LOS HIJOS PRÓDIGOS DEL 61 (Por Jesús el Herrero)

Estimado una vez más Furri, ahí te mando un programa del famoso auto sacramental EL HIJO PRÓDIGO (representado el 12 de febrero de 1967) que mi también estimado hermano y compañero me ha regalado (menudo hermano tengo).
Procede madártelo porque casi todos los hijos pródigos vuelven a casa por Navidad para tomarse lo del nescafé y el turrón. Como verás el elenco lo ocupa casi al completo la gloriosa quinta del 61.
Alguno de los actores siguen interpretando el papel hasta el día de hoy, otros renegaron para interpretar el papel contrario. En cualquier caso nada de medias tintas.
Por ejemplo:
- El Padre, interpretado por Jesús María García (ahora ya será abuelo);
- el Hijo Pródigo: José María Martín Sarmiento, que se fue a París y todavía no ha vuelto, o sea que sigue en lo de pródigo (o tránsfuga);
- la Inspiración divina: Santos Martínez Vibot que sigue siendo la viva representación de la inspiración y por eso se ha metido a poeta y músico;
- la Gracia de Dios: Francisco Javier Fernández Vallina del cual no sé si sigue en ello o ya lo ha dejado;
- el Placer: José Ramón Tejo Pérez que sigue siendo un placer haberle conocido y haberle tenido como amigo, placer que traspaso a su hermanin de Ribadesella;
- el Olvido: Avelino Dacio García, la verdad es que entonces era o se hacía el despistado, pero supongo que se habrá enmendado;
- la Traición: Santiago González Alfayate, ahora debe ser todo lo contrario;
- el Engaño: Javier del Vigo Palencia, ahora ha dejado la mentira pero practica la vagancia con la misma intensidad;
- el Juego, José María Cortés, o sea tu mismo y sigues en lo mismo: jugando y conjugando el blog (oyes, gracias bonico);
- el Vicio: Oscar Fernández Hidalgo, a quien costó Dios y ayuda interpretar el papel. No sé en que estaría pensando Iparraguirre cuando se lo dio. Era el único santo del elenco y lo sigue siendo;
- la Gula: Francisco Javier San José Recio, se lo tuvo bien merecido y lo hizo de perlas, hasta tal punto que me da que aun lo sigue practicando.-
Luego hay coros y acompañamientos pero como el programa es limitado no cabían y no se pusieron los nombres.
El dibujo es del inconfundible y querido Javier Serrano, Serrano a secas para los amigos.
Vaya tela con los del sesenta y uno, con el permiso de Casorvida.
Jesús Herrero
12 comentarios
Vibot -
"...Y el demonio de los sueños abrió el jardín encantado del ayer. ¡Cuán bello era!
¡Qué hermosamente el pasado
fingía la primavera,
cuando del árbol de otoño estaba el fruto colgado..."
Qué puede uno escribir después de esto. Casi nada.
recién aterrizado en Madrid y con mil cosas pendientes, buscaré El hijo pródigo y veré qué puedo hacer.
Feliz cuesta de Enero a todos.
Vibot -
para que sean sólo tres versos por mes y así te deje más espacio para tus evocadoras y sugerentes acuarelas.
***
Acabo de caer en la cuenta de que en aquel febrero del 67 cuando se representó El hijo pródigo cuyo programa nos has glosado de modo tan simpático (aunque arrimando el ascua a tu sardina, majo, que no todos eran del 61, "oyes" -como a ti te gusta rematar) yo tenía tan solo 14 años, era muy menudo de estatura, delgadín y con voz de niño aún... frágil soporte físico para un alma ya tan zarandeada y para tan apasionados y culpabilizados sentimientos y emociones contrarias.
Pero así fue. Yo me había ido enamorando de él secretamente desde los trece años, a mi llegada a la escuela mayor, y justo en aquella representación estaba en el cenit de mi tortura... ¡uff, qué malos tiempos aquellos para intentar vivir!
Otra cosa que haré cuando vuelva a madrid será coger la partitura de los coros y solos de D. Joaquín que cantó la escolanía en aquel auto sacramental y glosarlos aquí, con sus tornasoladas armonías y sus transidas melodías inolvidables.
Lo prometo, oyes.
Jesús Herrero Marcos -
Por cierto, te recuerdo que tienes que hacerme cuatro versos emocionantes de los tuyos para cada mes. Yo los pondré en el calendario y luego se los enviaré al Furri. Este mes de enero ya vamos atrasados pero llegaremos, aunque sea tarde.
Besos
Vibot -
¡Felicidades!
Vibot -
Como estoy en Palencia, cada vez que salgo a la calle se me quedan heladas las orejas, la nariz y la barbilla. Y esto, que encoge un poco el ánimo, al mismo tiempo y sin previo aviso -proustianamente- me transporta en su magia déjà vu a aquellos inviernos ateridos del colegio, donde la estrella colorada posada en lo más alto del enorme crucero de Coello de Portugal parecía ser el único punto cálido y amoroso de aquellas noches consteladas de estrellas y de escarchas (y de penas de amores que no se atreverían a decir su nombre).
