, nada de margaritas, tú bien sabes por qué no puedo ir.
En cuanto a la matanza, mis recuerdos de un corral de Arenillas de Valderaduey una mañana con el suelo crujiente de escarcha y aquellos terribles chillidos iniciales y el rojo y violento borbotar de la sangre, y los languidecientes estertores finales... no podré olvidarlos nunca. Y todo lo que venía después, que seguro que lo cuentas con buen pulso... Estoy deseando leer tu Sanmartín y cotejar recuerdos de niñez campesina.

Vibot -

Heredia, prestome mucho tu reseña, e incitome a leerlo. Eres un encanto.

Luis Heredia -

Fe de erratas:
Los de ciencias no os disteis cuenta y los de letras, menos mal que aún no leísteis el comentario. Donde digo "alago" debe decir "halago".

Luis Carrizo -

Amigo Urbano, tomo buena nota de tu teléfono. Por supuesto, te llamaré en breve.
Ya te adelanto mi agradecimiento por tu interés.
Un abrazo.

Luis Carrizo -

Amigo Vibot, lamento sinceramente que no puedas acercarte a León. También entiendo (esto es una broma) que un autor de un libro de poemas de aires tan horacianos como el tuyo no puede bajar a los prosaicos escenarios donde se matan a los cerdos. ¿Cómo era aquello de las margaritas?
Lamento, ahora en serio, perder la oportunidad de darte un abrazo y brindar por la salud de ese tu flamante libro. En fin, como dicen en atrevida imagen, los poetas actuales: queda mucha liga.
Gracias por tus buenos deseos.

Luis Heredia -

Hola, tocayo.
Por razones de distancias kilométricas que ya se dan por sabidas no podré asistir a la presentación. No importa, pues con la buena “compañía” que te rodeará y el ilustre presentador que te arropará mi ausencia no se notará. Mejor así porque a pesar de faltarme la vesícula desde hace 8 meses, mi presencia quizá se iba a hacer notar más por “tripear” como epílogo al último Acto del libro que por demostrar que yo también supe coger al cerdo por las orejas a pesar de ser yo de acera y playa. Por cierto, no sabe la vesícula lo que se va a perder.
Para los que aún no hayáis leído el libro, imperdonable, os cuelgo el correo que le había enviado a Luis una vez “saboreado” el libro. No es que quiera incitaros carnalmente a que disfrutéis de su lectura. Es que es de obligado cumplimiento conocer todas esas costumbres de primera mano que poco a poco vamos abandonando por mor del progreso y de la OMS, como es este caso. Es más, en el caso del libro de Luis Carrizo, el cerdo deja de ser presunto para convertirse en real.
Y no penséis que digo estas cosas tan guapas – a pesar de tratarse de cochinos- como alago para que me regale un gochu. ¡Habrase visto semejante oximorón¡ Es que, mi querido Luis Carrizo, tengo que confesarte algo que sería inconfesable si se tratara de El Quijote: ¡Me llevé el libro a Madrid el pasado fin de semana para que lo leyera mi hijo y no lo pudo ni abrir porque me lo olvidé en el AVE¡ Fui a recuperarlo a la vuelta pero ya era demasiado tarde. No me desesperé porque al fin y al cabo no es la primera vez que entro en la rueda de los libros prestados, y nunca devueltos, y además he hecho el bien a cualquier limpiador o limpiadora del AVE Málaga-Madrid. Espero que lo hayan disfrutado como yo lo hice y que lo vuelvan a prestar para deleite del lector que no tenga acceso al libro.
Así que, mi querido Luis, me apuntas otro, mismo domicilio, misma cuenta.
Deseo de corazón que seas feliz y te sientas arropado por todos los tuyos, los nuestros y terceros ajenos el día de la presentación. Te lo mereces y tendrás que pedir una segunda edición con los mismos personajes.

Hola, Luisín
Me encantó el libro. Vamos, prestome mucho, que en asturiano es mucho más que encantar y gustar.
Es curioso que los primeros actos ceremoniales sean tal como yo los recuerdo, dejando a salvo la compañía,- la que te rodeaba a ti porque la mía ya me venía implícita e impuesta por servir a la patria y para hacerme un hombre. Ya hubiera querido yo haber sido dirigido por un maestro de ceremonia como el tuyo que además de introducirte en el noble arte de la matanza del gochu te enseñó a no quedar como un tonto cuando te ofrezcan un chupito de orujo y lo intentes cambiar por uno de aguardiente. !!Y yo sin enterarme tampoco!!
Por lo visto y leído, siendo yo de acera y playa y tú de paramera las sensaciones de olores, nudo en la garganta cuando en la del gocho ya no le entraba ni el nudo, la angustia de los estertores y gruñidos de la víctima, fueron iguales que las vividas por ti.
Lógicamente, no viví la experiencia de los posteriores actos dado que en la mili servías a la patria y no como ahí, que te servían a ti para hacer patria.
Eso sí. Al igual que tú, del acto que más disfruté es el de confirmar que el gochu me gusta más en bocadillo sabiendo que es gochu o en la mesa con un buen vino, y si es bierzo, prieto picudo o sidra, mejor.
De verdad, Luis, entretenido, ameno, fácil de leer, te engancha aunque ya preveas el destino del pobre animal, y te hace revivir si ya pasaste por ello o te hace vivir la experiencia sin haberla vivido anteriormente. Y me refiero a todo lo que la matanza rodea.
Y es , en efecto, una pena que estas costumbres se pierdan. No estaría de más que enviaras unos cuantos libros a la OMS o invitaran tus amigos a algunos de sus miembros a pasar unos días de matanza a ver si ellos son los que tienen que procesarse.
En definitiva, que me ha dejado un "muy buen sabor de boca", ya que terminaste con embutidos.
La transfusión ya te ha salido. Tienes que perdonarme el retraso. No pienses que no te la haría hasta la lectura del libro. Es que después de venir de Gijón tuvimos una semana ajetreada y después nos fuimos a Niza a ver a mi hija y volvimos el Martes.
Un abrazo muy fuerte y enhorabuena por el libro.
Luis

Joaquín Urbano -

Luis: hace un tiempo, cuando se publicó en el Blog que habías escrito tu libro, me quedé con las ganas de solicitártelo.
Hoy con esta nueva aparición, te solicito, si es posible, un ejemplar. Gracias.
Mi teléfono es el 610-449696. Te facilitaré mi dirección y me indicarás modo de pagartelo.
Un abrazo.

Vibot -

Luis, no sabes cuánto me gustaría poder estar allí el día 3. Ya me imagino un acto bien entrañable con todos los que bien te quieren de León y de fuera. Un abrazo y que el acto un encuentro estupendo. Mucho éxito y guárdame uno, ya sabes.