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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

Oasis vanguardista en el Camino

Oasis vanguardista en el Camino

 

Ahí tenéis el artículo publicado el domingo en La Opinión de La Coruña (S.Romero).
Gráficamente es muy bueno (en la línea del de Diario de León).
Oasis vanguardista en el Camino 
Un libro redescubre el santuario de la Virgen del Camino, construido en 1961, un hito artístico aún incomprendido en la ruta jacobea que gana en prestigio.  
Casi 60 años después de su construcción, el santuario de la Virgen del Camino en León, un atípico monumento vanguardista en la ruta jacobea, sigue siendo una obra incomprendida para muchos. Es una asombrosa obra pionera y de planteamientos inéditos.
 El arquitecto Francisco Coello, el escultor Josep Maria Subirachs y los pintores Albert Rèfols Casamada y Domingo Iturgáiz aportaron al Camino de Santiago la única contribución de las vanguardias artísticas españolas de mediados del siglo XX. Una obra, inaugurada en 1961, que se ha transformado en un hito artístico.
 El libro Virgen del camino, en clave de misterios de Isidro Cicero, recientemente publicado, ayuda a comprender esta obra maestra del Camino de Santiago que empezó desconcertando a la opinión pública pero gana cada vez más prestigio con el tiempo.
 “Al principio a la gente les parecía demasiado extraño. A muchos, los apóstoles les semejaban la visión de unos fantasmas; otros decían que eran tiburones falangistas y que el Cristo de Subirachs les quitaba la devoción. Lo cierto es que inaugura una nueva era en el arte del Camino. Coello hizo más iglesias, pero siempre repitió este esquema y muchos pensamos que Subirachs llegó a su cumbre aquí, no en la Sagrada Familia”, apunta Cicero.
 El santuario no solo es pionero desde el punto de vista artístico. Desde el religioso evidencia también postulados reformistas y rupturista con la época, como los de la nouvelle teologie que desembocó en el Concilio Vaticano II.
 Este maridaje de arte innovador y espiritualidad comprometida lo conforman como uno de los primeros exponentes de las nuevas aspiraciones ecuménicas y de los movimientos intelectuales “de encuentro, diálogo y reconciliación” del siglo XX en España. El libro descubre las profundas reflexiones sobre la vida y la muerte que hay en el santuario. Globalmente fue concebido por el arquitecto como una gran Sepultura a la orilla de la carretera.
 Isidro Cicero lo describe como “un tetrabrik teológico” lleno de simbolismos y enigmas. “El Cristo representa el sufrimiento del siglos XX, la guerra, los campos de concentración nazis... Santiago el Mayor está construido con conchas.
 Eso lo habíamos visto siem pre. Lo que no había visto es que lleva en el pecho la cruz de Santiago en el pecho la misma que lleva Velázquez en Las Meninas ”, señala el autor. El texto del libro está protagonizado por seis peregrinos, de distintas edades, y procedencias, que coinciden un día en el Santuario.
 Fascinados, exploran los enigmas con los que se expresaron los artistas vanguardistas.
 Cicero rememora también la iniciativa del mecenas leonés Pablo Díez, un ‘indiano’ que se convirtió en uno de los mayores magnates de México, con la fabricación de la celebérrima cerveza Coronitas, quien dio a los dominicos la oportunidad de plasmar en la obra su propia concepción de la religiosidad. La orden respondió a esa confianza aportando lo mejor de su creatividad, que en aquellos momentos se estaba elaborando en los modernos institutos de filosofía, teología y teoría del arte europeos, particularmente Le Saulchoir y la revista L’Art Sacré  en Francia.
 “Los dominicos tuvieron entonces muchos conflictos con el Vaticano porque sus ideas eran inadmisibles para la jerarquía. De ahí salió la revolución que cuajaría más tarde en el Concilio Vaticano II”, afirma Isidro Cicero.

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