Aquella coruscante nitidez del aire en los cielos nocturnos del alto páramo, aquella desolación del alma, aquel desamparo que sentí tantas noches entre las frías sábanas inhóspitas...
Vista a través de los cristales de las ventanas de las camarillas su cálido destello carmesí parecía llamarme irresistiblemente a otro mundo muchísimo más tierno de vivir, más amoroso y libre y expresivo.
En la acústica seca del esbelto teatro, con el pánico escénico y el nudo en la garganta, maquillado mi rostro adolescente con un cándido spray de purpurina de oro, conteniendo mis lágrimas entre las bambalinas y los listones de las traseras de los decorados y de aquellas altísimas y sedosas cortinas verdes, escuchaba arrobado de amor su voz como de lirio naciente arropada entre brumas de armonías por el canto a boca cerrada susurrado en los dedos de Torrellas:
"Érase una vez un padre
que dos varones tenía,
pero un día el más pequeño
en el corazón le hería..."
Yo aferraba mi capa de blanco satén y la cadena de oropel de mi cintura esperando que en el momento de salir a escena pudiera pronunciar aquellos versos y no estallar en llanto irrefrenable o declarar a gritos mi amor desesperado arruinando la representación y siendo expulsado del colegio infamantemente de forma inmediata...
¿Me libraré algún día de aquella pesadilla, de aquella frustración irremediable, de aquel síndrome sueco, de aquel torpe veneno vertido impunemente en mi conciencia?
Yo no sé si he debido escribir esto de forma tan cruda, mis queridos amigos (y tal vez unos pocos de vosotros compañeros de fatigas.)
Pero gracias por respetar mis ya reiterados desahogos. Me ayudan a curarme. Tal vez.
Tu estrella colorá, Jesusito, es de verdad amable y comprensiva.
¿Tú no estás por Palencia en estos días?
Vibot -
Martín
Noguera
Topham
Soria
Heredia
Vibot
Ah, y me apunto a ese plato de arroz blanco con huevos y salsa de tomate (¿por qué me haces llorar?)
Ramón Hernández Martín -
En fin, lo de hablar tanto de "pecados" (mirad el reparto de la obra) creo que lleva implícita una cierta delectación psicológica, como la de aquella monjita que en todas sus confesiones semanales se acusaba de haber caído una vez en "brazos" de un antiguo novio. En fin...
Por mi condición de mucho mayor que la mayoría de vosotros, me abrogo la autoridad de haceros saber, dado el día que es hoy, que no hay cena festiva como la de "un plato de arroz blanco con huevos y salsa de tomate" (gracias, Carlos Tejo, por la delicia).
Seguro que 2017 será mucho mejor que 2016 con solo que nos lo propongamos.
Alfonso Losada -
CARLOS TEJO -
Entre pitos, flautas y estrellas colorá as, va él y nos mete un dramón en forma de Auto Sacramental y no transporta al último curso de su estancia en La Virgen del Camino, 1967. Aparecen personajes con lo mejor de cada ¿vicio? y a su lado nombres y apellidos muy queridos. Después de allí nos hicimos adultos y más mayores nuestros padres.
POR UN PLATO DE ARROZ BLANCO
El día de Nochebuena, en la sobremesa de después de la cena, mi hija Paula me comentó un mensaje de Wasapp que había enviado su prima, la mayor de las primas, Mónica, la más Tejo de las Tejo, la única que es madre, y por partida doble, al grupo de wasapp de las primas y primo con apellido Tejo.
El hecho en sí es que cuando eran apenas unos bebés, mi madre fue acogiendo en su casa para la cena de Nochevieja a todos sus nietos y nietas. Así, sus hijos, aún jóvenes se podían permitir el lujo de salir de cena, de fiesta y de amistades.
Esa era la noche esperada por toda aquella recua de pequeñajos , cena y cama incluida. Era la noche de la abuela con todos sus nietos.
Los años iban pasando y aquellos bebés fueron creciendo, pero la tradición de ir a cenar con la abuela Chelo el 31 de Diciembre no se perdió nunca hasta que hace 17 años la abuela nos dejó. No tengo más que añadir sobre la cena (menú único y demandado por los pequeños comensales de forma continuada, año tras año: arroz blanco, huevos y tomate frito de bote, más los turrones y demás golosinas) Nada que añadir salvo que dejó a mis sobrinos y a mi hija tantos recuerdos felices que, el otro día, la sobrina mayor, Mónica escribió a los primos del grupo: Queridos primos, cambiaría todas las nocheviejas por un plato de arroz blanco con huevos y salsa de tomate. No añadió nada más, pero sé que todos ellos lloraron al leer el mensaje. Y yo también cuando me lo leyó mi hija.
Feliz Nochevieja compañeros. Feliz Año Nuevo amigos.
Carlos
Javier Muñiz -
Felices Fiestas
el ministro
Marcos Berrueta -
FELIZ año
Carlos Tejo -
Felices Navidades